Partida Rol por web

Sil Auressë

[17.4.9] El Monolito

Cargando editor
09/08/2017, 00:06
Russef Wrings

Turno 11

No sabía si había acertado en su decision de asestarle el golpe final a ese ser de ultratumba; por lo pronto parecía que dejaba de moverse tras haberle cortado un brazo con el hacha.

Pero ahora la situación era complicada para mí. Denelloth había arremetido con bravura a uno de los orcos que nos hostigaban, pero llegaron más y en esa zona del llano estábamos en clara desventaja.

Retrocedí unos metros y me situé junto al valeroso montaraz, gritando al tiempo que me defendía como buenamente podía de los envites de esos malnacidos.

Retrocedamos y resistamos, en unos instantes llegarán refuerzos de los prisioneros o de algún compañero!! le dije al montaraz esperando creerme mis propia palabras y que el resto también escuchara mi peticion de ayuda.

Intené un fugaz ataque a uno de los orcos*, sin mucha convicción en tener exito y más enfocado a mantenerlo alejado y poder situarme más atrás.

- Tiradas (2)

Notas de juego

** Me muevo hasta Denelloth, espada contra espalda para que no nos flanqueen.

Uso escudo con un posible atacante y 40 de BO para BD de otro posible ataque (creo que me van a caer mínimo dos orcos)

* Ataco a uno cualquiera de lso que están por ahí, que elija el master cual.

Cargando editor
11/08/2017, 23:10
Benaldamat

Turno 11-a

El Guardian de Kementari, Guerrero de Irmo vio como el Huargo desaparecía lentamente, intentando asumir lo que había ocurrido. Como el destino se acababa de retorcer para asistirle y dar la vuelta a la contienda. Pero sus hermanos los apremiaron, no era tiempo de estar quieto, había que actuar.

La muerte del Huargo provocó que se disipara el velo de oscuridad que nublaba los ojos del Guardián, y entonces lo vio todo, lo entendió todo…

Escuchaba las palabras del Anamarta en la lengua de los elfos teleri. Siempre había estado con ellos.

La orden a los orcos de alejarse, palabras en Sindar para que solo entendieran los Guardianes de Enila, otras en lengua negra a los orcos para mantener su mascarada, la muerte de Gothdust que si bien no vio como el puñal penetró la carne del sacerdote, si vio como este caía al suelo tras acercarse Norion, y como la daga se tenía de color carmesí. Y por último, cómo Norion asestó un golpe crucial a la criatura impía justo cuando el Guardián espera el desenlace fatal.

Sí, los ojos del Guardián ahora entendían lo que había visto durante el combate, y tenía que avisar a los Guardianes de Enila.

Astuto Norion.

Las palabras salieron como un torrente de la boca del Guardián en el idioma de los Teleri que solo los justos podían entender.

¡¡¡GUARDIANES DE ENILA!!!, Norion no nos ha abandonado. Él mató al Gothdust, en la oscuridad él me asistió hiriendo al Huargo de gravedad, y ahora va a cerrar el portal. Girion y Ferrim, aprestaos a acudir junto a él para evitar que se abra el portal, pues el mismo mal espera para salir del abismo.

Denelloth, cambia tu posición con Russeff. Que éste se acerque a mí rápido. Mi fuerza se agota, me quedan segundos…

Que los prisioneros no se acerquen a Norion.

Tras sus palabras, hizo acopio de las menguadas fuerzas que le quedaban para golpear al orco que había entre él y el Custodio, y acercarse a la posición del maltrecho Russeff.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dj, ponlo para los que entienden el Sindar.

OK, voy a considerar que con rango 5 ó más se entiende sin problemas.

Cargando editor
11/08/2017, 23:30
Benaldamat

Turno 11 - b

La muerte del Huargo alivió la carga que llevaba el Guardián sobre sus hombros. La criatura oscura se desvanecía lentamente, entonces el Guerrero Onírico miró a los ojos a Norion por un segundo, lo tenía cerca. Podía haberle atacado, pero no lo hizo. En su mirada se reveló una luz de entendimiento, de esperanza, mientras el Anamarta se acercaba nuevamente al monolito.

Entonces se dirigió a sus compañeros de armas y habló. Habló en una lengua familiar pero desconocida. La misma que utilizaba el Anamarta y que pocos de ellos entendían.

¡¡¡Guardianes de Enila!!!.... Gothdust…… Girion..Ferrim……Denelloth….Russeff….. Norion.

Acto seguido, haciendo nuevo acopio de fuerzas asestó un feroz golpe al orco que se había interpuesto entre Norion y el Guardian, y avanzó un poco hacia Denelloth y Russeff.

La figura del Guardián cada vez era menos perceptible, apenas le quedaban segundos. El Huargo lo había debilitado en extremo y pronto todo quedaría en manos de los Guardianes de Enila…

Notas de juego

este es para los que no entiendan Sindar, si los hubiera.

