Legión penal 22º de Penitencia "Despojos de Burke"
Si la vida es dura para un guardia imperial promedio, para los miembros de las legiones penales es un auténtico infierno. Formadas por toda clase de escoria y gente indeseable (anarquistas, evasores de impuestos, asesinos, violadores, ratas de sub-colmena en general...) son alistados de manera forzosa, y enviados al combate con poco más que algún arma barata, sus agallas, la seguridad de redimirse a ojos del Emperador en la otra vida, y la certeza de que si no obedecen el collar explosivo de su cuello se activará, pintando las paredes y personas cercanas de un llamativo color rojo. La vigésimo segunda legión penal de Penitencia no es una excepción.
Llamados "Despojos de Burke" en "honor" a su actual mando, la comisaria Amanda Burke, son dirigidos por ella y sus cadetes ayudantes con mano de hierro, buenas dosis de látigo, aún más abundantes de insultos e improperios, y muy pocos escrúpulos a la hora de hacer uso de sus vidas, pues si de algo anda sobrada la vigésimosegunda de Penitencia, es de hombres. Una auténtica legión, a la que nunca le faltan nuevos miembros de ser necesario, en forma de desertores, ladrones, traficantes o cualquier otro delito dentro de la Guardia Imperial, u ocurrido en el mundo en el que esté desplegada.
Mal vistos por todo ciudadano imperial decente, no son la compañía que casi cualquier hombre de la guardia buscaría, tanto por ser escoria como por no encontrarse cerca cuando su collar estalle. No es necesario señalar que servir en una legión penal es un destino horrible (algunos podrían decir que peor que la muerte, aunque ésta suele llegarles rápido a estos pobres desgraciados), y en el escenario actual se les ha desplegado en el mejor lugar para hacer penitencia por sus crímenes: primera línea de infantería. Además, por supuesto, de negar a los presos (que no a sus controladores) turnos de rotación en el frente.
Originarios de Penitencia, un mundo que se ha visto absorbido casi en su totalidad por la colonia penal que había en él, y que recibe escoria de muchos y distantes planetas.
1º, 2º, 4º, 7º, 14º, 19º, 20º, 25º y 36º de la milicia de Sélica IV
Son los defensores de su mundo natal, su milicia (o Fuerza de Defensa Planetaria, siguiendo la denominación imperial estándar), o al menos los regimientos que no han muerto o se pasaron en su día al otro bando. Pobremente equipados, y formados principalmente por granjeros y trabajadores voluntarios, apenas han visto armas láser (y eso los afortunados), pero a pesar de todo se les debe reconocer su valor y la tenacidad con la que defienden a su rey y al Imperio. Son, junto con los Lanceros Selicanos, las fuerzas que más llevan en el conflicto (evidentemente), y están dispuestos a luchar a ultranza, sabiendo que perder es condenar a sus hogares y familias.
Ser promocionado en las filas de las milicias selicanas es un honor, aunque suele ser breve. Lo sangriento del conflicto ha conllevado que buena parte de los oficiales de campo hayan tenido que ser reemplazados en un momento u otro, al morir a manos del enemigo. La edad media tanto entre la tropa como entre los oficiales suele ser baja, pues la trituradora de carne que es la guerra de trincheras siempre devora soldados más rápido de lo que pueden reponerse con veteranos.
En general, están encantados de recibir ayuda del Imperio en este conflicto, deseando que acabe cuanto antes, hartos de las décadas de guerra en su planeta natal.
Los nombres y apellidos comunes en Sélica IV son de raíces inglesas o francesas, siendo habituales los Pierre, Thomas, etc.
