Partida Rol por web

Finales y principios

[Flashback] Terry's Way

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23/09/2018, 19:05
Morgana Whiterocks

-¡¿Una romántica?! ¿Una puta romántica? Irene, ¿has oído eso? -Morga se echó a reír con ganas.- Lo mismo lo soy. Una gran jodida hija de puta romántica sin saberlo. Eso molaría -se echó hacia atrás de nuevo- Los singulares amaneceres de fuego, los crepúsculos preñados de sus bonitos malvas -recordó montañas y una cabaña junto al lago. Se le borró la sonrisa de la boca. Sacó un poco la lengua y se la mordió. Fijó la vista en el eterno enamorado.

-Bien -paladeó las palabras- Un puto favor. Qué fácil me lo pones. ¿Sabes? Creo que ese coñito, perdón, Alexia, nunca te salió barato. Estás muy jodido, violinista. Un puto gilipollas enamorado. Un romántico. Como yo.

La sonrisa torcida maquilló por enésima vez sus facciones.

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28/09/2018, 03:20
Narradora

Terry's Way. 12 de febrero, 2037.

Una vez cerrado el acuerdo no tardaron en irse cada uno por su lado. Tenían un pacto y pasarían dos meses antes de que sus caminos volviesen a cruzarse. Para ese entonces el frío del invierno neoyorkino empezaba a dar algo de tregua a los habitantes de la que había sido la Gran Manzana y el aire ya no cortaba las mejillas al pisar la calle. 

De todos modos en el interior del garito de Irene se estaba bien. Aquella mañana había poca gente, apenas una pareja sentada al fondo, que parecía ensimismada el uno en la otra, y un hombre de mediana edad acodado en la barra, con la mirada perdida de quien ha bebido demasiado y durante demasiado rato. 

El mismo local, la misma mesa. Y en ese momento la dueña del local ponía delante de cada uno un cuenco con potaje de garbanzos, como el que habían compartido dos meses atrás. Eso y una jarra de un licor aguado que tenía un ligero sabor dulzón pero que hacía bien su función de quitar la sed al mismo tiempo que calentaba el gaznate. 

Notas de juego

Dejo en vuestras manos si acordasteis veros en x tiempo o si Morga dejó un mensaje en el bar para que se lo pasaran a Axel cuando pasara por allí o lo que prefiráis. El primero que postee que lo defina ;).

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28/09/2018, 03:33
Narradora

Habían pasado dos meses y Morga había hecho los deberes. O, más bien, había conseguido que Wallace los hiciese por ella hasta que la información sobre esa tal Alexia había salido a flote. 

La mujer había entrado en el grupo hacía cuatro años, sí, a finales del 2032. Pero, al parecer, no había durado demasiado tiempo allí. Era indisciplinada y desafiante y sus cualidades no eran suficientes como para ignorar sus defectos. Era cierto que la recordaban como alguien alegre, buena compañía para compartir una botella de alcohol por fuerte que fuese. Pero a la hora de formar parte de un escuadrón la mujer fracasaba estrepitosamente. Se había peleado con sus compañeros y con sus superiores y finalmente no había pasado ni un año antes de que la echasen de allí con viento fresco. A ella y a su gabardina granate. 

El capitán había indagado un poco, pero no estaba muy claro qué había hecho después. Por lo que dijo, algunos parecían creer que se había quedado en Queens, intentando ganarse la vida bajo el mando de las Tres Cruces. Pero otros aseguraban que se había ido de allí poco después de dejar el uniforme y esa opción era la que le parecía más probable a Wallace. En cualquier caso, nadie tenía una dirección en la que encontrarla y de aquello hacía ya demasiado tiempo como para seguirle la pista con facilidad. 

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29/09/2018, 17:55
Morgana Whiterocks

Aunque solo llevaba como única prenda del ejército sus botas, el aspecto de Morga y sus ropas era tan inmaculado como podía permitirse, siempre presente ese toque de pulcritud militar del que solía hacer gala. Un jersey gris de cuello alto, sus acostumbrados pantalones azules y la chaqueta cruzada que descansaba a un lado del banco de madera.

Lucía los últimos coletazos de un moratón en el ojo izquierdo, y un corte superficial en la barbilla. Chupaba y mordisqueaba su amuleto, mirando divertida, pícara e intensa, a Áxel.

-Irene debería cambiar un poco el puto menú. Pero se la pela.

Tenía la información sobre la chica del violinista. A cambio tuvo que colaborar con Wallace en un sucio asunto que, en realidad, también le proporcionó unos buenos ingresos. Al margen que no le supuso esfuerzo alguno, tan aficionada como era a la acción y repartir hostias.

Solo hubo de dejar los escrúpulos en casa, encerraditos en el cajón y durmiendo.