Cargando editor
14/08/2017, 20:29
Girion

Turno 11 - Girion

Girion había logrado alejar al prisioneroP1 y ahora le indicaba que se fuera con el resto de los hombres liberados. Acto seguido, atacó con su espada y su main gauch al orcoO7 que acababa de llegar. El ataque le acercó a la posición de Norión, pero de momento el joven dúnadan centró su atención en hacer el máximo daño al orco. Atacó con dos armas, y la espada le impactó varias veces en el pecho del trasgo con gran dureza, y se vio obligado a retroceder visiblemente dolido.

- Tiradas (4)

Notas de juego

PNJtizo este turno
Girion a O7: 18 E (con la espada ancha), crítico: pecho, +15 PV, aturdido 2 as, -15
el ataque de Main Gauche falla pero no es pifia

Cargando editor
14/08/2017, 20:40
Director

Turno 11 – Denelloth

La presencia del búho le dio nuevos ánimos al montaraz, y las palabras de Norión en sindarin dieron pie a una nueva esperanza en medio de la oscuridad.

-Otho, verdadero elegido, ven a mi, acude a mi llamado!-

Había dicho el anamarta en oestron… Y luego se había dirigido a los orcos en lengua negra. Eran palabras proféticas y complicadas, pero Denelloth entendió algo.

Seres oscuros .. olvidar … nueva víctima … ritual … dejar pasar … lejos… mirad

Chamanes … muerte … huargo … muerte … pero Hijo de las Sombras ahora aquí. ¡Momento victoria! Alejarse ahora. Rápido. Piedra romperse. Ritual fin, todos morir.

Cargando editor
14/08/2017, 21:07
[OI] Profecía

El tiempo está cambiando;
el Oeste declina, un viento se está alzando
en el Este creciente. El mundo vacila.

Nuevas mareas corren en las aguas estrechas
donde el eco de la Canción aún perdura.

I lúme utúlie…

Era la hora del Desenlace. Las profecías de la Luz y de la Oscuridad convergían en medio de una tormenta de tal poder que podía desencadenar un cataclismo. Durante el Astquelion, fuerzas ancestrales y héroes de ahora se movían arrastrados por los corrientes que quebraron el tejido de Arda. No era visible para los mortales, pero desde el foco del Monolito, el anamarta pudo ver más allá del espacio y del tiempo. Por unos instantes, vio lo que pocos habían visto. No alcanzaba comprenderlo todo en ese momento, ni mucho menos controlar ese enlace hacia lo eterno. Era necesario dedicar toda una vida de meditación y de oración para asimilar lo que uno vive a las puertas del Abismo, donde convergían los Círculos de Arda.

Siguiendo la línea de Ayla, pudo ver más allá de aquel puente y de su enfrentamiento con Khathog. Pudo ver un refugio en lo alto de las montañas. Una estructura que desafiaba la gravedad, y supo que era obra de noldor que habían sobrevivido a la caída de Eregion.

Los días de los Primeros Nacidos se agotaban. Para los noldor del refugio de Amon Lind, la partida era inminente. Pero antes, una antigua profecía debió ser resuelta. Mientras el día se convertía en noche, y la luna devoraba el sol, una solitaria Guardiana de la Luz se enfrentaba a la Oscuridad en el puente de Ost-in-Edhil. Si perdía, el Mal que había sido enterrado siglos atrás regresaría y atacaría este refugio. Pero incluso en la victoria, no había esperanza para los noldor. Pues su verdadera esperanza estaba en el Oeste, más allá del Mar. Su larga travesía en la Tierra Media estaba llegando a su fin. Habían pasado de lo alto y hermoso a la oscuridad y ruina, así era su sino en la Arda Maculada donde el legado de Morgoth todo lo corrompía.

Y entonces vio a un elfo de un gran poder, y escuchó unas palabras que no comprendió en aquel momento, pero sí más tarde…

Alcar ar úcarmë

Un sentimiento que los noldor denominaron:  alcar ar úcarmë…

Es difícil de explicar, pero hace referencia a la desolación de haber creado algo increíblemente hermoso e irrepetible, pero que a su vez es la fuente de una tristeza o y una desolación sin límites.

Alegría y tristeza, risa y llanto, vida y muerte, esperanza y desolación… gloria y pecado. Todo eso es alcar ar úcarmë…

La profecía les ataba a ellos, pues en el dedo de Ayla brillaba el anillo Hilde Sikelion, el anillo de la Guardiana de la Luz que fue derrotada, pero que ahora se había reencarnado en Ayla para hacer frente al Mal. Ayla luchaba contra Khathog, pero al mismo tiempo la Guardiana de la Luz luchaba contra el Cazador Oscuro. El círculo estaba a punto de cerrarse, y el destino de los noldor de Amon Lind se iba a quedar sellado para la eternidad.

