Danielle caminó con el vidente hacia una de las terrazas donde pudiesen hablar con un mínimo de privacidad.
- Sir Earil... me gustaría haceros una pregunta, pero temo ofenderos.
El vidente alzó una ceja. Sus ojos brillantes y azules estaban clavados en la sidhe. Su expresión, si acaso, era amable y ligeramente sorprendida.
-Creo que no lo sabremos hasta que la hagáis, Dama Danielle -dijo suavemente.
Danielle suspiró, planteandose como exponer lo que quería decirle a Earil de la manera menos ofensiva posible.
- Veréis... he notado ciertos detalles que estan llamando mi atención ultimamente. Empezó con la expulsión de Heléne de la corte. Después el duelo... y ahora la exigencia de Sir Bastien... curiosamente todas esas personas tienen algo en común. El baronazgo de la hoja de hiedra. Ya no sé si estoy viendo fantasmas donde no hay nada o... o realmente aquí hay algo extraño.
No dijo nada de lo que había averiguado al respecto, ya que sabía que nunca era bueno dar demasiada información. Sobretodo sin pruebas. Pero esperaba que el vidente fuese tan recto como parecía.
Sir Earil sonrió levemente.
-No sé como esta información podría ofenderme. Y sí, también lo he notado... Aunque no sólo el baronazgo es la relación común, en mi opinión -añadió suavemente.
Danielle asintió levemente.
- Generalmente el mostrar sospechas o suponer que no va todo como debiera... bueno, no se recibe excesivamente bien.-frunció el ceño ante las palabras de Earil.- ¿Qué otros lazos veis vos?
Meneó la cabeza con suavidad.
-Las cosas nunca van como debieran -dijo con suavidad- no en una Corte feérica, mi Dama. La mitad de las cosas que pasan tienen motivos ocultos, la mitad de las personas, planes secretos -suspiró.- Pero en lo que a los otros lazos se refiere... Es más que probable que tenga que ver con mi propia paranoia. Sin embargo, para seros franco, sospecho de alguna implicación de la Canciller en esos tres casos -hizo un gesto, como quitándole importancia.- Tampoco quisiera lanzar una acusación al aire. Es absurdo y peligroso, así que agradecería vuestra discreción. Es sólo que no me fío demasiado -apoyó una mano en la baranda, miró al paisaje durante unos segundos, como si meditase sus propias palabras. Suspiró y devolvió sus ojos a la sidhe- Pero quizás mi intuición me falla, y es poco más que eso en lo que me puedo apoyar -esbozó una sonrisa.- Y decidme... ¿de qué o quién sospecháis vos?
Danielle le susurró a Sir Jorge que vigilase los alrededores antes de contestar a Earil.
- Aparentemente quien encontró a Heléne fue Sir Marin, y no había más testigos... ya habéis visto su reacción de hoy aunque, evidentemente, me falta la información necesaria como para vincularlo con el duelo... salvo por un detalle. Parece muy interesado en que su pupila ascienda puestos en la corte. Y, al final, mi intuición me dice que todo gira en torno a los deseos de la duquesa Hiver. Pero, como bien dijo un mortal, algo huele a podrido en Dinamarca. La cuestión es el qué.
Suspiró antes de seguir.
-Evidentemente muchos planes se tejen en la corte pero esta vez... no sé, parece como si se estuviese siendo demasiado poco discreto. Tal vez sea una cortina de humo para ocultar lo que de verdad ocurre o, como ya os he comentado, algo más.
El joven Vidente se rascó la barbilla, pensativo.