Lanceros Selicanos
Los Lanceros Selicanos, también conocidos como la Guardia Real Selicana, Caballería Noble Selicana (o, por parte de bastantes soldados de regimientos extraplanetarios, y alguno de la milicia cuando no les oyen "esos capullos arrogantes") son la otra fuerza originaria de Sélica IV luchando en el conflicto. A diferencia de las milicias, el regimiento de Lanceros Selicanos está compuesto exclusivamente por los hijos de las familias acomodadas del planeta, ya sean nobles, terratenientes o mercaderes. Pertenecer a los Lanceros Selicanos es un gran honor para cualquier nativo del planeta, ya que son la guardia de honor del monarca del planeta, además de un regimiento respetado y admirado por las gentes de este mundo. Tal es el honor que los miembros de este regimiento harán prácticamente cualquier cosa por defender su honra y la de su unidad.
Eso les llena de orgullo (y también de cierta arrogancia), y desfilan con la cabeza bien alta sobre sus aves de monta selicanas, unos pájaros del tamaño de un caballo, con dos largas y firmes patas y que, dado su carácter y morfología, suponen una montura de combate más que adecuada.
Sus mandos son invariablemente de origen noble, y el orgullo y arrogancia del regimiento se ve aún más exacerbado en ellos. A diferencia de sus contrapartidas de infantería, los Lanceros no están especialmente contentos con la llegada de fuerzas externas al planeta. A pesar del estado de la guerra, siguen pensando que son perfectamente capaces de ganar a su modo, y sin ayuda externa, cegados por su orgullo. Es por ello que sienten cierto resentimiento (si no odio) por todas las fuerzas extra-planetarias presentes, especialmente por los 33º y 40º acorazados de Konig. Pero puede que no más de lo que se odian a sí mismos por no haber sido capaces de ganar esta guerra por si mismos y demostrar su superioridad.
La guerra de trincheras, sin embargo, no es un enfrentamiento ideal para las fuerzas de caballería clásicas, y el regimiento ha sufrido no pocas pérdidas, y muchas veces se ha visto relegado a tener que luchar a pie.
Los nombres y apellidos comunes en Sélica IV son de raíces inglesas o francesas, siendo habituales los Pierre, Thomas, etc.
15º de zapadores de Lantan
Un regimiento peculiar, el 15º de zapadores lantanitas es a la vez una fuerza de combate cercano, armado con escopetas, grandes picos y en general armas de corto alcance; y un cuerpo competente de ingenieros de asedio, capaces de levantar estructuras (o derribarlas) de manera bastante aceptable. Enviado al conflicto junto a otros tantos regimientos disponibles, los hombres y mujeres de Lantan se enfrentan a un enemigo adicional: el condenado sol.
Acostumbrados a vivir bajo tierra en las minas de su planeta natal, el astro rey de este mundo les molesta bastante, y es raro encontrarse a un soldado de este regimiento sin, como poco, unas gafas de sol (éso cuando no optan por cubrirse), además de ser habitual que incluyan en su equipo alguna pieza de minería o fundición, como máscaras de soldar. Los comisarios asignados toleran esa clase de comportamientos, sabiendo que, a pesar de su apariencia desorganizada, a la hora de la verdad los lantanitas están dispuestos a sangrar como cualquier otro por el Emperador.
Los hombres y mujeres de Lantan, además, se han visto arrastrados a este conflicto junto a otro regimiento originario de Fezzorn. Esto no sería algo reseñable si las relaciones entre ambos mundos no llevaran siendo tensas desde hace generaciones. Los fezzornitas aseguran que el desastre sufrido por su mundo fue provocado por las operaciones mineras de los lantanitas en un asteroide cercano, que se precipitó contra su mundo, cosa que ellos por supuesto niegan. Los lantanitas, a su vez, acusan a los fezzornitas de haber atacado la base minera del asteroide para hacerse con ella, provocando los daños que llevaron a la destrucción del planeta. Puede que nunca quede claro qué planeta tiene razón, pero el hecho es que las relaciones son tirantes en el mejor de los casos. Aunque ambos son fieles súbditos del Emperador, y se espera que ambos dejen de lado esas diferencias por el bien mayor.
Los nombres y apellidos de los originarios de Lantan son principalmente de naturaleza rusa, como Ivan o Vasily.
