Te preparas el desayuno, y te sientas junto a la puerta. El interior de la cabaña está limpio, y después de desayunar subes al tejado para arreglar alguna de las goteras. Desde lo alto tienes una buena panorámica de la zona, pero no ves nada que te llame la atención. Y ni rastro de Denelloth. Recuerdas que el montaraz dijo que se encontraría contigo hoy sobre medio día junto a la Casa de Comercio, en la plaza de Sil Auressë. Así que parece que toca regresar hasta la aldea.
Motivo: encuentros
Tirada: 2d100
Resultado: 73, 75
He hecho una lista de objetos que llevas, y las monedas tienes. Las he subido a la pestaña de "Notas" de tu ficha. Echa un vistazo, y si ves que falta algo, dímelo.
Des del tejado verifico si es grave la gotera del tejado, si veo que la puedo reparar rápidamente, lo hago y me dirijo a la casa de comercio, si veo que es un trabajo complicado, lo dejo para otro momento y me dirijo a reunirme con mi mentor...
Me parece bien el equipo. Una cosa, las flechas +5 las compro o las hago y las tengo que llevar a encantar?
Reparas lo mejor posible las goteras, y coges alguna teja rota para que te preparen repuestos en la aldea. Está claro que no se puede traer aquí a ninguno de los muchos obreros y artesanos al ser un lugar secreto. Recoges tu cosas y tomas rumbo de vuelta a Sil Auressë.
La plaza está repleta de gente. Es día de mercado, y además ha llegado la caravana desde Metraith. La actividad es frenética en los puestos y las tiendas, y el ajetreo en las tabernas es constante.
Por encima de todos los edificios de la plaza se alza la Casa de Comercio. Tampoco es que sea inmenso. De hecho, según cuentan es una antigua posada reformada y ampliada. Aún así destaca por encima de las sencillas tiendas de madera. No ves a Denelloth cuando te acercas a la puerta del edificio.
Motivo: goteras
Tirada: 1d100
Resultado: 41
Motivo: encuentro
Tirada: 1d100
Resultado: 48
El +5 de las flechas no es porque sean mágicas, sino por el material y la calidad. Éstas las hiciste con Denelloth, pero con la habilidad de flechería puedes preparar flechas de más alcance, de penetrar armaduras (te dan +5 contra armaduras metal y -5 contra otras), de caza (+5 cuero -5 metal), y muchas más. Lo que pasa es que con un solo rango (y +19) aún sabes muy poco y es difícil que te salgan siempre, aunque puedes ir practicando y probando. Para lo que sí te vale es para reparar flechas si se rompen (que es bastante a menudo, un 40% en cada disparo).
En general, no se lleva a los objetos para "encantarlos". Los objetos mágicos o encantados (como tu lanza) lo son desde que se fabrican.
- ¡Eben! ¿A dónde te diriges?, escuchas decir a una voz autoritaria detrás de ti cuando te acercabas a la puerta de la Casa de Comercio. Te das la vuelta para mirar al Jefe de Guardia Walec. En un primer momento te sorprende de forma agradable que sepa tu nombre, ya que no suele tener trato con los alumnos de la Academia (bueno, ahora eres casi un Cazador...).
Pero su rostro es serio, y se le ve tenso. Su mirada es penetrante y te hace sentir algo incómodo. A pesar de su relativa juventud, Walec ha ascendido rápido a un puesto importante. Parece tener ojos y oídos en todas partes, y pocas cosas de las que suceden en el interior de las murallas de Sil Auressë se le escapan.
-"Buenos días, Walec"- digo haciendo un gesto con la mano a modo de saludo, ahora ya coy casi un cazador y me gusta intentar comportarme con naturalidad, y no como un aprendiz asustado de la academia. -"Estoy esperando a Dellenoth, hemos quedado aquí"-
Me quedo mirando a Walec, esa expresión me hace perder la sonrisa -"Hay algun problema?"- digo mientras me acerco a él.
Si te parece bien, si no digo lo contrario, llevo conmigo siempre todo el equipo imprescindible de cazador, al menos cuando estoy fuera de un sitio cerrado.
Walec te mira evaluándote. Finalmente dice: - La última caravana de Metraith ha sufrido un percance, y vamos faltos de efectivos.... Te agarra del brazo y te lleva a un lado, y susurra: - han sufrido un ataque, y aunque los guardias han podido repeler a los asaltantes, el carro está dañado y se han quedado protegiéndolo. No ha pasado nada grave, pero necesitamos seguir el rastro de los que huyeron, y traer el carro sin sobresaltos hasta aquí.
- A Denelloth no se le ha visto aquí esta mañana, añade ensimismado mientras alza la vista para mirar en el mercado. - En la Academia, ¿no había un joven que tenía un juego de ganzúas?, te pregunta de repente. - ¿Cómo se llamaba?
La pregunta te sorprende. Se refiere sin duda a Ragi, un chaval de las calles de Tharbad que llegó acompañando a una niña tímida. Es de las personas con quien más relación tienes en la Academia. Efectivamente, tiene un juego de ganzúas que consiguió en su época en los bajos fondos de Tharbad, pero no suele hablar del tema con nadie.
El comentario de Walec he hace arrugar la nariz -"Como sabrá este lo de las ganzuas de Ragi?"- pienso. Pues no lo sé, -"pero para qué necesitas tu un juego de ganzuas para traer de vuelta el carro?"- digo estrañado.
-"Yo ahora tengo que reunirme con Dellenoth al medio junto a la casa del comercio, luego podemos reunirnos contigo para seguir el rastro de los asaltantes."- digo mientras me voy soltando de su agarre.
