El dúnedain asintió a las palabras de Aelloth, le alegraba saber que había al menos una oportunidad para aquellos hombres y mujeres, el no sabía forzar cerraduras pero gustoso prestaría su ayuda en la loable misión de su compañero. No obstante, cuando escuchó a Melechtor su rostro se ensombreció ante la posibilidad de abandonar a aquellos esclavos a su suerte, sabía que tenía que acatar las órdenes y Sil Auressë era su prioridad, pero no pensaba dejar a los cautivos a merced de los orcos, por lo que en relación a este tema dijo:
- Pero mi capitán, no podemos dejar a esos esclavos en manos de los orcos si la emboscada fracasa y tenemos que retirarnos, ellos nos han ayudado informándonos detalladamente del campamento enemigo, creo que le debemos al menos eso - dijo Tarbrand en actitud bastante comprometida con aquellos que han corrido tan indeseable suerte, a parte de la causa mencionada, aquellos cautivos le habían ayudado a llegar al campamento y una de ellas le había curado en parte sus dolores, sentía que debía corresponder aquellos gestos por lo que añadió - Yo iré con Aelloth, me encargaré de ayudarlo en todo lo que pueda para que los libere y me gustaría contar también con el permiso para intentar mantenerlos con vida - dijo llevándose el puño al pecho en gesto de compromiso con sus palabras, para luego decir cambiando de tema - en cuanto a la estrategia, me parece bien, dado que tenemos que asegurarnos que el ataque sea lo más letal posible será lo mejor, pero debemos medir bien el tiempo para atacar de noche, pero asegurarnos que falte poco para el amanecer, de lo contrario el troll podría estar demasiado tiempo activo ...
Y tras hablar se quedó esperando su respuesta, aunque algo excitado y ansioso por pasar definitivamente a la acción, esperando que el retraso de la planificación no les impidiera llegar en el momento deseado de la emboscada.
Agnor escuchó atentamente las explicaciones sobre la táctica y el asunto de las cadenas. Asintió.
-Bien. Pues partamos cuanto antes.
No había mucho más que añadir. Habían sido un par de días largos y duros, y quizá lo que les esperaba era lo último. Con suerte contarían con la sorpresa para contrarrestar la peligrosa inferioridad numérica. El golpe tenía que ser rápido y demoledor, o no serlo.
Cierro escena, seguimos por aquí
Me está gustando vuestro viaje hacia Sil Auressë, y la calidad de los post y el ritmo que le dáis. Una pena que voy liado con temas de trabajo y no puedo contestaros en un plazo más corto, pero no es por falta de ganas :)
Salen de la escena: Agnor y Tarbrand
Siguen en: 14.4.8.1. La carga de caballería (la siguiente escena cronológica)