Sacó una pitillera de la chaqueta (una de las recompensas del "negocio" con el capitán de las Tres Cruces), tomó uno de los cigarrillos, lo encendió, con calma y parsimonia, y acercó el objeto, empujándolo con suavidad sobre la superficie de la sólida y algo grasienta mesa, hacia Áxel.

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11/10/2018, 04:07
Axel Montenegro

La apariencia de Axel no había variado en absoluto en aquellos días sin verse. Sus abrigos, bufanda y guantes eran siempre los mismos, y la única prenda relativamente visible que se cambiaba con regularidad, la camiseta que llevaba bajo las mil chaquetas y sudaderas, era idéntica a otras tres con las que se alternaba. Definitivamente, para cualquiera que no se fijara en los detalles de dichas camisetas - como costuras tras haberlas roto o alguna mancha permanente - debía dar la impresión de jamás cambiarse de ropa a pesar de jamás oler mal. O bueno, no más que cualquiera. 

Una vez en el garito se había quitado sus mil capas de calor para dejarlas sobre una silla cercana, y ahora solo vestía su típica musculosa con unos pantalones ajustados negros bastante destrozados, a saber si por moda o por el paso del tiempo, o quizás ambas. Como siempre llevaba varios anillos, collares y pulseras, pero a diferencia de otros días, podía verse en su normalmente relajada expresión un brillo de ansiedad en la mirada. Tan nervioso estaba con los resultados que pudiera informarle Morgana, que el coqueteo que podría haber interpretado de como la chica jugueteaba mordiendo su amuleto le fue absolutamente indiferente. 

No están los tiempos para ponerse gourmet - bromeó, intentando relajarse un poco. Las marcas en el rostro de la chica le llamaban la atención, pero suponía que habrían sido parte del coste de conseguir la información que le había pedido, así que seguro pagaría por ellas. 

No, gracias. No fumo. - se negó, devolviéndole la pitillera acercándosela de la misma manera que ella se la había ofrecido - ¿Como te fue con el encargo? ¿Está bien? - preguntó directamente, dejándose de rodeos y conversación superflua ceremoniosa.

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11/10/2018, 13:40
Morgana Whiterocks

-Tu coñito esta de puta madre, hasta donde yo se –dejó que el humo se filtrase entre ambos, emborronando suavemente los contornos de Áxel-. Coge un par, no seas imbécil, te servirán para pagarme la comida –la avaricia o la tacañería no figuraban entre sus defectos. Dio una calada,  se mordió el labio inferior, su habitual tic.  Otra calada, más larga e intensa, expulsó el humo. Su aparente actitud relajada contrastaba con la actividad de sus pupilas, que controlaban la puerta del local, el entorno, y al propio Álex. Su instinto felino de depredador siempre alerta y el cuchillo por supuesto lo tenía a mano.

No hizo esperar más al enamorado- Esa tía, Alexia, resultó un coñazo de la hostia –Morga encontraba cierto paralelismo, salvando distancias, en el comportamiento y forma de ser entre ella y la chica de Axel- No encajó y la mandaron a la mierda. Se quedó por Queens, a la sombra de Las Tres Cruces. Según parece se largó al cabo de un tiempo. Gozaba de buena salud la última vez que la vieron.

Morgana consideraba que había cumplido su parte del trato. Áxel permanecería con sus dudas acerca del paradero y estado actual de su ex, pero al menos  hasta cierto punto podía estar más tranquilo. Continuar fisgoneando la pista de Alexia no entraba en los planes de la militar. Esa clase de trabajo le resultaba aburrido y cansino. Solo lo haría si estuviese en mínimos. Era cosa de contratar a un Buscador, y se necesitaban recursos, paciencia, y soltar el bolsillo, sin garantizar el resultado. O que el propio Axel se pusiera manos a la obra. Miró a su compañero de mesa, convencida de que él sabía también de eso, fijándose en su expresión y reacción- ¿Te has empalmado? –Sin dejar de sonreír de manera traviesa siguió fumando, apoyada en el respaldo de su asiento. Entonces, consciente de la importancia del asunto, adoptó una pose más seria y grave- Violinista, tu nena sabe cuidar de su culo. No se lo reventaron en su paso por la milicia ni la putearon –se abstuvo de darle consejos. 

Dejó pasar un momento para que Áxel pudiera digerir la información. A Morgana le habían propuesto un temerario negocio que en otras circunstancias no aceptaría. No por el riesgo que implicaba la ejecución del mismo sino por el tipo de  sutileza necesaria a la que no estaba acostumbrada y a la fundamental colaboración del socio adecuado.

Y tal vez ese tipo lo tenía delante de ella en este instante.  