Mientras, mi mente sigue preguntándose para qué necesitara Walec el juego de ganzuas. Por supuesto me hago el loco y no vuelvo a comentar nada al respecto.
Motivo: Averiguar intenciones
Tirada: 1d100
Resultado: 67
NO veo en mis habilidades ninguna para poder averiguar o intuir intenciones, para saber si me está mintiendo o no, de todos modos te dejo la tirada, sin sumar ningun modificador, para averiguar si este lleva algo de cabeza.
De todos modos no me gusta verme envuelto en asuntos turbios, si puedo evitarlo.
Walec suelta tu brazo. - Pido disculpas, Eben, por las formas. Pero no debemos tomar a la ligera un asalto a una caravana, aunque haya sido fallido. Esa ruta es nuestra línea de vida. Los asaltantes fueron numerosos, pero poco organizados. Huyeron, y los guardias les persiguieron. En su huida, dejaron caer algo. Un cofre. Con un símbolo. No quiero que entre en Sil Auressë, pero sí me interesa el contenido. Por eso necesito a alguien que pueda forzar una cerradura, y sea de confianza.
El jefe de guardia respira hondo, y mira la plaza. -No hay que lamentar heridos. El carro parece estar dañado, pero se encuentra bastante cerca. No hay motivos para alarmar a los visitantes y mercaderes a tan pocos días de los festejos de Ioëndë. Debemos mantener lo sucedido en secreto.
- A mí también me gustaría que estuviera Denelloth aquí. Pero como te he dicho, no ha llegado aún. Le esperaremos pero no podemos demorar mucho esta situación. Los asaltantes que huyeron podrían regresar, y hay pocos efectivos protegiendo el carro en este momento.
Para averiguar intenciones lo más próximo es "Observación" que es genérico para todo tipo de percepción (buscar, observar, detectar mentiras). Existe una habilidad específica de Detectar Mentiras por ejemplo, y si la tienes la dificultad se reduce. Pero si no, pues se tira Observación.
Motivo: Observación
Tirada: 1d100
Resultado: 47(+20)=67
Mira, igual que la anterior, percibo algo raro?
Percibes cierto nerviosismo en él, pero parece más bien debido a que hay mucha gente que ha acudido al mercado y no quiere crear alarma. También se le ve algo confuso por no saber a quién acudir, hasta hace poco había "un grupo de acción rápida" para este tipo de cosas, pero ahora ya no están.
Me quedo mirando a Walec con calma y le digo -"Efectivamente, te refieres a Ragi, con sus ganzuas. Són un vestigio de su vida anterior, pero todavía las guarda. Supongo que podrá ayudarte con ese cofre. En cuanto hable con Dellenoth, iremos a seguir el rastro a esos asaltantes. He quedado con él a medio día, en la casa de comercio, debe estar al caer."-
Diciendo esto, me voy hasta el punto de encuentro, no me molesta que Walec venga conmigo, en busca de Dellenoth.
Walec asiente con la cabeza, y te da dos golpes en el hombro antes de dejarte junto a la entrada de la Casa de Comercio, con vistas a la plaza del mercado. Es el punto de encuentro que te dijo Denelloth. Observas a la gente pasar, algunos entran dentro del edificio pasando por delante de ti y los dos guardias que ha colocado Walec allí. Dentro de la Casa de Comercio, ves también a algunos de los sargentos del ejército del Lugarteniente Khôradur. Es posible que esté reunido en este momento con el Senescal Curudae. Mientras tanto, el Jefe de Guardia Walec camina hacia el guardia junto a la entrada principal. En sus pasos y movimientos trata de transmitir tranquilidad.
El tiempo pasa lentamente, y no hay rastro de Denelloth. Walec está dando vueltas por los distintos puestos del mercado. Se dice que había sido guardia en la gran ciudad de Tharbad, y es cierto que se le nota acostumbrado a moverse entre la multitud, pendiente de cada cara y de cada gesto, pero sin llamar la atención. De vez en cuando mira en tu dirección, luego al cielo... Se está acabando el tiempo para esperar a Denelloth.
De repente ves a alguien conocido, hablando con un mercader en uno de los puestos. Es Ragi, que parece estar de paseo. Siempre tan jovial. No encaja del todo entre los alumnos de la Academia. De hecho, llegó de Tharbad acompañando a una niña, su prima al parecer. Hoy en teoría había una excursión a las cercanas colinas de Pinnath Ceren, ni te acordabas con todo el tema de la cabaña y Denelloth. Hasta hace tan sólo unos días, era lo que más ilusión te hacía. Se ve que Ragi tampoco ha podido ir, o no ha querido ir.
Cuando veo que Ragi mira hacia mi, le hago señas para que se acerque -"Buenas Ragi, no había hoy una salida con la academia?"- pregunto cuando llegua cerca de mi, y le tiendo la mano.
Si veo que pasa la hora de Dellenoth, le doy un margen de tiempo y si no aparece voy a Wallec para intentar rastrear a los asaltadores.
Ves como Ragi se acerca hacia ti.
Voy a abrir escena nueva y cierro ésta
Sale de la escena: Eben
Otras escenas de prólogo de personajes:
11.4. Prólogo Denelloth (la siguiente escena en lectura cronológica)
11.5.1. Prólogo Arkyn
11.5.2. Prólogo Caäniza
11.6. Prólogo Norión
La historia de Eben sigue en: 13.1. Inspeccionando la caravana