Partida Rol por web

Sil Auressë

[17.4.9] El Monolito

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25/07/2017, 20:29
Girion

Turno 10

El golpe había sido duro y seco, dejando al joven dolorido y aturdido, pero no perdió la conciencia, con lo que pudo reaccionar ante un nuevo ataque del orco. Para ello elevó sus armas en previsión de ese ataque del orco.

Cuando inició esta maniobra, Girion observó por el ravillo del ojo que Denelloth se acercaba por la espalda del orco con el que estaba trabado en combate. 

Puede haber una salida - pensó el joven mientras parpadeaba para verificar que su compañero se acercaba. Entonces escuchó al montaraz que le hablaba. Al principio no logró decifrar lo que había dicho, pero tras meditarlo nuevamente consiguió descifrarlo.

Girion, saca al prisionero de aquí.

Así, el joven dunadan bajó una de sus armas y alargó la mano para agarrar al prisionero por la camisa y tirar de él como pudo. No era muy fuerte, pero sí bastatnte hábil...si no fuera por el golpe que acababa de sufrir no hubiera tenido problema en sacar de allí aquel hombre.

Notas de juego

Vale, paro con todo...con todo lo que puedo, pero espoero a que ataque Denelloth por si acaba con el orco. Así dedicaría toda mi acción a sacar al hombre de allí

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27/07/2017, 00:09
Benaldamat

Llegaba la hora mas oscura, y Benaldamat esperaba el golpe fatal de la criatura su Klavir se deslizaba de su mano, pero de pronto sintió a la Reina. La bendición que Kementári otorgaba a sus hijos cobró fuerza, haciéndola presente en el monolito. La Madre lloraba por la Tierra, y su dolor se convirtió en fuerza para su hijo. La ira de Benaldamat aumentaba al igual que el brillo del aura que lo envolvía. El Guerrero Onírico por unos segundos parecía un faro que golpeara con su luz a la impía criatura, y ésta retrocedió herida y ambos quedaron envueltos en la oscuridad...

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27/07/2017, 00:10
Benaldamat

Benaldamat se sintió dichoso, sentía a Kementári. En la hora mas oscura acudía para asistir a su siervo, a su Paladín, a su hijo… Sentía con fuerza los dones que le otorgaba, y sintió la fuerza con la que estos golpearon a la oscura criatura.  De pronto vio acercarse a Norion, el Anamarta, éste avanzaba directo hacia ellos cuchillo en mano. El Guerrero Onírico fue a encararse a Norion para afrentar al traidor, pero algo le impidió golpear. Notó como una mano asía la suya con firmeza, reteniéndola apenas un segundo, el tiempo necesario para que el Anamarta asestara su certero golpe… Al Huargo.

Justo en ese momento, un telo de oscuridad que cubría los ojos del Guerrero Onírico se difuminó, y por primera vez lo vió a él tal y como era, rodeado de luz y no de oscuridad. Benaldamat presenció la conversión de “el Hijo de las Sombras” en “el Custodio” y sintió cómo revelaba ahora su poder. El Anamarta atravesó sin daño el aura del Guerrero Onírico y con un golpe hirió a la oscura criatura, la cual quedó desconcertada por el golpe, por la traición. Norion siervo de Namo, Custodio, alzó una mano y algo pasó a la impía criatura. Tan violento fue el cambio de una victoria segura del malvado Huargo, a la posible derrota que la criatura quedó a merced del Anamarta.

Benaldamat quedó por un segundo expectante ante tan increíble situación, pero no era momento de ser observador. Aún quedaba algo de tiempo y tenía que aprovecharlo.

Fue en ese momento cuando volvió a sentir la mano que asía la suya con firmeza, pero esta vez lo guiaba. Sintió la calidez del contacto, que lo transportó al durísimo entrenamiento en la Logia, el mismo contacto que en ocasiones sanaba sus heridas. Miró la mano y le era familiar. No podía creerlo pero estaba allí, Arandir su mentor en Cuiviémar, su guía en el Sendero, su verdadero padre. En el momento de mayor necesidad de su camino, había acudido a guiarlo otra vez. Se miraron a los ojos, y no hicieron falta palabras. Una sombra se acercó por detrás de su padre, esta vez era Helkama, gran Maestro Guerrero de la Logia el cual en silencio se acercó hasta posar su mano encima de la de su padre que rodeaba la de Benaldamat. Poco a poco aparecieron otros Maestros de Cuiviémar, y cada vez que uno posaba su mano, transmitía pura energía al cuerpo del Guerrero Onírico. Muchos hermanos asistieron en aquel golpe al Guerrero Onírico que eligió una vida mortal, y en la lejanía pudo ver al Gran Nestador, el cual observaba la escena. Cuiviémar también había acudido, y sus hermanos lo guiaban una vez más. Fue la fuerza de sus hermanos la que paró la mano de Benaldamat cuando iba a golpear a Norion, y ahora es la fuerza de sus hermanos la que asistirá al Guerrero Onírico en este golpe a la oscuridad.

