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Finales y principios

[Capítulo 2] Del final nace el principio.

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28/06/2018, 19:36
Skyler

—Bueno, a lo mejor esa canción habla de Dios, o quien la compuso pensaba en Él. Eso la haría contar como canción religiosa—aseguró la joven, girando un poco la postura en la silla para ver mejor a Axel cuando se sentó a su lado—. El Paganini ese seguro que era creyente, porque antes todos lo eran. No creo que se llame así porque fuese un pagano. 

Sacudió la cabeza, como si eso fuese algo demasiado obvio como para tener que explicarlo y apoyó el codo en la mesa y la barbilla en la mano. Todavía seguían sus mejillas algo coloreadas y sus ojos se iban hacia el hombre de tanto en cuando. 

—Y a mí no me pareces nada viejo . A ver, eres muy mayor, claro. Más que Nick, seguramente —matizó sin cortarse—, pero no tienes el pelo blanco ni necesitas un bastón. —Tardó varios segundos en entrarle la duda y sus ojos buscaron la pierna de él de nuevo mientras preguntaba—. ¿O sí? Seguro que la pierna te duele porque necesitas uno pero no lo usas —juzgó, poniendo los ojos en blanco—. Deberías empezar a hacerlo antes de que te la tengan que cortar. Porque a veces hay que hacerlo, ¿sabes? No deberías ir por ahí sin bastón si te hace falta. 

Se calló, pensativa, por un instante. Parecía, de algún modo, que a pesar de su torpeza social intentaba causar una buena impresión en Axel como fuese, sacando cualquier cosa que se le ocurriese para ello. 

La hermana de Cassandra quizá podría hacerte algún invento. Sabe hacer movidas y eso. Entre ella y mi primo con sus ungüentos a lo mejor hasta se te cura la pierna del todo. —Hizo una brevísima pausa y cambió de tema—. ¿Has visto alguna vez nuestra capilla? Te la puedo enseñar si quieres, la montó Clem. 

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02/07/2018, 05:31
Axel Montenegro

Imaginar que Paganini compusiera esa canción pensando en Dios le hizo sonreír. Se debatió por un momento o dos sobre si decirle a la chica que ese músico en particular era llamado "El violinista del diablo" precisamente porque se creía que había llevado a cabo un pacto con Lucifer para adquirir sus dones, o que incluso algunos lo acusaban de ser hijo de una bruja y Satán por su aspecto físico peculiar, pero acabó por solo reír con su broma sobre el apellido del músico y dejarla creer en la religión imaginaria del hombre al menos hasta que ya hubiesen votado porque se quedara. No fuera a ser que con lo fanática religiosa que sonaba hasta ahora, al contarle eso y darse cuenta de que había amado a el producto de un supuesto mensajero del diablo buscara que lo rechazaran por anticristo o algo similar al engatusarla. Sabía que la gente normal no hacía eso, pero Skyler no era normal, y su propia abuela ultra católica le había hecho el vade retro cuando le había contado por qué era ese su artista favorito en plena adolescencia. Y aunque eso no le había hecho efecto alguno, el dolor de la chancla le había llegado de todas formas.

Apoyando un codo sobre el respaldo de la silla se giró ligeramente hacia la rubia al ver que esta lo miraba de reojo de vez en cuando y la observó con cierta gracia un rato mientras esta dialogaba consigo misma sin darle mucha oportunidad a Axel de contestar. 

No, no creo que me haga falta. No lo ha hecho hasta ahora al menos, así que espero que no me la tengan que cortar. - contestó con toda la paciencia del mundo y sonriendo un poco más por la exageración de la rubia, divertido al pensar las historias interminables que podrían salir de los labios de la chica en momentos de profundo aburrimiento. - Pero sí tengo unas pocas canas, ¿ves? - le señaló su mechón de pelo blanco, algo desordenado por como tenía tomado el pelo - Soy un respetable señor - bromeó, guiñándole un ojo para luego reír. 

No estaría mal - apenas alcanzó a contestar a lo del ungüento, cuando la chica se ofreció a mostrarle más del refugio. No le hacía demasiada gracia dejar sus cosas ahí por si el resto llegaba, pero tomarlas podía verse como falta de confianza y era lo que menos necesitaba ahora. Suponía que podía arriesgarse, después de todo si fuese el caso los oiría llegar. - No he visto mucho más que la puerta antes de hoy, así que claro, me encantaría. - sonrió amablemente, para ponerse de pie - ¿Vas mucho ahí? - preguntó, intentando comprender por qué era el primer lugar que quería mostrarle. Claramente no era para estar solos, porque justamente ahora... eso era básicamente cualquier sector del edificio.

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03/07/2018, 01:43
Skyler

Skyler se puso en pie en cuanto Axel accedió a ver la capilla y empezó a caminar hacia la puerta. 

Todos los días. Clem da una eucaristía para quien quiera ir, aunque normalmente sólo vamos Kane y yo. —Hizo una pausa y frunció la nariz—. Deberían venir todos, pero son unos descreídos. 

Sus pasos fuera de la sala común se encaminaron hacia las escaleras que llevarían al piso superior. Mientras andaba, la chica siguió hablando. 

—Tienes algunas canas, pero no el pelo blanco —matizó, alzando las cejas para remarcar que ella tenía razón—. Y tener canas no es de viejo. Es de madurito sexy. 

Sus mejillas adquirieron un tono cereza en cuanto se dio cuenta de lo que acababa de decir, pero intentó liberarse de la vergüenza sacudiendo la cabeza y apretando un poco el paso por el amplio pasillo. 

