Partida Rol por web

Sil Auressë

[17.4.9] El Monolito

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22/09/2017, 21:31
Norión

Turno 14

La mirada del anciano Rhav se cruzó con la de Norión, ambos hombres se hablaron en silencio, el peso de la responsabilidad caía sobre sus hombros aunque de un modo diferente. El cultista había tocado el monolito muchas veces, lo conocía y le servía a su manera, pero en todo ese tiempo no había visto el mal que ahora encerraba ni había llegado hasta sus mas profundas raíces, como el anamarta y el naugrim lo habían hecho segundos atrás. El símbolo sagrado brillaba sobre Norión, tal vez eso hizo que el respeto entre ambos creciera, pero el sacerdote no sabía con certeza si Yavanna había respondido a su plegaria o aquella huella era solo fruto del poder que podía canalizar, en cuyo caso estaban igual de perdidos que al comienzo.

Los prisioneros ya liberados comenzaban a acercarse a la piedra tras la orden de su líder, puede que su intensión fuese limpiar esa fuente de poder, pero Norión los miró con seriedad, esos hombres no estaban listos para lidiar con la oscuridad que había en su interior y caminaban hacia su ruina. Al anamarta le había llevado un gran esfuerzo contenerla y tal vez solo Rhav tendría la fuerza interior para resistirlo sin ser devorado. El anciano y tal vez otro más a quien estaba esperando. Sus ojos dejaron a los cultistas y buscaron al mediano, y cuando lo encontraron volvió a llamarlo - Ottho, es el momento!- dijo con firmeza, en lo que pereció más un correctivo disciplinario que una invitación.

El pergamino estaba en su mano derecha, reconoció las runas antiguas de los Enach sobre su superficie y pudo ver con claridad el poder que de ellas emanaba. El trazo de Finduilas era inconfundible para él, pero su percepción había crecido hasta límites que superaba con creces al de sus maestros, y podía sentir la fuerza de la hechicera encerrados en ellos. El tejido que envolvía las runas de Finduilas eran mas fuertes que los de Ayla pero a la vez mas caóticos e impredecibles, mas oscuros y vivaces, como un fuego enloquecido deseoso de ser liberado. Respetó a esa mujer aún más que antes, ahora que percibía cuanto se había adentrado en el abismo y el precio que había pagado por ese poder. Ayla había redimido la mitad del alma de la princesa de Dol Caladir, pero había un rincón al que la hechicera no podía llegar. Norión, también había caminado en la oscuridad, había visto los mismos horrores, y había resistido, despertando dentro de sí un fuego diferente, uno tibio y dorado, eterno e imperecedero. Supo al mirar esas letras que era él quien iba a terminar de redimir el alma de esa poderosa dama, aunque el futuro que tendrían juntos aún se le escapaba de su visión.

La piedra a su lado pareció desgarrarse, el abismo comenzaba a penetrar esa realidad, los Dagul podían verse ahora a simple vista. Norión no se inmutó. Todo eso ya lo había visto en el interior de la piedra, y no le temía. Puso su mano izquierda sobre el monolito y alzó su voz una vez mas. De su boca salían palabras en una lengua que tal vez solo Ferrim podía reconocer en parte, la herencia de Númenor palpitaba en cada sílaba, y las letras iban transformándose en destellos de luz que salían del pergamino y cubrían la piedra con un fuego abrazador. Las llamas danzaban formando símbolos arcanos en medio de los oscuros tentáculos que ansiaban salir a conquistar la tierra de los vivos.

La última frase quedó haciendo un eco en el aire mientras el papel se desvanecía, el Custodio cerró sus ojos y mantuvo su mano sobre la piedra, esperando la de los otros elegidos. Había logrado lanzar el sortilegio durante el Eclipse, bajo la luz de Eärendil, había logrado fusionar la fuerza de Finduilas con la suya, en un estado de comprensión que le permitía ver el destino de los hombres, había logrado junto a Ferrim remover los cimientos de ese pilar hasta lo mas profundo, había representado a Namo en el momento final como el Valar le había pedido y había cumplido su promesa a Yavanna. Su parte estaba hecha, al igual que la de Finduilas y la de Ayla. Las piezas del tablero se habían movido, hombres y mujeres, hechiceras y sacerdotes, guerreros y herreros, elfos y enanos, hombres y medianos, todos ellos habían jugado su papel. Abrió sus ojos y vio a los guardianes de Enila que seguían luchando, asintió en silencio, ellos entregaban sus vidas por la obra de Ayla y el futuro de Sir, él dejaría constancia de esa noble labor sobre páginas que trascenderían ese tiempo y otros más. 

Si la fuerza viva que había alimentado la piedra por edades prevalecía, entonces la oscuridad habría sido vencida en ese monolito y en todos los demás dispersos en toda Arda, y sus actos bloquearían no solo ese portal sino todos los demás. Pero si no despertaba, entonces estarían desamparados, a menos que destruyesen el altar de Kementári que Aulë le había construído en los inicios de esa creación. Su mano derecha buscó la piedra de la luna que tenía consigo, al rozarlo sintió la esencia del Guardián y de la niña que Caaniza cuidaba en el castillo. Enila, es hora que despiertes.

- Tiradas (3)
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23/09/2017, 23:20
[Si] Otho

Turno 14 – Otho

-¡Otho, es el momento!

