Partida Rol por web

Ayla fue a buscar a Súlkano, el más poderoso de los noldor de Amon Lind.

Ayla bajó hasta el tercer subnivel, por debajo de sus aposentos. Era la primera vez que visitaba esta parte de Amon Lind. Los guardias noldor que había por toda la residencia le dejaban pasar aunque no iba acompañada. Ya le consideran una más de los lugareños.

Ella bajó por las escaleras a una especie de sala de juegos, con una serie de agujeros con aspecto peligroso por todo el suelo. Las paredes, el techo y el suelo eran de metal pulido para poder disfrutar de diversos juegos atléticos y físicos. También se usaba a veces para representaciones teatrales, Ayla dedujo por los diferentes montajes de escenarios que se podían ver. La puerta doble a su derecha estaba vigilada por dos guardias, que le indicaron que los aposentos de Súlkano estaban al sur. Al pasar entre los agujeros, no alcanzaba ver el fondo, pero el aire frío que subía le dio entender que daban al exterior, y por lo tanto la caída sería eterna y mortal. Cruzó una especie de balcón [7] y bajó y tocó la puerta que había No hubo respuesta, pero no estaba cerrada. Ayla entró y abrió también la siguiente puerta. Lo que vio al pasar eran unas escaleras que descendían unos 10 metros por debajo del nivel de Amon Lind. Había sillones y mesas de metal plateado brillante, con colores de azul y blanco. En algunas mesas había modelos de barcos en miniatura, así como el famoso halcón artificial de Súlkano. Él estaba de espaldas, trabajando con el torso desnudo. Le había oído entrar, pero no se detuvo.

Ayla esperó con paciencia a que terminara, y le escuchó maldecir en quenya un fallo. Dejó caer sus herramientas al suelo, y de repente tanto las escaleras como el suelo ¡desparecieron! De forma involuntaria, Ayla gritó al pensar que se iba a caer. Pero sin embargo se quedó flotando en el aire.

Súlkano se giró y avanza hacia ella.

El noldo extendió sus manos.

-No temas, Ayla. Sólo es una ilusión de vuelo. Le acompañó al centro de la habitación, mirándole fijamente a los ojos. Lentamente Ayla miró abajo, y pudo ver las Montañas Nubladas a sus pies, bañadas en la luz de las estrellas. Era una sensación como de estar volando. No entendía cómo alguien podía vivir así. Parecía que el suelo y las escaleras se convertían en invisibles.

-Me ayuda a relajarme, a entender quién soy… cómo soy. El Aire no es elemento más poderoso, pero es con el que me identifico. Me habla. Como la Luz te habla a ti. Por eso podemos llegar a ser poderosos.

-Hola Sulkano, dijo Ayla después de recobrar el aliento, -quiero darte las gracias por haber intercedido por mi, sin tu ayuda no habría existido consenso y ahora estaría sola, ante algo que a mi se me queda grande... Gracias.

-No me lo tienes que agradecer, era lo justo. Todos debemos convertirnos en la persona que hemos nacido a ser, y no debemos interponernos en tu camino.

-Pero además quería comentarte una cosa... Me estáis ayudando mucho, es más de  lo que nadie ha hecho por mi trayectoria y jamás sabré como agradeceroslo, estais poniendo todos vuestros esfuerzos, conocimientos y esperanza en mí, casi se podría decir que voy a ser "vuestra obra" aunque para Helkama acabaré siendolo en sentido literal, añadió y sonrió.

-Eres como una brisa de aire fresco que nos anima a todos. Haces volar nuestro espíritu, porque realmente sientes lo que dices. Nosotros no somos un espejo donde debes mirarte, sino un aviso de lo que no debes hacer, en lo que no debes convertirte. Usas el amor que sientes por los humanos para convertirte en la persona que quieres ser, como si fuera la fuerza que te da alas.

-Le he hecho antes la misma pregunta a Helkama, pero quien debe decidirlo eres tú. Resulta que Zelene tuvo un objeto que la identificó y de hecho parte de su fëa está en él, y ambos se complementan creando a la Guardiana de la Luz que fue Zelene, pero es eso, Hilde Sikelion es de Zelene, es Zelene en sí, y cuando vuelva, este anillo debe volver a ella. Sé además que Hilde Sikelion tiene mucho más poder del que me muestra, lo intuyo, y que solo muestra un reflejo de lo que realmente es, y solo so podrá mostrar en su pleno esplendor cuando esté con su "otra mitad" que es Zelene. He aquí mi pregunta, ¿se podría hacer lo mismo conmigo? Tengo materiales que podrían ser interesantes. Pero lo que faltaría es añadirle un vínculo, como lo estaban Zelene e Hilde Sikelion.  Así nacería una nueva plena Guardiana de la Luz...

