MilzarâK observó la conversación entre Gildûr y el hombre que les estaba ayudadando. No le sorprendió pues sabía que Gildûr era bien conocido en Sil Auressë. Sólo esperaba que una vez en el castillo los curanderos pudiesen ayudarlo.
- Eren, ¿ves movimiento en los huargos desde el carro?
Había sabido de primera mano lo peligroso que podía ser un huargo, y aunque en este lado ya no estaban solos, el número de huargos tambien era mayor.
Motivo: Observacion
Tirada: 1d100
Resultado: 49
Hago una tirada de observación por si acaso.
Eren es PNJ ;)
Gildûr vio el cielo, pero estaba oscuro y el sol se había tapado. De nuevo todo volvió a dar vueltas. Anael...
Le costaba respirar, y las palabras se le atragantaban. -Devuelve... este diente... ¡AL DIBUJANTE!
Palabras sin sentido, producto de una mente atormentada. Cerró los ojos.
Anael tardó unos instantes en descubrir que Gildûr estaba usando el lenguaje de su código. Se usaba sobre todo para mensajes escritos, y solían ir encabezados con algunas claves. Mientras avanzaban, Anael observaba los alrededores. Pero su mente trabajaba para descifrar el mensaje oculto.
De-vuel-vE Es-tE Dien-tE AL Can-tan-tE
C.-..-...-O O-.O C..-.O AL C..-...-..O
[algo/desconocido] oro carro AL castillo
Motivo: codigo
Tirada: 1d100
Resultado: 47(+41)=88
-El camino hacia el castillo está despejado, afirmó Eren.
-Vamos, dijo Berephar y alentó a los caballos. No podían detenerse ahora con los huargos, había demasiado en juego.
PNJtizo a Berephar
Casi habéis dejado atrás el peligro inminente de los huargos. Como mucho, alguno se podría salirse de la manada y causaros algún problema. Pero en un principio el carro llega en el siguiente turno a la zona de protección del castillo. Especificad si estáis detrás de carro (para protegerlo de los posibles ataques de los huargos) o delante (para entrar primero por las puertas, que por cierto están cerradas).
Anael apretó los dientes y luego miró al frente. Eren tenía razón el camino al castillo estaba despejado. Tenían una posibilidad de llegar al castillo. Además según lo que le había dicho Gildûr era necesario llevar el carro para entregar lo que le había pedido.
- ¡¡Berephar!!, ¡fustiga a los caballos, haz que vuelen hacia la fortaleza! Nosotros nos encargaremos de quitar los enemigos de en medio- ordenó Amael quien ya no parecía tan viejo.
- ¡Milzarâk! llama a los de las puertas, que nos dejen pasar- dijo viendo que el joven estaba adelantado-. Yo mantendré a los huargos alejados con mi arco desde el pescante, atacándoles desde aquí arriba- propuso al joven.
Milzarâk se acercó a las puertas del castillo y comenzó a golpearlas con el pomo de la espada.
- Los del castillo, abridnos. Traemos heridos y Gildûr es uno de ellos.
Estaban a un paso de la seguridad del castillo, pero con los huargos no podías estar seguro de nada. Eran bestias feroces y traicioneras. Si unos pocos se separaban del grupo y les atacaban estarían arrinconados contra las murallas del castillo.
Girándose a ver como estaba el carro, vió como el resto de supervivientes de la aldea subían también hacia el castillo. Con tanta gente queriendo entrar, si no abrían las puertas rápido podría haber heridos sin necesidad de que atacasen los huargos.
- ¡¡Abrid las puertas!! Rápido o esto se convertirá en una masacre.
Tras unos minutos que parecían horas, se escuchó una voz desde lo alto de la torre de la puerta...
-¡ABRID EL PORTÓN! ¡DEJAD PASO!, gritó el sargento Gaerel.
Escena finalizada, seguimos aquí
Salen de la escena: Anael, Berephar, Milzarak
Siguen en: 18.1.1. La hora más oscura (Ragi, Anael, Berephar, Milzarak)
Siguiente escena en lectura cronológica: 17.6.2. La Roja Tempestad de la Loma (Aaren, Tarbrand, Agnor, Theon, Eärnil)