Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

2.6 - Gente mala, gente buena

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14/09/2016, 00:16
Ingur

-¿Bandidos, eh?

Ingur se cruza de brazos, y sonríe.

-Piensas que soy lo más bajo aquí. No me malinterpretes, lo entiendo. ¡Diablos, hasta lo comparto! Soy un grandísimo hijo de la gran puta, no he intentado ocultarlo en ningún momento. Por mucho que te extrañe, hasta un borracho como yo tiene un código de honor. Desconfías porque eres una superviviente, como yo. Lo veo en tus ojos. Y eso puedo respetarlo.

Hace una pausa, y se encoge de hombros, resignándose.

-No hay trato, entonces. Tú a lo tuyo, y yo a lo mío. Y tranquila, no te delataré si tú no me delatas. Quizás hasta te sale bien el plan de las raquetas, por estúpido que suene. Aunque si a estas alturas me aceptas un consejo, allá va: Cuidado con quien te juntas. Puede que yo no sea trigo limpio... De hecho, puede que sea de lo peorcito que hay por aquí. Pero no engaño. Otros no irán tan de frente.

Se gira, dando la conversación por finalizada, y te da la espalda.

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14/09/2016, 10:07
Bedelia

¿Qué había sido aquello? De todas las reacciones posibles no se imaginaba a Ingur dando un consejo, y menos a la propia Bedelia. No estaba segura de qué lo había provocado, pero le hizo sentirse mal...

-Gracias-Dijo, lo suficientemente alto como para que la oyera pero sin gritar. Dudó, pero al final no añadió nada más. Sonaba sincera.

Reflexionó en silencio mientras Ingur se alejaba. En los últimos años, Bedelia había emprendido un camino de crecimiento personal que pasaba por considerar a las personas como intrínsecamente buenas. La sureña creía que si esa bondad se empañaba lo suficiente como para quedar totalmente oculta era porque la persona se había enfrentado a situaciones extremas. Esas situaciones, en consecuencia, habían retorcido su alma lo suficiente como para poder catalogarla de oscura, y el comportamiento adoptado retroalimentaba la espiral.

"Podemos enroscarnos en toda suerte de incómodas posturas sólo para mantener las apariencias"

Suspiró. Su teoría era más bonita que su práctica. Bedelia tenía un pasado que había forjado su carácter, sus pensamientos y sus reacciones. Abandonar ese pasado no era fácil, y en determinadas situaciones (como aquella) no era útil. Cada día aprendía un poco más sobre sí misma y sobre su propio equilibrio, y paso natural de ese equilibrio era considerar a Ingur no como alguien puramente malo, sino como alguien incompleto.

Incompleto, como todos.

Suspiró. La insalvable brecha entre teoría y práctica...La sureña se prometió a sí misma meditar cuando pudiera descansar.

Ingur no se volvió más que una sombra en la noche y Bedelia retomó su camino al establo. Estaba agotada, no por cansancio físico, sino mental.

- Tiradas (5)

Motivo: Advertir

Tirada: 1d100

Dificultad: 40+

Resultado: 90(+35)=125 (Exito)

Motivo: Abierta (POR FIN)

Tirada: 1d100

Resultado: 95(+125)=220

Motivo: Espero que esto traiga información importante

Tirada: 1d100

Resultado: 59(+2)=61

Motivo: Espero que esto traiga información importante

Tirada: 1d100

Resultado: 43(+22)=65

Motivo: Espero que esto traiga información importante

Tirada: 1d100

Resultado: 37(+220)=257

Notas de juego

257

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14/09/2016, 17:52
Jostein

El encuentro con Ingur aún sigue presente en tu cabeza cuando llegas al establo. Un ruido, sin embargo, lo relega a un segundo plano y vuelve a centrar tu atención en la tarea que te atañe. Al mirar por una rendija entre tablones descubres el origen de dicho ruido, que procede de dentro.

En total hay tres caballos, situados dentro del mismo recinto cercado, cuya única delimitación son unos pocos troncos atados que, deduces, podrán apartarse de forma temporal para dejar salir a los equinos cuando se requiera. Junto a uno de los tres animales puedes distinguir al responsable de tu sobresalto, un chico joven al que, a pesar de la poca visibilidad y la distancia que os separa, puedes reconocer como uno de los comensales de la fiesta de Einar. El chico acaricia a uno de los caballos mientras le susurra algo al oído. Agudizas el oído y llegas a escuchar algo de lo que dice.