Con la fuerza de todos los Maestros de la Logia, la fuerza de sus hermanos, el Guerrero Onírico sujetó firme con ambas manos su klavir y golpeó.

- Tiradas (3)

Notas de juego

¿Cómo se meten imágenes? (DJ: hecho)

Falta sumar bonificador de pegar a 2 manos, aturdido, ¿ataque deliberado y/o flanco? Y no sé si queda algo más.

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27/07/2017, 00:23
Benaldamat

La oscuridad se desvanecía, justo cuando Benaldamat descargaba con toda su furia un mandoble de su Klavir. La oscura criatura palidecía ante las renovadas fuerzas del Guardián, y éste golpeaba con una fuerza que no era terrenal. 

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27/07/2017, 16:36
Russef Wrings

Turno 10

La esfera de oscuridad en la que me encontraba se movía. Ya estabamos dentro de esa oscuridad Girion, Denelloth y yo. Pensaba que lo primero que había que hacer era eliminar a Norion y al sacerdote para intentar detener el malefico ritual que estaban realizando, pero la imagen que ví me heló el alma, cuando esa esfera oscura se desplazó unos metros y permitió que la luz guiara mi vision hacia un escenario terrrorífico; el sacerdote yacía muerto en el suelo bajo el ataque de ese ser de ultratumba.

El propio cadaver convocado por el mal actuaba ahora en contra de sus creadores.

Sin tiempo para pensar, grité al resto:

El cadaver, está atacando al sacerdote oscuro!! creo... creo que lo ha matado!!! y sin pensar las consecuencias lancé el hacha hacia su espalda dejando a un lado por el momento al aturdido orco.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Faltaría modificador por ataque por la espalda y en el suelo del enemigo

* dejo que el master marque los destinatarios de quien escucha o no mi aviso

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01/08/2017, 22:15
Benaldamat

El Klavir del Guardian cortó la carne espectral del Huargo, el cual sufría el azote del Custodio y el Guardián. No tenía oportunidad, y la impía criatura lo sabía, ahora era su tiempo el que terminaba aquí.

El Guardián notaba la fuerza de todos sus hermanos de Cuiviemar en sus brazos, la fuerza de su padre en el golpe dado, y las bendiciones de su Reina en el Aura que le rodeaba. Se sentía dichoso, agotado pero dichoso. Se encontraba en el Reino de Irmo con sus hermanos…

No obstante sus fuerzas menguaban a cada segundo que pasaba, pero aún no era el momento de partir. Observaba como sus hermanos lo miraban con aprobación, y no perdían detalle del desenlace de la batalla.

De pronto desde la lejanía unas palabras le golpearon, al principio como una onda de pura energía para ir convirtiéndose en una suave caricia.

“Hugaew, me diste tu bendición antes de entrar en el claro y yo te brindé la de Namo, aún sin reconocer quien eras realmente. Benaldamat, Guardián de Enila, ha sido un honor combatir a tu lado defendiendo a la elegida de Yavanna, confía en Irmo y no pierdas la esperanza. Nuestros caminos estarán unidos hasta Orod Certhas y aún tenemos mucho por hacer”

Entonces el Guardián miró a su diestra y vio a su lado al Custodio. El sacerdote de Namo observaba la escena única que se le presentaba. Podía verlo a él y a sus hermanos en el Reino de Irmo. La admiración del Guardián sobre el Sacerdote crecía por momentos, sentía el gran poder que de él emanaba. A pocos metros del Custodio se había una puerta oscura a través de la cual el Guardián nada podía ver, sin embargo Norion sí que parecía ver algo. Su mirada se desplazaba a través del portal y se movía sobre algo indescifrable para el Guardian.

Notó una agradable energía que le recorría el cuerpo, que le insufló ánimo. Al escuchar las palabras de Norion, llevaron al Guardian a unos años atrás…

“Unos ojos verdes, intensos, miraban al Guardián a los ojos. Portaba una niña en sus brazos, asustada, iracunda y de mirada orgullosa. Una pura dúandan. El alma del Guardián destilaba a su vez ira, sed de venganza, su mente rozaba la locura, solo podía ver sangre, hasta que unos ojos verdes lo miraron… Una enorme pena, y arrepentimiento barrieron todas las emociones del Guardián, y la mirada de una niña ató su mente y su destino a esta Tierra.

