transcripción de la partida jugada vía mail, en una escena corta donde incluyo a Norion por el siguiente motivo: en la escena del Monolito 17.4.9 tuvo una visión de los tejidos del destino que le permitieron ver parte del destino de Ayla. Espero que resulte interesante.
Esta parte se jugó en febrero 2013
Iban pasando los días, y el que no dio señales de vida era Echorion. Ayla estaba ya pensando en partir al sur en busca del Rey Lanaigh, pero era preferible tener la certeza de que Khôradur iba a tener ese encuentro con el Príncipe Desterrado.
Una noche, meditando en sus aposentos, de repente sucedió algo completamente inesperado. Ayla se encontraba en medio de una tormenta. Todo estaba ofuscado y desenfocado a su alrededor. Le recordaba a la tormenta que vio en Harnalda, hacía ya mucho tiempo. Corrientes de poder azul deformaban todo a tu alrededor. [31] No lograba controlar las sombras que se hacían y se deshacían. En el Mundo de las Sombras, diferentes sucesos, diferentes pasados, presentes y futuros se convergían y se divergían a su alrededor.
Ayla detectó dos grandes movimientos, dos huracanes que lo arrastraban todo. Y ambos convergían en un punto no muy distante. No lograba situarse en un espacio tranquilo, pero algo desconocido le mantuvo estática mientras todo lo demás se movía. [56]. Le dio la sensación de que alguien le había convocado, y esta vez supo que no se trataba de Khathog.
En efecto, pudo discernir la forma encorvada del gran vidente Huinen, el Demiurgo de esta tormenta de destinos.
-I lúme utúlie, le dijo a Ayla, -"ha llegado la hora.”
Se acercó a ella, y se notaba como incluso a él le costaba crear un espacio de encuentro en medio de todas las fuerzas [56]. -El viaje está llegando a su fin. Se acerca un acontecimiento celestial que marcará el fin, el punto en el que sólo un futuro prevalecerá. Ésa es la hora que el Cazador Oscuro ha elegido. Pero hay más. Otra tormenta, otra incertidumbre que ha surgido.
Se sentó en una piedra que había aparecido de la nada en medio de la tempestad. Entonces Ayla notó cómo se creaba un paisaje montañoso, muy parecido al lugar donde se encontraron cuando Ayla estuvo en Gondor. -En una ocasión te pregunté por aquellos que liberaron al Señor de los Dragones en Caras Amrath, dijo Huinen mientras miró hacia el infinito. -Me hablaste del hobbit, del enano, del dúnadan y del noldo. Sólo dos quedan con vida, y pude localizar al hechicero y vino a mí. Un día tuve visita del dúnadan acompañando a un elfo del norte albino con un extraño cilindro donde portaba unos documentos…
Completamente desubicada, Ayla le observaba tratando de entender si le estaba hablando a ella o si estaba hablando solo.
-Pensé que su destino, su futuro, no importaría en el gran marco de las cosas. ¿Qué importa quién gobierna en Arnor? Mientras haya un rey dúnadan para hacer frente al Rey Brujo… pues me equivoqué. Hay mucho en juego, y aquella tormenta que ha aparecido en este plano es generada por la incertidumbre de su misión. Ambas tormentas se resuelvan para un lado o para otro el mismo día. No sé qué pretende hacer el Rey Brujo ese día, pero será cuando las fuerzas oscuras estén más fuertes, y la luz desapacerá…
-No tienes más tiempo, preparada o no, debes acudir a tu enfrentamiento en cuanto te hayas visto con el albino y su grupo. Vuestros caminos sólo coinciden en el punto final, la última jugada. No sé cómo se me escapó lo del dúnadan… Pensé que la fuerza de su destino tenía que ver con lo que pasó en Caras Amrath, pero no fue así. En su mano está la supervivencia de la Casa de Elendil. Porque el Enemigo está en marcha, y ha enviado a sus siervos más poderosos para aprovechar esa hora oscura que se acerca. Y al mismo tiempo el Cazador te espera en el este, en el lugar donde acabaron tantas cosas.
Lo miró pensativa, mientras pensaba qué había de la soberbia y el control que solía mostrar hace tiempo. Ahora parecía asustado, nervioso, y tenía que ir ella a buscar al Cazador Oscuro, a Khathog. El juego se le había ido de las manos y debía pararlo. Pero Sil Auressë aún no estaba preparada para su marcha, y no le quedaba otra opción.
He de salir victoriosa, la luz debe permanecer en la Tierra Media, Zelene debe volver...
-Dime Demiurgo, ¿donde debo acudir cuando Thelran y el elfo blanco me encuentren? ¿Y qué has dispuesto para mi encuentro con el Cazador Oscuro?