Esta es la habitación de Nick. Esta es la de Daniel —empezó a explicar según caminaban, haciendo gestos hacia las puertas que mencionaba—. Por ahí están las de Morgana y los niños. Y esta es la de Kane, la de Clem y por ahí a la izquierda están las de Trish, Cass, Robin —Miró brevemente a Axel— y la mía es esa. —Se detuvo al llegar frente a la última puerta de ese pasillo y su sonrisa se amplió al abrirla—. Y esto de aquí es la capilla. 

La capilla que Clementine se había encargado de acomodar como tal en realidad había sido en otros tiempos una sala un poco más grande que el resto de las consultas de la primera planta, quizá un despacho o una sala polivalente. Pero en aquellos tiempos poco se asemejaba ya a lo que debió haber sido. Los restos de una pared que años atrás debía dividir en dos el lugar habían sido prácticamente retirados en su totalidad, dejando tan sólo un trozo de muro saliente del lado cercano al pasillo, de menos de un metro de largo. 

En la pared de enfrente, la que daba al exterior, un gran ventanal dejaba entrar un gran chorro de luz al interior de la capilla, gris y difusa en aquella mañana nublada. Al fondo de la sala se había colocado una mesa que hacía las labores de atril y altar al mismo tiempo. En la pared, a media altura sobre ese altar improvisado, había un pequeño crucifijo, de unos quince centímetros de largo, que ya nadie recordaba de dónde había salido. Tres hileras de cuatro sillas cada una completaban el mobiliario del lugar. 

Skyler parecía orgullosa de la labor realizada para acomodar aquel lugar, a juzgar por cómo miraba a Axel, esperando algún tipo de reacción en él al contemplarlo. 

Puedes entrar —ofreció, aunque sonaba más como una orden que como una oferta. Tal vez por eso la joven añadió algo más—, si quieres. 

Notas de juego

Para hacerte una idea puedes ver el plano del edificio en el último post de la escena de Ambientación. 

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05/07/2018, 02:52
Axel Montenegro

Sonrió divertido al ver la molestia que causaba en la chica que el resto de sus compañeros no fueran feligreses de la iglesia improvisada de Clem. Él mismo era agnóstico, así que no se veía ahí cada día, pero su experiencia familiar le permitía entender la devoción férrea de la rubia a su dios. Por ahora no quiso decir nada, pensando que no era necesario pues hasta el momento no había realmente nada que necesitara su opinión, y junto a ella subió las escaleras hacia la planta superior. 

¿De madurito sexy? - preguntó con una ceja alzada y una sonrisa de medio lado, encantado con el rubor que adquirieron las mejillas de su guía turística y la forma en que aceleró el paso a diferencia de él, dándole la espalda por un paso o dos - Primera vez que lo oigo. Quizás luego te pregunte un poco más sobre eso. - comentó, como si se tratara de curiosidad sincera e inocente, aunque realmente lo que hacía era meterse un poco con ella para ponerla en aprietos y ver su reacción.

Intentando memorizar las habitaciones que le señalaba y su orden, prestó atención a la chica, sonriéndole amablemente con la mención a su habitación para que supiera que tomaba nota, ya que se había detenido a enfatizarlo. Luego miró la última puerta y encontró cierta gracia en la felicidad que le traía a la chica aquella habitación. Para un ateo ese lugar sería lo mismo que cualquier otro, pero seguramente para ella era un santuario en el amplio sentido de la palabra. 

Sus ojos recorrieron el lugar con interés. El amplio espacio estaba maravillosamente bien iluminado, algo que sin duda le daba algo de paz al mismo Axel, y parecía haber sido armado con un esfuerzo consciente del refugio necesario que la religión era para algunos. - Gracias - respondió a la invitación de la rubia. Puso pie en la capilla y siguiendo la tradición, se persignó agachando la cabeza en dirección a la cruz antes de seguir andando. No por ser agnóstico iba a ser mal educado. 

Se paseó alrededor, mirando el considerable número de sillas. Dudaba seriamente que algún día hubiese tal aforo en la capilla, a menos que lo que celebraran fuera un funeral o un bautizo, pero tenía que apreciar la esperanza detrás del disponer los asientos de igual manera por si de pronto, toda la comunidad se sumaba. Volviendo a Skyler prontamente, pues de todas maneras no veía mucho que hacer en aquel lugar, se acercó a hablarle - Les quedó fantástica. Con altar, sillas, crucifijo... Como mucho le falta la decoración de iglesia y una pileta. - sonrió, pensando que de saber dibujar se habría ofrecido para echarle una manito de gato, pero no era el caso - Ojalá supiera pintar. Hay espacio de sobra para un mural bonito. - y dado que la gente ya no repintaba mucho sus casas, no dudaba de poder encontrar, más temprano que tarde y quizás preguntando un poco por ahí, algo de pintura de colores para ese efecto. - ¿Pasas todo tu tiempo libre aquí? - preguntó intrigado, pues se esperaba que le dijera que no pero ese había sido el primer lugar que la chica había pensado en mostrarle.

 

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05/07/2018, 21:44
Skyler

La joven parecía rezumar satisfacción al escuchar los cumplidos de Axel hacia aquella sala reconvertida en capilla. Sin embargo, se apresuró a darle el mérito a quien lo merecía y, a su juicio, esa no era ella. 

Lo hizo Clem, antes era un asco de sitio, todo sucio y lleno de trozos de pared. —Se quedó pensativa un instante antes de matizar un poco más—. Todo el Morris era una puta mierda, pero ahora lo hemos dejado muy bien.

Axel no había llegado a ver el sitio antes de que aquel grupo de gente se instalase allí y lo restaurara, pero Madre Laura le había hablado de ello, de cómo habían trabajado duro hasta dejarlo no sólo habitable, sino cómodo y confortable. Mientras, Skyler seguía hablando. 