La firme voz de Norion le alcanzó al mediano cuando éste ya corría hacia la piedra. Tal vez no entendía casi nada de lo que estaba sucediendo, tal vez no era su lugar… Pero habían confiado en él para este cometido, y por mucho que su corazón anhelaba volver a su querido hogar, en el fondo de su ser tuvo la certeza de que el su lugar era en aquel claro, con el resto de los Guardianes de Enila.

Siguió corriendo, y entonces vio cómo la Piedra se abría, o eso parecía. Extraños tentáculos como serpientes salían de su interior, y un hedor nauseabundo invadió todos sus sentidos. No obstante, vio cómo los prisioneros liberados caminaban para tocar la piedra corrompida, sin percatarse del peligro.

Una terrible verdad se adentró en el corazón de Otho. Si la misión fracasaba, si el Mal que aguardaba al otro lado del portal llegara a entrar aquí... Entonces ya no iba a tener hogar al que regresar.

El mediano adelantó a los hombres y mientras pasaba les iba frenando agarrándoles de las mangas de las camisas. Y así llegó hasta la posición de Norion justo cuando éste comenzó a leer las palabras escritas en runas arcaicas en un pergamino. E hizo lo que su corazón le dictó, sin entender el motivo pero confiando que para algo servía.

Estiró sus pequeñas manos, y tocó la piedra. En aquel momento, recordó cómo su padre y su tío habían intentado curar a un burro herido. El animal se resistía y parecía querer atacarles. Entonces fue necesario que alguien le calmara. Se aseguró de que nadie más estuviera tocando la roca, y les pidió a los hombres que se apartaran.

-Sssshhh, deja que te ayudemos, murmuró y comenzó a quitar las cadenas llenas de símbolos raros que los malvados orcos le habían puesto a la Piedra. Notó cómo una fuerza trataba primero de atraparlo, y luego alejarlo. No obstante, los medianos poseían una extraña resistencia innata a ciertos tipos de efectos sobrenaturales.

Vaya, igual que el burro Tobasi, se está resistiendo.

- Tiradas (1)
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23/09/2017, 23:20
Director

Turno 14 - Benaldamat & Russef

El Guerrero Onírico se había acercado a Russef, quien sangraba de una herida que le iba a dejar inconsciente en cuestión de segundos. Los dones de Yavanna y de Irmo eran muchos, y confiaba en poder curarle la herida, pero debía hacerlo rápido pues su tiempo se agotaba también. Aún así, el hombre de Saralainn atacóO15 una última vez mientras el paladín elfo se concentraba. El hacha de Russef golpeó con precisión en la mano izquieda del orco cortándole varios dedos. La fuerza de este golpe sumado a los anteriores hizo que perdiera el conocimiento.

Por fin el guerrero de los clanes pudo guardar su arma para que Benaldamat atendiera su herida. El elfo invocó el poder de Yavanna con una oración, y milagrosamente la herida comenzó a cerrarse.

-Mi tiempo ... se agota, comentó Benaldamat de nuevo, y ahora su figura era casi traslúcida. Como una sombra de luz débil que desvanecía. No obstante, pudo ver cómo Norión lanzó el conjuro desde el pergamino.

-Ya está hecho... Por Enila...

- Tiradas (4)

Notas de juego

PNJtizo a Benaldamat y a Russef este turno

Russef: hace 27E, crítico 76: dedos cortados de la mano izquierda, +12 PV, 3 as aturdido sin parar (

hechizo: curación hemorragias nivel 10. Sale, se detiene la hemorragia

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24/09/2017, 00:02
Director

Turno 14 – Resolución

Denelloth avanzó hacia el encuentro del orcoO13 que a su vez caminaba hacia el monolito. El montaraz no dudó, y a pesar del cansancio y de las heridas sufridas, su espada fue precisa y mortal. Cortó la mano del orco, y éste cayó al suelo con la extremidad amputada. El shock le hizo perder el conocimiento, y en poco tiempo expiró.

El disparo de Eben no salió todo lo fuerte que le hubiera gustado, y aunque impactó en la espalda del orcoO8 que huía, no lograr penetrar su armadura. Aún así, dejó atrás un reguero de sangre, no iba a tardar demasiado en desfallecer si no se curaba la herida.

Por el flanco derecho, Girion acabó con el orcoO7 con rápidos golpes de su espada y de su main gauche. Con la muerte de aquel orco, y la huida del que había recibido el disparo de Eben, solamente quedaba uno en todo el campo de batallaO14. Era el que había estado golpeando a uno de los prisioneros. Ahora vio cómo tres de los prisioneros se le quedaron mirando, y dieron un paso hacia el orco que instintivamente dio un paso atrás.

El combate contra los orcos había terminado a todos los efectos, pero la Piedra estaba viva y desde su interior el Mal amenazaba con romper la barrera que dividía los dos mundos. Los demonios-troll Dagul aguardaban en primera línea. Y fue justo en aquel momento cuando Norion leyó el pergamino preparado por la Dama Finduilas utilizando las técnicas que la Casa Enach había salvado del Hundimiento de Númenor. De algún modo, el círculo de la Piedra se cerró, pues en su origen el culto a la Madre de la Tierra se había llenado de odio hacia los invasores númenoreanos que talaban los árboles para sus grandes flotas. Luego aquel odio había sido encauzado hacia el mal, que había terminado por corromper el ancestral monolito. Y ahora, el saber de los Señores de Oesternesse le liberaba por fin de aquel lastre.

El Abismo se removía al otro lado del portal, pero poco a poco la maldad de la que se había impregnada la piedra comenzó a perder su fuerza. La oscuridad densa e impenetrable, las cadenas, y la sangre derramada… Todo se canalizaba a través de los símbolos oscuros preparados por Gothdush. Y ahora, la magia de Finduilas fue capaz de eliminar aquella fuerza, y detener el proceso.

