Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 2.4] Habitación de Trish

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21/10/2018, 20:38
Narradora

Nueva York, 13 de noviembre de 2037, 17.00.

El cuarto en el que se había instalado Trish había sido en sus tiempos una consulta del centro de salud. Estaba en la primera planta, estratégicamente situado entre el cuarto de Cass, que se unía al suyo a través de una puerta y el de Robin. La otra puerta daba al pasillo. Las dos chicas solían acomodarse para pasar las noches juntas, pero tenían sus espacios de intimidad. 

No había mucho mobiliario, la mayoría del que había pertenecido al lugar tiempo atrás había sido saqueado hacía mucho, o se había estropeado en la inundación que había dejado el sótano anegado, pero en los años pasados allí, habían conseguido algunos colchones y mantas, e incluso Trish tenía en su habitación un armario de metal algo estrecho, que había sobrevivido al agua y los saqueos, además de una mesa con un par de cajones. 

Notas de juego

Escena secundaria.

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26/10/2018, 18:02
Axel Montenegro

Con una taza echando humo en una de sus manos, Axel tocó la puerta de Trish para avisar su llegada antes de abrirla lentamente sin esperar respuesta. Suponía que la chica ya se encontraría mejor y que habría tenido tiempo de ver y hablar con su hermana sobre lo de Nick, o al menos eso esperaba. De cualquier manera, por si no era así, le traía algo que le subiera un poco el ánimo y la relajara. 

Permiso - se disculpó, entrando a la habitación, que por lo demás estaba bastante bien. No tenía grandes lujos, pero tenía lo justo y necesario para que alguien pudiese vivir cómodamente, al menos para sus estándares, que eran bastante bajos considerando que había vivido en lugares mucho peores que ese incluso antes de que todo el mundo se fuera a la mierda - Te traía una agüita de menta con pimienta - sonrió suavemente - Sé que probablemente no sea un gran consuelo, pero era lo que nos preparaba mi abuela cuando alguien se sentía mal - y para mil otras cosas, pero no quería agobiarla con los mil y un usos de la famosa infusión de su abuela.

¿Quieres compañía? - preguntó, llegando hasta ella para entregarle la taza, dispuesto a irse o quedarse según la chica prefiriera.

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27/10/2018, 23:53
Trish

Al oír que alguien llamaba a la puerta Trish no respondió. Llevó sus ojos hacia la entrada, eso sí, y al ver a Axel allí emitió un suspiro. No tenía demasiadas ganas de compañía, pero al menos estaba segura de que el violinista no la presionaría. Cuando oyó lo que le traía dejó de estar tumbada en la cama para incorporarse un poco y sentarse, dejándole espacio también a él.

Trish se calló todos sus comentarios sobre la taza y su contenido. Sabía que había buena intención, aunque desde luego no esperaba que por tomar algo con toda la pinta de no ser más que un té raro se sintiera mejor. No respondió de palabra a la pregunta del músico: su gesto dándole espacio a su lado debería ser suficiente. Y tras unos segundos la muchacha habló. Su tono era reflexivo y más grave de lo habitual, y su voz sonó un poco ronca después de haber estado llorando.

—Me gusta la idea de que te quedes —le dijo, aunque él no había preguntado nada que tuviera que ver con eso—. Pero no de que te quedes su cuarto.

Trish sabía que aquello era una tontería, y que tarde o temprano alguien usaría aquella habitación —o habitaciones al contar también el despacho del escritor—, pero todo iba demasiado rápido. Esa misma mañana Nick se había marchado del Morris y ahora... Ahora ya no había nada que ella pudiera hacer más que intentar por todos los medios no olvidarse de él.

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02/11/2018, 05:35
Axel Montenegro

Dándose por enterado con el movimiento de Trish, Axel fue a tomar asiento a su lado como la chica parecía insinuar y se preparó para mantener el silencio un buen rato tras ver que no lo saludaba ni decía palabra alguna. Sin embargo, afortunadamente se equivocó, y la niña de pelo azul no solo habló mucho antes de lo esperado sino que lo hizo pronunciando palabras cuando menos esperanzadoras. 

No soñaría con quedarme en su cuarto - contestó sin dudarlo un segundo. No quería dar a entender ni explícita ni subliminalmente que estaba ahí para reemplazar al escritor, porque sabía que eso no tendría sentido alguno. Mientras Nick era un líder nato, Axel prefería fundirse entre la multitud. La verdad era que no podría reemplazarlo ni aunque así quisiera. - Pero me alegra poder estar aquí ahora. - le sonrió débilmente, apenas con la comisura de los labios. Sabía que no lo necesitaba, pues tenía a Cass y con eso sería más que suficiente, pero él jamás olvidaría a la niña que había cuidado en tantas ocasiones y que ahora, de pronto, se veía sin la persona que para ese entonces era su guardián. 

¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte? - prefirió preguntar directamente. - ¿Algo que necesites? - añadió luego. No cabía duda alguna de que todo el mundo enfrentaba el duelo de formas distintas y jamás se había visto en una situación así con Trish antes, pero esperaba que ella viera sus buenas intenciones y pudiera guiarlo para serle de la mayor utilidad posible para encontrar sosiego.

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05/11/2018, 01:54
Trish

Trish no miró a Axel cuando este respondió, ni siquiera al hacerlo él con las que probablemente eran las mejores palabras que podía pronunciar. Ella se limitó a asentir en silencio, aparentemente pensativa aunque los engranajes de su cabeza se habían detenido. Era como si algo se hubiera colado entre ellos y los impidiese girar como debían.

Tras las preguntas del músico ella no supo muy bien qué contestar. O quizá sería más correcto decir que ni siquiera se lo planteó. Fue como si él no hubiera dicho nada, pues ella no llegó a buscar ni en pensamiento ni en sentimiento qué podría necesitar. Se limitó a permanecer así, en silencio, aunque tras un tiempo negó con la cabeza. Tuvo que pasar más de un minuto para que Trish volviese a hablar.

—¿Has traído el violín? —Por supuesto no se refería a si lo había llevado al cuarto, pero con todo lo sucedido antes ni siquiera se había fijado.

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15/11/2018, 06:26
Axel Montenegro

Al no obtener respuesta alguna supuso que lo que necesitaría la chica sería silencio en su compañía, así que eso fue exactamente lo que hizo, guardar silencio. Pacientemente esperó a que ella diera alguna señal de conversación o de que quería que se fuera, lo que sucediera primero, y al verla negar con la cabeza su mirada fue hacia ella con curiosidad preguntándose como interpretar aquello hasta que Trish habló por fin. 

Claro que sí. - sonrió de oreja a oreja - Ya sabes que puedo sacarme el corazón del pecho con un cuchillo de mantequilla antes que abandonar mi violín por ahí - bromeó. Luego de los riesgos que había corrido para recuperarlo, hasta diría que se había arriesgado a que alguien más hiciera una realidad la primera parte de su oración, aunque se había salvado por los pelos - Lo dejé abajo, con el resto de mis cosas. - le explicó reduciendo su sonrisa a una amable pero mucho menos eufórica - ¿Quieres que vaya a buscarlo?

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19/11/2018, 04:30
Trish

Trish recibió la respuesta de Axel con una mirada que intentaba dejar de ser triste. Le sabía un poco mal que el primer día que el músico se quedaba en el Morris la situación fuese aquella... Pero no le daba a eso tanta importancia como para hacer algo para cambiar la situación. Asintió a lo que él dijo sobre el cuchillo de mantequilla sin entender muy bien de qué hablaba. No porque él no se explicase, sino porque realmente no estaba prestando atención. Después de eso negó con la cabeza antes de volver a la posición anterior.

—No hace falta —le dijo—. Era sólo por saber.

Después de aquello volvió a quedarse allí, quieta y callada. Sin embargo, poco a poco el aroma de la infusión penetraba por sus fosas nasales y acabó por beber un poco del líquido.

—Está bueno —comentó de pasada, más por costumbre que porque realmente se hubiera detenido a saborearlo. Después de aquello decidió hacer un esfuerzo para hablar algo más, aunque sólo fuera por deferencia a Axel—. Le falta maría, pero se puede beber.

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21/11/2018, 07:30
Axel Montenegro

En parte se alegró de que la chica no esperara que fuera a buscar su violín en ese momento. Normalmente no se opondría en absoluto a tocar para quien fuera que lo necesitaba, menos si ese alguien era Trish, pero lo cierto era que no se consideraba en las mejores condiciones actualmente como para dar una buena interpretación, o al menos una decente. 

Sonrió al ver que la chica bebía de la taza, y aunque no se esperaba más conversación que eso, al escuchar el siguiente comentario de la niña de pelo azul un resoplido alegre escapó de sus labios - ¿Le falta maría, dices? - sus labios se fruncieron hacia un lado apenas conteniendo una risa. - Bueno, eso es una receta alternativa para el libro de cocina de mi abuela - bromeó sonriendo nuevamente - No tenía idea que te gustara tanto la hierba como para querer consumirla hasta en el té. - alzó una ceja divertido, pues no podía evitar ver a Trish como una cría aún y la idea de verla fumar porro se le hacía solo un poco menos imposible que imaginarla haciendo otras cosas de adultos que no quería ni plantearse.