No paso todo-todo mi tiempo aquí. Robin no cree. —dijo, como si aquello fuera una correlación de hechos evidente—. Así que hacemos otras cosas. A veces voy con él a la botica o a mi cuarto o al suyo. 

Hizo una breve pausa en la que miró las paredes, valorando algo de lo que había dicho Axel, y finalmente frunció un poquito el ceño. 

Kane sabe pintar, lo hace genial. A lo mejor él podría pintar las paredes, tienes que decírselo. —Y sin dar tiempo a que el violinista asimilase esa información, cambió de tema—. ¿Quieres ver algo más? Si te vas a quedar tendrás que conocer el sitio. Te lo puedo enseñar, tenemos tiempo. Total, a saber cuándo vuelven los demás... —Insistió de nuevo en aquel reproche que iba dirigido a los ausentes.

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09/07/2018, 01:17
Axel Montenegro

Al escuchar a Skyler hablar de como habían construido aquel lugar para transformarse en un hogar definitivo, recordó con cariño como él y Alexia alguna vez habían intentado hacer lo mismo. Fueron seis meses de estupidez ingenua y optimista en los que habían pretendido que hoy en día se podía jugar a la casita, pero seis meses que jamás olvidaría como una de las épocas más felices de su vida. 

Sin darse cuenta había bajado la mirada de forma ligeramente nostálgica, aunque su sonrisa solo había crecido, pero tan pronto lo notó volvió a prestar atención a la rubia. El nombre Robin le hizo fruncir el ceño, habiendo olvidado por un segundo de quien hablaba y pensando que quizás se trataría de algún novio, pero apenas tardó unos segundos en acordarse de quien se trataba: El británico forajido. - Robin es tu primo, ¿no? - preguntó por asegurarse, más que nada. Le parecía ciertamente entrañable que viendo lo obsesiva religiosa que era la chica, no arrastrara al pobre pelirrojo hasta allí en vez de respetar su ateísmo. 

Sonriendo un poco más al escuchar que le había gustado su idea, abrió la boca para asegurar que se lo diría a Kane, pero antes de poder responder se vio interrumpido por el entusiasmo de su anfitriona. Divertido por como refunfuñaba respecto a la ausencia del resto, su alegre mueca se amplió un poco más - Bueno, peor para ellos cuanto se tarden. Se pierden nuestra fantástica compañía. - le guiñó un ojo mientras caminaba hacia la salida, persignándose para salir como había aprendido de pequeño - ¿Entonces? ¿Con qué me vas a sorprender ahora?

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09/07/2018, 22:41
Skyler

Skyler sonrió ampliamente al ver a Axel persignándose, como si ese gesto no fuese tan habitual como a ella le gustaría. Hizo lo mismo, doblando las rodillas para inclinarse un poquito, y después salió de la capilla. No se lo pensó demasiado antes de echar a andar hacia el mismo lado por el que habían llegado. 

—La azotea —sentenció, convencida—. Tendrás que unirte a los turnos de guardia y casi siempre los hacemos ahí porque se ve todo desde arriba. A veces es una pérdida de tiempo, como anoche que con la niebla no se veía una mierda, pero es lo que hay. 

No tardó en llevarlo hasta una puerta metálica tras la que se encontraron una escalera estrecha que llevaba desde la primera planta hasta la azotea del Major Morris, el lugar más alto del edificio. Desde la explanada de unos cincuenta metros cuadrados, bordeada por una barandilla de cemento, podía verse todo el perímetro que bordeaba la empalizada, aunque no era posible abarcarla entera con la mirada sin moverse de un lado a otro. 

Había un par de mantas allí arriba, que alguno de los habitantes del lugar había dejado seguramente para las guardias en las épocas más frías. El suelo era de terrazo, dañado en algunos puntos, y en las esquinas se arremolinaba algo de polvo. Dos sillas y una mesa baja completaban el resto del mobiliario de esa terraza que resultaba poco apetecible en invierno. 

El frío seguía siendo intenso pero la niebla se había empezado a levantar un poco, permitiendo ver un poco más allá entre sus jirones blancos. Así se podían distinguir los edificios más cercanos y también las copas de los árboles del parque Jackie Robinson, que estaba muy cerca de allí. 

Y esto es —anunció la chica al llegar, sin dar a ese espacio ni una décima parte de la importancia con que había hablado de la capilla. 

No se quedó quieta, seguramente por el frío para el que no se había abrigado antes de subir. Dio algunos pasitos cortos hacia delante y luego hacia atrás para, finalmente, coger una de las mantas y ponérsela por encima de los hombros antes de seguir hablando. 

—Robin es mi primo, sí. Seguro que lo conoces. Es pelirrojo y tiene la cara llena de pecas. Hace bolsitas de infusiones y potingues. Es muy buen chico, aunque a veces la caga, claro —señaló, como si fuese inevitable que todo el mundo se equivocase alguna vez, salvo ella, quizás. Sin embargo, se apresuró a añadir algo más, sin duda para dejar a su primo en buen lugar—. Pero es muy buen curandero y la comida que hace es pasable. No tan buena como la de Cass o la mía, pero se puede comer. 

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12/07/2018, 03:41
Axel Montenegro

Viendo que la chica se ponía a andar en la misma dirección por la que habían llegado Axel hizo lo mismo, siguiéndole el paso como antes había hecho - Si no se puede ver al menos algo se puede escuchar, ¿no? - tampoco era que se pudiera oír demasiado a mucha distancia, pero si sentías disparos a algunas cuadras o algún escándalo similar, sabías buscar desde donde vigilar mejor o incluso, si lo que habías escuchado era demasiado preocupante, quizás hasta te preparabas para el peor de los casos en que tuvieras que defender tu hogar. 

