Partida Rol por web

Me miras, esperando que narre una nueva historia. Ansías escuchar lecciones de mis labios, viejas anécdotas que te ayuden a pasar una noche aburrida, y que probablemnete olvidarás por la mañana. Pura naturaleza humana, la curiosidad. Si quieres mi opinión, es un lastre que hemos cargado sobre nuestros hombros durante mucho tiempo.

Pero si quieres una historia, yo te contaré una historia. Una historia de frío y sangre, de años oscuros y llantos convertidos en hielo. Tu boca se tuerce en una sonrisa velada que intentas ocultar sin éxito. Te gusta el inicio, te gusta lo morboso. Esperas poder disfrutar de algún cuento oscuro que te cause escalofríos. Palabras que te harán removerte en tu asiento, pero al final solo palabras. ¿Qué sabes tú del frío? Nada, no sabes nada. No eres más que un chiquillo, no conoces el otro rostro de Gaïa. Bien, habrá que arreglar eso. Te lo explicaré, y te borraré esa estúpida sonrisa de la cara, y mañana se te habrá olvidado.

El frío de verdad, el que cala hasta los huesos y devora la esperanza, el frío silencioso. Noches oscuras, en las que hasta el fuego se congela, en las que la luz atrae a las fieras del bosque, horrores desconocidos que luchan en el juego de la supervivencia. La muerte lenta, la incapacidad para moverse, la resignación a un destino fatal. Ese es el frío que no se olvida. Y hasta que no lo hayas vivido, no entenderás nada de lo que te digo.

Vete. No me apetece contarte ninguna historia. Quizás mañana.