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26/10/2018, 18:32
Axel Montenegro

La noticia de que Alexia se encontraba bien le hizo respirar tranquilo por primera vez en muchísimo tiempo. Estaba sinceramente aliviado de escuchar que así fuera, aunque no fuese precisamente una confirmación infalible. Quizás había un margen de error, algún rumor que Morgana pudiese no haber escuchado, alguna información que no hubiese llegado a sus oídos, pero los contactos de una exmilitar era lo más cerca que había estado y que probablemente estaría de saber que había pasado con Alexia. Así que, por ahora, eso era más que suficiente. 

Ya que insistes - contestó con una sonrisa enorme, de la más pura alegría que le significaba saber que Alexia estaba a salvo, y tomó un par de cigarros que ciertamente no le sobrarían. Nunca algo que se podía intercambiar sobraba. 

Mientras esperaba más noticias con ansiedad, pues suponía que el informe no se acabaría ahí, observó a la mujer. Se veía tranquila, pero su mirada delataba lo contrario... y sinceramente, no podía culparla. Él, tanto como todo el resto allí, eran absolutos extraños. Nada le decía que no fuera a acabar muerta esa noche, o que nadie intentaría que fuera así. Axel, por su parte, no veía gran utilidad en ese nerviosismo. A diferencia de Morgana, si alguien venía a apuñalarlo por la espalda poco probablemente podría impedirlo. Su única oportunidad era que vinieran de frente e intentar persuadirlos, pero como todos saben, la gente que intenta apuñalarte de la nada no tienden a ser particularmente razonables. 

La razón por la que la chica no seguía con Las Tres Cruces le hizo agachar la cabeza y negar sonriendo. Sí, definitivamente esa era su Alexia. Y aunque aquello podía significar que estuviera sola o en peligro, no le preocupaba tanto como el encierro jerárquico y autoritario al que creía que había elegido someterse con los militares. Confiaba en que Alexia podía cuidarse sola al aire libre. No, no confiaba, lo sabía. Durante un tiempo no solo la había visto hacerlo, sino también cuidarlo a él de paso mientras se recuperaba de la rodilla. 

Casi - contestó alzando una ceja con la sonrisa aún en los labios y volviendo a subir la mirada a Morgana - Lo sé. Va a estar bien. Fuera de ahí, sé que va a estar bien. - contestó más que conforme con su nuevo conocimiento, sintiendo como de pronto el aire se hacía más ligero y el alma le volvía al cuerpo, como si no hubiese podido respirar bien en siglos y ahora por fin consiguiera aire fresco llenando sus pulmones. - Muchas gracias. No podría poner en palabras lo que saber eso significa para mí. - agradeció sinceramente, mirándola a los ojos con una sonrisa medida pero auténtica. Y aunque sabía que aún debía pagar por esa información, y que decirle eso probablemente le subiría el precio, no habría podido quedarse tranquilo sin hacerle saber lo mucho que apreciaba el que se hubiera dado el tiempo para buscar a Alexia. 

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27/10/2018, 00:00
Morgana Whiterocks

Morga fumaba divertida observando a un Áxel flipado por la información recibida- Esa tía debe estar follándose a cualquiera. Y tú sigues encoñado. Los tíos sois unos putos gilipollas sin remedio. Brindo por eso -Consumió de un trago el contenido del vaso. Después se mantuvo silenciosa, fumando, mordisqueándose los labios, taladrando con la mirada al romeo, calculando y decidiendo algo que, en realidad, ya tenía decidido antes de sentarse.

-No pongas palabras, me la suda. Pon tus putas pelotas-expulsó el humo- Doy por hecho que sabes conducir. Y que te sobran huevos -acomodó la espalda en el respaldo, sin perder la sonrisa lobuna- Voy a colarme en una fiesta. Necesito a un tipo con clase como tú. Bebida, comida, tías, música. También habrá malotes y un capullo al que tengo que sacar de allí. Nos divertiremos. Será jodidamente divertido. 

Consumió y apagó el cigarrillo.

-Claro que también puedes perder tu polla preferida. Pero, ¿qué no harías por el dulce coñito de Alexia?

 

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02/11/2018, 02:54
Axel Montenegro

El comentario de la militar le hizo reír, divertido por lo que parecía ser un intento de arruinarle la alegría pero que no estaría ni cerca de ser efectivo. No suponía que se quedara pura y casta luego de dejarla, ni tampoco lo había hecho él, así que pensar que se follaba a media Nueva York no le quitaría la felicidad de saber que estaba bien - Salud por eso - contestó con una sonrisa, aunque él mismo no tenía copa con la que brindar en el momento. 

La siguiente mirada de la mujer le hizo alzar una ceja, sin saber que planeaba pero lejos de estar preocupado, tanto así que ni la sonrisa había perdido. Aún así, consideró apropiado darle las gracias antes de que esto derivara en cualquier otra cosa y ya no tuviese oportunidad, pero Morgana aprovechó eso mismo para por fin decirle que era lo que tanto masticaba mentalmente. 