Una vez estuvieron fuera lamentó haber dejado sus abrigos en la planta baja junto al violín. Hasta ese momento había pensado que sería un ir a la capilla y volver, o quizás algo más que definitivamente distaría mucho de darle frío, pero ahí estaba, rodeado de niebla y de puto frío que le calaba los huesos, así que echó a andar por la azotea como si mirara el paisaje para entrar un poco en calor. Las mantas a un lado se veían tentadoras, pero al mismo tiempo parecían un mal presagio de que el frío allí solo empeoraba, así que encontró su mejor consuelo en la mesa con dos sillas, que prometía futuras noches de conversación durante las guardias. 

Por un segundo frunció el ceño. De ver la futura conversación con cualquiera del grupo como algo bueno de pronto la preocupación que le había significado el futuro aislamiento respecto al grupo en aquella azotea, de carácter privado e íntimo, por no decir además obligatorio, se hizo considerablemente más intensa. Procuró no dejar que aquello se le notara en las facciones, queriendo evitar que Skyler sospechara de algo peor o se preocupara en vano cuando en realidad sabía no tenía de qué temer. Los Morris tenían fama de buena gente, y no se imaginaba a uno de ellos para comportarse como temía. Eso no era Rikers. 

Está bien - asintió con aprobación luego de la breve presentación de la azotea que dio la chica. Claramente no era su lugar favorito, y casi podía apostar que los cinco primeros puestos de esa lista los ocupaba solo la capilla repetidas veces - Nada lujoso, pero bastante bien - sonrió con la comisura de los labios, volviendo a mirar la mesa y las sillas mientras se obligaba a dar a aquel entorno un giro positivo y menos paranoico. 

Si, si lo conozco. De vista al menos. - se encogió de hombros - Se veía como buen chico, pero no tenía idea de que hiciera potingues milagrosos. - comentó mientras caminaba de vuelta a la rubia. Una mantita como la que quedaba a un lado estaba bien, pero mantita y calor humano estaba mucho mejor. El triple de mejor si se le sumaba desarrollar un poco la relación de confianza que había ganado con la rubia - ¿Me compartes un poco de manta y nos quedamos aquí un rato charlando? No se nota mucho, pero por como va levantando la niebla podemos quedarnos justo para ver la gran revelación del paisaje - sonrió de oreja a oreja - Al menos para mi será una sorpresa, que nunca lo he visto desde aquí y seguro da buena vista - sus ojos se llenaron de alegría y cierta gracia, pensando también que quizás esa sería una mejor opción que pasear por cada habitación del Morris. Además, tampoco mentiría si admitiera que le entusiasmaba la idea de ver un paisaje diferente al que podía divisar desde el edificio donde se quedaba con Madre Laura por esta vez. 

 

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12/07/2018, 15:10
Skyler

La chica asintió con la cabeza cuando Axel anunció que sí conocía a Robin, como si fuera gracias a ella y su descripción que se hubiera dado cuenta de aquello. Y después un brillo de orgullo asomó a su mirada cuando mencionó lo de los potingues. Sin embargo, lo que vino después hizo que su tez pálida se volviese granate, tanto que algunos puntitos blancos se dejaron ver en sus mejillas. 

—¿A-aquí? —fue todo lo que atinó a decir en un primer momento, a todas luces azorada por la propuesta, y no parecía Skyler ciertamente una muchacha a la que fuera sencillo dejar sin palabras. Pestañeó tres veces antes de ser capaz de recomponerse y articular una respuesta con cierta coherencia—. Pero si aquí hace un frío que pela y, además, la manta esta huele muy mal —aseguró, convencida—, seguro que la ha lavado la hermana de Cass. Y la niebla puede tardar horas y horas en levantarse... —Su sonrojo tomó un nuevo cariz ante la perspectiva de pasar horas compartiendo la manta y la rubia abrió un poco más los ojos al seguir hablando—. Mejor vamos dentro que no hace frío y te puedo enseñar el huerto, o la botica, o el taller... Nos sentamos en la sala común y charlamos allí, ¿no? 

Se la veía nerviosa mientras hablaba y daba pequeños pasos hacia un lado y hacia el otro, como si estuviera a punto de encabezar la marcha de regreso hacia el interior, pero, por algún motivo, no terminase de decidirse a hacerlo sin obtener antes el beneplácito de Axel. 

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16/07/2018, 04:36
Axel Montenegro

La intensidad de las emociones que parecía atravesar la chica le causaban cierta gracia, pues eran imposibles de pasar por alto. El orgullo y la vergüenza, dos sentimientos tan opuestos como podían ser, se sucedieron con una naturalidad enternecedora delatados por el rubor preocupante que acabó cubriendo el rostro de la rubia, y ni siquiera intentó disimular la sonrisa que su tartamudeo le provocó. No habría imaginado siquiera que la muchacha fuese a reaccionar así a una propuesta tan sencilla y común, pues aunque ciertamente podía pasar de solo mirar el horizonte no había indicado intenciones explícitas de más hasta el momento, pero no era algo que le molestara. Al contrario, servía considerablemente a su ego el ver una chica joven y bonita sonrojada y tímida en su presencia, especialmente una que claramente no sabía callarse ni aunque de ello dependiera su vida. 