Notas de juego

turno 2 de percepción ampliada

Cargando editor
14/08/2017, 21:29
Director

Resolución – turno 11

La gracia de Irmo abandonaba poco a poco al Guerrero Onírico. El tiempo de Benaldamat entre los Guardianes de Enila se agotaba, pero aún le quedaban fuerzas para seguir luchando un poco más. Había derrotado al Gran Huargo, y ahora cargó contra el orcoO7 que se interponía entre Norión y el Monolito. Allí se encontró con Girion quien también atacaba contra el mismo enemigo. El alfanje de Benaldamat le impactó en el codo del orco. Se escuchó un ruido como de una rama seca partiéndose, y el brazo del arma se quedó colgado de una forma antinatural. A continuación, la figura espectral comenzó a avanzar hacia la derecha, donde se encontraban Denelloth y sobre todo Russef al que Benaldamat había visto sufrir alguna herida antes.

En aquella dirección, Denelloth atacó contra uno de los orcosO12 que estaban cerca de Russef. Así los dos bravos guerreros se volvieron a encontrar ahora que la esfera oscura se había disipado. Ambos estaban heridos y algo agotados, y el hombre de Saralainn sangraba de una herida. Aún así, espalda contra espalda, se prepararon para hacer frente a los enemigos que quedaban. Denelloth le alcanzó a uno de los orcosO12 en el muslo, y la sangre comenzó a brotar. Al menos no le iba a devolver el golpe ahora. Russef de su parte estaba más pendiente de protegerse de los ataques, y lo logró ya que el orco que le atacóO15 falló su ataque. El otro orcoO11 de aquel flanco era el que había estado luchando con el cadáver decapitado, y ahora se reincorporaba desde el suelo. Su mirada albergaba dudas y se le veía confuso, y en vez de atacar retrocedió varios pasos sin darles la espalda a los hombres que luchaban junto al monolito.

También llegó Eben. Ya había cambiado su arco por la lanza, y eligió como objetivo al orco aturdidoO4 en el centro. Su ataque era fuerte pero no logró penetrar la armadura en las piernas del orco. Aún así, estaba herido de golpes anteriores y a merced de los sucesivos ataques.

Un poco detrás de Eben se movía Ferrim. Con paso decidido y firme, ignorando a los orcos y al prisionero que huía alejándose del monolito, el enano avanzaba hacia el Monolito como movido por una llamada antigua y sagrada. Les había acompañado para cumplir con una tarea, y había llegado su hora. Era su cometido, su destino.

Detrás del enano, la mayoría de los prisioneros liberados y armados se agrupaban alrededor de Rhav, con los ojos puestos en Norion. Quedaban dos aún encadenados, y unoP2 que estaba trabado con orcos más a la izquierda. Uno de ellosO8 tenía el brazo roto y estaba malherido. Miró a Norión, y a continuación se movió hacia su compañeroO13. Esto dejó al prisionero aturdidoP8 enfrentado con un orcoO14. La cimitarra del orco le cortó la pierna, y el pobre entró en shock de inmediato y perdió el conocimiento. No iba a tardar en morir.

Los Guardianes de Enila se encontraban cerca del Monolito, y los orcos estaban cada vez más dispersos. En el centro, los prisioneros estaban armados y listos para actuar bajo las órdenes de Rhav.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Benaldamat (PP 36/49): ataca a O7: 24E, 2 as aturdido sin poder parar, brazo der, +9PV
Denelloth (32/97): Den tiene -25 durante T11-T12. ataca a O12: 16C, muslo, 5PV, 1as at, 2p/as
Russef (33/44). 2p/as, lucha con O15
Eben: ataca a O4: máximo, 23E, crítico: 44: +3 PV, 1 as obligado a parar (pierna)
Girion (20/94): sangra 1 p/as, ataca O7
Norión: PP 11/35 PV: 24/56, turno 11 es el último de aturdido, ya estás a 100%
Ferrim: avanza hacia el monolito
O4 (57/77): lanza, acompaña P1, costillas -10. Aturdido sin parar T11-T12-T13; obligado a parar T14
O7 (66/77), le ataca Girion, aturdido sin parar T11-T12, at normal T13 y T14, -15. Brazo der inútil.
O8: (50/77) 2p/as, brazo izquierdo roto, se aleja
O11: (27/77): ya no está aturdido, se aleja
O12: (36/77): le ataca Denelloth, aturdido T11, 2p/as
O13 (53/77): aturdido turno 11
O14 (64/77), ataca a P2, lo mata
O15 (0/77): ataca a Russef, falla
P1: huye hacia el centro (estaba con Girion)
*P2* (67/50): Aturdido t11, 3p/as, pierna, muere.
P3*: con lanza
P4*: armado con lanza
P6: con cimitarra,
P7: con lanza,
Rhav (prisionero viejo)

marcad el siguiente turno como 12

Cargando editor
14/08/2017, 23:17
[OT] Búho

Turno 12

Hugaew. El fiel e incansable búho revoloteaba cerca.