Bueno, a ver, sé conducir, pero como la mierda - admitió, pues definitivamente nunca había sido un muy buen conductor - Nunca tuve coche propio, y no conduzco semi regularmente desde que tenía...¿18? - se preguntó a sí mismo, dudando. Sí, más o menos esa era la última vez que había manejado con cierta frecuencia, dígase una vez cada semana o así. Desde entonces lo había hecho alguna vez, pero contadas con los dedos de una mano - Ahora, ya que me llamaste "un tipo con clase", me siento más que dispuesto a ayudarte. La bebida, comida, tías y música no tienen nada que ver, claro - bromeó con una sonrisa de oreja a oreja. - Ni que quiera conservar mi polla en su lugar - añadió luego, riendo por lo bajo - Lo que si, supongo que tienes clarísimo que no soy material de pelea, ¿no? Porque puedo entretener, distraer y persuadir capullos como nadie, pero si quieres que te ayude a dar palizas durante el secuestro, rescate o lo que sea, vas a tener que buscarte un James Bond con más músculos que boca. 

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07/11/2018, 13:55
Morgana Whiterocks

Morgana arrugó la nariz con aquello de la conducción, pero no abrió la boca, guardando para sí cualquier comentario brusco o bufido, escuchando con atención. Tomó la cuchara e inició la ingesta de alimento- Las hostias déjamelas a mí. Tú dedícate a las relaciones sociales. Pero también ten claro que es muy probable que tengas que repartirDe cualquier forma hay que intentar pasar lo más desapercibidos posible. –tragó una cucharada, “a ver como cojones consigo yo eso”- Prefiero llamarlo “extracción” . Por lo que se, un tipo, B, ha jodido a su grupo A al que pertenecía, vendiéndose por “treinta putas monedas”.  Lo quieren trincar con discreción. A, la gente que me contrata, son muy suyos, reservados y cautelosos. Y vengativos. Hasta ahí puedo leer. Y créeme poco más se. Tampoco te interesa una mierda los detalles. El cabrón de B va siempre escoltado hasta para cagar, con tres gorilas y una mamá osita. A, joder, los putos judíos, no quieren un baño de sangre público. Prefieren tratar sus asuntos en privado, yo aplaudo su sabiduría. Tenemos que pillar al judío prófugo y entregárselo a sus fraternales colegas. Cobramos y nos piramos.

Siguió comiendo, observando la cara y reacción de Áxel- El tipo es habitual de un antro, un antiguo hotel de cuatro pisos, solo útiles la planta baja y la primera.  Corre el alcohol, comida decente, drogas, juego, sexo…En fin, toda la puta mierda que puedas imaginar. Lo frecuenta gente molona: mafiosos, traficantes, negociadores, jefecillos de bandas, y más basura de ese tipo. Gente de recursos, vamos.  También hay tías que ostentan algún poder, pero la mayoría de chicas son putos culos de alquiler  o fulanas espabiladas –Morga se mordió los labios, se apoyó en el respaldo de su asiento, esgrimió una sonrisa aviesa y retorcida. No le gustaba la siguiente parte- Tengo que colgarme de tu brazo y hacerme pasar por tu chica o tu putilla. Es la única forma que he visto de poder acceder a nuestra presa. Nos facilitarán un pase de entrada.  Dispongo de un adelanto para el coche y la ropa“y ya no me puedo echar atrás”-, hay que vestir jodidamente elegante –“¿Qué coño me voy a poner?” . Morgana había comprobado que la mayoría de tías enseñaban más de lo que tapaban- El resto es cosa nuestra.

Continuó sonriendo, ahora algo más divertida, brillando travieso el jade de sus ojos. Cambió de posición, adelantando el cuerpo hacia Áxel, susurrando quedamente, en plan confidencial- El asunto es de lo más estimulante. Y el pago es la hostia. Te lo garantizo.

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15/11/2018, 07:02
Axel Montenegro

Escuchar que no tendría que dedicarse a repartir golpes le sacó una sonrisa, aunque ya podía suponerlo al ir con una militar. Claramente, era ella la que tenía los músculos y el don para la pelea ahí, no él, así que si bien podía hacer de apoyo se alegraba de que Morgana no esperara mucho de él en ese ámbito. El término extracción le hizo resoplar con una risa contenida, pero enseguida tras eso prestó suma atención a lo que la chica le decía. Ese grupo no sonaba como uno que quisieras transformar en tu enemigo, así que más les valía hacer bien el trabajo o los siguientes en ser "extraídos" serían ellos mismos.  Sus ojos se abrieron un poco, suspirando ante el lío, pero la sonrisa ladeada se mantuvo en sus labios. Un poco de acción cada mil no le hacía mal a nadie, y mientras no tuviera que esprintar para salvar el culo... 

