Partida Rol por web

Turno 1

El huargo esquivó las flechas e incluso el ataque del martillo de Ferrim, y cargó contra Acero Rojo. Trató de golpearla con su zarpa, pero por suerte para ella el impacto no resultó grave.

El animal siguió su carrera sin detenerse y bajó por el otro lado de la colina y siguó alejándose hasta quedarse a unos 20 metros del grupo.

Turno 1 - Resolución

El grupo había aguantado el primer ataque del huargo, pero el animal ahora les cerraba el paso hacia el norte. Además, otro de los huargos había llegado al otro lado. Ahora parecían tantear al grupo, moviéndose de un lado a otro a unos veinte o treinta pasos de ellos. Eran animales extremadamente rápidos, y difíciles de matar.

Eben se había cambiado de arma, y ahora portaba una lanza. La única que seguía con arma de proyectiles era Acero Rojo, quien preparó una nueva flecha.

Turno 2

Acero Rojo cargó rápidamente otra flecha mientras vio cómo el huargo se preparaba para otra carga hacia la colina. El animal era extremadamente rápido, y la montaraz apenas tuvo tiempo de apuntar. Soltó la flecha confiando en que entre los tres podían herir al primer huargo antes de que el segundo fuera a incorporarse a la contienda.

Pero el disparo falló, y el huargo ya estaba subiendo la cuesta.

Turno 2

El enano golpeó con su martillo, aprovechando la posición elevada. El ataque salió aceptablemente bien, pero el huargo era rápido y era difícil hacerle daño.

Turno 2

Eben se lanzó contra el huargo más cercano para intentar ensartarlo con su lanza y aunque hizo el movimiento con corrección la bestia se giró rápidamente y la lanza apenas le acarició el pelo.

Turno 2 - Resolución

El huargo cargó de nuevo contra Acero Rojo. Esta vez trató de alcanzarla con sus colmillos, pero la férrea defensa de Eben y de Ferrim era un muro que no logró superar. Además, esta vez no logró escaparse y se quedó a merced de nuevos ataques del martillo y de la lanza.

El segundo huargo observaba paciente desde una distancia segura.

Turno 3

Estaban conteniendo al animal, pero aquello no le gustaba nada a Ferrim. Si tenían problemas para contener a un perro, ¿qué no sufrirían si la manada se cerraba?

Debían esforzarse por acabar con el primero cuanto antes, ya que quizá eso pudiera ahuyentar a los demás. Ferrim, una vez más, lamentó por un instante no ser el guerrero que se necesitaba en ese momento. Pero no dejó que esa sensación le entretuviera. Tenía trabajo entre manos, y eso sí era totalmente naugrim: una vez que asumes una labor, la llevas hasta el final.

Aprovechó un instante en el que el huargo se detuvo para darle a conocer a Hakk, el viejo martillo de la familia Bálamar. El mismo que había grabado las runas en el monolito. Eso le satisfizo. Quizá no pudiera matar a un huargo, pero sí había cerrado las puertas de la oscuridad.

Turno 3

Eben parecía desentrenado con la lanza mientras intentaba con poco éxito ensartar al huargo. Si tenían problemas con uno solo ¿qué pasaría cuando atacasen todos? Además ¿por qué no lo hacían?

Turno 3 - Resolución

Acero Rojo dio un paso a un lado y cargó su arco. Su agíl movimiento buscó también ofrecerle el flanco del monstruoso depredador a alguno de sus compañeros. Por desgracia, Eben no pudo completar su ataque al quedarse enganchada la punta de la lanza con su propia capa. Pero el martillo de Ferrim sí pudo impactar, además aprovechando la ventaja de la posición elevada y la posición del huargo. Fue un golpe duro y seco a la cabeza del huargo que le hizo sangre y dejó aturdido al animal. Esta vez no podía alejarse de ellos como había hecho antes, y tal vez entre los tres podían acabar con el primero de los enemigos.

El otro huargo seguía de cerca los sucesos, pero no entró aún. El motivo se desveló pronto, pues un tercer huargo se asomó en lo alto del risco.

Turno 4

-¡Acabemos con él!, instó Acero Rojo. Apuntó y disparó a bocajarro al animal aturdido. Y esta vez notó que el proyectil salió con fuerza de su arco compuesto. Nada más soltar la flecha, su mano buscó en el carcaj. Había visto de reojo que llegaba un tercer huargo. -¡Rematadlo compañeros! ¡Vienen más!
 

Turno 4

Eben atacó con fiereza a la bestia aturdida tras conseguir desenredar la lanza de su ropa.

- Hay dos más, esto se pone feo... - comentó lo obvio

Turno 4

El animal estaba herido y era la oportunidad de acabar con él antes de que sus compañeros se le unieran. Si uno les daba tantos problemas, ¿acaso podrían enfrentarse a todos?

Ferrim no quiso pararse a comprobarlo y volvió a levantar al viejo Hakk.

Turno 4 - Resolución (parte I)

Los tres atacaron al huargo con todas sus fuerzas. Primero, la flecha de Acero Rojo esta vez sí impactó con letal precisión en la pata delantera de la criatura. Comenzó a sangrar, y aulló de dolor. La lanza de Eben causó una profunda herida en el costado y finalmente el martillo de Ferrim también le hizo daño contundente. 

Entre todos, habían logrado inhabilitar al huargo y dejarlo malherido. Pero no hubo celebración ni gritos de alegría, pues el enemigo era solo el primero de tres, y les había costado muchísimo derrotarlo. Ahora se enfrentaban a otros dos ...

De repente, escucharon voces desde lo alto de la colina. Voces, y cascos de jinetes... Llegaban dos hombres a toda velocidad cargando hacia los huargos.

-¡Garan Gwalorn! ¡por Echorion!

¡preparaos para morir criaturas infernales!

Gritaba uno, y el otro siguió:

-¡GAARAAAN GWALOOORN!

¡¡ACERO Y MUERTE!!