El Búho de las Quebradas vio cómo los orcos se alejaban ahora de la Piedra. Vio desaparecer el cuerpo del huargo. Se desvaneció ante los ojos de los Guardianes. Y los hombres liberados se reagrupaban en el centro.

Entonces batió sus alas y se dirigió velozmente hacia un punto en el camino ceremonial.

Cargando editor
14/08/2017, 23:18
[Si] Otho
Sólo para el director

Turno 12

Desde que Otho había abandonado la posición que le había encomendado Denelloth había avanzado en línea recta hacia el centro del bosque. Finalmente, se había encontrado con un camino recién abierto y flanqueado por dos filas de antorchas. Sospechaba que al final de esa senda se encontraba aquella piedra de la que habían estado hablando.

Se armó de valor… Y comenzó a andar. A lo lejos escucha ruidos de pelea, y vio algo moverse en el cielo.

¿Era el búho?

- Tiradas (1)
Cargando editor
15/08/2017, 23:56
Denelloth

TURNO12

Si las palabras de Norión no habían despejado todas las dudas del alma del montaraz, las de Benaldamat sí terminaron de hacerlo; pues el anamarta podría estar intentando jugar una última treta a la desesperada, pero Denelloth estaba seguro de las intenciones del Guardián, que en ese momento pasaba junto a Girion. Así, la confusión se desvaneció y la esperanza sepultada en lo más profundo de su ser afloró a la luz. Norión no estaba allí para traicionarles, sino para llevarles a la victoria.

Con energías redobladas y sin ocasión para admirar la noble figura del sacerdote, obedeció mecánicamente la orden del Guardián, que le encomendaba cubrir la salida de Russef del combate. Soltó un mandoble al orcoO15 que acosaba al saralainni; podría haber sido arriesgado, ya que el montaraz tenía otro contrincante al que hacer cara, pero por suerte los los orcos se retiraban, y los refuerzos habían llegado; el providencial Eben estaba muy cerca. -Eben, cúbreme; Russef, detrás de nosotros -se limitó a decir. Ferrim también estaba cerca, pero se dirigía directo al monolito, directo a ayudar a Norión en su cometido; en verdad, la voluntad de los enanos era tan pétrea conmo ellos mismos...

Tras el mandoble, y aún encarando al orco, se las apañó como pudo para alzar una mano en dirección a los prisioneros liberados*, que avanzaban amenazadoramente hacia Norión. Al fin y al cabo, él había dado la orden de acabar con el sacerdote, y ahora debía impedir que sufriera ningún mal. Y cuanto antes se viera liberado del combate, antes podría entregar a Norión la piedra que le solicitaba.

-¡No! ¡El sacerdote está con nosotros! Confiad en mí, limpiará la piedra sagrada. A los orcos, ¡no debe escapar uno vivo del claro!

En ese momento, sobre ellos, se oyó un agudo ulular. Hugaew. Todos siguieron su vuelo hacia un punto en el camino ceremonial...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Todavía con -25...

*Licencia dramática

Cargando editor
16/08/2017, 13:32
Russef Wrings

Turno 12

Los orcos huían, Benaldamat había logrado deshacerse del espectral huargo, los prisioneros consiguieron finalmente liberarse y se unían en el ataque a los orcos, Norion ahora pensabamos que siempre estuvo de nuestra parte,... Todos los acontecimientos se volcaron en nuestro favor, pero que duda cabe que hace unos instantes la contienda podría haber tomado un cariz totalmente opuesto. Los Valar estaban con nosotros, no había otra explicacion.

Aun quedaban algunos orcos en el claro y había que acabar con ellos. Sin detenerme a revisar mi herida, me avalancé tras el orco que intentaba escapar.

Muere maldito, grité al tiempo que le asestaba con el hacha por la espalda.*

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ataco al O11. Si el ataque es por la espalda (se supone que huye), habría que añadir la bonificación pertinente a la tirada.

Cargando editor
16/08/2017, 14:28
Norión

Turno 12 a

El anamarta continuaba con la vista clavada en el monolito frente a él, sus ojos veían mas allá de lo que estaba a su alrededor, aún así fue consciente de como respondió cada uno a sus palabras, notó como los orcos se apartaban, escuchó la voz del Guardián de Irmo que había aceptado su pedido y percibió los pasos apresurados del Naugrim que acudía hacia el pilar. Incluso percibió la presencia del Buho como lo había hecho antes de entrar al claro, sin embargo no recibió los pergaminos ni la piedra que había solicitado a los hombres... y tampoco el mediano acudió. Su rostro se tensó cuando escuchó las palabras del montaraz, el hombre había sentenciado a muerte a todos con ellas, lo mas probable es que los orcos atacasen con toda su fuerza ahora y diesen muerte a muchos de ellos, incluso podían pedir ayuda a las huestes que estaban metros atrás, pero eso ya no le importaba, nada importaba en realidad.

