Partida Rol por web

8 de agosto de 1999 - 12:22

Aquella noche, Marion había llegado al castillo a media tarde y había arrancado a Lothar de una audiencia con Danielle, llevándoselo a la alcoba y levantando bastantes comentarios maliciosos al respecto. Al parecer, la Baronesa había enviado un mensaje a Hoja de hiedra diciendo que se encontraba enferma y que tardaría unos días en volver allí. Axelle escuchó muchas bromas sobre el tema, y algo le decía que no serían las únicas.

Lothar se había negado a abrir sesión de corte a la mañana siguiente, pero había hecho venir a Axelle. Aún no iba a recibirla, pero podía utilizar ese tiempo para hablar con Cedric. Lady Hiver había mandado un mensaje a Axelle diciendo que Cedric había accedido a ser el padre de su criatura.

A Axelle no le resultó difícil encontrar a Cedric en el feudo, y cunado lo hizo le sonrió con toda la amabilidad que pudo. Lo último que quería era espantar al Fiona y echar a perder la única manera que tenía de seguir siendo libre.

-Mi querido Cedric... -dijo al acercarse. La dama apoyó una mano en el brazo del caballero-. Debo daros las gracias por aceptar mi propuesta. Me hubiera gustado hacérosla en persona pero he estado demasiado ocupada.

El Fiona no correspondió a su calidez.

-Lady Hiver ha sido muy convincente. No podía decirle que no. Así pues... parece que soy el padre de vuestra criatura.

Axelle soltó el brazo de Cedric pero no retiró sus sonrisa.

-Solo de puertas para afuera. Supongo que Lady Hiver os habrá informado de que no es necesario que hagáis nada más por mi ni por el bebé cuando nazca, así que no debería suponeros un gran problema.

-El hecho de que todo el mundo en la corte vaya a pensar que vuestro hijo es mío es en sí un problema, Dama Axelle. Pero me debo a mis lealtades y no puedo decir que no... -Cedric bajó la mirada, no muy contento.

-No creo que le den demasiadas vueltas, Cedric. Ya sabes lo que toda la corte opina de mi, probablemente no les sorprenda, así como les dará igual quién sea el padre -le dijo para tranquilizarle-. Lo máximo que puede pasar es que tú quedes como el gran macho y yo como la "guarra" de la historia -apuntó, pues ella no tenía ningún reparo a la hora de utilizar es lenguaje-. Nadie se va a preocupar por este bebé. Y tu tampoco deberías hacerlo. Si te molestan con preguntas puedes decir que te desentiendes de él o que no quieres saber nada de mi. Me es indiferente, de hecho casi que lo preferiría así. Solo será un anuncio y luego adiós muy buenas.

-Mi honor quedará tocado -respondió él-. Pero he dado mi palabra, así que seguiré con la farsa.

El Fiona hizo un mohín disgustado.

El Conde apareció súbitamente. Estaba pálido y parecía cansado, pero exhibía una sorprendente energía.

-Sir Cedric, me gustaría hablar a solas con Axelle.

El Fiona obedeció tras hacer una suave inclinación. Lothar se giró entonces hacia la Canciller.

-Dama Axelle, tengo una orden para vos. Id en busca de Sir Bastien y detenedlo por la violación de Lady Marjolaine en nombre de... en mi nombre.

Axelle abrió los ojos de par en par y después sonrió como hacía tiempo que no sonreía.

-Será un placer, mi señor. De hecho... Iré ahora mismo a prepararme. Pero antes... -dijo Axelle y frunció en ceño-. Por mucho que me pese no voy a poder hacer mucho sin ayuda, mi señor. ¿Hay alguna posibilidad de poder contar con alguien más? Quizá los barones quieran ayudarnos.

-Como vasallo de Lady Marion, sus propios hombres deberían prenderlo, aunque no es lo adecuado. He enviado un mensaje a Lord Quent, él os dará más hombres. Pero debéis saber que aún así estaréis en desventaja. Dependo de vuestra destreza en este lance -dijo Lothar-. Además, Sir Aster, Stenn y algún otro guerrero de los Cedros se unirá a vuestra hueste. No tengo ninguna duda de la culpabilidad de Bastien. Vos sois la amante de Lady Marjolaine. Haced que pague por su infamia, Canciller, y seréis recompensada.

-Se que estaré en desventaja, pero lo haré -afirmó asintiendo con la cabeza. Aunque no estaba acostumbrada a que la gente hablara en voz alta de sus amantes no le sorprendió que Lothar lo supiera... Bueno, solo en parte, lo que si le resultó interesante fue que al parecer el Conde se enteraba de más cosas de las que la dama pensaba. Axelle habría jurado que Lothar no veía más allá de sus propios intereses y preocupaciones-. Estaba deseando que me diérasis esta orden, así que tened por seguro que no os defraudaré, mi señor. Si me disculpáis, me retiraré a prepararme y a reunirme con los demás.