No tardó en encontrar una nueva excusa para quedarse a solas.
Una vez allí, abrió el viejo tomo de nuevo, navegando entre sus páginas con facilidad y soltura. Su capacidad de abstracción le permitía centrarse en aquellos pequeños detalles que la gente normalmente pasaba por alto entre las letras y diagramas, pero a cambio le impedía percibir el resto de su entorno. Por esa misma razón, se había asegurado de que nadie le molestaría durante la siguiente hora.
No tardo en llegar a la entrada que había estado buscando. Una sonrisa de suficiencia cruzó su rostro.
Sí, podría funcionar.