El umbral era cada vez mas delgado, la oscuridad estaba a solo un paso de cruzar el portal, tal cual lo había predicho Gothdust, y aunque casi todos los sacerdotes habían muerto, aún quedaba uno. La victoria de la oscuridad era inminente, lo sabía desde un principio, no podía detenerse. Tal vez los pergaminos de Finduilas podrían haber cambiado ese destino, tal vez el corazón de Otho hubiese hecho alguna diferencia, ahora solo una opción era posible. El sacerdote alzo su mano y comenzó a hablar en lengua negra, mientras dentro de la piedra la oscuridad parecía resurgir, acudiendo a su llamado.

La mano se posó sobre la piedra nuevamente, por última vez. Sus ojos se desviaron un segundo para observar al Naugrim que estaba a su lado y la daga ceremonial apuntó a su cuello.

Cargando editor
16/08/2017, 15:16
Norión
Sólo para el director

Turno 12 b

Las palabras en lengua negra volvieron a resonar con fuerza, primero dirigidas a los orcos y luego al interior del pilar - Fha Burzum... los humanos han caído en la trampa, el enano será el último sacrificio que abrirá el portal. Alejaos ahora mientras podeis, solo la muerte espera a los que estén a mi alrededor. Un tiempo nuevo está a punto de comenzar- su mano se acercaba a la piedra y las fuerzas al otro lado del portal se reavivaban - Dagul, servidores del abismo, la sangre de los Naugrim será la llave que tanto esperan para cruzar a este mundo, su momento se acerca -.

Finalmente la mano del Custodio tocó el monolito, como antes lo había hecho, la oscuridad volvío a sentir su presencia mientras la daga apuntaba al cuello de Ferrim.

Cargando editor
16/08/2017, 15:29
Norión

Turno 12 c

La mano de Norión se posó sobre la piedra, sintiendo el poder del monolito y fusionándose una vez más con el abismo, pero ahora la oscuridad había alcanzado el punto más alto de poder, ya no podía detenerse, no había hombre capaz de enfrentar esa fuerza. Los ojos del anamarta cruzaron a los del Naugrim y luego su daga buscó el cuello del enano.

Sus labios se movieron levemente pronunciando un susurro que solo Ferrim pudo escuchar - Deja que el metal toque tu cuello y no te resistas, al estar en contacto conmigo entrarás al monolito junto a mi, en medio de dos mundos, entre los que han partido y los que aún no. Yo puedo guiarte pero será tu voz la que despierte la única esperanza que tenemos- mientras el filo letal que tanta sangre había consumido se acercaba al enano, mientras un frío gélido comenzaba a paralizarlo. 

Notas de juego

La daga hace crítico de congelación. Si bien no hay un ataque, el metal se sentirá frío como la misma muerte en manos del guardián de los muertos. 

Cargando editor
16/08/2017, 15:48
Norión

Turno 12 d

La mano del anamarta estaba nuevamente en contacto con la piedra sagrada, profanada por la oscuridad hasta sus cimientos. El abismo estaba allí frente a él, el vacío incomprensible se había acercado a Arda para consumirlo todo, ninguna vida iba a prevalecer una vez que hubiese alcanzado lo que se proponía porque era el enemigo de la existencia. El Custodio comprendía esa fuerza, incluso aceptaba que el fin era tan necesario como el principio, Namo se lo había enseñado y esa oscuridad sin siquiera imaginarlo podía llegar a cumplir un propósito que Eru había previsto en el momento de la creación. Sin embargo, no era el momento, cuando lo fuera él mismo o uno en su lugar iban a convocar el fin de los tiempos, pero aún había mucha historia por escribir, muchas vidas por nacer, porque la obra de Illuvatar aún no había cumplido su propósito.

La gélida daga tocó el cuello del enano, la hoja se apoyó de canto sin producir ningún corte, aunque el frío de la muerte se adueñaba de su cuerpo. El poder del monolito se extendía a través del sacerdote hasta las piernas del herrero, ambos estaban ahora fusionados con esa piedra, siendo testigos del final de los tiempos. La oscuridad los rodeo, los Dagul se movían de un lado a otro ansiosos por traspasar el portal mientras que el abismo estaba a unos pasos delante, verlo implicaba ser devorado por él. El anamarta había logrado encender en su interior la llama de Eru, allí residía su fuerza y era eso lo que permitía que permaneciese de pie, había pasado la prueba una y otra vez, el fuego sagrado lo alimentaba y Namo guiaba sus pasos, aún así no podía vencer lo que tenía delante.