El antro que la marine le describió hizo que su entusiasmo creciera aún más, llegando al punto de recordarse que eso era un trabajo y no una noche libre para disfrutar, aunque eso tuviera que parecer a vista de todos. De todas maneras no era muy buena idea disfrutar mucho en lugares así si es que el público habitual eran mafiosos y matones varios, por lo que no le sería difícil encontrar razones para no destacarse de mala manera entre ellos. Por otra parte, al notar la pausa de la chica y la forma en que sonreía, alzó una ceja esperando la siguiente sorpresa y al escucharla una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro. - Ahá, la única forma... - la miró con suspicacia - Si tanto querías que te manoseara solo tenías que pedirlo amablemente - se burló con una sonrisa divertida, disfrutando un poco de la reacción reacia de la chica a su propio plan. 

El adelanto confirmaba que el trato ya estaba cerrado y sin salida, así que escuchó todo lo demás que la militar tuviese que decir, incluido aquel susurro confidencial, antes de volver a hablar. - Bueno, entonces... no es por criticar tu sentido de la moda, pero ¿sabes vestirte para la ocasión? - sinceramente, le costaba imaginársela de vestido y tacones - De hecho, ¿sabes pelear vestida así? Bah, que digo, seguro que sí - se encogió de hombros - Si quieres podemos buscarte la ropa juntos, seguro que encontramos algo que le recuerde al resto del mundo que debajo tu apariencia de asesina a sueldo habitual hay un cuerpazo de infarto. - la miró de arriba a abajo sin el más mínimo disimulo - Ahora, algo importante para nuestras nuevas identidades... ¿quieres ser mi chica o mi putilla? - preguntó mirándola a los ojos con una sonrisa ladeada que mostraba sin lugar a dudas exactamente cuan inmensamente estaba disfrutando de aquello. 

 

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15/11/2018, 17:54
Morgana Whiterocks

Morga no se movió de esa postura adelantada. Escuchó sin dejar de sonreír, ahora mostrando una sonrisa acerada y un punto de mosqueo en la mirada- Te lo pasas bien, eh, capullo. Yo te puedo manosear los huevos. Mejor, soltarte un rodillazo para que escupas tus putas pelotas –No le faltaba razón a Áxel. Si querían dar el pego debían comportarse como pareja. Más o menos- Si la situación lo requiere me tocas el culo, pero no te corras mirándome las tetas.

Su tono seguía siendo distendido. Regresó a su posición original, y continuó comiendo mientras escuchaba al violinista y rumiaba y masticaba sus comentarios. Morgana estaba ligeramente nerviosa, detestaba estarlo, y más odiaba que se le notara. Su mano se dirigió a la pitillera y sus dedos quedaron sobre la misma. Hacía años que dejó de fumar de manera regular, pero le gustaba disfrutar de un cigarrillo al día, tranquila, despacio, una especie de ritual o ceremonia a su manera. Dejó la cuchara y miró al atractivo hombre, torciendo una vez más la mueca en su boca. No le gustó aquello de asesina.

-Vete a la mierda. No soy una puta mercenaria que rebana pescuezos. ¿De dónde has sacado esa maldita idea? No me jodas.

Abrió la pitillera y extrajo un pitillo- Tu chica. Lo que nos iría mejor es que fuese de putilla, pero no se una mierda como manejarme en eso –se mordió los labios- Para de sonreír así, subnormal –ella también se puso a reír entonces. Guardó el cigarro de nuevo, se contuvo, y dejó de lado la pitillera- Es serio, tío, un negocio muy serio –pero continuaba riéndose-. Tengo que buscar algo cómodo y unas sandalias, para no destacar demasiado. Sí, vamos juntos, ¿conoces algún sitio? Puta mierda, me tendré que depilar o afeitar las piernas y los sobacos. La madre que me parió. ¡No te rías, imbécil! Y ponerme un poco de maquillaje.

Estaba mosqueada, ya había pensado en esas circunstancias. No le hacía puta gracia. Sin embargo, la risa no se despegaba de su boca. Entonces sí que encendió definitivamente un pitillo y se apoyó en el respaldo del asiento. Sus ojos reflejaban la diversión malsana que le producía aquello. Un contraste de emociones.

-Le diré a Cora que me pinte. Hum. Tal vez ella me puede conseguir la puta ropa; y la tuya.  

Notas de juego

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17/11/2018, 04:14
Axel Montenegro

Ni la amenaza de rodillazo en los huevos ni el tono malhumorado porque le llamara asesina le quitó la enorme sonrisa de los labios, disfrutando desde ya de ese trabajo que se suponía fuera un pago. En realidad, al final el que acabaría pagado sería él con lo de ver a Morgana actuando femenina, adorable y más aún, enamorada de él. Sí, eso definitivamente quería verlo, podría echarse unas risas de ello por al menos unas cuantas jornadas. 