Miró a los ojos verdes con una triste mirada, pero a la vez con una inmensa ternura, y las palabras comenzaron a brotar de su boca.-  Ay!! Dulce nieta de Terennil, tiempos aciagos nos ha tocado vivir y muchos de los que deberian vivir han muerto y muchos de los que debieran morir aún viven. Por eso estamos aquí hoy, porque los dos hemos perdido a alguien muy querido, pero pesa sobre mi alma el haber sido víctima de tan cruel engaño y que éste haya tenido por efecto la muerte de tu abuelo. Solo Yavanna sabe bien cuan queria yo a tu abuelo y que sería incapaz de hacerle daño, pero ambos fuimos víctimas de una traición, que le llevó a la muerte y a mi a la desesperación.

No me temas por favor, pues tu miedo me sumiría en la más grande ruina, y tú eres la fina línea que separa en mi mente el juicio de la locura. Solo me queda el consuelo de que en tí hay parte de la esencia de tu abuelo y en parte puedo resarcirme protegiéndote, y moriría por ti ahora mismo si fuera necesario, por quien eres, por lo que eras para tu abuelo y por lo que ahora eres para mí. Te ruego que me perdones ahora si es posible, porque estos caminos ahora no son seguros y hemos de seguir, vamos a Bree a ver a tu tío, tal y como me pidió tu abuelo.

Con ello la lió en una manta de viaje para que no pasara frío, los ojos verdes miraron al Guardian, y una melodiosa voz sonó; mi nombre es Enila…

y ambos se alejaron hacia su destino.”

El desenlace de la batalla se definía por momentos, a cada segundo que pasaba el Guardian luchaba contra el tiempo para poder determinar en éxito. Ahora tenía que darles tiempo a los Guardianes de Enila, tenía que mostrarles que Norion nunca dejó de ser un amigo, y tenía que crearles un espacio en el que pudieran terminar su cometido…

El Guardián miró al Custodio, no hicieron falta palabras, todo se difuminaba y volvían a estar frente al monolito.

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06/08/2017, 17:54
Director

Turno 10 – Resolución huargo

Los valar contemplaron la escena desde las estrellas lejanas y desde las Tierras Imperecederas, pero también desde la misma esencia de Arda. Pues su huella estaba en el corazón de las piedras y en fluir del agua. La esencia de los Poderes estaba en el eco de la Canción que dio forma al mundo. Desde la distancia fueron testigos del desenlace del nuevo enfrentamiento entre la Luz y la Oscuridad. Y vieron cómo la negra esfera que ocultaba el Monolito se desvanecía, y revelaba ahora al anamarta Norión, el Guardián de los Muertos. Se hallaba junto al paladín de Yavanna y de Irmo, el Guerrero Onírico Benaldamat quien luchaba contra el Huargo del Abismo. En su mano, el sacerdote empuñaba una daga ensangrentada. La misma daga que había sacrificado a tantas vidas inocentes para alimentar el ritual.

La figura de Benaldamat surgió de la sombra y de la oscuridad, y de nuevo adquirió el brillo que confería el Don de Yavanna. El huargo no había acabado con él cuando había tenido la oportunidad, y ahora su klavir golpeó al monstruo en la espalda. El huargo espectral se quedó inmóvil, y su cuerpo perdió el brillo oscuro. Sus brillantes ojos se apagaron lentamente.

Benaldamat se quedó mirando el enemigo caído. Supo que no tardaría en desvanecerse y tal vez fuera a regresar al Abismo de donde había salido cuando aceptó la convocatoria de Gothdush. Había sido un rival duro que pudo haber acabado con él. No obstante, su Olortië, su Senda de Visiones, seguía adelante. Y en esa senda, nunca iba a caminar solo. Tal y como le habían prometido sus maestros de la Logia.

Cerca de Benaldamat, el sacerdote Norión miraba a los Guardianes de Enila. Luego comenzó a moverse hacia el monolito con paso dubitativo, como preso de un gran dolor. Námo, Yavanna e Irmo contemplaban ahora el Monolito.

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06/08/2017, 17:54
Director

Resolución turno 9 – Monolito

Tres hijos de Ilúvatar se habían adentrado en el corazón de la oscuridad, y ahora que la esfera se había disipado unos pocos pasos les separaban del Monolito. Denelloth fue uno de los hombres cuya mirada se había cruzado con Norion. El montaraz dio instrucciones a Girion y a Russef, para luego atacar al orco que custodiaba al prisioneroO4. Su golpe fue preciso y duro a las costillas del orco, pero aunque gritó de dolor, le devolvió el golpe al dúnadan. No obstante, su ataque precipitado salió terriblemente mal y se dio con el asta de la lanza en la cara, quedándose aturdido y confundido.