Los pies del Custodio y del hijo de Aulë estaban apoyados sobre una piedra, una tan antigua como la creación. Esos cimientos aún no habían sido consumidos por la oscuridad, pero sus grietas eran profundas, grietas que los hombres habían producido en su ambición desmedida y en su negligente ignorancia. Hacía siglos que las fuerzas de la naturaleza habían dado la espalda a los dúnedain de Cardolan, indignos de su bendición. Solo un puñado de seguidores aún le servían, de los cuales apenas una docena había sobrevivido al cruel sacrificio que Gothdust había realizado para convocar el Burzum. Pero la montaña conocía la voz de los Naugrim, el corazón de Arda sabía de su fidelidad, y el sacerdote de Namo conocía el dolor de Yavanna y los Valar oían su voz, él había prometido restaurar ese altar, aún a riesgos de perecer en el intento. Ambos ahora estaban allí, como embajadores de la vida, intentando ser escuchados por una antigua fuerza vital, pidiendo que cientos de décadas fuesen dejadas a un lado, que miles de crímenes fuesen perdonados, que una nueva oportunidad fuese dada a los caminantes de la superficie para enmendar sus errores. Norión tenía la convicción de que serían escuchados, tanto en Ferrim como en él la convicción era sincera, y lo estaban arriesgando todo para restablecer la pureza de ese sagrado lugar.

- Yavanna, aquí estamos, hemos cumplido la promesa, pero necesitamos vuestra fuerza para que la vida prevalezca, no nos abandones...- la oración del anamarta se perdía entre los gritos de los demonios troll que ya festejaban su victoria. El anamarta hizo silencio y se concentró, preparado para manejar las fuerzas arcanas una vez más.

 

Notas de juego

Master, si Ferrim acepta te pido que lo pongas en copia. Si no acepta, editamos levemente el post. A Ben lo dejo a tu criterio, a mi me pareció mejor no ponerlo en copia. 

Norión va a usar las acciones para preparar un hechizo en el próximo turno. 

Editado: pongo en copia a Ferrim, que aceptó la daga en el cuello!

Cargando editor
16/08/2017, 18:37
Eben

TURNO 12

En medio de la confusión, Eben no tenía muy claro qué órdenes seguir. Estaba al lado de Denelloth cuando escuchó su orden. Con un movimiento rápido intentó rematar al orcoO4 que tenía a sus pies mientras observaba el resto del claro controlando los movimientos del resto de los orcos.

Respecto a Norion, Eben seguía dudando, pero obedeció las órdenes de Denelloth y no atacó.

- Tiradas (3)

Notas de juego

172 ataque lanza, ya era hora que me saliera un tirada buena :-)

Cargando editor
22/08/2017, 18:44
Ferrim, hijo de Ferric

Un remolino de sentimientos encontrados embargó a Ferrim. La daga de Norión se acercó a su cuello y la reacción instintiva fue agarrar la muñeca del sacerdote. La enorme y fuerte mano de Ferrim el artesano sujetó con firmeza ese delicado brazo que le amenazaba con un filo malvado.

Con gusto hubiera tirado de ese brazo hasta derribar al frágil Norión al suelo y hacerle sentir cuánto pesa un martillo naugrim cuando es traicionado. Porque la alianza con un enano es sagrada y se lleva hasta el final, aunque pasen siglos y medie un mundo entre ambos. Derribar a Norión hubiera sido fácil y deseó hacerlo, pues Ferrim caminaba sobre la duda y nada era seguro. ¿Quería Norión sustituir la garganta de un hobbit por la de un enano? ¿Por qué? ¿Sería su sangre la última que necesaria para liberar a aquello que fuese el tal Gothdust? ¿Era todo una estratagema para degollarlo y liberar al mal? ¿Era un engaño? Pero, ¿se puede engañar a los enanos, acaso, los maestros del comercio y la precisión? La mente de los enanos, pragmática y utilitaria, era capaz de encontrar el peso y el valor de las cosas de manera natural, pues estaban directamente ligados a lo material, a lo tangible, a la propia roca que forma las cosas, y al mismo tiempo eran las criaturas más cercanas a su creador. Estaban hechos de piedra, tallados por las propias manos de Mahal y respiran gracias al hálito de vida que él les había otorgado. Estaban hechos de la propia esencia de las cosas.

...Mahal nos dio ojos para que viésemos en la oscuridad...

En las profundidades del mundo no llegaba la luz, pero los enanos no dejaban de maravillarse por lo que encontraban en las simas más remotas. Porque la oscuridad no les tocaba como a otros seres, y es más, ellos eran los que sabían llevar la luz a lo más profundo, y así se construían los palacios subterráneos, las ciudades más brillantes y la sabiduría más firme. Los enanos llevaban la luz a la oscuridad con técnicas maravillosas: observaban y tocaban la roca, la analizaban, la medían, calculaban, picaban con minuciosidad y abrían camino para la luz del sol, lejano y distante, o la creaban con piedras maravillosas y pebeteros de ensueño. Así funcionaba la mente de los naugrim, analizando, midiendo y encajando las piezas precisas. Y del mismo modo que su raza llevaba así la luz a lo más oscuro del mundo, Ferrim buscó soluciones para llevar la luz a aquel momento sombrío, y la luz a aquel monolito oscurecido por el mal.