Al mismo tiempo, la Dama Finduilas y Norion derrotaban al Abismo desde la propia oscuridad que tan bien conocían, cada uno a su modo. No lo podía haber logrado ninguno de los dos sin la ayuda del otro, ni tampoco los dos sin la ayuda del resto de los Guardianes de Enila. Y aún quedaba un último paso. Pues el cambio no era permanente, y la Piedra seguía dormida. Para lograr recuperar el monolito de forma permanente, se necesitaba de la habilidad de los naugrim. Ferrim ya tenía sus herramientas listas.

- Tiradas (2)

Notas de juego

*Benaldamat (PP 49/49): cura a Russef, hechizo nivel 10. El turno 15 es cuando desaparece del todo (por si queréis decirle algo o que diga algo)
Denelloth (32/97): haca 17D a O13, crítico 87: mano, 6PV, 6 as at sin parar, shock, muerte
Russef (39/44). ataca a O15, lo deja inconsciente
Eben: dispara O8, le hace 4 PV
Girion (23/94): sangra 1p/as, ataque O7: espada ancha 17E crítico 40: fractura pierna, -10, +12 PV. Main Gauche 7 PV más. inconsciente
Norión: PP 16/35 PV: 24/56: lanza pergamino
Ferrim: prepara las herramientas
Otho: corre a la piedra
*O7 (102/77): aturdid T13 y T14, -25. Brazo der inútil, inconsciente por PV
O8: (58/77) 2p/as, brazo izquierdo roto > desaparece de la vista
O14 (64/77), ataca a P1 (inconsciente)
*O15 (78/77): 2p/as, dedos mano izq, 3 as at sin parar, inconsciente
*P1: recibe ataque de O14, lo deja inconsciente y sangrando 2 p/as, O14 le sigue golpeando
P3*: con lanza, hacia O14
P4*: armado con lanza, se detiene
P6: con cimitarra, se detiene
P7: con lanza, se detiene
P8: cimitarra, hacia O14
P9: ya libre de cadenas, se arrodilla, sin armas, pendiente de O14 y de P1.
Rhav: expectante

marcad el siguiente turno como 15 (será el último que vaya por turnos tácticos seguramente)

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24/09/2017, 20:42
Denelloth

TURNO 15

Con el orco que tenía delante cayendo al suelo y el otro retrocediendo, Denelloth tuvo uno de esos instantes propios de los momentos de tensión en que el tiempo se dilata, y pudo recorrer la escena que se desarrollaba en el claro de forma casi parsimoniosa.

A su izquierda, la menuda figura de Otho pasó como una exhalación en dirección al centro del claro sorteando liberados, algunos de los cuales se acercaban amenazadoramente al último orco que permanecía en pie. Quiso seguirlo con la mirada, pero describiendo el arco hacia la derecha se topó con Benaldamat junto a Russef, el bravo y temerario Russef, que hasta con su última aliento estaba golpeando a diestro y siniestro. Oyó más que vio a Benaldamat, "Por Enila", porque el elda se desvanecía, literalmente... Sus miradas volvieron a cruzarse; dos miradas que compartían la devoción por una causa que habían elegido libremente pero de manera completamente circunstancial. Había reconocimiento en los ojos de Denelloth, así como una serena lucidez; la de saber que quizás fuera la última vez que se veían. No obstante, no habría tiempo para largas despedidas.

Enseguida, el centro del claro atrajo su atención. En primer plano, Eben aprestaba otra flecha y el viejo líder de los liberados miraba al monolito, junto al cual Norión desgranaba todo el poder concentrado en las runas contenidas en aquellos pergaminos. Ferrim aprestaba sus herramientas y Otho, el pequeño Otho, tocaba la piedra. Denelloth simplemente no podía concebir el valor (¿era adecuado llamarlo así?) del mediano, tocando una piedra que se había convertido en el portal de males inconcebibles y terrores sin nombre, una piedra que él mismo no se atrevía a mirar directamente.

Un breve aullido no muy lejos le hizo seguir girando el cuerpo, y vio cómo Girion derribaba con destreza al orco que tenía cerca. ¿Era el último? No. Describiendo un círculo casi completo, encaró la espesura, donde se alzaba una hedionda pila de cadáveres. Si Eben había recargado era porque su tiro no había sido definitivo, y le sería imposible tiar de nuevo sobre el orco en la espesura.

No, aún no era el momento de descansar. Con un gesto mecánico, el montaraz se lanzó en pos del orco; no fiaría el éxito de la misión y la seguridad de todos ellos a las fuerzas de un orco moribundo. Lo encontraría fácilmente y lo liquidaría sin tardanza.

Notas de juego

No sé si debo tirar algo, dire... Correr creo que Denelloth no va a poder correr, pero cuento con que tiene una zancada mayor que el orco para alcanzarlo. Lo que no sé es cuándo. La idea de Denelloth es alcanzarlo y rematarlo cuanto antes, si es en el próximo asalto mejor que en el siguiente. Si hubiera que rastrear (que no creo), tira por mí.

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25/09/2017, 13:24
Girion

TURNO 15

Las espadas de Girion surcaron el cuerpo del desdichado orco haciendo que este cayera al suelo. El joven tomo entonces un respiro que aprovechó para observar el campo de batalla. Pero algo a su espalda, como un salmo de fuerte entonación, llamó su atención.

