-¿Y era hedense, dices? -Ashe vuelve a mirar a Frigda, y luego de nuevo a Will-. ¿No se llamaría Saga, verdad?
Will alza la mirada súbitamente, con un brillo de esperanza en los ojos.
-¡S-sí! ¿Sabéis algo de ella?
Ashe le devuelve una sonrisa amable.
-Sí, y por lo que cuentas, tiene mucho que agradecerte. Duerme en el gran salón, con el resto. Ven, te llevaré con ella.
Will se incorpora de golpe, como si todo el frío y el cansancio hubieran desaparecido de su maltrecho cuerpo. Incluso a esa distancia puedes oír como su corazón pugna por salir de su pecho. Sigue a Ashe hasta la sala común.
¡¿Será posible que sea la amiga de Saga?! ¿como pudo aguantar tanto tiempo sola en la nieve después del ataque...?
Sin embargo me limito a sonreir, a seguir a las mujeres que en pocos instantes llegarán a un feliz reencuentro.
Por mi ya puedes cerrar esta escena.