Girion agarró al asustado prisionero, y éste se aferró al brazo amigo. Estando tan cerca de la Piedra, era inevitable sentir escalofríos, pues en terrible mal aguardaba al otro lado. El frío se extendía desde el interior del monolito manchado de sangre, y se podían escuchar ruidos de criaturas ancestrales, aunque no se les veía aún.

Un poco más a la derecha, Russef golpeó con su hacha al decapitado zombie que estrangulaba a un cadáver. Le cortó uno de los brazos con facilidad, y el engendro dejó de moverse. El grito del hombre de Saralainn se escuchó por el campo de batalla:

¡¡El cadaver, está atacando al sacerdote oscuro!! ¡¡¡creo... creo que lo ha matado!!!

El otro orco que había custodiado al prisioneroO12 tuvo vía libre, y también atacó a Denelloth. Su golpe le alcanzó en la pierna, y hizo perder el equilibrio. Al menos no había sido en la pierna herida, y fugazmente el Faradan Aran sintió la presencia del búho de las quebradas. Y de Oromë, el Cazador.

- Tiradas (7)

Notas de juego

O12 ataca a Denelloth: 118 total, 15CK, crítico 37: +9PV, 2 turnos -25

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06/08/2017, 18:20
Director

Resolución turno 10 - centro

Aulë el Hacedor creó a los enanos, y ninguna raza de Arda sentía de un modo parecido una conexión con uno de los valar. Para los naugrim, Aulë, o Mahal como lo llamaban, era el que había creado a los Siete Padres, y además las montañas y las joyas escondidas en su interior. De entre los Hijos de Ilúvatar, eran los menos propensos a servir al Mal. Y en la hora del Oscurecimiento, cuando una piedra ancestral estaba siendo usada para invocar un terrible mal desde el Abismo, uno de los hijos de Mahal se hallaba presente. Con un tremendo golpe de su martillo le partió el brazo del escudo al orcoO8, quien se mantuvo en pie, pero estaba herido y tuvo que apartarse del camino del naugrim.

En el centro, el enano se encontró con Eben. El joven montaraz había cambiado de arma y recorrido una distancia importante en el campo de batalla para llegar a ayudar a sus compañeros en la lucha final junto a la piedra. Detrás de ellos, más prisioneros liberados se enfrentaban a los orcos restantes.

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06/08/2017, 23:51
Director

Turno 10 – Resolución

Detrás de los Guardianes de Enila, otro prisioneroP7 se liberó de sus cadenas y se unió a la lucha cargando con la lanza contra un orco que estaba de espaldasO3. La lanza penetró en profundidad, y la punta salió por el pecho del trasgo que se quedó de rodillas, moribundo e inconsciente. Animado por la llegada de compañero, el otro prisioneroP4 golpeó al orco aturdidoO9. Otro buen golpe mató al orco, y los prisioneros liberados superaban a los orcos en número. Apenas comprendían lo que estaba sucediendo, pero sabían que los héroes que habían entrado para liberarlos ahora se dirigían al Monolito. Y que tenían que ayudarles.

-¡Acabemos con los orcos!, gritaron.

Dos prisionerosP3-P6 golpearon sin cesar a un orco tumbado en el sueloO16, y entre los dos acabaron con su vida. Un prisionero con la cimitarraP2 avanzó para facilitarle el avance a Ferrim, y golpeó al mismo orco que tenía el brazo fracturadoO8. El golpe falló, pero al menos había trabado al orco en combate para que Ferrim pudiera avanzar. Como respuesta, recibió un peligroso tajo en el estómago que comenzó a sangrar de inmediato. Además vio cómo llegaba otro orcoO14 de los que había incapacitado Benaldamat al princio del combate.

Más cerca del Monolito, uno de los orcos que había estado en la parte traseraO7 pasó por detrás del cadáver del huargo y llegó casi hasta la posición de Girion, posicionándose entre Norión y Benaldamat. En el lado opuesto, otro orcoO15 también llegaba a la zona del Monolito.

