Partida Rol por web

Salgo del parking acelerando al máximo. No respeté el STOP, no miré si venían coches, estaba totalmente ofuscado, una rabia resurgía en mi interior, necesitaba llegar a aquella discoteca, ¿cómo se llamaba?, ¿la jungla?.

Mi rabia me recomía, apretaba los dientes, saqué un chicle y lo mastiqué con fuerza, parecía que iban a saltarme los empastes. Me paré en un semáforo en rojo, y muy nervioso apretaba el volante con las manos, antes de que se pusiese en verde, apreté a fondo y salí chirriando ruedas dejando una pequeña bolsa de humo. Finalmente  llegué al bar.

No frené como lo habría hecho, sino que con la rabia tiré del freno de mano, y en vez de apagar el motor, calé el vehículo. Salí fuera de este sin mirar por el espejo, y un coche pasó muy cerca quemando el claxon. Ni lo miré. Me puse la capucha de la chaqueta, abrí el maletero y busqué un bate de baseball de aluminio que siempre llevaba… nunca se sabe…

Me dirigí hacia la puerta mientras apretaba el mando para cerrar el coche. Encapuchado, con gafas de sol y bate en mano, abrí la puerta de una patada. Era pronto, pero aun quedaba gente, supongo que también funcionaba de after este local. Todos me miraban, y sin decir nada, grité:

-¡Zara, estoy aquí!

Me dirigí hacia la barra, y reventé una bandeja llena de copas y vasos, cuando de repente…

¡ZASSS! – noté un fuerte golpe en mi nuca.

Frio, notaba frio y humedad, alguien me estaba mojando la cara. Abrí los ojos, y no vi nada, pero tampoco me moví. Si estaba a oscuras, no quería moverme hasta acostumbrarme a la oscuridad. De repente, un olor muy desagradable llegó a mi nariz, introduciéndose por mis fosas, y juraría que perforó mi cerebro.

No pude evitar mover la cabeza, y empecé a escuchar.

-Está vivo. “Trraigan” mis utensilios. Por lo menos la yonki hizo bien su “tarrea” de cuidarlo, y que no le pasase nada “porr” la noche. La “ceguerra” no sabemos si es un efecto nuevo, o del golpe.

Era una voz con un acento alemán muy marcado.

Unas manos frías, tocaron mis párpados para abrirme los ojos, parecía que quería sacarlos de las órbitas, y comencé a removerme, intentando liberarme de aquellas manos  húmedas, huesudas.

-Rápido, “trraigan” un  ”trranquilante”,  “her” paciente parece que está más vivo que antes, y uno de los efecto “secundarrios” que tenemos localizado es una “grran” “furria”. “Podrría” dañarnos…

No me gustaba aquella voz ni aquella persona, noté como un hilo de baba caía por mi barbilla, líquida, tibia, ácida. Apretaba los dientes con fuerza mientras movía los brazos, hasta que…

-Cariño, no te muevas, por favor. No quiero que te hagan daño.

Esta vez, escuché otra voz femenina, con un acento exótico. No sabría diferenciar de donde exactamente, pero si que era de Centroamérica, o del sur de esta. Parecía que me calmaba mientras pensaba:

Acércate… ya verás que sorpresa cuando sepa dónde estás.

Dos manos me atraparon las mejillas, esta vez cálidas, suaves, de mujer, y noté que se acercaba mucho a mi. Me preparaba para saltar, y en contra de lo que tenía planeado noté como unos labios carnosos me asaltaron, dándome el calor de su aliento, apretándose contra mi frente, dando un sonoro beso, y la chica continuó hablando:

-No ves nada cielo, queremos revisarte la vista.

Con mucho mas tacto que el alemán, abrió mis párpados lentamente, mientras me susurraba:

-Soy tu Zara, sabes que no podría hacerte daño.

Zara… ¡la encontré!

Continuaba hablando, pero no lo hacía para mí, su voz parecía dirigirla hacia otro lado:

-Las pupilas responden.

Me removí.

-Shhh, tranquilo cielo, no querrás que Ludendorf te ponga una inyección. Ahora me he de ir, luego volveré y hablamos.

Pasó un dedo por encima del tatuaje que me habían hecho en el cuello. Raspó un poco con las uñas, produciéndome dolor, y me dijo:

-Te ha quedado divino.

Escuché pasos de zapatos de tacón, como se abrió una puerta a mi izquierda, y luego como se cerró de repente dando un gran portazo:

-Bien, “querrido”, “ahorra” que no está tu “prrotectorra”, te aconsejo que te “porrtes” muy bien.

Maldito alemán…

Clavó otra vez sus huesudas manos en mi mandíbula, y me giró la cara sin avisar. Noté un crujido en mis cervicales, y lancé un brazo a ciegas. Golpeé algo metálico, que cayó al suelo causando un gran estruendo, miles de objetos cayeron ensordeciéndome.

-Atadlo. –dijo-

Unos brazos fuertes agarraban a los míos, yo pateaba, pero no servía de nada, estos estiraban de mi hacia detrás con fuerza, y entonces, unas cinchas atrapaban mis muñecas y comencé a gritar:

-¡Soltadme hijos de puta!

Apretaron las muñequeras, produciendo el típico sonido del cuero apretándose, crujiendo en mis extremidades, y luego, otra vez las manos frías. Estiraban de la manga de mi camiseta.