-¿Cuándo vuelva Zelene?... Allí está tu dilema, aún no resuelta. He oído hablar de la Profecía, pero no somos muy dados a creer en ese tipo de cosas. La vuelta de Zelene… Su reencarnación en ti, Ayla, parece que no se ha producido. Porque tú has elegido un camino parecido, sí, pero diferente en su esencia. Porque tú eres Ayla, no Zelene. Según el Decreto de Finwë y Míriel, dictado por los Valar ante el caso singular del padre de Fëanor, dice que el que resucita es la misma persona que el que murió. El propósito de la gracia de renacimiento es enderezar la interrupción innatural de la continuidad de la vida, y ninguno de los Muertos puede renacer a no ser que desee retomar su vida anterior y continuarla. En verdad no pueden escapar de ella, pues los renacidos no tardan en recuperar la memoria de todo su pasado. Ahora bien, no sabemos qué le pasó a Zelene. No sé dónde se encuentra su fëa, ni cómo murió. Puedo contarte algunas cosas de cómo vivió, de cómo luchó, de cómo amó…

-Hasta que no resuelvas el destino de Zelene, el tuyo, y el de Hilde Sikelion, no veo cómo puedes entregar parte de tu fëa… Tu espíritu aún no está definido del todo, aún no estás preparada. De momento Hilde Sikelion es la Luz que te guía.

-Conocí a Zelene en Eregion. Nació en la Tierra Media, como yo, después de la llegada de los Noldor desde las Tierras Imperecederas. En aquel entonces, los chamanes de los pueblos bárbaros empezaron a entrever qué maldición y qué condena traíamos. Las visiones de cataclismos y guerras futuras se sucedían, y se mezclaban con la idea del regreso de la Oscuridad. Pero los noldor también trajimos la Luz. Los primeros habían visto la Luz de los Árboles, capturada en los silmarillion. Aunque muchos se desviaron en el camino, unos pocos seguían esa senda. Y la más poderosa de ellos, sin duda, era Galadriel, la Dama de la Luz, y uno de los seres más poderosos de Arda. Entre los seguidores de la Luz, había un grupo denominado “los Guardianes”. Zelene era una de ellos, posiblemente de las más poderosas. Después me he enterado que en alguna de sus misiones había conocido a Landor, un elfo quien se había enamorado perdidamente de ella, y sus destinos se quedaron unidos de alguna forma.

-Por lo tanto hubo profecías oscuras, textos inconexos hablando de la llegada de una nueva oscuridad y destrucción. No obstante, Galadriel pudo también ver cosas del futuro, y del pasado. Y de sus visiones se creó con el tiempo un cuerpo de texto conocido como “las Profecías de la Luz”. Estos pergaminos, escasos y muy discontinuos, pero más adelante confundieron a los seguidores del Culto al Dragón.

-Pasaron siglos, se crearon reinos y ciudades, que sucumbieron en las interminables guerras. Luego construimos Eregion, y Ost-in-Edhil. Se presentó Annatar como enviado de los Valar, y le abrimos nuestras puertas, y nos enseñó muchas cosas, quizá demasiadas. Galadriel intuía un peligro inminente en la forma de Annatar, quien residía a Ost in Edhil para trabajar con los célebres orfebres. Gil Galad ya lo había rechazado en Lindon, temiendo que tenía otros propósitos.

-Sé que en Eregion se creó en secreto el objeto conocido como el Orbe Negro. Es una especie de portal que envía el poder al abismo donde se encuentra un maia muy poderoso… el denominado Señor de los Dragones. También permite a éste canalizar su poder a este mundo. El orbe fue creado por un noldo renegado con quien me enfrenté, y por un devoto del culto de los dragones, con la ayuda de Attanar.

-Temiendo lo peor, Galadriel abandonó Ost in Edhil y convocó a sus más fieles seguidores del grupo conocido como “Guardianes de la Luz”. Eran un grupo de devotos que, aunque no conocían directamente a Galadriel, se habían dedicado su vida para luchar contra seres de las Sombras: espíritus y otros fäerie. Entre ellos estaba Zelene, que recientemente había recibido un anillo de compromiso de su amor Landor, quien llevaba esperando pacientemente que ella terminara su servicio a la Luz. Sin embargo, el Destino quiso que ella recibiera la bendición de Galadriel, y no pudo rechazar. Quiso devolver el anillo a Landor, pero éste le dijo que se lo quedara.

-Averigüé más sobre Hilde Sikelion tras nuestro anterior encuentro. Landor, desde su primer encuentro, había estado escribiendo páginas y páginas de canciones, poemas y alabanzas al amor que sentía por ella. Un amor como pocos se han visto en la Tierra Media. Un amor que iba a tener un final trágico.

-El anillo, símbolo de un sacrificio extraordinario, fue requerido por los Guardianes para hacer un ritual, donde se inyectaba el poder de la Luz pura en este objeto. Sin embargo, este poder se mezcló con las lágrimas de dolor de Zelene antes de cerrarse la joya. Esta Luz pura… según los textos que he podido consultar, no es otra que “Sikil”, la forma Elemental de la Luz. El anillo de Zelene, rebautizado como Hilde Sikelion, contrarrestaba los poderes del Orbe en parte, pero una parte del alma de Zelene se quedó atrapada.