303º Regimiento de Fezzorn
Fezzorn era un mundo en desarrollo, de carácter industrial, con ciudades colmena llenas de vida y que poco a poco crecía, incluso empezando a llamar la atención del gobierno del sector, así como del Mechanicum, debido a su progreso. Sin embargo, hace ya varias generaciones, todo cambió cuando un asteroide se estrelló contra el planeta. La onda de impacto del choque en sí ya había sido suficiente para barrer toda la superficie, pero no fue lo único, pues a ella se unieron las explosiones nucleares que generaron las plantas de energía del planeta al ser alcanzadas, así como las pertenecientes a las instalaciones mineras del asteroide, barriendo con fuego radiactivo la superficie.
Por suerte para una parte significativa de la población, hubo avisos con suficiente tiempo para que varios millones de personas acudieran a los refugios subterráneos. Por desgracia, más de tres cuartas partes de sus habitantes murieron, y el mundo fue dañado para siempre, convirtiéndose en un desierto tóxico en el que la vida apenas podía surgir entre las cenizas.
La obstinada población superviviente perseveró, amplío los refugios, convirtiéndolos en sus nuevos hogares, sobreviviendo, y aprendiendo a salir a la superficie para recoger lo poco que quedara aprovechable. Un mundo en esas condiciones poco podía aportar al diezmo imperial aparte de soldados, y eso hicieron. El 303º de Fezzorn es uno de los muchos regimientos que este mundo muerto ha engendrado, criados en duras condiciones entre los desiertos de cenizas y los búnkeres subterráneos, son un regimiento curtido listo para hacer lo que sea necesario.
Los hombres y mujeres de Fezzorn, sin embargo, se han visto arrastrados a este conflicto junto a otro regimiento originario de Lantan. Esto no sería algo reseñable si las relaciones entre ambos mundos no llevaran siendo tensas desde hace generaciones. Los fezzornitas aseguran que el desastre sufrido por su mundo fue provocado por las operaciones mineras de los lantanitas en un asteroide cercano, que se precipitó contra su mundo, cosa que ellos por supuesto niegan. Los lantanitas, a su vez, acusan a los fezzornitas de haber atacado la base minera del asteroide para hacerse con ella, provocando los daños que llevaron a la destrucción del planeta. Puede que nunca quede claro qué planeta tiene razón, pero el hecho es que las relaciones son tirantes en el mejor de los casos. Aunque ambos son fieles súbditos del Emperador, y se espera que ambos dejen de lado esas diferencias por el bien mayor.
Los nombres y apellidos comunes en Fezzorn son de raíz germana, tales como Hans o Albretch.
64º de Infantería ligera "Acechadunas"
El sexagésimo cuarto de infantería ligera de Caldeum, apodado "Acechadunas", es un regimiento originario de un mundo desértico, compuesto principalmente por tiradores y escaramuzadores. Su blindaje es ligero para los estándares de la Guardia Imperial, aunque los miembros de este regimiento confían en que su puntería y alcance les libre de la mayoría de amenazas antes de que su relativamente escasa protección les suponga un problema.
Ha sido asignado a la lucha en Sélica IV junto con el resto de las fuerzas imperiales presentes, y aunque es cierto que en el combate dentro de la trinchera tienen más problemas que otros, las fuerzas que se acerquen desde tierra de nadie a su posición llegarán llenas de agujeros de láser y con grandes pérdidas, si es que llegan.
Los nombres y apellidos comunes en Caldeum son de raíz árabe, como Said o Mohamed.
593º, 607º, 654º y 702º de asedio de Krieg
Los hijos de Krieg han acudido en masa a este enfrentamiento, aunque parece que en general los regimientos de este mundo no están dispuestos a perderse ningún combate sangriento y difícil. Krieg es un mundo que, hace siglos, se alzó contra el Emperador. Las fuerzas leales, antes que permitir que el mundo cayera en manos rebeldes, usaron todo el arsenal atómico planetario sobre el mundo, barriendo a todos los que no acudieron lo suficientemente rápido a los refugios, amigos y enemigos por igual. Tras ese despiadado ataque, continuaron la guerra en el infierno nuclear, acabando finalmente con los rebeldes. Siendo visto este episodio como una mancha en cada habitante de ese planeta, y una gran vergüenza, Krieg contribuyó a los diezmos imperiales con lo único que le quedaba: hombres para la Guardia Imperial. Los Korps de la Muerte de Krieg combaten con un arrojo y una despreocupación por su propia seguridad absolutamente inhumanas, buscando redimirse por el gran pecado que cometieron contra el Emperador. Los comisarios asignados a este regimiento no suelen tener que realizar ejecuciones, si no que deben controlar el arrojo de sus hombres, evitando que mueran en acciones poco útiles.
