Partida Rol por web

-Vaya, así que no sólo hemos llegado nosotros, sino que el poblado ya había recibido extranjeros anteriormente. Menuda casualidad.

Bedelia ahogó un bostezo y apuró su cerveza.

-No se cómo podría participar. Conozco alguna canción típica del sur, aunque cantar no es la mayor de mis virtudes. También algo de folklore típico de mi tierra...y nanas-Se rascó la barbilla-No puedo esperar para disfrutar de la fiesta, pero siguiendo los pasos de Saga me gustaría retirarme a descansar si es posible. No querría perderme ningún detalle sólo por estar medio dormida.

-Sí, sí, por supuesto. Yo también debo atender ciertos asuntos.

Einar se incorpora levemente, aunque no sin antes mirar a Hadar, Add y Resmit por si tienen algo más que añadir.

Saga asintió al jarl y miró a Ashe.

-Si no es inconveniente, lo agradecería - aceptó cordialmente. Después de volvió hacia Resmit con un gesto pausado-. Mi señor, creo que hablamos de bandidos diferentes ya que no recuerdo ninguno de los símbolos mencionados. Hablaremos mas tarde, pero ahora necesito descansar.

La norne hizo una reverencia respetuosa y esperó a que su anfitriona estuviese lista para indicarle.

Gracias miii.. señora¿? -dijo asintiendo y sonriendo. En el fondo me hacía gracia, se dirigió a mi como si fuese un Señor o un noble. -  Pero llamadme simplemente Resmit. Que descanséis. 

Otra vez sin pistas, malditos sean... - aprieto los puños por debajo de mesa con la mirada perdida en Saga.

El jarl se incorpora - parece que me va a ignorar... quizas esta noche con unas cervezas se suelte un poco más a hablar. - Yo creo que daré una vuelta por el pueblo antes de preparar la cena si no le importa. -  dije mirando al jarl. - Aad Madow, Hadar Hosling ¿me acompañáis u os retiráis con las mujeres? - Digo mientras me levanto de mi asiento.

- Agradezco mucho su invitación, pero no me queda energía ni para pasear tranquilamente por el pueblo, ahora mismo necesito descansar para poder pensar con claridad.

- Por cierto- dije dirigiéndome al joven Hadar, mirando de reojo al jarl- cuando me recupere de este duro viaje, me gustaría saber más sobre aquel cadáver congelado que viste enterrado en la nieve, siento curiosidad por saber qué pasó allí. Pero por ahora mi única prioridad es descansar y recuperarme.

Hago una reverencia y le pregunto respetuosamente al jarl dónde podría descansar en aquel lugar.

-Podéis descansar aquí mismo, si lo deseáis -Dice Einar, refiriéndose a la sala común-. Podemos preparar un lecho junto a la chimenea, aunque tendréis que esperar a que la fiesta termine para poder conciliar el sueño. Veré si puedo conseguir algo más cómodo.

Luego se gira hacia Resmit.

-Sentíos libre de visitar el pueblo a vuestro gusto. Para ser sinceros, no hay mucho que ver, pero estoy seguro de que encontraréis algo interesante.

Hadar devuelve una sonrisa a Resmit.

-Creo que yo también me uno al grupo de los aburridos. Quizás luego, cuando haya reposado un poco.

Einar se disculpa frente a vosotros, y marcha para atender sus "asuntos". Resmit, encogiéndose de hombros ante la falta de efusividad de sus compañeros, decide continuar igualmente con su plan y, tras despedirse hasta la noche, sale hacia el exterior, en donde la nieve parece cada vez más abundante. En cuanto a los demás, se retiran a distintos puntos de la sala común, más o menos cercanos a la chimenea, mientras se centran en sus asuntos: Ashe revisa las heridas de Saga, Add se acurruca frente al fuego para entrar en calor y calmar un poco esa tos seca, Bedelia se frota las doloridas piernas mientras recupera las energías gastadas por la mañana y Hadar se limita a apoyarse contra la pared y cerrar los ojos apaciblemente.

A decir verdad, el ambiente resulta algo más apacible que antes, y la ausencia de los dos norteños del clan Yormef, aunque todavía reciente debido al poco tiempo que ha transcurrido tras la escena, resulta algo menos ensordecedora que antes. El frío que llama a la puerta se ve contenido por esos muros de madera y piedra, y las llamas de la hoguera parecen decir "Descansad, yo les contengo". De repente, la cabaña de Einar parece casi hasta acogedora.