No podía conocer todas las piezas de aquel perturbador mecanismo que Norión estaba manejando. Ferrim no entendía cómo se suponía que debía ser el ritual ni por qué era necesaria la sangre para buscar la luz. No podía preguntar ya, no era el momento de explicaciones. Era el momento de confiar o de luchar. Con el corazón liberado del peso de la terrible presencia del huargo, el naugrim se sentía más ligero y despierto, menos oprimido. Sin soltar la muñeca de Norión, más bien apretándola, miró a aquella criatura luminosa que había luchado y matado al espectro lobuno y recordó lo que había dicho sobre Norión instantes antes. Si ese ser de luz había destruido al huargo, y ese ser de luz bendecía a Norión, es que el sacerdote merecía la alianza. No cabía el engaño dentro del engaño.

De todos los mecanismos que Norión estaba manipulando, quizá la pieza más fuerte fuera la que más peligraba. El engranaje de la lealtad de un enano no se podía desencajar con facilidad, y si se hacía toda la construcción sucumbía. El enano se encargaría de ello o sus hijos o toda su famila o todo su clan, durante milenios de paciente y rencorosa espera.

Ferrim observó a los ojos de Norión y gruñó. El pensamiento lógico de los khazad encajaba piezas y engranajes que movían piezas que movían engranajes. Tiró del brazo hacia sí, mirando a Norión con furia y fuego en los ojos.

Si Norión no estaba con él, no podría sanar al monolito con sus runas y todo estaría perdido.

...incluso yo mismo...

Si Norión estaba con él pero él no le seguía, todo estaría perdido.

...incluso yo mismo...

La conclusión, el cálculo, lo decía todo. Era tan importante que Norión estuviera con él, como que él estuviera con Norión. Cualquier otro escenario era la muerte de todos. Así que todo daba igual y solo había una carta sobre la mesa.

La alianza del khazad podía firmarse, y esa era inquebrantable como la raíz de la montaña.

Cargando editor
24/08/2017, 21:57
Girion

Turno 12

Girion no daba crédito. 

Tras los nuevos acontecimientos el joven dunadan necesitaba aclarar su mente. No hacía ni un minuto hubiera arrancado el corazón del Anamarta si lo hubiera tenido delante. Pero ahora lo entendía, era todo un engaño, era todo una estratagema impecablemente urdida por su maestro para lograr detener el ritual.

Girion soltó las armas y con manos temblorosas cogió el cilindro de kregora y lo abrió.

E N I L A

Un click seco sonó y una de las partes del cilindro se desprendió para dejar los pergaminos liberados del ácido que contenía un cilindro de cristal y que amenazaba con destruirlos si alguien no introducía la contraseña correcta. Sin prestar atención al contenido ni al aparato, tendió los mismos a Norion.

Pero la visión que encontró al levantar la vista le hizo temblar. Norion estaba sujetando la daga en el cuello de Ferrim. ¿Era esto un nuevo engaño?, ¿un engaño del engaño? No. No sabía decir porqué pero sabía que no lo era. Sin poder hacer otra cosa el muchacho les chilló intentando detenerles.

- ¡¡NO LO HAGAS!! ¡¡INTENTÉMOSLÓ!!

A pesar de sus gritos el joven vio que ni Norion ni Ferrim les estaban escuchando. Sus miradas se hablaban y se decían lo que iba a ocurrir. Pese a su cercanía, para ellos nadie existía, solo ellos estaban ahí. Pero el muchacho no se dio por vencido y apretando los dientes intentó acercarse todo lo que pudo a ambos para refrenar lo inevitable.

La voz dulce y más cercana a la de un adolescente desapareció y el grito de un hombre surgió desde lo más profundo del cuerpo del hombre que era ahora Girion, ordenando como lo hubiera hecho un hombre de su estatus, como lo hubiera hecho un líder.

- ¡¡¡PARAAAAAD!!!

Notas de juego

He llegado a tiempo....a tiempo de postear en el turno 12...lo otro solo el master y Norion lo saben.

Cargando editor
25/08/2017, 22:50
Benaldamat

Turno 12

 

Benaldamat se sumergió en un mar de dudas al ver la daga de Norion aproximarse a la garganta del enano, ¿acaso había sido traicionado? Era difícil de creer, no quería creerlo. El Guardián intentaba visualizar todas las posibilidades, pero esta vez fue el enano quien trajo la luz sobre el monolito. El naugrim miraba fijamente a los ojos al Custodio, se palpaba la tensión entre ambos, pero el enano entendió algo que se escapaba a los demás y un gruñido fue suficiente para reforzar la confianza.

El camino del Guardián había sido compartido con los Naugrim, y había aprendido algo de ellos, un enano nunca se equivoca… Recordaba el tiempo compartido con Angerkurth, y sintió con fuerza las runas Angerthas sobre su Klavir.