Bueno, no me molestaría pasar un par de horas en buena compañía, pero si prefieres entrar... después de todo, tú eres mi guía. - sonrió, siguiéndola hacia el interior en su próximo movimiento indeciso en aquella dirección - Eso de la sala común suena bien. Del resto... No soy mucho de taller, pero me interesa ver el huerto y la botica, al menos para saber donde puedo ir a ayudar en algo. - comentó, aprovechando el cambio de tema para darle tiempo a la chica para respirar y dejar los nervios de lado - ¿Tienes idea de si plantan toronjil? - preguntó interesado - Me gustaría conseguir un poco para infusiones, me ayudan a dormir mejor. Mi abuelita me las preparaba de niño cuando tenía pesadillas, y ahora de "madurito" suelo no dormir muy bien, así que las echo de menos. - sonrió un poco más al pronunciar "madurito", una obvia referencia al cumplido de la chica de hacía un rato. 

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16/07/2018, 21:49
Skyler

—Seguro que sí que hay —respondió Skyler, aferrándose al cambio de tema con uñas y dientes y sin querer reconocer que desconocía aquel dato concreto. 

Dejó la manta sobre la silla antes de salir de la azotea y pronto habían vuelto a esa calidez del interior, que tan sólo lo era en contraste al frío que hacía fuera pues la calefacción y el aire acondicionado eran sólo recuerdos de un mundo pasado. La joven se dirigió directamente hacia las escaleras que llevaban de vuelta a la planta baja y allí, se encaminó hacia el huerto mientras seguía hablando. 

—No creo que Robin te deje ayudarle mucho en la botica porque es un poco tiquismiquis con sus movidas —dijo, aunque entonces le echó un vistazo de reojo y pareció valorar mejor sus propias palabras—. O bueno. A lo mejor a ti sí. 

No llegó a aclarar a qué se refería con aquello, pero ya estaba abriendo la puerta del huerto más pequeño. 

Los habitantes de Major Morris habían habilitado los dos pequeños patios interiores del antiguo centro de salud como huertos. El más grande había sido el elegido para las verduras de temporada que constituían la base alimenticia del refugio, mientras que el pequeño se dedicaba para otro tipo de hierbas y arbustos, de las que sacaban lo necesario para los ungüentos de Robin, pero también distintas especias, para cocinar y para comerciar. 

En los primeros tiempos del huerto la única fuente de riego había sido mediante cubos transportados a mano. Pero con el paso de los años Trish había diseñado un sistema de autorriego utilizando el agua de lluvia que se recogía en un depósito utilizado únicamente para el huerto. Aún así, cerca de la puerta solían estar los dos cubos que Cassandra no había perdido la costumbre de utilizar cada día para mezclar el agua que inundaba el sótano con la de lluvia. 

También junto a la puerta había un pequeño armario con algunos útiles muy básicos para remover la tierra y algunas bolsas cerradas con semillas esperando el momento de ser plantadas.

Gracias al grueso cristal que resistía el paso del tiempo el interior del refugio quedaba protegido de las inclemencias del tiempo, pero, al mismo tiempo, cuando se cerraba la puerta el huerto quedaba aislado de los sonidos de dentro. 

—Las hierbas están en este, el otro es para verduras. Así que el toronjil ese tiene que estar aquí —dijo, señalando con la barbilla hacia las plantas que crecían en lo que tiempo atrás había sido un pequeño jardín interior ornamental—. ¿Quieres echar un ojo a ver si lo encuentras? Si no hay no importa porque Robin tiene infusiones para todo, también para dormir. ¿Quieres que te caliente café? No es de verdad, es de achicoria, pero tenemos leche en polvo y no es tan asqueroso. 

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19/07/2018, 01:31
Axel Montenegro

Como echaba de menos una estufa caliente. Más específicamente, la estufa de parafina de su bisabuela, aquel monstruo de metal que tenía más años que él y que siempre iba adornado con cáscaras de naranja encima para que la casa se llenara de olor. Podría jurar que esa puta estufa se había venido de Puerto Rico con ellos cuando habían dejado el país, si es que era parte de la familia prácticamente. Ahora seguro la estufa familiar solo era un pedazo de chatarra en alguna parte perdida del Bronx. 

¿A mi sí? - preguntó con una sonrisa y una ceja alzada, aunque la conversación se vio cortada por la llegada a la puerta que daba a un huerto, la cual la chica abrió para dejarlos pasar. Miró alrededor, observando una especie de sistema de riego bastante bien apañado, aunque suponía que no debía funcionar muy bien a juzgar por las cubetas que tenían junto a la puerta. Quizás podía ofrecerse a ayudar con eso.

Paseándose por el huerto le echó una mirada a las hierbas que ahí tenían, poniéndose en cuclillas frente a estas. Adoraba las putas hierbas aromáticas, pero eran un lujo que hacia muchísimo no se podía permitir. De alguna forma, una hojita de laurel, un poco de comino, de romero o de eneldo, podían hacer que el plato más soso cobrara vida. Se acordaba perfectamente de cuando las cosas estaban mal en casa, de como su madre hacía que hasta el arroz solo se sintiera como un plato de comida contundente y gourmet. Claro que luego en la prisión todo lo que cocinaban era una puta mierda con sabor a nada, al menos si tenía suerte y no le tocaba alguna comida que supiera a cualquier fluido corporal, o si le tocaba comer del todo. Por un segundo frunció el ceño inconsciente, tenso como cada vez que el tren de pensamientos le llevaba de vuelta a Rikers y a quien le había hecho la vida imposible ahí dentro, pero la voz de la chica le trajo de vuelta al presente.

