Ashe os lleva a una casa vacía, para resguardaros del viento. No se molesta en encender la chimenea.
Aleh, todo vuestro
La norne agradeció la protección de los muros y el detalle de que Ashe hubiese escuchado su propuesta. Se frotó las manos con insistencia y cuando sus dedos empezaron a recobrar la calidez regular de su cuerpo, se sentó en una de las sillas. Fue entonces cuando, al pasear la mirada por los presentes, tomó realmente consciencia de que estaba a punto de hablar con tres extraños que no se aguantaban sobre cosas demasiado importantes. Pero ya no había vuelta atrás.
-Voy a responder todas las preguntas que tengáis, pero vosotros tres tenéis absolutamente prohibido discutir entre vosotros vuestros temas personales. Dicho eso...
Hizo un gesto, elegante y bien articulado, cediéndoles la palabra a quien fuese a tirar la primera piedra.
-Por mí no tendrás problemas- asintió levemente mientras echaba una mirada a Resmit, acto seguido se volvió a fijar en Saga.
-De todas formas Saga, esto no es un interrogatorio, dinos lo que quieras o lo que puedas, pero en lo concerniente a salir de esta y sobre la bestia te pido que seas sincera- dijo con tono calmado y tranquilizador.
-Yo solo tengo dos preguntas, ¿Qué tiene que ver Yngrid con todo esto? y ¿Qué es lo que visteis en el bosque cuando empezaron los susurros que dijiste? - preguntó, con un tono pausado.
¿Seré yo el poli bueno?
-Ingrid me encontró en el bosque la mañana que llegue a Sultünge. La noche anterior, cuando estaba perdida, mi hermano tuvo a bien hacerme una visita y advertirme de que eso estaba cerca. Hablé con ella de camino y mencioné la bestia porque parecía nerviosa, lista para disparar a cualquier cosa que se moviese. Reconocí el miedo. Me dijo que hacía meses que llevaba sospechando que algo iba mal. Notaba sombras acechando, cosas... Desde hacía algunas semanas, también desapariciones, aunque el resto no querían creerlo. -Chascó la lengua-. Poco más aparte de eso.
Abrió su mochila para rebuscar en ella algo mientras seguía hablando.
-Yo no vi la cosa esa del bosque, los susurros que mencionó Bedelia. Estaba pendiente del frío y, en efecto, atacó instantes después. -Sacó su cuaderno; una pieza flexible de tapas de cuero-. Pero me dijo que era una... como una cara con cuernos o algo así. Pintada con sangre. Me hizo pensar en los tipos tras los que vas tú, Resmit. Mencionaste que llevaban cuernos o algo así. Tengo apuntado todo lo que sé, lo que hemos ido viendo y encontrando. Lo que he recopilado durante años. Como dije, llevo intentando dar con eso bastante tiempo y he de decir que estás son unas circunstancias excepcionales. Ataca, devora y se va. Lo que está ocurriendo aquí... es algo más que eso. Tiene que serlo porque es la misma clase de bestia, pero nada tiene sentido.
Ya en un sitio más confortable, froto mis manos para entrar en calor y me acomodo frente a la hedense. Le devuelvo la mirada a Thorir cuando me mira, permanezco serio y le observo unos segundo antes de volver a mirar a Saga.
Que sabrás tú como nos llevamos... no merece la pena molestarse por el bastardo. Lo importante es ponernos de acuerdo para salir de aquí. Ya habrá tiempo de pisarle la cabeza... A ver si con suerte podemos ir a matar a la bestia hoy, aunque si no fuese por su estupidez ya habríamos ido.
Escucho atento la respuesta de Saga, yo tenía más preguntas, entre ellas la que Bedelia no respondió. Cuando menciona el rostro dibujado hago memoria, frotando y acomodando la perilla con los dedos mientras miro a la mujer. - Esa marca... no recuerdo haberla visto en cuando nos paramos... Aunque es cierto que no había pensado esa relación con Baklar...- Bajo la vista a la mano de Saga cuando se dirige a la mochila y observo el cuaderno de cuero que porta en su mano.
- Es cierto que Baklar y los suyos llevan cuernos en sus cascos y que actúan como bestias salvajes. Para la última vez que los vi no tenían nada que ver con ese monstruo. Ellos despedían fuego y oscuridad, la bestia frío y miedo, son completamente opuestos. Además que la bestia llevará aquí más tiempo, no creo que estén relacionados. - tomo un pausa para pensar la pregunta y no saturar la mujer. - Sabemos que no le afecta el fuego, que le es indiferente el día o la noche y que hasta ahora solo le hemos visto comer carne humana. He pensado que incluso puede estar relacionado con la historia que nos contó Hjalmar y casi he descartado la legenda de Aslof el ciego, ya que lo poco que sé es que venció a Kraeghul y su ejercito de demonios y que mató a una bestia en la montaña, pero poco más. Ahora que te he contado lo que sé, por favor, - Hago un gesto algo foszado y una mueca con la sorisa que desaprace al instante. - Dime por que pensáis que hay más de una criatura, Bedelia a dicho que tu podrás responder. Y si tenéis un plan para acabar con ella hoy. Se nos echa el tiempo encima.
Saga se frotó la sien con insistencia en un claro gesto de frustración y desespero.
-No hay plan -sentenció, dejando caer los brazos sin peso-. Y no quiero proponer ningún plan más. He estado basando los planes y teorías en conjeturas y eso podría haber acabado con Bedelia. Así que, si me permitís, me gustaría por un lado contaros los hechos y por otro lado las leyendas. Para que todos estemos en la misma página.