Bueno, cariño - dijo este apodo cariñoso con cierto rintintín, dejando su sonrisa crecer con picardía un poco más - Ser putilla es bastante más fácil que ser mi chica. De lo primero solo tienes que aparentar que me dejas tocarte porque te conviene, que es cierto, en cambio en el segundo caso tienes que fingir que de hecho te agrado lo suficiente para perder el culo por mi - se rió ante la mera idea. Le costaba muchísimo imaginar un mundo donde una chica como Morgana estuviera interesada en un hombre como él, y verla a ella partiéndose de la risa tampoco le ayudaba a controlar las carcajadas que naturalmente llegaban con ese planteamiento absurdo. Carcajadas que, por supuesto, alcanzaron un volumen estruendoso cuando escuchó las preocupaciones de depilación y maquillaje de la marine. 

Tranquila, marine, cualquiera que te viera mover ese culo con un vestido ajustado te comería el coño con o sin arbusto - sonrió de medio lado, mordiéndose el labio inferior un momento - Si ya tienes a alguien que te vea la ropa y maquillaje no hace falta que te asesore, pero si te van a pasar ropa para mí también podemos encontrarnos antes y te ayudo a arreglar los últimos detalles - le guiñó un ojo, aun sin perder la sonrisa llena de humor - ¿Suena bien? 

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17/11/2018, 13:17
Morgana Whiterocks

-No voy a hacer de puta. Descartado. -Aunque seguía sonriendo y riéndose, su tono fue seco, áspero. No pensaba ni por asomo en hacerse pasar por alguien que, al margen de no saber actuar como tal, despreciaba. Le dio una calada profunda al cigarrillo- No te pases. Estoy empezando a considerar que tu parte del pastel me la quedo yo: tú tienes suficiente con "manosearme".

Se unió a las carcajadas de Áxel. Debían parecer dos gilipollas, ahí, sentados, riéndose a saber de qué -Te diré algo, capullo. El mamón ese suele hacerse acompañar por una zorra. Pero estaría jodidamente gracioso que prefiriese tu culito al mío. Eso sería la hostia. Me iba a descojonar. Me estoy meando ya de la risa.

Fumó, risueña. Soltó una carcajada con aquello del coño- A los tíos os encanta comer coñitos.Apuesto a que tú serías uno de esos "cualquiera". -clavó sus ojos traviesos en él- Más aún, juraría que no descartas esa posibilidad.¿Qué tal se te da?-Fue mala- Alexia se piró así que... ¿Quieres afeitarme tú, amor mío? -Se burló- ¿Ha sonado convincente o demasiado forzado?

Dio otra calada, se mordió el labio, no apartó su mirada intimidante de Áxel, sin mala intención. Parecían decir, "negocios".

-Sí, tengo que darte detalles del sitio, accesos, guardias, y vías por donde sacar al cabrón. Tenemos que quedar antes para la puta ropa y mostrarte la zona del local. Come, o me lo ventilo yo como la vez pasada.

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22/11/2018, 14:35
Axel Montenegro

Entre "manosearte" y lo de Alexia no pensé que en realidad fueras a darme un incentivo extra - se encogió de hombros con una sonrisa, dejando claro que no pensaba dejar la diversión de lado incluso si le amenazaba con dejarle sin dinero. En realidad, su motivación principal para lanzarse a esa aventura criminal rodeado de matones, mafiosos y otros especímenes era lo que Morgana había hecho por él al averiguar sobre el destino de quien aún le robaba el aliento de solo pensar en su silueta. 

Se reía a carcajadas, feliz de la vida, hasta que escuchó la insinuación de la chica sobre otras posibles preferencias del tipo que irían a buscar. A pesar de que su sonrisa no disminuyó se tornó algo menos natural de inmediato, un cambio de expresión motivado por el escalofrío que le recorrió la espalda de principio a fin, el mismo que le había erizado el vello en los brazos y en la nuca aunque por milagro consiguiera no tensarse como un animal amenazado. Eso eran años de práctica. En otra época, incluso una broma suave e impersonal como aquella lo habría puesto a la defensiva de inmediato, pero hoy podía al menos intentar disimular. 

Dudo que te quite los ojos de encima lo suficiente para fijarse en mí - contestó intentando seguir la conversación tan fluidamente como hasta ahora y no detenerse en algo que podía ser un impasse catastrófico para cualquier relación social con la marine. Por lo mismo, agradeció el cambio de tema y poco a poco fue relajándose nuevamente, dejando atrás ese temor pasajero que le había helado la sangre que corría por sus venas. - "Cualquiera" me incluía, sí. Ya me dirás que tal se me da cuando te haga una demostración en vivo. - le guiñó un ojo con una sonrisa ladeada, recuperando parcialmente su actitud previa, pero ya con lo de amor mío se le hizo muchísimo más fácil reír otra vez - Un poquito forzado, pero con la práctica y un tiempo juntos seguro te acostumbras, cielo - se burló en respuesta. 