Bueno, mientras me haga dormir la noche de corrido, me da lo mismo si me da de beber infusiones o me noquea de un golpe - bromeó, riendo luego para dejarle claro que no hablaba en serio, pues de la rubia hasta se esperaba que tuviera la duda o se ofreciera ella misma a golpearlo si tuviera la fuerza para hacerlo. En cuanto a la oferta del café, entre el frío que habían agarrado fuera y que era la segunda vez que se lo ofrecía, no quiso pasar por maleducado. De todas formas, no le haría mal entrar un poco en calorcito, que luego de salir sin ninguno de sus mil abrigos le había quedado la piel a temperatura de témpano - No me vendría mal un café - aceptó con una sonrisa - Sin leche para mí, por favor.

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20/07/2018, 01:55
Skyler

Entre las plantas y arbustos que poblaban aquel huerto Axel no tardó en descubrir un par de plantas de marihuana, tan altas como la propia Skyler y bien frondosas, además de la hierba que buscaba, cardamomo y otras. Sin duda aquel rincón habría sido una delicia para alguien con las dotes culinarias de su madre, pero viendo la maría también lo habría sido para sus amigos de esa época. 

Skyler lo observó mientras él echaba aquel vistazo por el lugar y lo escuchó con seriedad, como si realmente valorase que hablaba en serio al pedir que lo noqueasen. La risa que llegó después hizo que la joven frunciese un poquito el ceño en un primer momento y sonriese después. No parecía haber comprendido por completo el chiste, pero al menos no parecía que tuviese fuerza suficiente para dejar k.o. a nadie por ella misma. 

Asintió con la cabeza, con una sonrisa más natural que la anterior, y ya empezaba a darse la vuelta cuando Axel matizó cómo quería el café y detuvo ese movimiento para mirarlo con extrañeza. 

Qué va —aseguró—. Es mejor con leche, en serio. Sabe muy mal si no. Bueno, yo te lo pongo solo si quieres, pero es un asco tomarlo así. —Lo miraba como si el hombre no tuviese ni idea de lo que él mismo quería—. Mira, lo pruebas solo y cuando veas que está malísimo, le pones la leche en polvo. 

Segura de que eso sería exactamente lo que sucedería, regresó al interior del refugio mientras hablaba, esperando a todas luces que Axel fuese con ella. 

Y así te enseño la cocina. —Se giró un poco para mirarlo antes de lanzarle una pregunta—. ¿Tú sabes cocinar algo? 

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23/07/2018, 06:02
Axel Montenegro

Al notar entre aquellas hierbas la marihuana, una sonrisa inmediatamente se dibujó en su rostro, casi recriminándose el haber pensado en toronjil en primer lugar. Es que realmente no esperaba que tuviesen una plantación de la planta para relajarse por excelencia, aunque se obligaba a tener en cuenta que a pesar de que la tuvieran, quizás no querrían compartirla tan abiertamente como otras hierbas menos valiosas. 

Poniéndose de pie fue hacia la rubia, listo para ir a tomar uno de esos café de achicoria que tanto promocionaba. Seguro que al final ni estarían tan malos, pero por su cara de extrañeza al escucharlo decir que lo quería sin leche tuvo que darle al menos el beneficio de la duda. Entonces recordó que en la mochila traía el también un poco de leche real, pero pensó que quizás sería mejor conservarla para cuando llegara el resto, así podría ofrecerles un pequeño soborno nada más comenzar.

Creo que voy a aceptar esa sugerencia - respondió conforme, pues así aprovechaba de salir de la duda y arreglar su error si era tal. Por supuesto, viendo que la chica se entraba con toda la confianza del mundo de que la seguiría, como si lo llevara de la mano, efectivamente la siguió. No tenía problemas en ir detrás de la gente que le agradaba, el problema era hacerlo por obligación. 

No diría que cocinar cocinar... - frunció el ceño, pensando en su destreza en aquel departamento - Al menos no comparado a como cocinaba mi madre - añadió. Su padre era excelente en su especialidad, el pescado, pero su madre era la jefa de la cocina por lejos con todo el resto - Me defiendo, pero no soy un chef internacional. - concluyó finalmente - ¿Y tú?

 

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23/07/2018, 19:57
Skyler

La expresión de Skyler, alzando las cejas y asintiendo, delató que la joven no había esperado otra cosa sino que Axel aceptase su sugerencia, como si cualquier otra posibilidad fuese inconcebible. Lo miró cuando respondió a su pregunta, mientras cruzaban el pasillo para llegar a la cocina. 

Lo que los habitantes de Major Morris llamaban con cierto optimismo «la cocina» había sido tiempo atrás una sala para el descanso de los trabajadores del centro de salud. Los que habían tenido la suerte o la desgracia de haber vivido los tiempos antes de que el mundo se degradase podrían imaginar con cierta facilidad a médicos y enfermeros tomando allí un café o masticando barritas energéticas antes de continuar pasando las consultas. 

En el momento que nos atañe, la sala había sido acomodada de la mejor manera para poder preparar allí comida para once personas varias veces al día. Dos de las paredes estaban vestidas con encimeras, incrustadas en la pared. Incluso había un frigorífico, que hacía años que no funcionaba, pero que al menos mantenía los alimentos almacenados con oscuridad y ligeramente más frescos que fuera de él. En otra de las paredes había un gran ventanal por el que entraba la luz de la mañana y en la última, además de la puerta, alguien había colgado un mueble estrecho de madera en el que guardar algunos botes de las especias provenientes del propio huerto. 

El hornillo eléctrico que habían encontrado y reparado estaba en el centro de la encimera, como presidiendo la repisa con su presencia. Bajo ella y encima, colgando de la pared, había algunos armarios, donde guardaban los platos y vasos que habían podido reunir a través del tiempo, sin que prácticamente ninguno de ellos perteneciese al mismo juego que los demás. Había también algunos cubiertos que usaban para comer o cocinar, aquellos de puntas romas que habían desechado como posibles armas. En uno de esos armarios había un par de cazos y una sartén que sin duda había conocido tiempos mejores, pero que todavía seguía realizando su función.