-El resto de la historia creo que ya la conoces en parte. Muchos años antes de que Annatar revelara su identidad, un pequeño grupo fundamos la ciudadela de Amon Lind, pero no sin antes descubrir lo que estaban haciendo con el Orbe Negro en Ost-in-Edhil. Esto les impidió terminar su gran obra… Poco después sucedió la gran guerra de Sauron contra los Elfos, y el ataque a Eregion. Zelene estuvo defendiendo a Ost-in-Edhil.

-Tras la victoria de Sauron, Zelene huyó hasta encontrar refugio aquí Amon Lind. El Orbe sólo pudo conseguir parte de su propósito… El devoto llevaba el orbe, y a través de él pudo proyectar una manifestación del enorme maia en forma de dragón… Sólo un reflejo, pero aún así muy peligroso. Este maia ayudó en la destrucción de Eregion, y juró vengarse de de los supervivientes de Amon Lind, que se habían opuesto y advertido de los peligros.

-Este devoto cuyo nombre se perdió en la bruma de la historia era el primer Cazador Oscuro. Mezclaban la Canalización maligna con poderes de hechicero y brujo. Tras la destrucción de Eregion, se escondió largo tiempo. Empezó a entrenar a nuevos discípulos, y fundó el culto al dragón. Creó una orden de Cazadores Oscuros para ayudarle en su venganza. Porque su amo aún seguía atrapado en el Otro Mundo.

-Durante los siguientes años, el Culto al Dragón concentró sus ataques en Amon Lind. Hasta consiguió convocar algún dragón para ayudar. Pero eso requería mucho poder, canalizado a través del Orbe. Y nosotros eramos fuertes, y con la ayuda de Zelene más. Perdimos muchos compañeros, pero tras muchas décadas de guerras, por fin se consiguió vencer al Culto al Dragón, y su líder fue atrapado. No obstante, el Orbe no se pudo hallar. El líder ahora era un anciano, débil de cuerpo. Pero en su interior aguardaba un odio increíble. Debía ser juzgado, ya que a pesar de todo era de Ost-in-Edhil.

-Se convocó un Consejo de señores elfos en un lugar secreto. Intuyendo el peligro que conllevaba el Orbe, se decidió cambiar la cárcel del maia-dragón que fue denominado “Kuldokar” o “Goth Kuldokar”. Ya que el Orbe se comunicaba directamente con el Mundo de las Sombras, decidieron atrapar el fëa del maia en un cuerpo mortal, débil, y que podía ser encarcelado en este mundo. En efecto, era una condena eterna. Pero para lograrlo, Zelene se tenía que adentrar en el Mundo de las Sombras y enfrentarse al maia. Ella era poderosa, pero también quería descansar junto a su amor, Landor. Habían pasado muchos siglos, muchas vidas, el sacrificio de ella había sido enorme. Acordaron que éste iba a ser su última misión. Ella dibujó símbolo de dos tríadas superpuestas, y se adentró en el Mundo de las Sombras.

-Poco se sabe de lo que sucedió allí, pero ella consiguió engañar a Kuldokar y cuando éste vio una apertura para entrar en este mundo, no lo dudó. Y se quedó atrapado en un cuerpo débil, enfermo, catatónico…

-Pero Zelene se quedó en el Mundo de las Sombras, sin posibilidad de regresar. El poder del maia Kuldokar era superior a ella, y aunque victoriosa, su espíritu estaba agotado. El cuerpo de Zelene parecía estar en coma, seguía dentro del círculo que ella misma había dibujado.

-Muchos siglos más tarde me enteré de que, tras la Guerra de la Última Alianza, Landor por fin se reunió de nuevo con su amada, aunque ésta no parecía responder. Llevaba consigo un gran libro encuadernado, lleno de canciones y declaraciones de amor. La historia de toda una vida dedicada a esperar algo increíble, pero a la vez imposible. Entristecido y furioso, ya que de nuevo le habían impedido estar con ella, maldijo a todos los dioses y juró que dejaría de amarla para no sufrir este tormento durante tantos siglos. Dejó su libro en el suelo. Y se fue. Poco más sabemos de lo que sucedió después… Aunque se dice que Zelene se despertó de aquel letargo sólo para morir asesinada poco después. No lo sé, todo está mezclado y difuso.

-Y ahora tú, Ayla, te enfrentas a este problema ancestral. El Cazador Oscuro, con otro nombre, tiene el Orbe, y Goth Kuldokar está absorbiendo poder. Será sin duda la última obra de Zelene, porque así estaba escrito. Terminar lo que en aquella ocasión no se pudo. Pero ¿dónde entra Ayla en todo eso? Tendrás que encontrar tu propia voz, tu propia fuerza… Tu propia Luz. Y en busca de esa fuerza acudes a mí, para que te prepare un objeto para sustituir al que ya no sientes como tuyo.

-Primero debes culminar lo que has empezado, terminar tu adiestramiento y enfrentarte al mal que te espera, que os espera a Hilde Sikelion y a ti. La fuerza de ese anillo no podrá ser superada por nada que podamos hacer aquí en Amon Lind. Y cuando todo esté terminado, si aún lo deseas, podrás regresar a Amon Lind. Déjame todos los materiales que tengas, y llegado el momento regresarás…

No había más que añadir, de momento. Una vez haya finalizado la conversación, Ayla se fue a ver a Moranar.