Un fuerte olor a alcohol llegó hasta mi nariz, y como un algodón o algo así, rozaba con fuerza mi piel, dejando un rastro frio que al contacto con el aire helaba mi piel, hasta que… empecé a notar un pinchazo. Una aguja se metía por dentro de mi piel, avanzando milimétricamente, desgarrándome, hasta que se paró, y el dolor no cesó, sino que empezó a introducirme alguna sustancia, que hacía que mi carne ardiese por dentro. Me encontraba mal, muy mal… y perdí el sentido.

Forma (2): Tengo la sensación de estar leyendo un comic, un comic pulp concretamente. Se entiende bastante bien y no veo errores de bulto. Quizás esto lastra un poco el relato, junto con las negritas y que tenga algo más de estructura de relato o novela.

Contenido (1): No me gustó que hubiese que leer otros relatos para entender como llegó el personaje hasta aquí y que tampoco tenga un final.

Opinión personal (2): Es como el señor de los anillos, hasta que no estuvo la trilogía completa no ganó ningún oscar. Si te sirve para escribir un relato largo bienvenido sea, pero hasta que no esté concluido me resulta difícil de evaluar.

FORMA (2)

El principal problema es que un relato corto (que es el objetivo del taller) no es lo mismo que una novela por entregas. Probablemente, los lectores de este relato no tengamos ocasión de leer el próximo capítulo y, en todo caso tenemos que enjuiciarlo como si tratara una obra completa. Y en ese caso quedan demasiados nudos por atar.

Olvidando ese asunto, el relato utiliza una voz narradora muy creíble, alternando la limitada percepción del protagonista con los diálogos que para mi gusto se extienden demasiado. Si la mujer alemana fuera más parca en palabras, pienso que que la atmósfera se haría más desesperante.

El párrafo que comienza con "esta vez escuché una voz femenina" da lugar a confusión, pues tras una primera lectura no se sabe muy bien si estás hablando de la intervención inmediatamente anterior o de una tercera mujer. Te sugeriría cambiarlo por "era una voz femenina".

Aclarar que era una voz con acento alemán después de intentar representarlo con la vibrante múltiple me parece una forma de reconocer que no ha quedado lo suficientemente claro. Podrías intentar introducir alguna palabra alemana conocida para evitar tener que dar esa explicación.

Otros errores menores son:

Las tildes (sobre todo las diacríticas): frío, sí, qué, mí, dónde.

La puntuación:

- Punto y seguido después de "abrirme los ojos"

- Sobra la coma después de "unas manos frías" y "esta vez"

Los tiempos verbales: "unas cinchas atraparon" en vez de "atrapaban".

CONTENIDO (3)

Los cuatro primeros párrafos del relato resultan muy creíbles, pero después, poco a poco, la historia va decayendo hacia una suerte de violencia gratuita. Quizás en una próxima entrega se aclare el porqué de la inyección, pero con lo que tengo no puedo  imaginarme sino una especie de psicópatas torturadores recreándose en el sufrimiento del personaje.

Lo del efecto secundario de la "furia" no acabo de creérmelo tampoco. Creo que es una complicación innecesaria en la historia.

Hay una oración incoherente: "sin decir nada, grité". Podría solucionarse parcialmente con un infinitivo perfecto "sin haber dicho nada".

Por lo demás, las sensaciones táctiles y acústicas del protagonista están bien logradas: los huesos duros de las manos, el frío, esos indefinidos objetos metálicos que caen sobre él... ayudan a crear una atmósfera bastante terrorífica.

COMENTARIO PERSONAL (3)

Un relato que me abre la curiosidad por conocer las las identidades de los personajes y las razones que los mueven a actuar, pero que, desgraciadamente, no aporta las suficientes pistas como para que pueda elaborar ninguna hipótesis.

Lo primero que voy a advertirte, es que pienses en concluir la serie dentro de uno o dos desafíos más, por que pronto a muchos jueces les va a dar fiaca tener que leerse 5 relatos para poder entender uno solo. Por mi parte no me molestó leerme los otros dos. La idea de hilar todos los desafíos en una serie es original y desafiante, aunque me chirrió un poco como metiste la ceguera en este último (un golpe en la nuca no me suena que te deje ciego), salvo que tengas planeado explicarlo en el próximo. Sos bastante breve en tus párrafos, aunque con eso logras meter al lector de lleno en el texto. Y te las arreglás para terminar cada capítulo con suspenso y ganas de leer el que sigue. La idea me parece buena, por lo que leí hasta ahora. Los defectos que ví van por la estructura. Primero, uno que yo suelo cometer, abusás de las comas. Los párrafos terminan siendo frases largas, y los lectores que no están acostumbrados a ellas se pierden. Lo que yo hago es tomar el párrafo "comatoso" y separarlo en frases, poniendo puntos para separar cada idea. (Estás enojado(punto) Mascas un chicle(punto)) Lo segundo es que el personaje se repite demasiado a si mismo con sus "malditos". Si es para darle un toque distintivo, no lo logras, por que muchos escritores y cineastas hacen exactamente lo mismo. Por último, otra cosa que a mí también me viene sucediendo: el vocabulario. No te fuerces a la hora de mejorarlo, no tiene sentido. La única forma de obtener esta valiosa cualidad es leer, leer mucho. Cualquier otra forma se nota en el texto y chirría bastante, es mejor aprender las palabras despacio y hacerlas carne de uno.