- Tiradas (11)

Notas de juego

Benaldamat (PP 35/49) ataque al huargo, 148 total, crítico 55. 28E, +5PV, espalda, aturdido 1 as.
Denelloth (32/97): Den tiene -25 durante T11-T12. ataca a O4, máximo 18E, crítico 33: +6 PV, -10, costillas, iniciativa
Russef (31/44). 2p/as, ataca a Z1
Eben: avanza y cambia de arma
Girion (19/94): sangra 1 p/as, ya no está aturdido en T11
Norión: PP 11/35 PV: 24/56, at t10,t11
O4 (30/77): lanza, acompaña P1, costillas -10. Ataca a Denelloth, pifia, at sin parar T11-T12-T13
O7: detrás, se acerca a Girion
O8: (48/77) recibe ataque Ferrim, 2p/as, brazo izquierdo roto, ataca a P2.
O11: (27/77) junto a Z1, ya no está aturdido en T11
O12: (14/77): le ataca Denelloth
O13 (53/77): aturdido (10-11)
O14 (64/77), se levanta con dificultad y avanza hacia P2.
O15: en la parte de atrás, se acerca al centro, por la zona de Russef
O16 (53/77): se cae, aturdido 6 asaltos (quedan t11-t12-t13-t-15), lo matan entre P3 y P6
*H (161/150) T9, T10, T11. Muerto
P1: con Girion
P2* (34/50): con cimitarra, había tumbado a O16, en turno 10 carga contra O8. Aturdido t11, 3p/as.
P3*: con lanza
P4*: armado con lanza, sigue atacando a O9, lo mata
*P5 (62/50): muerto
P6: con cimitarra, ataca a O16, le hace 8 A
P7: con lanza, ataca a O3, 23EP, crítico 81
Rhav (prisionero viejo), tiene las llaves, libera a P7

marcad el siguiente turno como 11

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07/08/2017, 00:17
[OI] Profecía

Turno 10 - Norion (percepción)

Norión pudo ver a través del portal del Abismo las hebras que tejían los destinos, y cómo éstas se entrelazaban en puntos concretos. Aquí en el monolito, pero también en un estrecho desfiladero donde una tormenta roja azotaba a los guerreros en una gran batalla… Y por último, vio un puente en medio de las ruinas de una gran ciudad de los elfos.  

Y así comenzó la Batalla en el Puente. Por fin, había llegado la hora de la tempestad. Los cielos se abrieron para dar paso a una tormenta. En medio de la lluvia, en el puente de Ost-in-Edhil que daba acceso a los salones de los herreros elfos, en ese lugar se iba a decidir el final del enfrentamiento, el desenlace de las dos profecías. Porque así estaba escrito. Y el eco de las profecías resonaba la eternidad. 

Tulintë i quettar

Así estaba escrito… En pergaminos mohosos, en baladas ancestrales, en poemas y leyendas. Una historia de lucha entre el Bien y el Mal, entre la Luz y la Oscuridad. Y ante todo, una historia de amor por encima de las injusticias del Universo.

Tulintë i quettar

Allí, en el puente, se enfrentarían por última vez los campeones de cada bando. Las estrellas del firmamento les observaban desde la distancia y el tiempo. Rodeado de las ruinas de la última gran ciudad de los noldor, el puente de la visión de Ringlin, el puente que conducía a la casa de Celebrimbor, seguía en su sitio después de las guerras de Eregion, del paso de la Edad... Como si hubiera estado esperando este momento decisivo.

La eterna rueda a punto de girar una vez más. Ayla y Khathog no habían empezado esta contienda. Otras fuerzas les habían movido hasta este punto de la historia. Pero por el camino, habían hecho suya la lucha. Y en sus manos estaba terminarla aquí y ahora. Había llegado la hora, por fin. Y todo en el lugar en el que tantas cosas habían comenzado, ahora iba a ser testigo del desenlace…

Tulintë i quettar

El eco de lo sucedido siglos atrás le llegó al Custodio del Abismo, y él comprendió una parte. Una guardiana de la Luz, un amor imposible. Un enemigo ancestral que fue derrotado, y unas lágrimas que fueron vertidas en una joya. En Hilde Sikelion, el anillo de Ayla. Aquel enemigo amenazaba con regresar, y Khathog era su profeta.

El anamarta pudo ver el puente, y lo supo. Incluso antes de escuchar los ecos de las profecías, incluso antes de ver a Ayla frente a Khathog, lo supo…

La Guardiana hacia el estado armada pretendía
hacer su guerra en las ruinas ancestrales.
A revertir las mareas del destino,
y a los aldeanos postrar su esperanza le urgía.
Como cuando la tierra mengua en los días del otoño
y raudo hacia su crepúsculo el sol declina
baja la triste niebla.

(...)

Así ardía su alma, por una paz duradera tras un último intento
de orgullo y arrojo hacia lo indomable
La elfa del bosque, de noble cuna
Tiene un lema, y su lema es,
Sikil Kaluva Tielyanna, la Luz iluminará el camino.
¡Salve, Sagrada Luz! ¡Hija de la Guardiana!
La que posee la luz en su claro pecho
Puede ocupar su lugar destinado y gozar del brillante día;
Pero aquel que esconde un alma negra y pensamientos impuros
Camina sumergido en las tinieblas bajo un sol de mediodía.
La luz desciende del cielo,
Puro éter en vasos rebosantes;
La luz sube hasta el cielo,
Mediadora de nuestros espíritus.

