Avanzas hacia la oscuridad, dejando atrás siluetas que parecen árboles, piedras, arbustos, o quizás cosas menos habituales. Las ramas parecen extenderse hacia ti como garras de sombra, y el frío intenta doblegar a tus músculos. Pero el rastro es reciente, y la oportunidad se apaga. Debes ser valiente, debes llegar al fondo de aquel misterio. ¿Quién es el responsable del incendio? ¿Qué está pasando realmente en la aldea?
De repente, pasos. Te agachas, instintivamente, detrás de una sombra informe que resulta ser un arbusto. Allí, frente a ti, a cierta distancia, se acerca alguien o algo. Al principio parece algún tipo de oso o bestia de gran envergadura, pero pronto está lo suficientemente cerca como para distinguir que se trata de un hombre. Su extraña silueta se debe a que carga con otra persona. Un poro más cerca, y puedes distinguir su rostro.
Rorar. El hombre que acompañaba al jarl cuando os recibieron, por la mañana. No te ha visto, por lo que sigue avanzando en tu dirección. No conoces al hombre que va a su espalda, pero parece que va inconsciente.
Tirada oculta
Motivo: Advertir Rorar
Tirada: 1d100
Resultado: 25(+10)=35
Hay posibilidad de esconderte, le has superado por una cantidad considerable en la tirada de Advertir. Habrá tirada para ver si te encuentra aun así, pero tendrá penalizadores así que lo más probable es que te salga bien...
Eso si no quieres plantarte en medio del camino y hablar con él, claro.
Una figura surge de entre los arbustos, cortando el paso al norteño. Caminando lentamente, el escudo en una mano y el hacha en la otra, la silueta de Hadar se perfila en medio del camino, sus claros cabellos cubiertos por una fina capa de nieve. Su rostro, cubierto por un artilugio metálico extraño, es una incógnita. Su postura es firme, aunque relajada. En la oscuridad, pareciera una estatua que acaba de surgir del suelo. Solo una respiración monótona le delata.
No dice nada. Pero observa.
Tirada oculta
Motivo: Averiguar intenciones Hadar
Tirada: 1d100
Resultado: 87(+50)=137
Rorar se detiene en seco, sorprendido ante la repentina aparición del joven. Sin embargo pronto su expresión, que el chico es capaz de identificar pese a la oscuridad gracias a sus gafas, se torna en una mueca burlona.
-Vaya, mira quién está aquí. ¿Te has perdido, chaval?
Silencio. Rorar se remueve, algo menos confiado.
-Venga, ayúdame. Es el hijo del jarl, y está herido. Tenemos que llevarle a la aldea.
No lo ha preguntado. Su tono es claramente imperativo.
-Antes tú -Hadar baja sus armas ligeramente, dando a entender que no busca pelea si no es necesaria-. ¿Qué ha pasado? Responde.
Rorar suelta un gruñido.
-Escucha, chaval, no tengo tiempo para tonterías. Ayuda y cierra el pico, ¿vale? Te explico por el camino.
-No.
Hadar no se mueve ni un centímetro. Rorar le mueve, sorprendido.
-Me lo vas a contar ahora, o te vuelves solo. Hay demasiadas variables aquí, y no me gusta estar en la sombra. Primero me informas, luego decido. Así funciona esto.
Rorar enseña los dientes.
-Para ser tan flacucho, tienes una boca bien grande.
Ante la mirada de Hadar, que se clava en él como una daga, acaba cediendo.
-Han sido el bastardo, y el gigante. Einar y los otros se han quedado atrás, para rastrearles -Frunce el ceño, impaciente-. Algunos de los que iban con Eskol están muertos, pero este se niega a dejarnos, por suerte. Y está jodido, como no le llevemos pronto a que Ashe le vea. Así que o me ayudas, o te apartas.
Hadar asiente, y luego se aparta.
-Se ve que eres un tipo fuerte, no creo que te cueste mucho llevarle tú. Ayudaré más donde Einar.
Acto seguido empieza a correr en dirección al rastro.
Rorar abre la boca, sorprendido. No se había esperado esa reacción.
-¡Serás cabrón...!
Pero Hadar ya se ha ido.