Aunque son una fuerza que cualquier general codiciaría, los soldados de otros regimientos no opinan igual. Los Korps les parecen siniestros, lo que no se ve atenuado precisamente por su naturaleza taciturna y silenciosa, ni por las máscaras de gas que llevan de manera casi permanente, ni por el hecho de que no tienen nombre, si no un número que les identifica. Se ven a sí mismos más como armas al servicio del Emperador y del Imperio que como personas. No salen muchas comunicaciones de sus secciones de trinchera, más que algún aviso temporal, y si no fuera por las andanadas coordinadas de fuego que reciben a cualquiera que intenta tomarlas, sus "vecinos" podrían suponer que están vacías. Tampoco es que nadie tenga muchas ganas de acercarse voluntariamente a comprobar como les va, dado su carácter.
Hay una frase que sí les han escuchado varias veces, sin embargo, buena parte de ellas a voz en grito. La frase final de la Letanía del Sacrificio, que recitan cada vez que entran en combate, y que dice así:
-En la vida, guerra. En la muerte, paz. En la vida, vergüenza. En la muerte, expiación.
En principio, los regimientos de Krieg no son jugables.
13º de asedio "Enviudador"
El 13º de asedio es un regimiento originario de una de las Schola Progenium repartidas por el Imperio. Sin embargo, en términos oficiales, no existe. Fue embarcado hace un par de siglos para otro conflicto, pero su nave nunca llegó a destino... Hasta hace cinco años. Pero llegaron terriblemente tarde. Al conocer lo ocurrido, y cuando se recuperaron del shock que supone una noticia así, decidieron empezar a mover hilos para que se les considerara de nuevo en activo, algo un poco difícil cuando todo aquel que conoces está muerto.
Sin embargo, este conflicto (y un pequeño error del Munitorum al traspapelar su solicitud) puede suponer su salvación, ya que se les ha asignado a él junto al resto de las fuerzas. El alto mando del conflicto no sabe muy bien qué hacer ni qué pensar de ellos, dada su historia, ignoran incluso si se mantendrán en forma para luchar o serán útiles. Pero a juzgar por su equipo, y las pocas maniobras previas, parecen bien preparados y competentes. Y nunca sobran hombres duchos en la guerra en un conflicto como este. Para los hombres del resto de regimientos, son compañeros bien acorazados y con potencia de fuego, y eso les sobra y les basta. Además, después de tanto tiempo encerrados, parecen estar deseosos de algo más de contacto humano, y aguantan estoicamente (hasta hay quien diría que con ilusión) todas las historias y batallitas que se les cuenten. Además, por supuesto, de tener las suyas propias, por algo son un regimiento Progena.
El 13º de asedio está dispuesto a darlo todo, con la esperanza de que un buen papel en este conflicto les haga visibles a ojos de la maquinaria bélica imperial y agilice los trámites para volver al servicio de forma regular.
Aquellos que pertenezcan al 13º de asedio suelen tener nombres de carácter romano clásico, como Remus o Julius.
