Partida Rol por web

-Es posible, intervino Curudae, -pero dudo que sea esta noche. Celebremos la suerte que hemos tenido con encontrarnos con los enanos. Gracias a ellos no dependemos de los Gremios de Tharbad. Y la rueda sigue girando. Lo siguiente que tenemos pendiente es la inauguración del edificio de la Academia.

Ayla brindó con ellos, y terminada la fiesta antes de volver a sus aposentos fue a dar un paseo por Sil Auressë. Mientra pensaba en su objetivo aquí, cada vez iba siendo mas prescindible.

La decisión de hoy podían haberla tomado Curudae y Khôradur sin ella. Sil Auressë estaba dejando de depender de ella, pero aún quedaba mucho por hacer... Y ante todo estaba Kathog, el destino le llevaba a enfrentarse por tercera vez contra él, y esta vez iba a estar preparada. Debía buscar a viejos amigos, para que le ayudaran con esta misión y ¿por qué no? Otros nuevos.

Hasta ahora se habían enfrentado en dos ocasiones, y él había tenido la superioridad, pero ahora se nivelaba el juego y el enfrentamiento se acercaba cada día. Debía empezar a intentar a averiguar donde estaba, aunque iba a ser fácil porque nunca se había escondido. La luz frente a la oscuridad, las fuerzas se iban a reequilibrar, el Demiurgo iba a tener lo que buscaba, y Ayla esperaba que todo iba a conducir a traer de vuelta a Zelene, y que así su hermano podía vivir el resto de su vida en paz...

Volvió a mirar a Hilde Sikelion. Soy una Guardiana de la Luz. Tal vez la última, una Guardiana de la Dama Blanca... Hace años, o hace poco tiempo, el tiempo cada vez se relativiza más, me encontré con ella. En un tiempo pasado, y presente, tal vez ella viera ese posible destino en mí...

Giró el añillo sobre su dedo.

Guardiana de la Luz, y ahora Guardiana de las Quebradas, esto me ha sobrevenido. La Dama Pelenwen está agotada y me ha dado su testigo, pero yo no lo pedí y en cierto modo me ha atado a esta tierra, y deberé seguir aquí mas tiempo del que esperaba. Veré crecer a Sil Auressë y a sus gentes, pero en algún momento la Dama Aylarien, deberá dejar paso a los hombres y Sil Auressë será regida por su Senescal esperando el regreso de su Dama, pero ese momento está aún lejos, y antes hay mucho que hacer.

Ayla volvió a su habitación para continuar con mis estudios, y al día siguiente continuó con la rutina de las clases con Tarosh, el entrenamiento con la milicia, etc.