Partida Rol por web

Radi asintió rápidamente, marchando a buscar la pistola, aunque como predijo Haytham no fue muy complicada de encontrar. No tardó demasiado en volver con ella lista para entregársela al tirador. 

Abderraman, bastante herido, quitó importancia a aquello con un gesto de la mano, mientras guardaba su espada sierra. No solo estaba herido, también cansado de todo aquel esfuerzo, lo que podría explicar su mutismo.

-No tiene importancia, la tensión del combate a veces nos pasa factura... Pero no lo repita ante un comisario-dijo, para después alzar más la voz-revisad a nuestros caídos, si hay alguno que aún esté vivo, es prioritario llevarle a la enfermería. 

Cogió la pistola que le traía Radi y una vez más le palmeó la espalda como reconocimiento; un gracias mudo. Ahora quedaba intentar desencasquillarla, tarea que no había querido realizar durante el combate para no perder tiempo, no teniendo en cuenta que en el momento en el que le había su regimiento pasaba por las mayores dificultades.

- Sí, señor- respondió a su sargento mientras revisaba la pistola, mientras intentaba arreglarla para poder meter otro cargador- Ahora mismo- pero no pudo. Necesitaría más tiempo, más calma, y lo bueno era que de momento no necesitaba la pistola, así pues la prioridad era otra tal y como les había dicho el comandante del tanque.

- Radi, sígueme, vamos a ayudar a nuestros heridos.

Y tal y como le habían dicho, ayudado del rapaz, se dispuso a trasladar a los heridos. Esperaba sinceramente que de entre todos los cuerpos de amigos que veía, los heridos fueran la mayoría, pero la realidad sabía que podía ser bien diferente. Por suerte el más cercano seguía vivo.

- Hemos ganado, Ahmed. Hemos dado a esos traidores lo que se merecían. Así que en cuanto te recuperes habrá que celebrarlo.- No estaba seguro de que le escuchara y aún menos seguro de que pudiera responderle, pero sentía la necesidad de decírselo por si sus palabras podían permear de algún modo el velo de su inconsciencia.- Vamos, Radi, ayúdame a cogerle. Con cuidado. Sin movimientos bruscos.- Y de nuevo su atención se dirigió a su compañero inconsciente, a aquel en el que las bayonetas del enemigo habían hecho escarnio. Demasiadas para poder tapar todas las heridas.- Te llevamos a la enfermería, no te preocupes. Te pondrás bien, Ahmed. Aguanta.

Poco a poco, los heridos más graves fueron trasladados, aunque al rato llegó un comunicado por el vox, anunciando que el asalto a las líneas imperiales había sido repelido con éxito. Se ordenaba la llegada de refuerzos para relevar del frente a los que habían repelido el asalto, cosa que no se demoró demasiado. Los heridos llegaron a la enfermería sin complicaciones, encontrando el búnker bastante lleno de heridos de diversos regimientos, así como una pila de bolsas de cadáveres fuera, en la que se encontraban aquellos por los que no se pudo hacer nada, o que llegaron ya muertos. 

Y parecía que aquel iba a ser el final de ese primer día de combate.