Al final, con el regaño de la soldado, se echó una cucharada de comida a la boca. - Cuando digas. Podemos quedar las veces que quieras, de todas maneras yo no tengo que prepararme más que eso de la ropa y tal, y toda la info que necesito la tienes tú - así que no era que él necesitara tiempo para hacer reconocimiento ni investigar ni nada. Quizás si Morgana le estuviera un trabajo de inteligencia sí, pero si era por distraer y caer bien... con eso bastaba aparecerse. - Así que me puedes dar todos los tour privados que quieras. - alzó las cejas con una sonrisa pícara contenida en la comisura de los labios. 

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26/11/2018, 18:20
Morgana Whiterocks

Morgana no fue consciente de la sutil distorsión en la sonrisa y actitud de Áxel. Se pasó la lengua por el interior de los labios, continuó fumando, hablando y escuchando, sonriendo, metida en una conversación distendida de la que cada vez disfrutaba más. Se encontraba a gusto con el intercambio de pullas y bromas. Áxel le seguía la corriente, intentando confraternizar,  aunque Morga se preguntaba si se mostraba natural  o solo mantenía una máscara de falsa sinceridad con ella, cosa que no lograba discernir. Se encogió de hombros para sí misma, “si me jodes estás muerto”.  Y le pegó otra larga calada a su cigarrillo. 

-Eres un mamonazo, violinista.  Me estás tirando los putos trastos descaradamente. ¿Dónde queda esa mierda de invitar a la chica a cenar, luego dar un paseo acompañándola a casa para finalmente despedirse con un dulce y tierno beso? –Morga se puso a reír nuevamente, pensando en ese manido cliché, imaginándose de la mano de Áxel. Arrugó  la boca luego, entrecerró los ojos. Había visualizado en su mente mil veces las acciones y pasos de la misión, calculando imprevistos y contratiempos. Pero su dilatada experiencia sabía de sobras que el azar y lo inesperado rompía cualquier plan detallado a priori. Ella podía reaccionar y adaptarse. ¿Y Áxel? Bueno, estaba allí, frente a ella, vivito y coleando. El violinista debía tener sus propios recursos.

Una última calada y apagó el resto del escaso pitillo. Una vez más se inclinó hacia delante. Expulsó el humo hacia Áxel.  Apoyó los codos en la mesa y la barbilla en sus manos enlazadas. Se mordisqueó el labio.  Su mirada debía brillar, reflexiva, intensa, cortante como una navaja- He comprobado la zona: el puto edificio es de planta rectangular. Dos entradas, la principal, y otra opuesta, con dos guardias, que da a una calle oscura, semiabandonada, con un garito enfrente a la derecha; cierra a medianoche. Un lateral da a otra calle igual de sucia y desierta. Y el otro toca con el edificio anexo, apartamentos, alguno ocupado. Las azoteas están contiguas y otro par de mierdas las vigilan. Las habitaciones del primer piso imagina para qué son.  Su pasillo conduce a la salida y escaleras de incendios. Abajo, otros dos capullos. El resto de plantas no se utilizan, pero no podemos fiarnos de eso.

Se quedó mirando a Áxel, como preguntando, “¿me sigues?-  El interior del antro es información de segunda mano. Una barra, la cocina, mesas aquí y allá, canapés, sofás. Hay un escenario, zona de baile, algún despacho o sala para los más vips hijos de puta. Y putos matones aquí y allá. La mayoría tíos, y algunas zorras. Ninguno parece un auténtico profesional, pero tampoco imbéciles. Y no bromean, he visto como sacaban arrastras lo que quedaba de un tipo y le abrían la cabeza como un puto melón –En este punto Morga detuvo sus explicaciones, compuso una expresión de fría seriedad y su sonrisa, poco agradable, enseñó los dientes- Tienes claro donde coño te metes, ¿verdad?  Si te vas a rajar, esta es tu última oportunidad. Después no hay marcha atrás, violinista.

Notas de juego

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29/11/2018, 07:30
Axel Montenegro

La recriminación de Morgana le hizo reír a carcajadas, aunque bien merecida se la tenía. - Lo siento, señorita marine, la próxima vez te ofreceré un paseo de la mano bajo las estrellas y una cita de ensueño antes de sugerir comerte el coño. - sonrió una vez más, divertido por la conversación. Curiosamente, aunque en cada charla que mantuvieran la militar lograra tocarle una fibra sensible de una u otra manera, le gustaba pasar tiempo con ella. No solo le parecía graciosa, sino que lo directa que era resultaba sinceramente refrescante. En aquel mundo donde nadie podía fiarse de nadie, encontrarse con alguien que hablaba con honestidad era como ganarse la lotería, y él no fallaría en apreciarlo como debía. 