Finalmente, en el centro de la sala había una mesa alta, construida a partir de un par de camillas de metal bien atadas entre sí y coronadas por una tabla de madera, que permitía que varias personas trabajasen allí al mismo tiempo. 

La chica frunció el ceño con algo que había dicho Axel y lo miró extrañada. 

—¿Un chef internacional? Pues claro que no puedes ser eso —declaró, como si el hombre hubiera dicho una tontería—. Como mucho puedes ser un chef local, pero es imposible ir a otros países. A mí se me da bien, no es lo que mejor, pero mi comida está muy rica. A Cass se le da bien también. Y a Clem —añadió con una pizca de devoción—. Robin hace lo que puede y no le sale mal del todo a veces. 

Sin dejar de hablar, encendió el hornillo y puso encima un cazo para calentar al baño maría el café de un frasco de cristal. Después sacó un vaso y lo puso sobre la mesa antes de apoyarse en ella para esperar a que la cocina hiciera su trabajo. Se debía haber quedado rumiando aquello del chef internacional porque enseguida volvió a ese tema. 

—¿Y tú viajaste a otros países? Antes de que pasara todo, digo. Nick habla mucho de esas cosas, pero no se le entiende una mierda. ¿Tú te acuerdas de cómo era todo antes?

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26/07/2018, 02:34
Axel Montenegro

La cocina en cuestión, aunque más pequeña de lo que imaginaba, estaba bastante bien para ser un refugio. No le costaba pensar en preparar la comida para un pelotón ahí porque su familia siempre había sido amplia y su madre se había arreglado con una cocina que debía ser con suerte la mitad de esa, pero siendo un centro de salud se había imaginado una enorme cocina con cafetería. Claro, ahora que lo pensaba eso tenía más sentido un hospital, no en un edificio pequeño y secundario como era este. De todas maneras, dejando de lado el tamaño, lo que estaba claro era que estaba mucho mejor equipada de lo que podría haber pedido, mesa improvisada incluida.

Claro que podría. ¿Que sabes tú de lo que hacía antes de todo esto? - alzó una ceja con una sonrisa de medio lado - Soy más madurito de lo que aparento - bromeó inmediatamente después, recordándole que en edad la pasaba por bastante, y que había logrado vivir como un adulto en el mundo real. O bueno, algo bastante similar, porque la mayoría de su adultez en el mundo antiguo la había pasado entre rejas. 

Mientras la chica calentaba el café, buscó una pared donde apoyarse y se cruzó de brazos descansando la espalda, pero no le dio tiempo a nada más antes de que la rubia soltara un par de preguntas adicionales. Por supuesto, lo dicho sobre como no se le entendía nada a Nick al hablar le hizo reír. Seguramente algunas cosas del pasado serían impensables para gente que hubiese crecido en este mundo, y de nombrárselas sonarían como cuentos para niños, aunque distaban mucho de serlo. 

Por supuesto que lo recuerdo. Tenía más o menos tu edad para la peste. - aunque claro, para ese entonces también ya estaba encerrado. Había sido muy astuto para unas cosas y muy estúpido para otras, así que a los 19 ya había ido saltando de prisión en prisión y a los 20 años le habían dado la bienvenida en Rikers. Y si bien había sido a los 18 que se había llenado de lujos, viajes y todo tipo de tonterías, no había sido ese sino el año anterior él que Axel determinaría como la época dorada de su juventud. Aquel breve período en el que su familia había tenido una casa bonita, días libres y comida en la mesa. Antes de ponerse ambicioso y tirarlo todo a la basura por un par de fiestas y cosas brillantes. - Fui a muchos lugares - continuó, sonriendo al pensar en aquellos viajes por el mundo - No me quedó continente por pisar, aunque si algunos países sin visitar. Mi favorito, por lejos, Italia. Seguido de Malta, Escocia y Croacia... ¿De qué lugares te ha hablado Nick?

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26/07/2018, 11:33
Skyler

La mirada de Skyler fue evaluadora cuando sus ojos repasaron a Axel de abajo a arriba para quedarse en su rostro. Parecía que la chica quería comprobar por sí misma si era cierto que el hombre tenía más años de los que aparentaba. Aunque después le dio un dato más concreto, el año en que, según decían, había comenzado el declive del mundo, y cuando entrecerró los ojos no fue difícil para Axel darse cuenta de que estaba haciendo cálculos. 

Apartó la mirada de él para controlar el cazo que había puesto al fuego y debió considerar que ya estaba suficientemente caliente, porque lo apagó y con ayuda de un paño vertió el contenido del frasco en el vaso.

Lo miró entonces, ladeando un poco la cabeza con curiosidad por los viajes que mencionaba, e hizo un gesto con la mano, como si lo que pudiera haber contado Nick tuviese poca importancia en aquel momento. 

—De todos —resumió—. Como era un escritor famoso fue a todos los países para firmar libros. Creo que todos los días lo hacía —aseguró, asintiendo con la cabeza por un instante antes de volver a lo que le interesaba a ella—. Italia, ¿cómo los de la mafia? ¿Qué había allí? No sé dónde están esos otros que dices, ¿no son de América? ¿Y cuántos años tienes? ¿Eres más viejo que Nick?

Mientras iba lanzando preguntas sacó un bote de leche en polvo y lo puso sobre la mesa, junto al vaso, con sus ojos inquisitivos puestos sobre Axel.