-Vuestros cami-cami-caminos s-s-s-sólo coinciden en el tiempo, no en el espacio, dijo Huinen tartamudeando de repente. Respiró hondo tratando de recobrar su fuerza, enojado por lo que le acababa de pasar. Ayla le observaba con atención, y se pudo ver el cansancio acumulado de Huinen. La carga de innumerables noches en vela, los primeros indicios de que su mente privilegiada le estaba comenzando a traicionar incluso en este plano creado por él mismo en el apogeo de su poder. -Sabrás que es hora de partir cuando recibas al albino y al dúnadan. Pero t-tu camino te llevará en otra dirección, hacia el este, mientras ellos … ellos vi-vi-viajan al norte. De su llegada al día señalado queda media luna. Nada puede d-d-d-detener ya el cumplimiento del destino, balbuceaba el vidente.
-El lugar donde te esperará el Cazador Oscuro es en las ruinas de Ost-in-Edhil, en Eregion. No debes decírselo a nadie, y debes viajar sola. Allí se encadenó el alma de Zelene en el anillo que llevas, y allí derramó las lágrimas la Dama de la Luz. Tantas cosas se hicieron y se deshicieron en aquellos años de locura en la última gran ciudad de los noldor.
Huinen parecía recobrar un poco su fuerza, y el dominio de la situación. Aún así se le vio nervioso, como si algo pudiera salir realmente mal. -Para tu encuentro con el Cazador, nada puedo darte… No debo intervenir hasta que se haya resuelto la paradoja. Tu fuerza reside en tu propio libre albedrío. No estás obligada a ir, pero vas a hacerlo. Aún sabiendo que puedes no regresar. Y si regresas, no serás la misma después. No existe el Bien y el Mal en el sentido de qué destino tiene más derecho de prevalecer. Pero el Círculo debe cerrarse, para terminar una anomalía cuyas ramificaciones se escapan de mi control…
-Mientras tú estés en las ruinas de Ost-in-Edhil, el mundo se oscurecerá a tu alrededor. Y en otro punto muy lejano, un dúnadan convertido en lobo blanco y un elfo albino harán frente a una fuerza oscura muy poderosa para ganar otra batalla desesperada.
-Solo hay un camino para mí, Huinen. El que me trae de vuelta...
El vidente se le quedó mirando como tratando de ver más allá de la presencia de Ayla, hasta las profundidades de su alma. Había comprensión y también tristeza en su mirada, pero entonces cerró los ojos y al volver a abrirlos había regresado esa mirada dura, soberbia, altiva, aguda y penetrante. Una mirada que pocos eran capaces de sostener con él, y menos aquí donde su fuerza y poder se multiplicaban hasta niveles insospechados. No obstante, por un pequeño instante Ayla tuvo una idea, una comprensión, de una verdad.
Luego perdió el hilo de tus pensamientos, se le escapaba de nuevo. Pero había algo, un concepto que podía desmoronar parte del entramado del Demiurgo. No era capaz de influir en los acontecimientos, era un mero observador. Y cuánto más fuerte estaba en este Mundo de las Sombras, cuánto más poder dedicaba a construir esta ilusión, más débil estaba allí fuera. Como si se estuviera enjaulando en su propia creación. Pero la mente de Ayla rechazó la idea para seguir concentrada en las palabras que decía el vidente de los Noldor…
-El instante de no retorno está próximo. Debe prevalecer uno de los destinos. Sabrás que debes partir cuando te visite el albino y su grupo. Ellos se mueven en otra tormenta, pero también se les acaba el tiempo. Como a todos los que nos movemos en esto. Varias fuerzas oscuras están en movimiento, y ese día darán su golpe. Han enviado una fuerza poderosa, pero en frente tendrán al albino y a sus amigos. Y algo más. Veo una manada de lobos largo tiempo escondido que ahora están reuniendo. Pero ésa no será tu lucha.
-Si no vas en busca del Cazador Oscuro, ninguna de las dos profecías se cumplirá. Si vas, después de ese día sólo quedará una. Has elegido tu camino. Tu destino. Ahora debes afrontarlo.
Algo le despertó a Ayla de sus meditaciones. Se encontraba tumbada en el frío suelo de sus aposentos, y estaban tocando la puerta. Por la ventana se filtraba la luz de las estrellas. Ignoraba cuánto tiempo había pasado, pero tenía mucha hambre… Posiblemente había estado varios días encerrada en sus meditaciones.
-Dama Aylarien…, le dijo una voz familiar que en su desconcierto Ayla no lograba recordar a quién pertenecía hasta pasado un rato.
-Han llegado unos invitados. Un grupo. Está la Dama Pelewen. Y un albino al que están buscando por todo Cardolan, le dijo su Senescal.
Ayla se levantó y se vistió con sus mejores galas, sin olvidar el medallón de Pelewen. Era posible que los recién llegados no fueran conscientes de la importancia del momento. Pero había excusa para ella. El regreso de Zelene, o su pérdida definitiva, estaba próxima.
I lúme utúlie
aquí la partida se cruzó con la campaña de las Runas de la Niebla (protagonizada por Thelran y Benaldamat).
https://runasdelaniebla.wordpress.com/2013/03/22/c...
También se hizo subida de nivel de Ayla aquí
[HAZME LAS TIRADAS 2D10 PARA SUBIR DE NIVEL, AG-CO-ME-RZ-AD-EM-IN-PR-RP-FU]