38º de Kasrkin
Pocos habitantes del Imperio son tan duros como los de la Sagrada Cadia (salvo quizás los pertenecientes a mundos letales, y aún estos encontrarán cadianos dispuestos a discutírselo). Y entre estos, pocos son mejores que los Kasrkin, los cuerpos de élite de este mundo fortaleza. Como absolutamente todos los nacidos en Cadia, sus ojos son de un color morado, lo que puede incomodar a algunos, aunque si la Inquisición no ha actuado, no debe ser para tanto. Si el cadiano medio es alto y fornido, los Kasrkin son auténticas torres humanas. Si el cadiano medio tiene un pensamiento ordenado y regimental, los Kasrkin podría parecer que se mueven por raíles, y que no hacen nada que no esté recogido de algún modo en el manual de instrucción o el del Munitorum.
La élite de la puerta al Ojo del Terror, nadie es más duro, nadie es más valiente y nadie cumple mejor las órdenes. Al recrudecerse el conflicto en Sélica IV, Cadia envió uno de sus regimientos Kasrkin para mantener a salvo el Segmentum. Lo cierto es que los componentes de este regimiento no son el mejor compañero de taberna... Pero cualquier soldado daría la paga de un mes por tenerlos a su lado en combate... Y la de un año por no enfrentarse a ellos.
33º y 40º acorazado de Konig
Los tipos de los tanques. Ellos, a diferencia del resto de fuerzas implicadas, salvo el 219º de artillería, aportan algo más aparte de hombres. Los blindados son un valor seguro en cualquier combate, y en un mundo con cierto atraso tecnológico como este, los tanques de la Guardia Imperial pueden suponer la clave de la victoria.
Por supuesto, han surgido fricciones especialmente entre los muchachos de Konig y los Lanceros Selicanos, al entender ambos de manera distinta qué supone ser un regimiento de caballería (y las socarronas burlas sobre lo primitivo de los regimientos montados y lo poco que durarían contra sus blindados no han ayudado precisamente a calmarlas).
Lo que no puede discutirse es la utilidad de sus tripulaciones de tanques, así como el valor que le han echado en multitud de ocasiones (aunque los habitantes de Sélica IV hayan aprendido, a veces por las malas, a dejarle cierto espacio al Hellhound y el Bane Wolf).
Los habitantes de Konig tienen nombres y apellidos germanos.
219º de artillería de Koraz II
En las trincheras de Sélica IV, cuando alguien exige a gritos por el emisor vox apoyo de artillería, está tratando con toda seguridad con un estresado miembro del 219º de artillería de Koraz II. El único regimiento de artillería que el mando ha tenido a bien desplegar, o quizás el único disponible, lucha día a día por satisfacer las demandas de disparo de decenas de oficiales, con las piezas y artilleros disponibles trabajando a pleno rendimiento.
Sin embargo, cierto retraso en la munición, en especial de los Basilisk, ha hecho que el fuego artillero sea poco abundante hasta la fecha. Pero se espera recibir pronto suficientes obuses como para barrer toda la línea enemiga de punta a punta. Hasta ese momento, los buenos hombres y mujeres de Koraz II hacen lo que pueden con los morteros, y la munición racionada de Basilisk.
Los nombres de Koraz II tienen raíces hispánicas, aunque quizás algo alterados o mezclados con otros.
Grupo de ataque avanzado - Ala de ataque y apoyo - 9º Flota
Los pilotos y tripulaciones del ala de ataque y apoyo de la 9º flota sirven valientemente en el conflicto, ayudando a mantener despejados los cielos, con vuelos de reconocimiento e incluso ataques desde el aire y apoyo aéreo para la infantería.
Originarios en su mayoría del mundo minero de Aureus, buena parte de ellos llevan gafas de sol o visores para no deslumbrarse durante el vuelo. Sin embargo, son pilotos de pericia más que probada, y que hacen lo que pueden, pese a su escaso número, para acabar con el enemigo y finalizar este conflicto.
Rumores
Muchos aseguran que el Emperador, en su infinita sabiduría, y actuando a través de sus siervos, ha enviado aún más fuerzas a Sélica IV. Algunos hablan de comandos de stormtrooper, otros de agentes individuales del Officio Assasinorum... Incluso hay quién asegura que se han desplegado los sagrados Ángeles del Emperador, los Adeptus Astartes. Sin embargo, la veracidad o no de esto es algo que no está claro.