Arkyn se interpuso entre la torre y Caäniza al tiempo que se esforzaba por localizar el origen de la voz.
- Mi nombre es Arkyn, bardo itinerante, y voy de paso hacia el sur. ¿Quién lo pregunta? - contestó mientras le hacía señas a la chica para que se escondiera.
Motivo: Observación
Tirada: 1d100
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Durante el día observó las cercanías del camino por si alguna flor o planta le llamará la atención, si algúna le llamaba la atención la cogía y la examinaba. Escuchar en silencio el silbar del bardo se estaba convirtiendo en un pasatiempos de lo mas agradable. Y a ratos cuando este no estaba cerca la niña juntaba sus labios y intentaba silbar pero solo conseguía expulsar babas pulverizadas, el hurón observaba el extraño comportamiento de la niña y alguna ducha se llevó por curioso.
Al oír el grito de alto, a Caäniza le sobresalto, ya hacía un buen rato que había dejado de buscar entre la maleza y andaba con Arkyn. Instintivamente se situó detrás de Arkyn el que con el brazo la termino de empujar para poner a cubierto. El hurón que hacía un rato que no asomaba la cabeza del zurrón salió al oír esa voz y asomo el morro olfateando. Nerviosa por lo que pudiera pasar detrás del Bardo la niña coge el arco y coloca una flecha en la cuerda sin tensar el arco, pero eso la hacía estar mas tranquila, o no.
Motivo: forrajeo
Tirada: 1d100
Resultado: 78(+24)=102
Motivo: con plantas
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Un hombre ataviado con una sobrevesta de miliciano dio un paso al frente. Portaba una lanza, pero se la cambió de mano para sujetarla de forma más relajada en su mano izquierda. Su compañero, quien era el que había gritado, también asomó la cabeza desde la cobertura de las ruinas. - Saludos. Somos guardias de la aldea de Gamuthill, disculpas si os hemos asustado, dijo y miraba nervioso a ambos lados del camino. -Hay que extremar las precauciones.
Gamuthill era quizá la única aldea que seguía en pie en las Quebradas, recordaba Arkyn. Poco más que unas granjas junto a una posada y unos establos, pero suficiente para parar a descansar.
La búsqueda de hierbas por parte de Caäniza no había tenido éxito, principalmente por no las prisas y por no poder explorar una zona más amplia algo más lejos del camino.
- ¿Queréis pasar la noche en la posada?, preguntó el guardia.
Motivo: reaccion
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Resultado: 54
Motivo: Con. Regional Cardolan (Arkyn)
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Estupendo, un lugar caliente, con comida caliente y con camas secas. En las palabras de la niña se notaba el cansancio acumulado de tanto caminar y su tono pareció un ruego, mientras tiraba de la manga de Arkyn. El hurón como era de costumbre se acerco como si de un sabueso se tratara a olisquear las botas de aquellos hombres.
Arkyn se giró hacia la chica y sonrió moviendo la cabeza afirmativamente.
- Vale, yo también quiero una buena cena y algo de vino.
Después, girándose hacia los guardias, alzó la voz.
- Nos gustaría mucho, sí. ¿Hacia dónde tenemos que ir? Hemos visto rastros de lobos y no sabemos si corremos peligro por estas tierras.
-Acompañadme, decía el guardia y gesticulaba con la mano hacia su derecha.Gamuthill no está lejos. Y así tenéis una cama caliente, y cena para llenar vuestros estómagos. Mi tía Gentrude estaba preparando una gran olla de sopa, y pan en el horno.
El miliciano tenía unos veinte años, y se mostraba encantado de tener visitas. - Mi nombre es Genswin, por cierto. Las tierras altas se están quedando abandonadas, y se están volviendo más salvajes. Las manadas de lobos aumentan, y se muestran más agresivos. Y no todos los lobos va a cuatro patas, también hay bandidos y malhechores que se ocultan en las colinas al este del camino. .
Miraba de reojo la caja que contenía el laúd de Arkyn, y su atuendo y equipo. -Viajáis con poca protección por unas tierras que no son seguras...
Gamuthill era una aldea muy pequeña, pero en los alrededores había esparcidas bastantes casas, y al terminar la jornada muchos pastores y otros lugareños acudían allí, y más ahora que se acercaban los festejos. Habían preparado alguna carpa sencilla, y sitio para hogueras y para asar cerdos u otros animales enteros. Arkyn la había visitado en alguna ocasión hace ya un tiempo.
Una vez dentro de la posada, les invitaron a sentarse en los bancos de una mesa alargada. A simple vista eran los únicos viajeros esta noche, y compartían mesa con unas doce personas de la familia de Gentrude. Era una mujer bajita, bastante mayor que entraba y salía sin parar de la cocina, y también servías jarras de cerveza a los lugareños que ocupaban algunas de las mesas redondas de la sala.