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30/07/2018, 06:02
Axel Montenegro

Sin decir nada dejó que la chica hiciera sus cálculos, sonriendo con la comisura de los labios ante la entrañable imagen que la rubia proyectaba en aquellos gestos poco discretos que vistos por gente más delicada podrían considerarse ofensivos. No para Axel, ni para la mayoría del mundo probablemente, pero no dudaba que aún existieran personas que vieran como un tremendo insulto el que les preguntaran la edad. Como la chica no dijo nada de su edad, y finalmente se distrajo con el cazo, el violinista espero pacientemente mientras observaba con curiosidad aquel líquido del que tanto le había advertido la muchacha. Al menos no se veía tan mal como la chica decía que sabía. 

¿Todos los días? Debe ser agotador vivir de tour. - comentó. Con lo bien que le caía la chica por sus peculiaridades era imposible tomarse personal el que no mostrara interés en la conversación que proponía respecto a los viajes de Nick, así que optó por tomarse como buena señal que le preguntara sobre él con claro interés - No sé que edad tiene Nick exactamente, pero debemos estar más o menos por la misma. Tengo 38. - sonrió con amabilidad, y apenas un brillo de malicia en la mirada - ¿Acertaste en tus cálculos? - sonrió un poco más guiñándole un ojo haciéndole notar que se había dado cuenta de lo que hacía y sin dejar tiempo para respuesta realmente antes de seguir hablando. No le interesaba que le contestara, en realidad solo quería meterse un poco con ella, ver que tanta confianza podía tomarse. - Bueno, a ver... De Italia acertaste. Es la de la mafia, aunque no me pille con ningún mafioso. Más bien recorrí, vi estatuas viejísimas, ruinas de ciudades enteras que alguna vez fueron el centro del mundo, campos enormes y preciosos de un verde esmeralda que jamás he visto a otro igualar, una ciudad que en vez de calles tenía ríos y por la cual la gente se movía en botes, con teatros hermosos y obras de arte que robaban el aliento - sonrió como si se encontrara allí en ese mismo momento, sus ojos brillando con la ilusión - Italia era un lugar lleno de vida, risas, gritos, pasión, magia y supersticiones. Era un lugar precioso, repleto de maravillas inimaginables que se hacían realidad - se humedeció los labios, sonriendo ahora para sí mismo al darse cuenta de lo tonto que debía verse tan emocionado con un recuerdo. No le importaba hacer el ridículo, así que no retrocedió, pero se podía imaginar la confusión que le causaría a Skyler verlo tan feliz por recordar edificios viejos, de los que tenían montones ahí, y eso le causaba extrema gracia - Malta y Croacia están en Europa, cerquísima de Italia. Malta es un país formado por varias islas del Mediterráneo, con ciudades medievales, acantilados, mar de un azul zafiro, y botes de muchos colores. Incluso hay cavernas ocultas y piscinas naturales, es hermoso. Y Croacia es un país bipolar. Tiene un lado que parece el Caribe, con palmeras, arena blanca, montañas de roca, agua turquesa y edificios de colores llamativos, y por otro lado llueve eternamente y las ciudades se mantienen con edificios de hace quinientos años atrás, como si fuera sacado de un cuento de hadas. - acercó la mano al vaso, soplando su contenido para que se enfriara u poco antes de beber y así no quemarse la garganta. - Quizás algún día podríamos ir a la biblioteca, buscar libros con fotos de esos lugares... estoy seguro de que te encantarían. 

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30/07/2018, 19:26
Skyler

El guiño de ojo pilló a Skyler desprevenida y una vez más sus mejillas adquirieron algo de color como reacción a las palabras y gestos del hombre. Parecía dispuesta a responder —y a juzgar por su expresión sobrada sin duda afirmaría haber acertado al dedillo—, pero no llegó a reaccionar a tiempo antes de que Axel continuase hablando, desgranando sus viajes, y pronto aquello quedó algo olvidado en un segundo plano. Lo escuchó con atención, aunque su mente parecía estar funcionando al mismo tiempo, y cuando él terminó de hablar, la chica se encogió de hombros. 

Claro, podemos ir —enunció, asintiendo con la cabeza con seguridad—. Nick va muchas veces y Cassandra y alguno más. Pero no todos a la vez como han hecho hoy, porque es una insensatez dejar el refugio desprotegido así. 

Tras la queja reglamentaria por haberse quedado sola, que iba metiendo cada vez que podía, observó a Axel probar el café de achicoria, con las cejas un poco elevadas, como si justo estuviese esperando el momento en que él lo saborease y le diese la razón echando un poco de leche. Pero antes de que eso sucediese, siguió hablando, volviendo a lo de antes. 

—Pues justo te había calculado esos años. Pero no es difícil, sólo hacía falta saber sumar y restar —dijo, como si fuese algo obvio—. Nick es más viejo que tú, tiene cuarenta y tres. 

Llevó la mano hacia el bote de leche en polvo y lo acercó algunos milímetros hacia Axel, como si diese por hecho que lo necesitaría pronto, y después frunció un poquito el ceño al hacerle un gesto con la barbilla. 

—¿Y crees que todos esos sitios siguen existiendo? Europa, Italia y todo eso, quiero decir. Yo creo que fuera de Estados Unidos no debe quedar mucho más que polvo, seguro que la gente no sabía cómo sobrevivir. Un sitio que tiene ríos en vez de calles no puede aguantar mucho. Seguro que los alados lo han aplastado todo y ahora sólo hay ruinas sobre ruinas. 

Notas de juego

Vamos a: [Capítulo 2.1] Retornos, reuniones, revelaciones.

Te dejo esta escena abierta por si quieres dejar un último post respondiendo a Skyler y dándole cierre, pero haremos un saltito hacia delante para ir a una grupal ;).