-Así que creéis que la Duquesa Hiver también está implicada en todo esto... -repitió para sí.-Bien, desde luego tendría sentido. Causar problemas en el Baronazgo de la Hoja de Hiedra hasta poder reclamarlo... -musitó, frunciendo ligeramente el ceño.-No sé si la Dama Ariadna y su mentor estarán aliados con ella, pero mis fuentes me han confirmado de otro miembro cercano al Duque que está en contacto con ella... El escriba Cedric -suspiró.- Pero como bien decís, es difícil discernir cuáles de las intrigas son realmente peligrosas para la Corte y cuáles meros juegos de poder... Os confesaré -comentó bajando el tono, suave- que aún tengo mis dudas sobre si hice bien revelando a Lord Ibrahim. Me hubiese gustado saber por qué estaba peleando con Axelle y por qué estaba tan desesperado como para hacer algo así de estúpido antes de tomar una decisión.
-En cualquier caso, y por mucho que aprecie al Bardo, -añadió, refiriéndose a Shakespeare con una leve sonrisa- creo que sería nuestro deber evitar que las cosas terminen de pudrirse. Ya que aconsejáis suspicacia, intentaré tantear a la Dama Ariadna y ver qué puedo averiguar. Por desgracia, Sir Marin no me aprecia en absoluto, así que creo que no sería el mejor para tratarle si fuera necesario. ¿Tenéis algún plan o alguna idea de por dónde empezar?
Danielle sonrió levemente al ver como Earil había reconocido su referencia, antes de volver a ponerse seria.
- Creo que lo primero es tratar de descubrir que sucede en Hoja de Hiedra... y reunir pruebas. Así mismo, me pregunto hasta que punto lo que dijo Ibrahim antes de irse de la corte era cierto. Y me gustaría hablar con heléne la verdad... Si era cierto que estaba consumiendo drogas, alguien tuvo que suministrarselas. Ese detalle parece demasiado bien orquestado para mi gusto.
Miró al suelo levemente antes de seguir, fijando entonces sus ojos en los de Earil.
- Ambos nos estamos arriesgando mucho, visto lo visto, al confiar en el otro para esta situación. Sólo espero que lo llevemos a buen puerto.
Sir Earil asintió con suavidad.
-Supongo que en alguien hay que confiar, Dama Danielle -el Vidente dejó escapar un suspiro.-Esperemos que funcione. Entrevistar a Helene me parece una magnífica opción. Si sabéis donde se encuentra, estaría encantado de ayudaros... Si no, siempre puedo intentar ayudaros a encontrarla con mis hechizos. A mi también me parece, al fin y al cabo, toda una sorpresa que apareciese drogada de repente en cuanto dejó de estar en el Feudo de la Hoja de Hiedra... Sospechoso, como bien decís.
Danielle se acarició la barbilla con su brazo metálico con expresión pensativa.
- El único que sabe donde se encuentra ahora mismo Heléne es... Sir Bastien. Y algo me dice que es prioritario que la encontremos. En esas clínicas es fácil perder el contacto con uno mismo debido a la banalidad.
Alzó las cejas.
-Como bien decís, es sospechoso. Me pregunto si a Sir Bastien le tomó por sorpresa o... -meneó la cabeza.- Muy bien, mi Dama, si os parece, ¿qué tal si vos habláis con Sir Bastien y yo me encargo de intentar descubrir algo a través de mi magia? Nos podemos reunir tan pronto como tengamos la información. Adoraría ayudaros para preguntar a Sir Bastien, pero mucho me temo que él y Sir Marin no me tienen demasiado aprecio.
Danielle asintió.
- Tenía pensado ir a Hoja de Hiedra para hablar con Pollux, de manera que intentaré hablar con Sir Bastien, aunque no garantizo que me escuche. Aunque tal vez alguien sepa algo. Luego tendremos que plantearnos que hacer con esa información.
-Si descubrimos donde está Helene, creo que lo mejor sería visitarle. Lo que me temo es que no nos vaya a dar la información con tanta facilidad... -suspiró.- La lástima es que si yo voy no querrá cooperar. Y me gustaría volver a verle. Aún no sé muy bien qué tipo de hechizo había a su alrededor cuando vino a visitar al Conde...
- Entonces pongamonos manos a la obra. Algo extraño esta pasando y quisiera saber que es.