- Arkyn..., comenzó el joven Genswin saboreando el nombre mientras llenaba su cuenco con la sopa rebuscando disimuladamente las piezas de carne, creo que ya te he visto antes. Hace ya mucho tiempo. Cuando yo era un niño. ¡Sí! Ahora recuerdo, ¡eres aquel bardo con la capa encantada de muchos colores! ¿No?
Motivo: fama(Arkyn)
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El hallazgo era de lo más oportuno y las palabras de que podrían necesitar ser un grupo más numeroso para seguir el camino hicieron que los dos hablarán de la posibilidad de esperar algún grupo que siguiera su mismo camino para id algo más protegidos, no por que el bardo no fuera capaz, sino más por la regla de que un numero pequeño es una presa fácil. No tardó Caäniza en unirse a los niños y más jovenes de esa familia, por supuesto el hurón causo furor en esos pequeños que le perseguían y este se escabullía entre las patas de las sillas, con cuidado de no ser pisado y esperando que algún trozo de comida cayera de la mesa. Durante la cena la joven comentó a los lugareños su destino y preguntó si sabían de mas gente que fura a id en esos días. Llegado el momento que se le preguntó por sus aspiraciones y al describirse como a una curandera, ofreció sus servicios, pues esa era la manera de agradecer la hospitalidad con la que la habían tratado, si unas hierbas para un mal de estomago o un ungüento para una quemadura podían aligerar el sufrimiento de aquellas personas, eso hacía dignificar a Caäniza que entonces se sentía útil.
Caäniza les habló de la aldea de Sil Auressë, y los motivos que les llevaban a buscar aquel sitio. A principio a los lugareños de Gamuthill no les decía nada el nombre, pero les aconsejaban seguir el viaje hasta Metraith por el camino. Metraith era un punto de encuentro de caravanas y viajeros de todo tipo. El camino desde Gamuthill a Metraith era seguro, y una vez allí era preferible no entrar si se podía evitar, avisaba Gentrude mientras agitaba el dedo y hacia muecas con la cara.
Mientras Caäniza escuchaba y atendía los problemas de los presentes, les preparaban una cómoda habitación de dos camas individuales con sábanas limpias.
Motivo: SilAuresse
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Motivo: Obra
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Bien, pasaremos esta noche aquí le comentaba a su hurón y si te parece bien mañana podremos proseguir el viaje, las consignas eran claras, bajar hasta Metraith sin desviarse y una vez llegados allí no adentrarse en Metraith, a partir de allí puede que encontraramos a más gente que compartan nuestro destino el de Sil Auressë y aumentaríamos así nuestra escolta. Ahora a parte del pequeño compañero, procuraba que su pequeño tesoro no sufriera daños, y que sus raíces estuvieran algo húmedas, quizás fueran imaginaciones suyas pero el pequeño hurón parecía menos agitado desde que compartía estancia con aquella planta.
Arkyn sonrió, orgulloso de que se acordaran de su actuación. Al principio se mantuvo callado, como un viajero más, pero una vez que hubo llenado su estómago con la sopa y un par de copas de vino se le desató la lengua y se mostró muy locuaz, interesándose por las últimas noticias, tanto del pueblo como de los alrededores. Charló con niños y mayores, alabó la experiencia de la cocinera y compartió rumores sobre Bree y el camino del norte.
Una vez que la cena hubo terminado el bardo llenó su pipa y se relajó junto a la chimenea durante una hora, durante la cual se interesó por la política local y acerca de lo que sabían aquí sobre las facciones en Metraith.
Pasado ese tiempo decidió compensar la generosidad de Gentrude y su familia. Sacó de su petate su capa de trovador, hecha con multitud de retales de todos los colores posibles y se la puso. Después se acomodó en la silla y sacó su laud. Tras unos acordes de prueba para afinarlo, Arkyn comenzó a cantar varias canciones populares. Comenzó con La hija del molinero, Elaila, Ya se acaba el invierno y La cerveza de los enanos.
Una vez que la concurrencia estaba animada pidió permiso a Gentrude para seguir tocando y varió el repertorio. Cantó Los tres caballeros y Volviendo al hogar. Y cuando les vio preparados entonó en sindarin la balada de Beren y Luthien.
Al acabar saludó con una reverencia y se excusó argumentando que al día siguiente tendrían que salir temprano.
Voy a cerrar esta escena, creo que ha servido su propósito de presentar a los dos personajes y conocerlos un poco mejor. Me ha gustado la interpretación y el estilo, gracias. Voy a abrir escenas nuevas para ambos ya en Sil Auressë, haciendo simplemente mención al viaje desde Gamuthill hasta allí pasando por las afueras de Metraith.
Salen de la escena: Arkyn y Caäniza
Siguiente escena en lectura por orden de escenas:
12.0.3. Recuerdos de Sil Auressë (flashback de Ayla)
La historia de Arkyn y de Caäniza sigue en: 12.2.1. La Fiesta de la Academia