Partida Rol por web

Finduilas se encontraba de espaldas a la puerta cuando entró Norión en la pequeña sala de lectura adjunta a la biblioteca. Mas no cabía duda de que ella ya había percibido su presencia. La sala era la misma que Norión había utilizado de forma asidua. La misma donde había conversado con Caäniza, con Arkyn y con Girion sobre sus planes. No hacía mucho de eso, pero parecía muy lejano. La fiesta de la Academia, la poesía, el arte, las clases… Ahora, lo que quedaba era el enfrentamiento con la oscuridad. Y entonces comprendió algo. En aquel entonces, en ese “otro Sil Auressë”, Finduilas no tenía cabida. No había lugar para ella. Su presencia tan solo servía como recordatorio de todo lo que Cardolan quería dejar atrás. Eso si no resultara peligrosa de por sí. Porque del tiempo que manejaba los destinos de los poderosos de este reino condenado, tan solo le quedaban sus enemigos. En la situación que Norión encontró a su llegada, la presencia de Finduilas resultaba extraña. Pero ahora, a medida que los acontecimientos los habían llevado hasta el mismo borde del terrible Abismo, cuando la noche más oscura se cernía sobre la débil luz de este lugar… En este mundo, la presencia de hechicera de Dol Caladir podía marcar la diferencia entre la muerte y el olvido, o una débil esperanza.

–El enemigo actúa de forma apresurada. Se le acaba el tiempo. Y a nosotros también. Ayla estaba en lo cierto, dijo ensimismada. –Ha llegado la hora. Algo terrible está a punto de suceder, y puede que destruir ese monolito sea nuestra única baza en este momento. Un extraño fuego aparecía en sus ojos de vez cuando al hablar. Una intensidad contenida, peligrosa e imprevisible, frágil e intensa. -Eso, y mantener a salvo a la niña. ¿Cómo ha ido con el montaraz?

La presencia de la hechicera lo conmovía, estar a solas con ella hacía que una extraña energía lo invadiera. Se decía a sí mismo que era la presencia de alta concentración de esencia, se repetía que era un modo de mantenerlo alerta ante la imprevisible conducta de esta mujer, pero un instinto mas antiguo que su fe le decía otra cosa, uno contenido y desterrado de sus días. Silencio su cuerpo una vez mas, como lo hacía con el constante dolor que le causaba su pierna.

- He descubierto algunas cosas, Sir está en un profundo sueño y se aferra a la vida a través de una piedra muy especial. Por lo que pude notar canaliza la esencia en cualquiera de sus formas, y la conecta de algún modo con un guardián elfo que se ha presentado a Denelloth en sueños- se preguntaba si no iba demasiado rápido, pero prosiguió, la inteligencia de esa dama no lo había defraudado nunca - El montaraz y la niña comparten una unión mental, y al parecer el elfo tiene otra piedra que es complemento de esta y están vinculados de algún modo. El guardian hablaba en Quenya y dijo unas palabras que me recuerdan a Yavanna de algún modo, mencionó a Enila pero ese nombre aún no me dice nada-

Se acercó a la mesa donde Finduilas estaba leyendo y esbozando notas y símbolos -Y usted avanzó con el monolito? Yo prefería no destruirlo, le parece inevitable?- 

-Ayla no averiguó lo suficiente de esa niña, dijo en un tono casi de reproche. -Y ahora debemos protegerla. Sospecho que ella sea de alta cuna. Tiene las facciones de la nobleza, incluso sus poderes de premonición recuerdan a las bendiciones de los númenoreanos, y seguramente su sangre sea muy pura. Esa carga la conozco.

Se hizo el silencio en ese momento. Ella, la princesa de Dol Caladir, podía trazar su linaje hasta los tiempos de Arnor, e incluso más allá. Por sus venas corría sangre real. El origen de su poder, y al mismo tiempo su gran carga y maldición. Enfrente tenía a un dúnadan que había dedicado toda su vida a proteger las tumbas de los reyes de antaño. A su manera, ambos trataban de convertir en eterno y duradero un pasado que a pocos ya les importaba. Excepto al enemigo.