Al girarse vio como Norion entonaba un cántico enmarcado por los pergaminos de runas que tenía en la mano, que en su día le entregó la dama Finduilas. La mente del joven dunadan le llevó al preciso instante en el que recibía el tubo contenedor de manos de la misma dama. -Y todo esto pasó hace tan solo un día- recordó Girion volviendo al claro donde se encontraban.

Alejando sus pensamientos, miró a su izquierda y observó como Denelloth acababa con su par y tomarse un respiro, salió en pos del orco que había escapado hacia la espesura. Un poco más allá el último orco que permanecía en el claro daba cuenta de uno de los prisioneros, pero ahora se veía acorralado por tres de ellos.

Apretando los dientes, Girion fue a ayudarles a acabar con él. De esa forma acabarían con la amenaza y reforzaría el hecho de que todos eran un grupo que combatía en el mismo bando.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Ataco a O14 pues creo que Denelloth iba a por O8 ¿no?, si es Denelloth quien ataca a O14 voy yo.

Si solo llego a atacar con un arma ataco con la principal, la espada ancha.

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25/09/2017, 19:13
Eben

TURNO 15

No había podido ser, el disparo había sido insuficiente para alcanzar al orco que huía y ahora podría dar la alarma. Intentó un nuevo disparo, pero con las prisas por intentar recargar se le escapó la flecha de entre los dedos.

Tomó de nuevo la flecha entre sus manos cargando el arco. Menos mal que estos errores ocurrían cuando prácticamente todo había ya pasado.

Era consciente que a sus espaldas estaban desarrollándose grandes acontecimientos, pero su misión era proteger a los que estaban al lado del monolito, por lo que no se dio la vuelta y permaneció atento a cualquier cosa que pudiera acercárseles.

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26/09/2017, 17:31
Norión

Turno 15

O Môr henion i Dhû: Êl eria e môr
 

El pergamino había desaparecido de sus manos, las runas de los Enach que Finduilas había escrito impregnando su poder sobre ellas habían cumplido su propósito, un fuego danzante de símbolos arcanos se posó sobre el monolito y logró cerrar el portal justo cuando los tentáculos de las criaturas de la oscuridad amenazaban con salir. El poder del eclipse jugó a favor del hechizo, junto con la bendición de Eärendil y la colaboración de la fuerza primitiva del monolito que se manifestaba en el símbolo sagrado que el anamarta había creado. Todo esta cumplido.

Norión estaba agotado, su mente había sido testiga del tejido de Vairë, por unos instantes había comprendido el devenir del destino, como se entrelazaba cada uno de los poderes de Arda en torno a la piedra que tenía frente a él. Su espíritu también había sido sacudido, la lucha entre la luz y la oscuridad había llegado a despertar una llama en su interior que no había conocido antes. Su corazón no había estado ausente de prueba, estuvo mas cerca de la muerte que nunca antes, había sentido la desolación y la traición de aquellos en quienes confiaba, y había perseverado contra toda esperanza, encontrándose al final del camino con el  apoyo incondicional de personas que lo arriesgaron todo por una noble causa, entregando su vida al igual que él, y por sobre todo, había experimentado en su interior la intensa presencia de la mujer que se interponía con sus votos, sus almas se fusionaron en un instante que selló sus destinos. Todo ello dejó una huella en el anamarta que no olvidaría jamás y que sin duda transformaba su existencia. Sin embargo, ahora que el portal estaba cerrado, su cuerpo reclamaba protagonismo, el dolor se abría paso a través de la herida de la flecha que no había podido sanar y de su eterna cojera que lo castigaba por toda la acción de la última hora. Fue la mano que tenía aún apoyada en el monolito lo que lo sostuvo evitando que cayese sobre sus rodillas.

Observó como el elfo se desvanecía definitivamente. El Campeón de Irmo y Paladín de Yavanna, el Guerrero Onírico y Guardián del Norte, había sido el protector de los Guardianes de Enila, sin él hubiese triunfado el huargo infernal sobre todos ellos - Gracias Benaldamat, tu luz alimentó nuestra esperanza en el momento más difícil. Nuestros destinos estarán entrelazados hasta Orod Certhas, nos volveremos a ver. Que la Logia del Despertar sepa de los Guerreros de Enila y del altar de Yavanna que hoy renace en pureza y poder- había en el rostro del anamarta una expresión de gratitud inusual en él.

A su lado continuaban combatiendo los Guardianes de Enila, terminando con lo que quedaba de los orcos, mientras Ferrim se preparaba a tallar la roca y Otho ponía sus manos sobre el monolito junto a él. Ambos habían sido convocados por Khoradur por consejo del anamarta, y lo que en su momento fue una leve posibilidad ahora era una certeza, esos eran los senderos de la fe en los que el servidor de Namo caminaba, ahora estaba en ellos terminar de purificar esa piedra.

Mientras Rhav se acercaba para sumar sus manos a las de ellos, Norión guardó los pergaminos y cerró sus ojos, concentrándose para terminar de imbuir el símbolo sagrado con la bendición de los Valar.

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27/09/2017, 12:51
Ferrim, hijo de Ferric

Turno 15

Alrededor de Ferrim la tormenta de espadas amainaba, pero frente a él arreciaba la de los espíritus. Lo que había visto en el interior del monolito, ese caos, ese abismo negro donde los demonios aullaban hambrientos, se hizo de pronto visible para todos. La roca sagrada se rajó y abrió como si fuera una puerta, y su contenido hizo por derramarse sobre la tierra. Ahí estaba, era el momento final. El mal sin nombre y sin tiempo forzó la roca y desplegó sus fríos y oscuros tentáculos, unos brazos que solo eran el primer apéndice de lo que estaba por venir.