Abrió el cuaderno casi sin mirar, sabiendo exactamente dónde estaba apuntada cada nota y cada detalle que su memoria había sido capaz de recabar.
-Sabemos que es sobrenatural. Que emite un frío paralizante y que hay más de una. La bestia que vimos ayer no era la que mató a mi familia: la reconocería en cualquier parte. Y algo habrá visto Bedelia en la de hoy para asegurar que no era la de ayer. Es algo que ya sospechábamos porque, estoy segura de que lo que son esas criaturas es humanos. Eran. Humanos que han ingerido carne humana. Una maldición. Podría ser sólo palabrería pero ahí es donde entra mi hermano. -Tomó aire-. Andrel es, como ya os he dicho, un fantasma. Pero tiene o ha desarrollado ciertas habilidades. Entre ellas la de mostrarme... cosas. Visiones. Y esta mañana -miró a Ashe-, me enseñó cómo se originó todo esto, y empezó con unos viajeros, hace meses, que pasaron por aquí. Iban en una carreta, la famosa carreta que mencionaba antes. La vimos a noche, Bedelia, Ingur y yo, cuando nos separamos de ti, Resmit. No nos paramos mucho a investigar porque eso andaba por ahí suelto e Ingur estaba perdiendo mucha sangre. El caso es que la visión de mi hermano mostraba dos hombres. Algo les pasó y uno de ellos quedó paralizado, creo. Lo siguiente que vi era... el compañero fue atacado y la bestia, la original, la que yo vi siendo una niña, le ofrecía un pedazo de carne fresca al primero. Así empezó todo esto, y por eso tengo tanto empeño en ir. Porque esto es bien diferente a todo lo que yo había visto antes.
Hizo una pausa, pidiéndoles que esperasen un momento, en la cual sacó un odre de agua para dar un trago.
-Como dije, le he seguido la pista durante años por Hendell y Goldar, y todas las historias mueren en esta montaña. Estuvo activa un tiempo: masacres, gente descuartizada, desaparecida... luego se esfumó. Hasta ahora. Pensaba y sigo creyendo que tiene relación con Kraeghul, aunque en mi versión el chamán era Aselhof el Tuerto. Pero dejando de lado la leyenda, hay muchas similitudes que me siguen inquietando: ojos blancos, el frío intenso, devorar carne humana... Y, sobre todo, las cumbres de Miürenheim. Pero sí, Resmit tiene razón. El fuego no hizo nada, aunque tampoco es que fuese algo reseñable, pero lo de la luz me ha dejado totalmente descolocada. En cualquier caso, aquí está pasando algo más. Nada de lo que yo vi o leí o escuché durante mis años investigando involucraba una incesante tormenta o el círculo en el que estamos atrapados. -Miró a Ashe y a Resmit-. Porque a noche descubrimos que estamos atrapados en un círculo y que no podemos salir de aquí. Lo siento, Ashe, pero creo que deben saberlo también. Además, creo de verdad que hay algo más ocurriendo aquí, además de estas criaturas por sí solas, y más después de lo que Will nos contó a noche sobre el tipo ese. Pensad un momento: empiezan a aparecer estas cosas. El granero se incendia, y ahora sabemos que no fue para espantar a una bestia, por lo que nos sigue dejando con la incógnita de quién y por qué. Eso nos deja sin provisiones, y después aparece un círculo que nos encierra. Y aquí viene el colofón: Will recordó una cosa más está mañana. Le dijo algo el tipo ese, un enigma, con la esperanza de que alguien lo entendiese: -voló las hojas de su cuaderno para leer palabra por palabra-: "El círculo está incompleto, pero se cerrará con amanecer. Sin saberlo aún, él será el desencadenante. Aunque tenga que morir para ello."
Saga cerró el cuaderno de golpe, en un efecto dramático más propio del ejemplar que estaba en la sala común más que de ella.
-Me quedan algunos detalles de cosas, pero aquí es donde estamos ahora: atrapados, muriéndonos de hambre y con una maldición extendiéndose. Y si no encontramos el origen, esto volverá a pasar. Y, desde luego, si no encontramos qué o quién o cómo se ha levantado esta tormenta, vamos a morir igualmente.
La hedense se recostó en la silla con una extraña sensación: vacío. Al menos ahora todo el peso que llevaba en los hombros estaba distribuído. Sólo quedaba ponerse a trabajar, pero sentía que no le quedaban fuerzas en absoluto para ello después de haberlo dicho todo.
Disculpad el tocho y que me haya saltado intervenciones, pero así está todo dicho y estamos todos en la misma página.
Kraeghul, no puede ser casualidad. ¿Que pintas tu en todo esto? ¡Responde!
Drunfo se llevó las manos a la cabeza. Demasiada información de golpe.
-Espera, espera, ¿Kraeghul? ¿Que tiene que ver en todo esto? Si es una leyenda de hace milenios. Y el hombre que os dijo esa profecia ¿Quien es?
Volvió a bajar las manos y se giró hacia Resmit.
-¿Cual es la historia de Hjalmar? - Soltó un suspiro. - Perdonad, pero esto solo me crea mas preguntas que antes.
-Tsk... ¿Y a mí qué me cuentas? ¿Qué pintas TÚ en todo esto?
Justo entonces, la puerta se abre. Entra Will, buscando a Saga con la mirada, y una expresión de nerviosismo en el rostro.
-Tenemos problemas.