-A través de la niña, pueden lograr sus objetivos. Hay rituales oscuros que exigen un sacrificio, y si es un ritual de sangre, puede que se necesite sangre pura e inocente. Lo que nos lleva al monolito. Y a la urgencia de todo esto. Todo indica que el momento del ritual está próximo... Es una fecha señalada, una promesa de la oscuridad, que aún desconocemos. Pero tal vez podamos averiguarlo.

Finduilas suspiró. No se había planteado aún qué camino tomar en cuanto al ancestral lugar sagrado. Tal vez nunca llegarían a tener elección. -Destruir algo por no comprenderlo no es sensato. Estoy pensando más en bloquear ese foco de poder, o tal vez limitarlo con alguna runa. 

Norión asentía en silencio, tratando de acomodar todas las ideas en su cabeza. Un guardián, una piedra, el monolito, un ritual, Ronniach, Gothdust, la niña. Ver a la hechicera compenetrada en su labor le daba confianza, hasta podría decirse que una efímera esperanza se imponía. No todo lo que escuchaba tenía sentido para él.

- Lady Finduilas, yo asociaba al monolito con las fuerzas que promueven el caos, pero no pensaba que tenía que ver con el sacrificio, por el contrario, creí entender que el momento final sería en las ruinas de Ronniach, pero veo que no es esa vuestra interpretación, como ve usted los acontecimientos por venir?- trataba de poner las piezas en el tablero, pero algunas no estaban en el lugar adecuado.

-En cuanto al monolito, adhiero en que es mejor usar una runa o un símbolo sagrado para bloquearlo o incluso revertir la polaridad de la energía que emana y lograr sanar la tierra. Por lo que sé esa energía primordial no es afín a los hombres, en especial a los Dúnedain, pero que es Cardolán hoy en día? Tal vez si otras criaturas participaran de la ceremonia...- no podía olvidar su cruce con Ferrim, si en algún momento pensó en pedirle ayuda en esa tarea, ya había descartado la idea completamente, pero había otra persona que podía ser de gran ayuda - Estaba pensando en el mediano, ese chico tiene un corazón puro, creo que con el símbolo apropiado y sus palabras, puede que esta tierra tenga un nuevo comienzo-

Inmediatamente se puso a dibujar los símbolos que recordaba de su tiempo en la orden, consciente que solo la inspiración de Namo iba a darle la claridad para elegir el adecuado.

-No quedan ni tan siquiera ruinas de lo que antaño fue Ronniach. Los escritos antiguos hablan de demonios-trol que arrasaron con todo en las guerras de la pasada edad. Ya entonces, el monolito estaba allí. Pero no era el único. Conectan los nodos ancestrales con los movimientos de los astros...

A continuación comenzó a mirar las runas que proponía Norión. No confiaba en absoluto en la utilidad de los medianos que le parecían más animales domésticos que personas. Pero prefería esperar antes de juzgar. Aún confiaba en poder contar con los conocimientos de los naugrim, o al menos con sus herramientas. En el pasado, los príncipes dúnedain de Cardolan siempre habían podido contar con la ayuda de los poderosos aliados bajo las montañas en los momentos de extrema necesidad. Mucho más que con los elfos, por ejemplo.

- Cuando dice que no era el único, eso podría implicar que el ritual podría realizarse en otros sitios? con los demás monolitos?- el rostro del sacerdote se ensombreció aún mas - Si están alineados con los astros tal vez sea posible ubicarlos, verdad? Creo que primero debemos anular este y luego nuestra prioridad será anular los siguientes, o la vida de Sir continuará corriendo riesgos- Gothdust y su ejército no se iban a dar por vencidos por adelantarse al ritual, tenía claro que buscaría otro medio de traer la era de oscuridad sobre todos.

- Símbolo o runa, debemos encontrar algo pronto. Los símbolos de canalización podrían ser apropiados por la naturaleza del monolito, pero tengo acceso solo a los mas básicos... Luz, Purificación, Calmar espíritu, Repeler demonios...tal vez combinados puedan lograr lo que buscamos, pero mis fuerzas solo alcanzan para deshacer alguno que Gothdust haya puesto sobre él pero no para impregnar mágicamente este efecto sobre la piedra. Había pensado en contar con la ayuda de los naugrim para grabarlos en la roca, Ferrim por ejemplo cuenta con un cincel de sus ancestros que podría marcar una piedra encantada y además tiene la habilidad para usarlo, pero no he logrado que se interese en colaborar. A veces creo que cada paso que avanzamos retrocedemos dos- las fuerzas de anamarta se agotaban, la oscuridad avanzaba implacable cada minuto y la necedad de las personas como Ferrim y Turbar hacían que ésta tuviese el camino despejado, eran solo un puñado los que se interponían con el desolador destino que los esperaba afuera y no serían suficientes. Ayla, dónde estas... 