(...)

Inflexible voluntad en la guerra contra el destino.
Así los hilos malignos del destino lo impedieron,
y con malicia el Cazador su pensamiento curtió,

¡Qué sean sus torres derribadas y sus firmes refugios
desnudados y destruidos, quemadas sus casas,
y que sus gentes inmunes a la marcha de las armas
o a la amenaza oscura, humeen hacia el cielo,
sumidas en fuego de venganza! Fiera es vuestra mano,
la Oscuridad os sigue - ¡matad y conquistad!
Mientras la guerra hacéis contra el Cazador Oscuro
en el inhóspito principado, cien cabecillas
sus huargos de guerra, veloces y mortíferos
a la guerra han salido de las cuevas ocultas.

Enviados por el Cazador que el dragón quiere despertar,
en las murallas indefensas brillan escudos,
y negras banderas son portadas entre trompetas.
¡Fieros soplan los vientos de la guerra en el Oeste!"

Era el otro enfrentamiento de la hora de Astquelion. Los círculos abiertos en otra época ahora se cerraban, y una realidad iba a prevalecer sobre la otra. Una verdad sobre otra. Así estaba escrito, pero el destino volvía a estar en sus manos. En las de la Dama Ayla, la Guardiana de la Luz y la portadora de Hilde Sikelion, y en las de Norión, el Custodio del Abismo. Ellos eran los Amos del Destino durante unos breves instantes en lugares muy distantes entre sí.

Notas de juego

Turno 1 de percepción ampliada

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07/08/2017, 01:17
Denelloth
Sólo para el director

Hugaew. El fiel e incansable búho revoloteaba cerca. Sintió la herida como la sintió el montaraz, y él lo supo. Desde algún lugar ignoto (tal vez lejano, tal vez profundo) oyó un cuerno estremecedor, y supo que el cazador llamaba a los suyos y aterrorizaba a sus presas. Por un instante, Hawmenedrol y Denelloth volvieron a ser uno. Hugaew. Sintió el aire bajo sus alas y vió a Norión como él lo estaba viendo. ¿O tal vez de forma diferente? Con su mente lo llamó, pues con el animal cerca se sentía reconfortado.

Los enemigos que se agolpaban frente a ellos no le daban tregua, ni tiempo para pensar o sentir...

Notas de juego

Toquecillo intimista y homenaje al multipost, todo en uno.

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07/08/2017, 01:27
Denelloth

TURNO 11

Gruñó y se esforzó por no trastabillar cuando sintió el hierro orco rasgar su carne. Una fea herida. El frente se había roto, y llegaban más orcos. ¿Qué ocurría con Norión?

Sin tiempo para pensar, el montaraz intentó hacerse una rápida composición de lugar. Mantenía un ojo en el sacerdote y otro en los orcos que tenía delante. Uno había sido torpe en su ataque (quizás aquello le había salvado la vida al hombre del oeste), no así el otro, al que Russef no había trabado. A su derecha, el hombre de Saralainn, que había hecho caso omiso a sus órdenes (seguramente la extraña situación sin explicación del viejo sacerdote lo había desconcertado; o se había dejado llevar por la instintiva repulsión que despertaba aquel engendro muerto en vida), ya había sido temerario siguiéndolo hasta el círculo, y ahora, claramente superado en número, podía pagar su osadía con la vida. A la izquierda, Girion trataba de sacar al prisionero de allí, mientras un orco de refresco se le acercaba.

Por encima del hombro, Denelloth pudo atisbar la llegada de ayuda: Eben y Ferrim se acercaban a marchas forzadas. Y más allá de Girion la oscuridad cedió un tanto y una gran sensación de alivio se extendió como el aliento de la primavera, hasta el punto que todos en el claro pudieron sentirla, suave y cálida. Con un breve gañido casi lastimero, el Gran Huargo había caído. Frente a su cuerpo convertido en carroña humeante y languideciente, él, Benaldamat, el Guardián. La luminosa figura se apoyaba en si klavir, y parecía más pequeño. Pero la energía que irradiaba era fácil de notar.