Suspiró pesadamente al recibir el humo en la cara de parte de Morgana. Iba a contestarle respecto a eso, pero incluso antes de que pudiera soltarle lo bien que le estaba quedando practicar para puta con esos hábitos vio el brillo en la mirada de la chica y prefirió callar, mucho más interesado en lo que tuviera que decir que en educar sobre antiguas costumbres a la militar. 

El espacio parecía bastante bien distribuido. Tenían más de alguna salida de emergencia posible, y la seguridad no era excesiva. Además, si las habitaciones del primer piso iban a estar ocupadas con escándalo, de todas maneras no tendrían que preocuparse demasiado por ser en extremo sigilosos. Al ver que Morga lo miraba atentamente, asintió, dándole a entender que prestaba atención. El antro estaba bien equipado, y por como sonaba, habría al menos tres putas por matón que tuviesen que evadir, pero eso no evitó que apretara la mandíbula mostrando los dientes al escuchar la facilidad con que le partían el cráneo a un tipo que les había provocado problemas. No quería ser él el siguiente, definitivamente. 

Tranquila, sé dónde me meto, y he estado en lugares mucho peores - le guiñó un ojo con confianza para tranquilizarla, aunque dudaba seriamente que hiciera efecto - No me mata la idea de que me estrujen la cabeza dentro del puño de un gorila glorificado, pero eso solo significa que tendré que cerrar el hocico de vez en cuando, no que vaya a huir en dirección contraria.

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30/11/2018, 20:18
Morgana Whiterocks

La sonrisa de Morga se hizo más torva y más desagradablemente cínica - Si huyes en dirección contraria te pillaré y te romperé el cuello o te meteré un cuchillo por el culo.- Entonces la sonrisa mudó a otra más jovial, sus ojos verdes brillaron burlones, como restándole importancia. Morgana se divertía - Pero eso no va a pasar, ¿verdad…cariño?  Y hablando de putas armas, entraremos desnudos en ese sentido. No se te ocurra llevar ninguna mierda encima.

La ex marine en ese momento fue rápida igual que una cobra y le dio un beso fugaz en los labios a Áxel. Algo parecido a un picotazo. Le metía presión al violinista, le daba esperanzas, o eso pensaba ella, y, además, no pensó en lo que hacía. Le salió tal cual, imprevisto e impetuosa. Atrevida. Como era innato en ella.

-Así me entreno para ser tu “chica”.

Acto seguido se puso en pie, cogió la chaqueta y empezó a ponérsela - Vamos, acaba de una puta vez, te voy a enseñar el maldito antro. La próxima fiesta de esos capullos es dentro de dos días -ahora ella fue quien le guiñó el ojo, adoptando una expresión burlona, desafiante. 

 

Notas de juego

Pienso que después del turno de Áxel, podemos entrar ya en materia, ¿qué os parece? Depende de Morgian, o bien si montamos el "negocio" como un retazo y vamos dándole vida entre nosotros dos. Molaría que Narradora intervenga con sus maldades ;)

 

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11/12/2018, 06:41
Axel Montenegro

La amenaza de la mujer solo logró hacer que pusiera los ojos en blanco sin perder la sonrisa. No porque fuera en vano, pues sabía que la mujer era suficientemente peligrosa para temerle de tenerla en contra, sino porque era innecesaria. No tenía intención alguna de huir, y más aún, le intrigaba ver como resultaba todo ese asunto. Era poco usual en Axel encontrar diversiones como aquellas en las que se sintiera suficientemente seguro para arriesgarse. 

Nadie te ha dicho que se atrapan más moscas con miel que con vinagre, ¿no? - preguntó de buen humor, en un reproche amistoso. Con respecto a lo segundo, dio por hecho que su silencio confirmaba que había entendido y no tenía queja alguna. Tampoco era que le sirviera de una mierda llevar un arma si no sabía como ocuparlas. 

Entonces, en un gesto mucho más espontáneo de lo que se hubiera esperado de la marine, un beso le golpeó los labios de imprevisto. En un principio frunció el ceño sorprendido, mirándola con cara de interrogación, pero enseguida al escucharla humedeció sus labios mientras una sonrisa de medio lado crecía en ellos acompañada de una exhalación breve. Por su mirada, que parecía brillar con picardía ante la promesa de una futura venganza, quedaba más que claro que alguna idea para ello ya le cruzaba la cabeza. 

Dejando de lado lo que le quedaba de comida, se puso de pie y dejó el pago sobre la mesa. Listo para salir, se acercó a Morgana por el frente, pegándose lo suficiente para susurrarle al oído. 

Hazme saber cuando se te pasen los nervios del primer beso y comenzamos el entrenamiento intensivo - dijo lo suficientemente bajo para que solo ella le oyera y luego se alejó dando pasos hacia atrás con una sonrisa de oreja antes de girarse, echando a caminar hacia la salida - Venga, cariño, que se nos hace tarde - miró por encima del hombro, guiñándole un ojo tras soltar aquello a viva voz.