Cuando regresas a Sultünge, la visión del salón común y la promesa de una chimenea junto a la que resguardarte del frío producen una imponente sensación de urgencia en tu interior. Tras tantas horas a la intemperie, tu cuerpo empieza a resentirse...
Bedelia dejó escapar un suspiro de alivio. No se había perdido, menos mal...
Aceleró el paso, deseosa de sentir el calor de la sala común.
Entonces oyes unos golpes, a cierta distancia, cerca de una casa en la linde del pueblo. Quizás no es tu problema... Aunque parece que alguien está peleando.
Si decides ir a investigar lo que ocurre, ve a la página 34
Si decides ignorar los golpes e ir a la sala común, pasa a la página 247
Si decides usar las gafas especiales de Hadar incluso a pesar de que tu madre te advirtió que no lo hiciera, ve a la página 199
No lo pensó demasiado. Apresuró el paso hasta el lugar de los golpes.
199, 199!
Sin preocuparte por esconderte o acercarte con sigilo, corres hacia el origen del sonido. Al doblar una de las casas ves una escena que sin duda te resulta llamativa: Armado con un palo, Dag se dedica a lanzar golpes a diestro y siniestro, intentando acertar a Thorir, que a pesar de su lamentable estado no debe realizar muchos esfuerzos para detener los embates del niño. Al oír tus pisadas, el norteño desvía una de las estocadas de Dag, desequilibrándole, y aprovecha el breve momento de respiro para mirar en tu dirección.
-¡Ah! Sois vosotros. Me había asustado. Bedelia les dedicó una sonrisa y se acercó hasta ellos. -¿Cómo va el entrenamiento?
Dag parece dispuesto a volver a cargar contra Thorir, pero al oír la voz de Bedelia da un respingo y se gira, con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Bede!
Tras ver a Bedelia el norteño sintió alivio, ya que al sentirse observado desde la espesura del bosque se temía lo peor. Devolvió la sonrisa a Bedelia y apoyó su espada improvisada en el suelo, -Me alegro de verte de nuevo-
-Estábamos aquí practicando un poco, ¿verdad pequeño?- dijo Thorir dejando caer su mano el hombro de Dag, mientras le miraba y le sonreía. Después de todo aquel día tan duro, aquel muchacho había hecho que Thorir olvidara los problemas por un momento y volviera a sonreir como no hacía en mucho tiempo, y quizás también fuera porque le recordaba mucho a él.
Entonces miró a Bedelia, aseverando un poco su rostro, -¿Cómo te fue?-
Cuando estuvo a su altura, Bedelia revolvió el pelo de Dag en un gesto cariñoso y le guiño un ojo.
-Pues conservo todas mis extremidades y después de estar con Yngrid he conseguido llegar al símbolo, así que puede decirse que me ha ido bien.
Soltó una pequeña carcajada y observó distraída las espadas de madera.
-Os lo contaré con detalle cuando estemos todos.-Se giró hacia Dag con una sonrisa-Y a ti también, claro. ¿Qué tal todo en éste rato?
-He estado dando una lección a este tipo -señala a Thorir con el palo, solemnemente-. Ha conseguido devolverme alguna, porque es un tramposo. Pero se lo voy a pasar porque parece buena gente.
A Bedelia le dió un pequeño ataque de risa que tuvo problemas para controlar.
-Entonces será mejor que no le quites los ojos de encima.
Sonrió a Thorir. Tal vez el norteño ya había captado el encanto especial de aquel chico. Si no, pronto lo haría.
-jajajaja- rió Thorir ante el comentario de Dag, -Es cierto, eres un gran guerrero y si sigues entrenando algún día serás mejor que el propio Thuriz- le dijo mirándole a los ojos.
Acto seguido se giró hacia Bedelia, con una sonrisa en su rostro, -Por lo demás todo bien, Saga fue a investigar como sabes, y volvieron con algunas pistas que están intentando descifrar, yo al final me quedé aquí ayudando a la construcción de las defensas porque Drunfo vio que una bestia rondaba el pueblo- guardó unos instantes de silencio, -Por cierto, ¿Y Drunfo?, fue a buscarte-
Bedelia alzó las cejas, sorprendida.
-¿A mí? ¿Por qué?-guardó silencio un segundo-¿Hace cuánto ha salido?
Thorir torció el gesto, se volvió serio y preocupado, -Se fue hace bastante, en dirección a la cabaña de Yngrid- suspiró, -Fue cuando vio a la bestia, dijo que iba a avisarte, desde entonces no sabemos nada de él-
-Mierda-Bedelia torció el gesto-Voy a buscarle.
Acto seguido, se giró y empezó a correr.
Hala, otra vez al bosque. Parece que voy a comisión.
-¡Espera!- le gritó Thorir, -No permitiré que vuelvas ahí otra vez sola, iré contigo- Thorir se giró a Dag y le dedicó media sonrisa, -Avisa a Ashe de que nos hemos ido, y ... - se quitó su colgante, el del colmillo de lobo y se lo entregó al pequeño, -Esto te dará suerte y fuerza- le puso su mano en el hombro y tras un pequeño instante se giró hacia el bosque con Bedelia.
Dag mira el colgante, hipnotizado.
-... Gracias.
¿Pal bosque, pues?
Bedelia se giró, dispuesta a replicar, pero si Drunfo se había encontrado con la bestia iban a necesitar toda su fuerza para repelerla. En silencio, asintió a Thorir y esperó a que éste se pusiera a su altura para reanudar la expedición.
Teaser time
Edito: Creo que a estas alturas ya podéis ver el post