-Lo sé. Lo aprecio. Pero me temo que la única cosa que podría amenazaros es la propia Marion. Con sus políticas agresivas o su acción directa, si alguien ha de haceros daño, ésa es ella.
La respuesta hizo que Evonne bajase la mirada y su rostro ensombreciera. Tal y como temía. Sus puños se cerraron con fuerza, pero se esforzó en volver a dedicarle un gesto amable a la ninfa para despedirla.
-Gracias, muchas gracias por todo, Hesperia. Espero que tengas un buen viaje y encuentres un lugar más apacible donde vivir. Si puedo hacer algo por ti, no dudes en hacérmelo saber.