Ferrim dio un paso atrás a ver aquellos tentáculos salir por la abertura, buscando víctimas, tan ciegos como malvados, y supo que no había marcha atrás. Descubrió al mediano Otho tocando el monolito sin miedo y tirando de cadenas malditas. ¿De dónde había salido? Ni le había visto llegar, pero agradeció el esfuerzo de hasta los más inocentes. ¿Quién podía esperar tanto valor de alguien que parecía un niño en cuerpo y espíritu? Le asintió, solemne y respetuoso, y miró sus propias manos: ahí estaban Hakk el martillo y Borún, el cincel, dos herramientas magníficas con las que debía tallar la runa que cerraría la grieta, aprisionaría a la Oscuridad y limpiaría la roca herida.

Se sobrepuso a la amenaza del mal emergente y recuperó esa actitud naugrim ante el trabajo. No, no lo haría a la ligera. Acarició la roca, estudiándola con ojo experto. Buscó señales, vetas, surcos. Buscó cualquier cosa que le permitiera conocer esa piedra sagrada como solo los khazad podían conocerla.

Pero no encontró nada. Aquel monolito se escapaba de cualquier conocimiento que hubiera podido guardar. Lamentó que no estuviera allí Halbad, hijo de Baldab, de los Felakbundu, su amigo el maestro cantero de las Colinas de Hierro. Nadie conocía la roca y los minerales como él, que era capaz de adivinar el camino de cada grieta y cada veta bajo la montaña en 500 pies solo poniendo la oreja en la pared de la mina y golpeando con sus martillitos mágicos. Podía percibir la respiración de la montaña y diagnosticar sus males y sus dones. Solo así se podían construir los majestuosos palacios subterráneos de los enanos: respetando a la roca y aceptando su dominio.

Pero el buen Halbad no estaba allí y no era posible cambiarlo. Así que Ferrim respiró profundamente: tendría que trabajar sobre terreno nunca horadado.

Agarró sus herramientas, listo para tallar.

– ¡Aguantad! ¡Un minuto más! ¡Ferrim, hijo de Ferric, ha tomado sus herramientas!

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01/10/2017, 21:17
Benaldamat

TURNO 15

“Enila, es hora que despiertes”

Tal y como sonaron las palabras de El Custodio, la paz comenzaba a invadir el alma del Guardián. Una vez más, luchaba por Enila, una vez más todo parecía imposible, pero nunca estuvieron solos, y así los Guardianes de Enila derrotaron contra toda posibilidad a la oscuridad que mancillaba la sagrada roca de Kementari. Le dieron otra oportunidad a esta Tierra herida.

El fuego de la ira, desaparecía de los ojos del Guerrero Onírico, y solo quedo paso al cansancio, y a la esperanza. Recordaba en ese momento las palabras del Rey de Arthedain, palabras que le permitían partir con Enila para que llegara a ser aquella quien estaba destinada a ser, la esperanza para esta Tierra.

Todo lo que hizo el Hijo de Yavanna frente a su sagrado templo fue luchar, luchar por todo aquello que creía, luchar por una nueva esperanza, luchar por la fe de una nueva primavera, luchar por su fe… Pero la lucha, solo era una parte del adiestramiento del Guardián. Los Dones que la Reina daba a sus hijos eran mucho mayores, y así mientras los Guardianes de Enila restañaban las heridas de la sagrada roca, el hijo de Kementari trataba de devolver el favor restañando las suyas.

Todo estaba hecho. Dedicó una última mirada a sus improvisados compañeros de armas. Y vio cómo todos seguían incansables, sin dar cuartel al enemigo. Increíble la fuerza de la voluntad de estos hombres y naugrim.

Su mirada se cruzó con la de Denelloth, él ha sido el puente que Irmo tendió para poder estar hoy aquí luchando junto a ellos. Gracias.

Luego se dio cuenta que Norion también lo miraba. Juntos iremos a Orod Certhas, hijo de Namo. Benaldamat giró levemente la cabeza a modo de agradecimiento.

Desde hoy, todos ellos eran una parte importante de su camino, del camino del Guardián. Desde hoy, todos se verían reflejados en su Klavir.

Alzó la espada, y la colocó frente a su rostro a modo de saludo.

I Lume Utulie…

Y así Benaldamat, Guardian del Norte, Guerrero Onírico, Campeón del Vala Irmo y Paladín de Yavanna, abandonó el claro en paz.

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06/10/2017, 23:11
[IS] Rhav

Turno 15

Rhav estaba anonado. Su mente debatía entre emociones fuertes que le sacudían. Vio cómo la Piedra se adormecía, su fuerza menguaba. Ese latido que hacía mover las entrañas de la Naturaleza ya no era un zumbido frenético. Tragó saliva, y puso las manos sobre la superficie de la roca, junto al mediano. Y le ayudó a quitar alguna de las cadenas para que el enano pudiera inspeccionar mejor.

-Terrible. Terrible ha sido el dolor que ha sufrido, dijo ensimismado. –Casi tanto como el que ha causado.

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06/10/2017, 23:12
[Si] Otho

Turno 15

-Ya está casi … ¿dormida?, dijo Otho. Su mirada se alzó hacia el cielo y vio el último resplandor de la estrella de Eärendil. El último, porque el sol volvió a aparecer por detrás de la oscura esfera que lo había tapado. Ahora era como un anillo de fuego, aún débil pero lo suficiente como para ocultar la estrella.