-¡Cerrad filas! -aulló, espoleado por la herida y la presencia del elfo. -¡Retroceded! El objetivo era retirar al prisionero (confiaba en que el buen Girion fuese capaz de hacerlo), y la llegada de Eben y Ferrim (por no hablar del resto de prisioneros liberados) los colocaría en una situación ventajosa. Lo más sabio hubiera sido dar un paso atrás, cubrirse y aguantar el chaparrón, pero no iba a dejar a Wrings, bravo como pocos, a merced de tres enemigos: contradiciéndose a sí mismo, afianzó los pies como pudo y a pesar del dolor, acometió al orco que tenía delante.O12 E hizo oír al desgraciado, no muy lejano, el Cuerno del Cazador.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Aun con -25, el bueno de Denelloth demuestra que sabe repartir estopa... Buen momento, menos mal.

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07/08/2017, 06:04
Norión

Turno 11 a

...Una gran oscuridad los atará y gobernará a todos. Fha Burzum!- el sacerdote había pronunciado esas palabras y se acercaba poco a poco al monolito, lentamente, confuso, con la mirada clavada sobre la piedra. Sus ojos parecían ver otros lugares, otras batallas, y la mas profunda oscuridad también estaba allí, los Dagul tenían ya un pie en ese mundo, y los guardianes de Enila combatían, pero no eran los únicos que lo hacían, ahora el anamarta lo veía con claridad. El cuerpo decapitado que momentos atrás había escuchado el llamado de su amo se había quedado inmóvil tras el golpe de Russef. Ya no se iba a levantar para escoltar a Norión hacia el oscuro portal.  

Retroceded... el anamarta escuchó las palabras del montaraz y detuvo su paso sin dejar de ver la piedra, y habló en la lengua de los elfos*, sus palabras eran firmes y estaban cargadas de autoridad, pero no había en ellas la menor emoción, ni afecto ni enemistad, ni alegría ni tristeza, Norión había recorrido un camino peligroso y había visto más oscuridad que cualquiera de los orcos que estaban a su lado como para expresar algún sentimiento en el momento del fin.

Luego elevó su voz aún mas  -Otho, verdadero elegido, ven a mi, acude a mi llamado!- gritó alzando la daga y retomando su paso hacia el monolito, a su lado el cuerpo sin vida lo acompañaba en silencio - Seres de la noche, olvidaos de los prisioneros, una nueva víctima viene a nosotros, una sin mancha, el ritual está a punto de terminar!  Abrid paso al mediano, alejaos y contemplad! - y continuó hablando en lengua negra**.

Notas de juego

* Sindar (lo escuchan solo los que hablen ese idioma, elfo, enano y unos pocos humanos) Post 11b

** Black Speech (lo escuchan los orcos) Post 11c

DJ: editado la parte del zombie decapitado, ya no es animado.

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07/08/2017, 06:50
Norión

Turno 11b

Las palabras en sindarin resonaron alrededor del monolito, aunque pocos, muy pocos, eran los oídos que podían comprenderlas.

-Desde la Oscuridad comprendo la Noche: Una estrella se alza en la oscuridad!-

-Los elfos acudieron al llamado de Yavanna, esposa de Aulë, por eso Guerrero de las Sombras, en nombre de Namo, hermano de Irmo, ato tu destino al mío y te encomiendo me protejas contra todo y contra todos. Cuando veas el signo, quedarás liberado de ello-

-Los Naugrim acudieron al llamado de Aulë, esposo de Yavanna, y en nombre de los Enach a quienes respetamos, te encomiendo portador del martillo que estés a mi lado para proteger lo que hemos jurado proteger. Cuando veas el signo, sabrás que es el momento-

-Los humanos acudieron por su propio orgullo, y su impulsividad nubló su inteligencia. Guardianes de Enila se hacen llamar, pero están ciegos incluso bajo la luz de Eärendil. Si aún creen ser dignos de semejante título, actúen como si lo fuesen. Denme los pergaminos sellados por Enila y la piedra que ella misma os entregó, lo que hemos venido a hacer debe completarse con el sol aún en sombras. Cuando vean el signo, ya será tarde- 

-Los medianos acudieron a pedido de Namo, porque no temen a la muerte. Su corazón es la llave para despertar a quien duerme en lo profundo de esa roca, para calmar la ira que crece desde hace siglos. A través de él verán el signo, porque él puede llegar dónde ninguno de nosotros puede - y tras esas palabras llamó a la criatura mas pura de todo el claro, alzando su voz aún mas alto y en un idioma que todos podían comprender - Otho, verdadero elegido, ven a mi, acude a mi llamado!- gritó.

Notas de juego

Master, copio a los que Norión sabe que saben Sindarin, te pido si me olvido de alguien lo pongas como destinatario.