El Khazâd había encajado una pieza del puzle, pero ¿qué pasaba con el resto? El Custodio aún no tenía ni los pergaminos, ni la piedra, y el tiempo se les escapaba. Entonces escucho un fuerte grito, era Girion impelando a sus amigos por el camino correcto, y en las manos portaba los pergaminos.

Haciendo acopio de fuerzas, el Guardián Onírico rugió nuevamente en la lengua de los elfos – Denelloth, la piedra de Enila rápido dásela a Norion.  – Acto seguido observó a Russeff como se abalanzaba sobre los orcos en un ataque desesperado, pero aún no era ese momento. Debían replegarse sobre el Custodio, darle tiempo para interrumpir el ritual y cerrar el portal.

Russeff, ven a mi lado. Tenemos que cerrar el círculo.

Acto seguido avanzó hacia el orco que estaba junto a Denelloth, y le atacó.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ataco a O12

Cargando editor
29/08/2017, 16:30
[OI] Profecía

Turno 12 - Norion

El crepúsculo llegó
con la luna neblinosa moviéndose lenta
a través de los restos del viento en el cielo anchuroso,
donde hebras de tormenta mágica vagaban.

Y en la hora oscura, el lóbrego crepúsculo
sobre cumbres sombrías brillando sin sol;
El viento pereció en el aire triste.
Cayó un silencio sepulcral.

El sol brilló por última vez. Con plata en las puntas
centellearon los relámpagos de la Guardiana,
blancas como un trigal. Volteando sobre ellas
los espectros gritaban con voces frías.

Las visiones de Norion a través de la Piedra le condujeron de nuevo al puente de Ost-in-Edhil, a la batalla entre la Guardiana de la Luz y el Cazador Oscuro, entre el anillo Hilde Sikelion y el Orbe Oscuro, entre Ayla y Khathog… Pero esta vez, la visión era compartida también por Ferrim e incluso Benaldamat.

Un orbe luminoso se formó en las manos extendidas de la Guardiana. Había logrado la iniciativa en la batalla definitiva, ante el asombro y estupefacción del Cazador Oscuro. Una vez más, como en otros enfrentamientos con la extraña hechicera silvana, Khathog sintió un atisbo de miedo y de duda, mezclado con obsesiva lujuria que le hacía perder la cordura.

Una luz blanca brillante le envolvió el brazo a Ayla, pero justo cuando estuvo a punto a dirigirla hacia su objetivo, perdió el control de la energía primogénita, y notó la fuerza elemental que contenía. Las llamas blancas rodearon su brazo, y el dolor le hizo desistir.

El dunlendino vio cómo alrededor de la mano de su enemiga se formó una blanca y radiante llama. Sintió que las promesas de Goth Kuldokar se estaban convirtiendo en realidad, y que ahora, más que nunca, Khathog era el Amo del Destino, el Cazador Oscuro.

Extendió la mano que sujetaba el bastón, y descargó la energía oscura que había estado acumulando. El impacto fue devastador, y Ayla a duras penas se mantuvo en pie. –¡Necia! Éste no es tu lugar, bastarda elfa…, las palabras de Khathog sonaban lejanas y distorsionadas, y se mezclaban con el ruido de las energías que se chocaban alrededor de los dos campeones.

Khathog comenzó a andar hacia Ayla, mientras se preparar para otro hechizo. Sus pasos eran lentos, triunfales. Saboreaba la victoria, la podía casi ver al alcance de su mano. -Ni siquiere eres una rival digna, espetó. 

El último choque mágico dejó a la Dama Blanca sin aliento. Instintivamente cogió de nuevo aire y tosía violentamente, momento que aprovechaba para echarse a la boca algo disimuladamente…

- Ayla eso no es lo que te enseñé. Yo conozco las artes de Carn Dûm, y te mostré como combatiría tu enemigo. ¿Acaso ya me has olvidado? Sé paciente, deja que se confíe, espera tu momento y solo así podrás vencer al Cazador Oscuro. Él espera que des el primer paso, que te agotes, y después estarás a su merced. No lo permitas Ayla.

Las palabras de Finduilas resonaron con fuerza en la mente de Ayla.

Khathog casi temblaba de la excitación. Podía sentir la cercanía de la victoria. La batalla había comenzado mejor de lo soñado, y ahora veía a su rival indefensa, derrotada, a su merced... Sumisa y vulnerable. Cuánto más sufría ella, más poderoso se sentía él.

Había quien interpretaba la profecía como que el Cazador Oscuro yacería con la Guardiana derrotada.

Él se acercaba lentamente a la posición de Ayla, quien se alejaba temerosa, tosiendo. -¿Es que no has aprendido nada? Sigues siendo esa fulana que se ofrecía a los hombres en las tabernas de Cardolan, ¿verdad? Te someteré, y te mataré. Pero antes, te haré sentir toda mi fuerza, decía casi jadeando. Sus largos dedos se aferraban a la pierna de Ayla...

Notas de juego

turno 3 de percepción ampliada