Entonces vio algo más. -¡Mirad! ¡El búho regresa! Y lo comprendió. No era necesario darse la vuelta para verlo con sus ojos. –El Guerrero de los Sueños se ha marchado, dijo con tristeza.

En los años venideros, cuando contaba esta historia en su hogar, siempre surgía la misma pregunta:

Otho, ¿cómo supiste que Benaldamat se había ido cuando viste al búho sentarse en lo alto de la Piedra?

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06/10/2017, 23:24
[OT] Búho

Turno 15

El Búho de las Quebradas fue el primer animal en regresar al Monolito. Cuando el Mal que aninaba en el mundo había esclavizado la Piedra, y ésta comenzó a propagar la oscuridad y el terror invisible, los animales habían huido del claro. Ahora, la criatura que se había convertido en un símbolo para los Guardianes de Enila tomó la posición más elevada, como si de un trono se tratara. Y desde las alturas vio cómo Benaldamat terminó de desvanecerse, ya con el deber cumplido. También vio al enano Ferrim tocar con suavidad la piedra, estudiar las vetas, prepararse…

Norion tenía la mirada perdida en las profundidades del Abismo. Hugaew era sin duda sabio, y desde que había volado en el Reino de Irmo, veía más cosas de las evidentes. Aún así, no alcanzaba comprender lo que estaba viendo Norión. Pero recordó como el sacerdote le había curado justo antes de entrar en el claro. Hugaew siempre había confiado en el anamarta, y le hizo una leve reverancia.

Luego se quedó mirando al resto. Girion luchaba junto a algunos prisioneros para acabar con el último orco, mientras Russef se recuperaba de las heridas y Eben preparaba el arco. Y vio a lo lejos a Denelloth. El montaraz que le había convocado, aún sin saber ninguno de los dos la importancia que iban a tener. Le vio adentrarse en la espesura, y pensó en ir en su busca. No obstante, prefirió permanecer en lo alto de la Piedra, como un símbolo de que el Mal había sido derrotado, y que al menos de momento el Monolito no era un foco de las fuerzas oscuras. Que el cambio se convirtiera en algo permanente dependía de la habilidad del enano.

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06/10/2017, 23:26
Orco

Turno 15

El orcoO8 jadeaba del esfuerzo, y se apoyó en el tronco de un árbol. Estaba herido, el brazo izquierdo lo tenía fracturado y no podía moverlo. Buscó entre sus cosas alguna tela para hacer un vendaje. Necesitaba seguir corriendo para encontrar a los demás. Todo había salido mal en el claro...

Crac

¿Qué ha sido eso?, pensó... Pero ya era tarde.

- Tiradas (2)
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06/10/2017, 23:29
[OI] Profecía

Turno 15 - Visión Norión

Con las palabras de poder de Finduilas aún resonando en su mente y quemando sus labios con un tacto sensual a la par que temerario, Norion volvió a mirar hacia las profundidades del Abismo. Esta vez vio claramente cómo el Monolito era tan solo uno de los varios focos activos en lugares muy distantes en Arda. Todos se habían despertado en el tiempo anterior al Astquelion, y en algunos habían removido el Mal para lograr sus propósitos, pero en ningún lugar con tanta fuerza y determinación como en tres: este claro bajo la Estrella Solitaria, la Biblioteca Real de la Ciudad de Reyes y el puente de Ost-in-Edhil.

Allí regresó la visión de Norión. Al lugar donde había comenzado a vislumbrar cómo se tejían los hilos de los destinos, y cómo cada persona desde el momento de su nacimiento puede tener un lugar y un sino. Todos formaban parte de una obra grandiosa e imprevisible que tan solo se desvelaba en el momento de la muerte. No en vano, el Guardián de los Muertos también lo era de los Destinos y del Juicio. En esa terrible certeza, las Esperanzas y los Anhelos propios del Reino de Irmo se convertían en hechos y en verdades. Se trataba de u nivel de comprensión difícilmente alcanzable para un mortal, pero allí estaba Norión. El Custodio del Abismo. Con gran pesar, supo que ese círculo, esa ventana abierta al destino de Arda, se cerraba para él para siempre. Las vidas mortales eran demasiado cortas como para deleitarse en lo divino más allá de un breve instante, que sin embargo se prolongaba como un dulce recuerdo, como la esencia de lo vivido, hasta el fin de sus días. Era al mismo una experiencia que se iba a quedar grabada para siempre en su alma, y algo que iba a resultar imposible de recordar más allá de un débil reflejo, distante y tenue, y distorsionada por la propia percepción del hombre hasta convertirla en algo más mundano para así poder asimilar aunque sea una parte de ella. Una vivencia indescriptible para alguien que no había andado aquel sendero oscuro y solitario, que no había contemplado las profundidades del Abismo hasta que éste le devolviera la mirada, que no había caminado en la noche sin estrellas…

Ahora que ya se habían separado Norión y Finduilas, los dos compartían algo único, sus almas se comunicaban a otro nivel. Incluso ante la inmensidad del Universo, Norión volvió a sentir la impronta de la Dama de Dol Caladir. En el pergamino, en el símbolo de los Enach, en la misión… Pero también dentro del Abismo, y más allá. Era una estela casi imperceptible, pero la visión era ahora como a través de un objeto de cristal. Un artefacto de gran poder. Una esfera oscura que había sido tocada por la mano de Finduilas en el pasado.

