-Azul aguamarina-
Eran la pareja perfecta: la envidia de todas sus amistades. Como nunca tenían nada importante por lo que discutir, a veces reñían por tonterías:
- ¿Sabes dónde está el jersey azul que me regalaste por mi cumpleaños?
- ¿Azul? Querrás decir el verde.
- ¿Verde? ¡Venga ya! Es azul.
- Bah, lo hombres nunca habéis sabido distinguir los colores.
- Ya, ¿y eso dónde te lo enseñaron? ¿En los seminarios feministas de la facultad?
- No es feminismo, sino sociolingüística. Los hombre distinguís peor las tonalidades que las mujeres.
- Ya me imagino yo quién habrá hecho esa clase de estudios. Azul, te digo, azul verdoso.
- ¿Azul verdoso? ¡Ja! ¿Qué es eso? ¿Una solución de compromiso para no discutir?
- No es ninguna solución de compromiso. Aunque tenga un matiz de verde, el color que predomina es el azul.
- Que no. Que es al revés. Es un verde azulado.
Para salir de la duda, un día le preguntaron a una amiga de ella, estudiante de Bellas Artes, cuál era su opinión:
- Color aguamarina -sentenció sin dudarlo un instante-.
-¡Venga ya! Ese color no existe.
¡Pues claro que existe! Búscalo en Google y ya verás.
Y, efectivamente, aquel dichoso color, a un cuatro de distancia del azul y a tres cuartos del amarillo, justo en el medio del azul y del verde, reclamaba su identidad dentro de un pintoresco círculo cromático.
- Pero vamos a ver -siguió polemizando él, insatisfecho con aquella solución técnica-. Esto no resuelve el problema en absoluto. Ese color puede que exista entre pintores, pero en la vida real nadie necesita ser tan preciso. Nos basta con clasificar las cosas en azules y verdes. Y yo lo que digo es que el aguamarina es un tipo de azul.
- Es que está a medio camino entre el azul y el verde. No es ni lo uno ni lo otro. O más bien son los dos al mismo tiempo.
- Eso será el aguamarina ideal -dijo sacando a relucir entonces todo su bagaje filosófico- que no existe más que en la mente de los pintores. En la realidad siempre va a estar más cerca del azul o del verde. Y este jersey es de un aguamarina que cae del lado del azul.
- Que no, que no seas terco. La industria textil trabaja con colores puros. O al menos lo suficientemente puros como para tu ojo no sea capaz de distinguir esos matices.
Pasaron los años y aquella polémica quedó entre paréntesis hasta que sus estudios universitarios le llevaron a poder abordarla desde una nueva perspectiva. Al parecer, un filósofo del lenguaje llamado J. Searle había presentado hace años la paradoja de si un ciego de nacimiento que hubiera realizado estudios superiores de física tendría un conocimiento más profundo de lo que es el color por poder describirlo en términos de la longitud de su espectro de onda que alguien que simplemente lo hubiera experimentado en su conciencia.
Estas reflexiones le hicieron dar con la solución científica al problema: los programas de diseño gráfico son capaces de analizar la composición de una región cromática en términos de la cantidad relativa de cada uno de los tres colores puros, así que aquella vieja discusión podría zanjarse definitivamente con la ayuda de la informática.
Aquella tarde, cuando llegó a casa, su compañera todavía estaba en el trabajo. Lo primero que hizo entonces fue sacar una fotografía del jersey. Después la importó a un editor de imágenes y homogeneizó el color de la región. La matematización del problema era muy sencilla: si aquel color presentaba más de un setenta y cinco por ciento de azul puro, entonces era azul; si por el contrario, el porcentaje era menor, entonces sería verde.
No quiso conocer la respuesta hasta que ella llegara. Ambos debían compartir juntos el momento mágico de la revelación, diera la razón a quien fuera. Una hora larga más tarde, su compañera llegó a casa y cuando él, ilusionado, le contó la manera que había ideado para resolver la vieja polémica, ella no pudo evitar soltar a reír:
- ¿Aún sigues dándole vueltas a aquello? Está bien, señor investigador -le dijo resoplando y tirándole cariñosamente del moflete-, enséñeme usted el resultado de su experimento.
La prueba crucial había llegado. Analizando color. Resultado: azul: 75,2 % ¡Estaba dentro del rango! ¡Era azul! Entonces la miró a sus ojos de un marrón verdoso o verde marronáceo, que lo escrutaban con interés y pasión y vio cómo sus labios dibujaban una pequeña sonrisa al mismo tiempo que con su mano le acariciaba cariñosamente el cuello.
- ¿Y bien? No me tengas en vilo. ¿Qué significan esos números?
- Verde... Tenías razón cariño. Aunque por muy poco.
FORMA: 4,5
El relato resulta ligero y ameno, dinámico y entretenido. Los diálogos son bastante buenos y el resto fluye directamente y sin complicaciones, tal como debe ser. Y es que al final, no solo el texto se centra argumentalmente en el azul aguamarina, sino que transmite el optimismo y frescura que se sentiría mirando al mar.
ARGUMENTO: 4,5
Curiosamente el argumento parece ser lo de menos y solo sutilmente se sugiere de qué se trata. Sin embargo, el asunto es más profundo de lo esperado. Creo que al final esta historia habla de la mezcla perfecta que surge del amor de la pareja de la que se habla, que deja de ser verde o azul para ser otra cosa única e irrepetible.
Al relato le sientan muy bien las partes donde se explica el asunto del tratamiento informático del color, porque reaviva el interés y la curiosidad.
COMENTARIO: 4,5
En cuanto a las pegas:
-Yo omitiría esto: "Eran la pareja perfecta: la envidia de todas sus amistades". Es cierto que resume buena parte del relato e introduce al lector, pero a mí me resulta pedante, digamos que de entrada una pareja perfecta igual te resulta antipática. Además, la siguiente oración puede decir lo mismo más sutilmente, y el mismo mensaje se refuerza al final del relato.
-Los diálogos están bien pero les falta aún un trecho para que parezcan ser pronunciados por personas y no por personajes perfectos.
FORMA
Aunque al ser una conversación se complica todo, y más cuando creo intuir que la ausencia de otros elementos es debido a agilizar la lectura… Creo que este es el punto más flojo, y me explico: Está claro lo que dicen pero… ¿Cómo lo dicen? Echo en falta información al respecto ¿Sonríen? ¿Echan chispas por los ojos? ¿Están sentados, de pie? Vamos información al respecto de lo que no es la conversación.
Por lo demás me parece correcto, te pongo un 3.
CONTENIDO
Ummm entra muy fácil, me sacó una sonrisa ya desde las primeras líneas ¿Quién no ha vivido alguna situación así?, luego, por la mitad del relato… Quizás se repite un poco, pero bueno, tiene un pasa debido a como son este tipo de discusiones, y el final me parece simplemente genial.
Te pongo un 3.
COMENTARIO PERSONAL
En general me ha gustado, es ameno de leer, fácil y rápido, quizás se echa en falta un poco más de profundidad y que se usan más recursos literarios. Pero deja buen sabor de boca.
Te pongo un 3.
FORMA
Es un texto de lectura rápida y amena, a la vez que divertido, aunque la originalidad del tema no ha sido su fuerte.
4 :)
CONTENIDO
El texto ya dije que me gustó, y el final, bueno, ha sido un final bueno, dando al hombre como sumiso en esta historia.
La puntuación también será buena:
4
COMENTARIO PERSONAL
Otra vez le voy a la puntuación media, y mi enhorabuena, ya que me ha gustado.
4 :)
Lo mismo que en el otro relato^^