-Para esta tarea, necesitaremos muchos obreros profesionales y también trabajadores sin formación. Nosotros hemos podido reunir ochenta trabajadores de piedra, sesenta de ladrillo y unos treinta de madera. El grueso del trabajo es de piedra, que además es el oficio mejor pagado. Hablando con Curudae, hemos aumentado al máximo el número de trabajadores de madera y ladrillo para reducir costes. Esto en cuanto a los obreros profesionales. Son buenos, y servirán de maestros para los trabajadores que se irán incorporando. La relación es de tres trabajadores por cada obrero profesional, salvo en madera ya que no nos hacen falta tantos. Por lo tanto, estamos contando con unos 240 trabajadores para ayudar en el trabajo de piedra, unos 180 para el de ladrillo y unos 60 para la madera. Además nos harán falta algunos artesanos, principalmente carpinteros y herreros. ¿Es cierto que el objetivo es que muchos de estos trabajadores se queden después a vivir y trabajar en el territorio?
-¿Cómo se imagina la entrada? ¿Un puente de piedra con un arco? Las murallas que rodean el castillo tendrán una primera entrada, y por lo tanto habrá un patio alrededor del castillo principal. Allí habrá barracones y, según entiendo, la academia. ¿O la academia va también dentro del castillo?
Hizo algunos dibujos en el papel.
-Un puente de piedra con un arco para la entrada sería precioso… la verdad es que habeís percibido mi sueño con total nitidez y eso me alegra… curudae no podría haber elegido mejores constructores… la academia se situaría en una estructura dentro del recinto del castillo pero debería seguir la línea del castillo. Nada debe desentonar… me gustaría que a la entrada de academia hubiera una inscripción que debería decir así; “SIKIL KALUVA TIELYANNA” que significa “La Luz iluminará tu camino”…
-Ciertamente sí, la idea es que gran parte de la gente que trabaje en el nacimiento de Sil Auresse es que se quede allí y digo quien quiera
La elfa los miró a todos…
-Aún queda mucho para que el proyecto se asemeje a tu sueño, Dama Ayla, dijo Carumirë, -pero es un buen comienzo. Antes de que se me olvide, se me ha ocurrido conseguir más verticalidad uniendo partes de la primera y segunda planta. Un salón de dos plantas de altura, con un puente o balcones o pasillos en la segunda planta, con vistas al salón. Luz entrando desde arriba… Lo iremos pensando, Ayla.
A continuación hablaron de las condiciones que aún quedan por aclarar, que en ningún caso serán impedimento para poner en marcha el proyecto. Se acordó dejar una fianza del pago de seis meses de sueldo de los obreros y de los arquitectos. Se dejó abierto de momento el tema del premio por terminar, pero era algo que consideran necesario. En todo caso, rondaría unas 200 monedas de oro, que no estaban contemplados en el presupuesto. La jornada se establecía en 6 días semanales.
La fuerza de trabajo se dividía en:
Trabajadores (no profesionales)
240 de piedra => 8 monedas de cobre/día
180 de ladrillo => 5,6 monedas de cobre/día
60 de madera => 3,3 monedas de cobre/día
Estos casi quinientos trabajadores aún no estaban, pero en los tiempos que corrían no será tan difícil conseguirlos de la ciudad de las chabolas de Tharbad, o mejor, en Metraith. El objetivo era tratar que fueran buenos y que tuvieran interés en aprender un oficio y luego quedarse en Sil Auresse.
Luego estaban los obreros profesionales. Los traían los arquitectos:
80 de piedra => 10 monedas de cobre/día
60 de ladrillo => 6,6 monedas de cobre/día
30 de madera => 3,8 monedas de cobre/día
Los honorarios mensuales de los tres arquitectos estaban de acuerdo a sus conocimientos y habilidades. En oro, seis mensuales para Carumirë, tres para Ceirin y 2,4 para Domar.
-En la construcción de un castillo, continuó Domar, -hay diversos oficios. En primer lugar, los canteros, divididos en tres grupos: Maestro cantero, luego los canteros expertos para cortar la piedra en la forma requerida, y finalmente los aprendices de cantero, que serían los trabajadores no profesionales. Otro oficio fundamental es el de herrero..
-He contratado a un buen herrero, comentó Curudae.
-Bien, necesitaremos más. Pero un maestro herrero es un buen paso, tendrá que trabajar mucho y enseñar a otros. Y hacer sobre todo clavos. Miles de clavos. Ya veremos si también debemos montar una serrería.
Continuó Ceirin: -debemos dividir el trabajo en varios grupos. Carumirë sería el encargado del castillo principal. Yo me encargo del edificio del mercado y la academia la diseñaremos juntos. Domar debe empezar por buscar canteras para las piedras. Debemos conseguir que una gran parte de las piedras del castillo provengan de sus cercanías. Las transportaremos con carros tirados por bueyes. No todas las piedras sirven para los muros del castillo, pero según entendemos la zona está bien abastecida en este aspecto.
Ya era pasada medianoche cuando los tres arquitectos empezaron a recoger sus cosas. -Como previsión inicial, dijo Ceirin, -nuestra propuesta incluiría lo siguiente, dijo mientras Curudae lo anotaba:
-Esto es lo que tenemos en este momento. ¿Falta algo?, preguntó Ceirin.
-Bueno, está el tema de los molinos. Pero tengo personas para construirlas, no tenéis que involucraros en eso, dijo Curudae.
-Entonces, a falta de concretar los detalles, quedamos en el listado anterior. El coste aproximado de toda la construcción son…3900 monedas de oro por los edificios. Esto considerando que las dos construcciones principales están medio en condiciones, faltaría darle los toques necesarios para una nueva imagen. Ah, y 144,48 monedas de oro mensuales durante 18 meses de sueldo para los obreros. Más el premio por fin de obra. Un total de… 6700 monedas de oro. Esto sin contar el tema de los subterráneos, que falta estudiar el subsuelo y definir qué se quiere hacer. ¿Aceptáis?
-De nuestra parte sí, dijo Curudae sin rechistar. -Es un precio justo, y somos afortunados de teneros a nuestro servicio. Pero recordad que la mayor parte de ese dinero debe venir de la propia Sil Auresse, de sus gentes y de sus artesanos. Vuestra obra debe inspirarlos. Y quizá, llegado el momento, queráis quedaros a vivir en Sil Auresse. Nunca se sabe…Ah, por cierto, partimos a Sil Auresse mañana por la tarde. Debéis reunir a vuestros hombres de confianza, estaréis en la avanzadilla. El grueso de los trabajadores, materiales, carros, provisiones y lo demás llegará después.
Se dio por concluida la reunión a falta de que Ayla pusiera su firma en el documento previo de la construcción que había redactado Curudae.
Ayla cogió la pluma mientras los miró a todos y susurró: -la primera piedra de Sil Auresse...
Se despidió de todos y le dio un abrazo a Curudae emocionada.
Tras despedirse de los arquitectos, Curudae y Ayla se quedaron un rato en silencio. El abrazo de agradecimiento de Ayla le había incomodado en cierta medida, pero se lo agradeció.
-Se ha hecho tarde, Ayla. Ha sido un día muy intenso. Descansa un poco, mañana preparamos nuestra partida de Tharbad…
Ayla se retió a su cuarto para meditar y recuperar fuerzas. Cada vez tenía más claro de lo mucho que quedaba por hacer, y eso que aún no habían llegado a Sil Auresse.