Norión vio cómo el objeto se alzó, y entonces pudo ver de nuevo el Puente de Ost-in-Edhil. El sol brillaba en la tarde, lo que le hizo pensar que la visión llegaba del futuro, porque también intuyó que el Desenlace del enfrentamiento entre Ayla y el Khathog ya había sucedido. Alrededor de la esfera oscura, varios señores elfos se habían reunido para lo que era sin duda un cónclave solemne. Norión pudo verles aunque la imagen era distorsionada. También pudo escuchar frases que decían aunque no estaba claro a quién se dirigían o si eran ecos del pasado o del futuro, pues sus labios no se movían.

-Aquí comenzaron a crearse los destinos que concluyen hoy. Aquí  en las forjas de Gwaith-i-Mirdain fue donde forjaron Hilde Sikelion que selló el destino de la Guardiana. Ahora, en este lugar, muchos serán los Círculos que se cierran. El de Zelene, el del hermano de Ayla, el del anillo que porta, el mío y varios más.

-Nada queda de nuestra grandeza de antaño. Ni volverá a haber nada parecido. De todo lo que se perdió aquí en Ost-in-Edhil, los que fundamos Amon Lind rescatamos tan solo el recuerdo. Un reflejo que más pronto que tarde desaparecerá para siempre. El tiempo de los noldor se acaba. Nuestros días se van…

-En los años venideros, recuerda lo que fuimos. Recuerda lo que hiciste por nosotros. Recuerda lo que hizo Zelene por todos. Recuérdanos. Recuérdame, recuerda a Sulkano. Porque yo llevaré el recuerdo de este día conmigo hacia las Tierras Imperecederas, donde nunca morirá.

 

–Dejamos atrás un mundo en ruinas, devorado por el fuego del tiempo en el que ardemos todos. No diré más, porque este día os pertenece. Pertenece a Ayla. Hizo lo que ninguno de nosotros pudo en su día, y derrotó a Goth Kuldokar enfrentándose al Cazador. El largo viaje de Zelene también concluye por fin en este día, y se reencontrará con su amado.

-Soy Ringlin, y me ha sido conferida la autoridad de Huinen el Vidente en este tema. Él responderá por lo que está por suceder, y ninguna responsabilidad asumirá por aquello que ya ha sucedido.

 

Yúlallo Nárë nauve coivana, cálë Lúmillon tuiuva1,

Fuego y Luz, Cenizas y Sombras.

-No hay victoria sin sacrificio. Ni superación sin sufrimiento. Ni habrá esperanza del mañana sin el recuerdo del ayer. Soy Moranar, y me presento ante las puertas del hogar de Gwaith-i-Mírdain como la última Guardiana de Fuego

 

 

 

 

 

-Ayla acudió a Amon Lind para aprender los secretos que usaba Zelene para así poder vencer a nuestro enemigo que había regresado. Nos dio la oportunidad de evitar la guerra antes de que ésta empezara, si lograba arreglar aquello que antaño salió mal.

 

 

 

 

 

 

 

Uich gwennen na 'wanath ah na dhín.
An uich gwennen na ringyrn ambar hen2

El destino de un grupo de personas fue sellado hace miles de años, y estamos condenados a permanecer en los círculos del mundo hasta que cumplamos nuestro cometido. Y mi destino está inevitablemente unido al de Zelene. Pero ella nunca nació, y apareció Ayla. Mi hermana. Tan diferente, tan llena de vida, de amor… Y el círculo se quedó sin cerrar, la obra sin terminar. Yo, Kaldor, nací apara conocer a Zelene en esta vida, para reencontrarme con ella en el día de su reencarnación.

Durante largos años he recopilado la Profecía en este tomo, dijo mostrando un libro encuadernado.

–Será mi legado, ya que no lo voy necesitar en el lugar a dónde iré.

 

Notas de juego

1De las cenizas subirá un Fuego, y una Luz asomará en las sombras.

2No estáis condenados a la pérdida y al silencio,
Pues no estáis atados a los círculos de este mundo.

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06/10/2017, 23:38
Director

Turno 15 - Resolución

Con la ayuda del pergamino de Finduilas, Norión había logrado apaciguar la Piedra. El enano Ferrim estudiaba ahora las características la roca, aprovechando que Otho y Rhav quitaban las cadenas. No era tarea fácil tallar runas mágicas en piedra sagrada, pero pocos había tan hábiles como los enanos de las Colinas de Hierro, y entre ellos Ferrim hijo de Ferric gozaba de gran renombre. Además, contaba con el tomo de los Enach, una familia de Númenor que en tiempos pasados había alcanzado cotas muy altas de conocimiento de las runas, hasta el punto de haber sido honrado por los naugrim como amigos, y juntos habían trabajado las runas, las fundiciones y la forja. Ahora todo ese conocimiento perdido iba a ser necesario para rematar el cometido de los Guardianes de Enila.

Girion llegó a la posición del último orco del claro, y junto a dos de los prisioneros liberados le golpearon hasta matarlo. Mientras tanto, Eben se secaba el sudor de los ojos preparando el arco por si venía alguno más. Russef respiraba hondo y por fin dejó descansar a su hacha, agradecido a Benaldamat por haberle cerrado la herida antes de partir.

Denelloth se había ido detrás del orco que había huido.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Eben: me confunde un poco el post y la tirada, debo tomar como referencia la tirada hecha que es pifia. El resultado es "sudor en el ojo, no atacas", así que turno 15 no haces nada y turno 16 cargas. Aprovechando que el jugador está de vacaciones, PNJtizo el turno 16.

