Partida Rol por web

Helkama siguió con su instrucción bajo la atenta mirada de Súlkano: -el mago, como hemos dicho antes, maneja los seis elementos y sirve de nexo entre las dos tríadas. Esta flexibilidad tiene límites; los magos convencionales carecen del conocimiento especializado para manipular Material Elemental Superior. El elementalista trata con elementos más puros que el mago, especializándose en uno en particular. Esto significa que los elementos de su tríada acuden a él con más facilidad que los de la otra tríada. Sin embargo, esta falta de versatilidad se compensa con un elemento más puro. Un elementalista puede crear un elemento capaz de corromper cualquier materia con la que entre en contacto. Por este motivo este conocimiento es considerado tan peligroso. Hay quien piensa que no debemos tratar de manipular los elementos superiores, porque conlleva peligros aún superiores que los de la magia convencional.

-El elementalista, por lo tanto, manipula un elemento mucho más puro, y también se gana más versatilidad con el elemento de su especialidad, resumió Súlkano, y siguió: -debemos proceder a cambiar, a través de estas sesiones intensas, tus esquemas mentales, tu forma de practicar la magia. Aunque no va a ser un cambio brusco, ya que en el fondo llevas años andando este camino, preparándote. Eres una maga de la Luz. Ahora falta que seas una Elementalista de la Luz. Aprenderás cosas nuevas de tu elemento al que tienes afinidad. Te acercarás más a la forma verdadera de la Luz, pero te alejarás algo más de otros elementos.

En las siguientes sesiones, cada vez más intensas, le obligaban a inyectar cada su poder mágico para acercarse de forma intuitiva a los elementos superiores, aunque todavía sin concentrarse específicamente en la Luz.

-El Elementalista es un usuario puro de esencia, algo muy parecido a un mago. Pero mientras un mago trata con todos los elementos, el Elementalista trabaja con una tríada específica, concentrándose en una sola especialidad elemental, siguió Helkama. -Ahora vamos a practicar un poco más, y en unos días comenzarás con Moranar tu formación definitiva para especializarte en la Luz, si es el camino que quieres elegir. Ya te quedan pocas oportunidades para cambiarte de idea, ya que el cambio de tus esquemas mentales, cambio de profesión, es definitivo.

-¿Estás segura de lo que quieres hacer, Ayla?, le preguntó Súlkano.

-En la vida he estado tan segura...

Súlkano les dejó solos en la biblioteca, a donde también se acercaba Teletasarë cada cierto tiempo. Helkama le preparó rollos y rollos de pergaminos que Ayla estudiaba sin descanso. Esos pergaminos contenían el saber ancestral de los hechizos elementales. Listas completamente nuevas de hechizos se presentan ante ella.

-Cada elementalista tiene 6 listas como básicas, le explicó Helkama. -Hay tres que son comunes a todos los elementalistas, que son:

Invocaciones elementales

Desvíos elementales

Defensas elementales

-Con Moranar aprenderás estas listas, si así lo deseas. También las tres específicas de la Luz. Mi parte en tu adiestramiento está a punto de terminar, ha sido un honor enseñarte las bases de nuestra forma de entender la Magia y los Elementos.

-Espero que me haya expresado bien, y que te hayan servido estas simples guías. Que te sirvan como cimientos de lo que vas a aprender a partir de ahora. Repasa estos últimos pergaminos y libros, y mañana por la tarde debes acudir a los aposentos de Moranar. Esto es todo, querida Ayla. Para mí ha sido un placer, y si alguna vez quieres compensármelo, me es suficiente con que me hagas de modelo para una escultura.

Ayla recordó que Teletasarë le había comentado que la mayoría de las obras de laen que había en Amon Lind habían sido hechas por Helkama.

Ayla se sonrojó ante la idea de hacerme una escultura, y dijo: -Si así serías compensado, ¿cómo puedo negarte ese favor? Además me siento muy halagada y te agradecería que así lo hicieras Helkama...

-Otra cosa, Helkama. Estáis haciendo muchísimo por mí, pero he de pedirte una cosa más. Zelene tuvo un objeto que la identificó y de hecho parte de su fëa está en él, y ambos se complementan creando a la Guardiana de la Luz que fue Zelene, pero es eso, Hilde Sikelion es de Zelene, es Zelene en sí, y cuando vuelva, éste anillo debe volver a ella. He aquí mi pregunta, tengo una piedra de Laen de 4 Kg, podrías utilizar parte de esta piedra para poder hacer esa parte que me falta? Lleva mucho tiempo conmigo y está impregnada de mi fëa, pero lo que faltaría es añadirle un vínculo, como lo estaban Zelene e Hilde Sikelion. Así nacería una nueva plena Guardiana de la Luz... No has de contestarme ahora, consúltalo, y si decides aceptarlo dímelo

-Veo que has entendido que Hilde Sikelion está ligada al fëa de Zelene. Entiendo lo que me pides, pero conlleva más cosas. El laen en sí no está impregnado de tu alma, solamente lo que podamos hacer con él. Tendrías que sacrificar parte de tu poder para crear un objeto. Lo consultaré, y lo meditaré. También creo que debes hablar con Súlkano de esto, llegado el momento. Porque se trata, en definitiva, de definirte, de determinar quién eres… Y quizá debes convertirte en Guardiana de la Luz antes de proyectar tu ser en un objeto tan determinante. Él te podrá guiar mejor que yo en este tema.

-Gracias por tu ofrecimiento, cuando termines tu adiestramiento, lo haremos.

-Aprovecha y descansa un poco, termina de repasar lo que te he dejado, y luego acudes a Moranar. Si te sientes con ganas, puedes tratar de hablar con Súlkano antes, aunque si no te recibe no te lo tomes mal, a veces se encierra en su estudio durante días sin atender a nadie. Está preparando una gran obra, que según entiendo le falta ya poco.

Después de haber hablado con Helkama, Ayla repasó un poco lo que le había explicado y después se fue a descansar un poco. Para ello se fue a las cuadras y a ver a Undume, confiando en que el caballo aún se acordaría de ella.

Encontró al caballo élfico en las cuadras [8] ubicadas al este del Gran Salón en la planta principal de Amon Lind.

Ayla acarició a Undumë, lo limpió un poco y le susurró al oído. Undume le reconoció y escuchó mientras Ayla le susurraba cosas. Le miró con sus profundos ojos oscuros, llenos de compasión y empatía. Un animal noble y orgulloso, más compañero que siervo. Muy inteligente, y le aceptó como compañera. Mientras los demás caballos descansaban, Ayla pasó un rato agradable con Undume. Cuando se dio cuenta, era ya pasada medianoche. Escuchó ruidos en el Gran Salón, y entró a ver. Estaban Lalaith, Fëamire y Teletasarë. Decidió ir a buscar a Súlkano para pedirle audiencia, por si se la concedía.