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07/08/2017, 07:21
Norión
Sólo para el director

Turno 11c

Luego elevó su voz aún mas  -Otho, verdadero elegido, ven a mi, acude a mi llamado!- gritó alzando la daga y retomando su paso hacia el monolito, a su lado el cuerpo sin vida lo acompañaba en silencio - Seres de la noche, olvidaos de los prisioneros, una nueva víctima viene a nosotros, una sin mancha, el ritual está a punto de terminar!  Abrid paso al mediano, alejaos y contemplad! - y continuó hablando en lengua negra.

- Los chamanes han caído, el huargo ha caído, pero el hijo de las sombras sigue en pie! Es el momento de nuestra victoria! Alejaos del claro de inmediato, abandonad a los prisioneros, dejad la lucha con los cobardes invasores que ya retroceden! No  pierdan tiempo y aléjense! Cuando termine el ritual la piedra estallará y los Dagul saldrán de su interior, todos los que estén en el claro morirán por la ira del abismo!- dijo en la lengua maldita.

Notas de juego

Master, todo el turno es de hablar (esta aturdido, prácticamente no va a poder moverse mucho considerando que ha hablado bastante, lo que busco es estar a un paso del monolito). 

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07/08/2017, 08:50
Eben

TURNO 11

Continúo mi avance hasta situarme al lado de Denelloth. Ataco si puedo a O4 u O7

Notas de juego

Perdonad si no hago las tiradas, pero estoy ya con las maletas para salir XDDDD

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07/08/2017, 14:13
[IS] Rhav

Turno 11

El anciano miró a su alrededor, y luego al sacerdote oscuro Norion. Y dejó caer las llaves y comenzó a moverse en dirección al monolito. -¡IGNORAD A LOS ORCOS!, gritó a los prisioneros liberados. -EL ENEMIGO ESTÁ ALLÍ. SEGUIDME, NO OS SEPAREIS DE MÍ. ¡HACIA LA PIEDRA! ¡TODOS A LA PIEDRA! HAY QUE DETENER AL SACERDOTE.

El rostro del herbolario reflejaba el miedo y el terror. Estaba convencido de que algo terrible estaba a punto de suceder.

- Tiradas (1)
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08/08/2017, 00:41
Denelloth
Sólo para el director

Notas de juego

Dire, Denelloth tiene un grado 3 de Morlam... Me gustaría (me encantaría, de hecho) que pudiera entender las palabras en Lengua Negra de Norión, o al menos una parte.

Y por cierto, Eben sabe algo de Sindarin, tb...

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08/08/2017, 23:17
Ferrim, hijo de Ferric

Turno 11

Su golpe había sido poderoso y notó el quebrar del brazo del orco, que luego fue atacado por uno de los prisioneros. Delante de él el camino hacia el monolito estaba libre. Pero más libre sintió su corazón.

La figura luminosa que había calentado sus almas había estado a punto de sucumbir ante el huargo espectral, y con eso un velo de oscuridad había nublado su corazón. Pero, inesperadamente, la luz se había vuelto a encender, y delante de los alucinados ojos de Ferrim asestó un golpe mortal contra el terrorífico demonio lobuno. No era una simple muerte física. Ferrim sintió alivio en el alma cuando el huargo sucumbió, como si su mera presencia ya fuera dañina para el ánimo y la voluntad de los mortales y su desaparición trajera brisa limpia a los corazones, incluso en un lugar como aquel claro maldito preñado de muerte y orcos. La presencia del huargo era mucho más sucia y oscura que todo lo demás y su partida devolvía vida al claro. La negrura del alma demoníaca contaminaba todo mientras estuviera presente, y entonces Ferrim recordó por qué estaba allí.

Observó el monolito. Sin el peso de la negrura del huargo, Ferrim sintió el ánimo liberado y, con el llamado de Norión, la esperanza renacida. ¡No todo estaba perdido! El monolito estaba ennegrecido como el corazón del huargo, pero allí estaba él, el naugrim destinado, para limpiar aquella mancha que llegaba al centro del mundo a través de la piedra. No, no se trataba de destruir aquel lugar sagrado. Eso ya lo sabía él, que entendía la roca y la energía de la tierra. Porque destruir el monolito solo sería como cortar un árbol enfermo: las raíces negras seguían horadando bajo tierra, contaminando de podredumbre y oscuridad todo, en silencio y en vil secreto. El monolito debía ser liberado de su enfermedad, para que la esencia renacida y verde fluyera hacia abajo y todas las raíces de la roca se limpiaran de suciedad. Como el corazón de piedra de Ferrim con la caída del huargo, el corazón de roca del mundo se liberaría con la caída de la oscuridad del monolito.

Avanzó hacia el monolito con pasos firmes de piedra, convencido de hacer lo correcto y esperando que, por fin, pudiera tallar la runa de liberación sobre aquella roca herida.