-Han logrado activar el poder de uno de los monolitos. Utilizan esa energía primogénita, salvaje y bruta, la alimentan con rituales durante un tiempo, con ofrendas, con plegarias. Canalizan el poder de personas que no entienden lo que están haciendo. Hasta que esté todo listo. Entonces, llega el momento, y ese poder que han ido acumulando se focaliza. Es posible que el ritual se lleve a cabo en varios lugares a la vez, tal vez haya más monolitos. Pero aquí pone que si logramos romper el foco central, o un eslabón clave de la cadena, entonces el ritual en su conjunto se pierde. Para llevar a cabo algo así, es necesario un catalizador. Un momento señalado en el firmamento.

Meneó la cabeza, casi abatida. -Lo he tenido delante de mis ojos todo este tiempo. Ayla se fue al este para enfrentarse a su gran rival y enemigo, a un sacerdote oscuro llamado Khathog. En una antigua profecía se hablaba de ese enfrentamiento en una fecha señalada. No puede ser casualidad que a la vez otro sacerdote oscuro ataque el hogar de ella. Creo que los dos sucesos están relacionados, y sucederán de forma simultánea.

Ella se apoyó en la mesa, y cerró los ojos. Su cabello caía salvaje por su cara, y se le notaba cansada. -En otro tiempo, Norión, no hubiera dudado. Me hubiera enfrentado a ese hechicero con todo mi poder. Pero ya no soy la Hechicera de Dol Caladir. Fui derrotada, y ahora mi presencia ya no cuenta ni para el enemigo.

Miró a Norión y se encogió de hombros. -Ya se verá... Aquí, en estos tomos y en los pergaminos que hemos obtenido, podemos intentar averiguar qué pasó en Ronniach. Qué horror fue lo que acabó con aquello, y cómo llegó. Porque tal vez el enemigo quiera repetir lo que ya sucedió entonces. Y lo segundo, averiguar cuándo los astros estarán alineados para llevar a cabo ese oscuro ritual. ¿Qué te parece?
 

Entonces, la puerta de la biblioteca se abrió, y la conversación fue interrumpida por Denelloth. El montaraz parecía caminar algo mejor, y su rostro mostraba una determinación o convicción que Norión había visto a menudo en las personas que habían estado en contacto con lo divino.

Antes de que pudiera decir más, un sargento cruzó el pasillo para decir que había comenzado la reunión de Othrind. Norión y Denelloth comenzaron a caminar a un paso lento los dos hacia la torre principal. Finduilas dijo que les alcanzaría en breve, y seguía escudriñando los libros antiguos. 

Karthog y Gothdust, nombres que ensombrecían sus pensamientos y se oponían a cada una de las dos mujeres que admiraba en su vida, una la viva imagen de Varda, la otra el reflejo de Vaiare. Y una tercera mujer, aún saliendo de su infancia, venía a este tiempo trayendo consigo la esencia de Yavanna. Era todo eso un signo? o era simplemente una bendición para estos tiempos difíciles? No cabía dudas de algo, era el mismo Namo quien habitaba su propia esencia, y le daba fuerzas en medio de este final. Porque sea cual sea el resultado, esto era un final indiscutible, su pensamiento no estaba en una muerte inevitable sino en el resurgir que podía venir después, sobre eso aún podía hacerse algo.

Cuando la puerta se abrió supo que no era momento de interrumpir sus lecturas. Miró a Finduilas como pidiendo permiso para retirarse pero no hizo falta ninguna respuesta, ambos sabían que los tiempos de guerra eran así - os haré llegar la ayuda que necesitas- susurró mientras sostenía uno de los pergaminos que había estado releyendo. Se levanto y se apoyó en su cayado para seguir a Denelloth, todos eran piezas en un gran tablero, y era momento de moverse.