Partida Rol por web

Trish sintió una clara satisfacción con el asentimiento de su hermana. La sonrisa de la buscadora, además, le daba a entender que no sólo aceptaba, sino que estaban en la misma onda, lo que hacía que la inventora se sintiera aún más a gusto con aquello. Sin embargo, con su pregunta negó con la cabeza.

—Se lo pregunté, pero desvió el tema —contestó—. Pero bueno, ya iremos viendo.

Después de eso se quedó unos segundos callada. Tenía ganas de empezar con aquello en ese mismo momento, pero no quería sobresaturar a su hermana.

—¿Qué crees que era lo del metro? El gusano ese. ¿Habías leído en la red sobre algo así?

La buscadora le dio un par de vueltas en su cabeza al asunto y se encogió de hombros dando a entender que no sabía de nada así.

-¿Dónde estabas? -le preguntó para acotar el terreno, si iba a preguntar debería dar algún dato más -Vale que en el metro, pero en qué zona.

Entonces se acordó de la conversación con Morgana y pensó que quizás tendría algo que ver, a ver si coincidía el lugar.

—Supongo que cerca de Times Square —respondió Trish tras un momento—. Era la línea tres, hacia el Sur. No sé dónde estábamos exactamente, pero tampoco había pasado mucho tiempo.

La muchacha guardó unos instantes de silencio.

—Oye. Además de lo de Hope... ¿Ha pasado algo? —preguntó entonces, poco convencida de que las dudas vinieran por alguien que ni siquiera era del Morris.

Cassandra asintió a las indicaciones de su hermana.

-Entiendo, estaré atenta por si se oye algo por la Red de gusanos gigantes devora-vagones por esa zona. 

Intentó no transmitir la preocupación que sentía, si por ella fuese encerraba a Trish en una habitación para que nada le pasase, pero eso no sería vida ¿no? La voz de la peliazul irrumpió en su contemplación de la nada y la sacó de sus planes de futuro, primero elevó ambas cejas sin saber a qué se refería y luego negó con la cabeza.

 -No. Quien no me quería ya lo dejó claro en la reunión y... bueno, supongo que no pensé que sería así. Tampoco es que esperase una fiesta de proclamación, pero saberme tan rechazada... ha debido escocer a un ego que no sabía que tenía. -se encogió de hombros con una tenue sonrisa, como burlándose de sí misma y de esa parte que desconocía y que podía ser un peligro para la convivencia -Ya me acostumbraré... ¡Oye! quería preguntarte si podrías "aparecerte" en la capilla esa que ha dicho Robin, ya que ir hasta allí no va a ser fácil había pensado que quizás tú y otra persona podíais coger un atajo y evitar a la gente de las calles. 

Cuanto antes quitase el foco de atención de la conversación de ella mejor.