Girion: matáis al orco que queda, buen trabajo :)

Denelloth: he escrito arriba desde la perspectiva del orco. Te lo encuentras descansando a unos veinte metros, he tirado acechar por ti y logras atacarle por la espalda. Si tienes emboscar puedes usarlo, y si no, pues ataque normal con bono +35.

Ferrim: tu intento de Conocimiento de Piedras no te da un bono adicional, pero cuentas con el bono del libro y de la herramienta como te comenté en el Off Topic.

Marcad el turno siguiente como Turno 16

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07/10/2017, 17:53
Ferrim, hijo de Ferric

Turno 16

Ferrim pudo sentir perfectamente cómo el bálsamo del hechizo calmaba al monolito. Puso la mano en la superficie y la sintió fría y ardiente y ninguna de las dos cosas. Sabía que en su interior había vida, una vida enferma que pedía curación.

Acarició la piedra con respeto, buscando el punto donde debía tallar. Buscando sin buscar, realmente, solo dejando que la fuerte mano de artesano naugrim supiera cuándo detenerse porque, en cierto lugar, la roca le estaría llamando. Pocas lo hacían. Las piedras eran inertes, no solían hablar, pero algunas tenían suficiente espíritu en su interior como para mantener una conversación de silencios. Sin duda, el monolito hablaría con Ferrim con claridad. Esa roca no callaría. Seguramente habría estado silenciosa durante milenios, no porque no pudiera hablar, sino porque su naturaleza era diferente de las criaturas parlantes nacidas del Ainulindalë y también de la naturaleza de los propios naugrim.

El monolito solo hablaría cuando lo creyera conveniente, ni antes ni después. Y le habló sin palabras a Ferrim, hijo de Ferric, cuando este pasó la palma bajando lentamente hasta encontrarse a la altura de su propio corazón. Se sintió latir, profundo, como un tambor sordo y potente en la sima más honda de las Colinas de Hierro, y notó ese tipo de fuerza que solo un khazad puede sentir de la tierra.

Entiendo... – murmuró, serio y grave.

No necesitó abrir el libro de los Enach. El estudio que había hecho era más que suficiente para él. Sabía a la perfección cómo empezar, con qué fuerza y en qué sentido, dónde profundizar una milésima de pulgada, dónde elevarse y dónde cruzar los trazos, con qué ángulo y qué curva.

Sujetó a Borún, el cincel, y basculó a Hakk, el martillo, para buscar el agarre perfecto. Su fiel amigo fue forjado hacía cientos de años, y Ferrim supo entonces que el martillo había nacido para aquel momento.

Tu mayor obra, viejo Hakk.

Levantó el martillo y golpeó.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No he marcado a Denelloth, no sé si era conveniente. > DJ: lo incluyo

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08/10/2017, 22:58
Girion

Turno 16

Girion miró como el cuerpo del orco caía inerte tras clavar sus espadas. A su lado, varios de los prisioneros habían hecho lo propio con sus armas dando una amarga sentencia a aquel enemigo. Jadeando asintió a los hombres por el buen trabajo hecho y luego se giró para ayudar a Denelloth a acabar con el orco que había escapado. No podían permitirse el lujo de que diera la voz de alarma y les descubrieran. Si así ocurría, todo aquello sería un hervidero de enemigos y tendrían muy pocas posibilidades de salir de allí con vida.

Mientras emprendía la carrera, miró de soslayo a los hombres y les ordeno señalando a sus compañeros caídos.

- ¡Atended a vuestros compañeros!, ¡comprobad si están aun con vida!, ¡si es así ayudadles, cread una camilla por herido! ¡no tenemos tiempo así que no lo malgastéis! ¡debemos salir de este claro cuanto antes!...

Tras decir esto el joven dunadan se metió en la maleza perdiéndose de la vista de los que se hayaban en el claro.

Notas de juego

Salgo corriendo a ayudar a Denelloth.

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09/10/2017, 00:35
Denelloth
Sólo para el director

TURNO 16

Ahí está. Veinte pasos. Se ha parado. Un poco a la izquierda, entre aquellos dos troncos gruesos. Cuidado con las ramas bajas. No, no ha de haber otros cerca, bendita sea Varda.

Contenía los jadeos que pugnaban en su garganta modulando su respiración para que fuese cadenciosa y, con el mismo compás, movía los pies y desplazaba su peso. Normalmente disfrutaba con aquella danza silenciosa, pero estaba demasiado cansado y quería terminar ya con todo aquello.

Cinco pasos. Eso es, véndate las heridas. Un momento más.

Crac.

Es igual. Está muerto.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lo dejo sólo para el dire, si lo consideras, ábrelo.

Vaya tiradas. Al ataque, que no es pifia de chiripa, creo, me faltó sumarle el +35 (Denelloth renuncia a emboscar). El crítico también es triste, puede que ni muera ni nada...

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09/10/2017, 14:45
Eben

TURNO 16

Eben maldijo su suerte al perder la oportunidad de matar al orco que se retiraba, menos mal que Denelloth estaba al tanto.

Perdida la concentración, sacó una nueva flecha que cargó en el arco mientras observaba los alrededores con el ánimo de proteger a los que estaban junto la piedra.

Notas de juego

Es exactamente eso... perdí la flecha, oportunidad o lo que sea en el turno 15 y el 16 lo uso en recargar. AL ver la pifia lo interpreté así.