-Tranquila, chica, ya ha pasado. Ya no hay fuego...

Los caballos, a decir verdad, están algo nerviosos todavía. Por suerte, parece que el chico ya ha conseguido apaciguarles un poco, y excepto algún que otro pisotón o movimiento de cabeza repentino, los animales parecen relativamente controlados.

Por desgracia, la presencia del joven supone un nuevo problema. Por fortuna, parece que no te ha oído acercarte, por lo que tienes tiempo para pensar en lo que hacer.

O eso crees. Porque, antes de que pasen cinco segundos y puedas reflexionar sobre el mejor curso de acción a seguir, el viento arrastra consigo un sonido. Un sonido lejano, que llega de las profundidades del bosque, y que probablemente no deberías haber oído. Quizás es un conjunto de casualidades: El ruido se originó en la dirección correcta. No había obstáculos de por medio, que lo desviaran de su trayectoria. La ventisca redujo su intensidad el tiempo suficiente como para que no se confundiera con el aullido del aire. Tu mente fue capaz de identificarlo y separarlo de tantos otros sonidos. Te encontrabas en la posición correcta, en el momento correcto, con la actitud correcta.

O puede que algo más que la suerte haya influido. El hecho es que lo oyes.

Al principio, te da la sensación de que te lo has imaginado. Pero pronto tu cabeza descarta esa posibilidad. Porque, por muy creativa que seas en ese tipo de situaciones críticas, no se te ocurre ninguna razón por la cuál tu mente decidiera engañarte simulando el grito de guerra de Einar. Rápidamente identificas la dirección: Por suerte, no parece venir del vé, pero tampoco del pueblo, sino de un punto en medio de la nada, a una distancia considerable de tu posición. Lo único que tienes claro es que, independientemente de la causa, ese grito no era de dolor o pánico. Era el grito de furia de alguien que se lanza a la carga, de alguien cuya voluntad se encuentra en la punta de la espada, de alguien que está dispuesto a matar. Has oído muchos gritos así en el pasado, trabajando como mercenaria. No hay duda al respecto.

Notas de juego

Móvil

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16/09/2016, 17:33
Bedelia

Bedelia ahogó un grito al oír cómo Einar se lanzaba al ataque. ¿¡Eso significaba que Saga se había movido!? No. No. No era posible, tenía a su cargo a dos gigantes moribundos y a menos que les hubiera dejado tirados (cosa poco probable teniendo en cuenta cómo se estaba arriesgando por ellos) aquel ataque no podía ir dirigido contra los tres norteños. Pero si no era eso, ¿qué? Desde un primer momento Bedelia había dado por hecho que la caza iba dirigida a encontrar a los fugitivos del clan Yormef, pero, ¿y si no era así? ¿A qué estaban atacando?

Por lo menos aquella casualidad le había dicho dónde estaban. Lejos del vé, de momento. Y eso era una información muy valiosa. Sólo quedaba robar dos caballos a un joven de aspecto amable. Genial. El único consuelo de Bedelia era que, al necesitar sólo dos podría dejar a la yegua del muchacho en paz. Parecía su preferida.

Suspiró y se preparó para mentir, otra vez.

Saliendo de su escondite, se alejó un poco del establo y se colocó de tal manera que entrara de frente y no por un lado. Al llegar a la puerta apoyó una mano en el marco y miró directamente al chico.

-¡Oh! Hola, no te conozco, yo soy Bedelia-Paseó la mirada por todo el establo, fingiendo buscar algo-¿Has visto a Dag? Le perdí la pista con el incendio y no se dónde está.

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16/09/2016, 18:33
Jostein

El chico parece tan sorprendido como tú.

-Sí, te he visto en la cena. Me llamo Jostein.

Se separa del caballo y se acerca a ti, esbozando una sonrisa amable.

-Le he visto antes cerca de la casa de Einar, pero puede estar en cualquier lado. Ese chico tiene demasiada energía. ¿Para qué le buscas?

Notas de juego

Sólo quedaba robar dos caballos a un niño pequeño

De hecho, con chico joven me refería más bien a adolescente. Y ahora que le tienes más cerca, dirías incluso que, si no ha llegado ya, probablemente esté cerca de la mayoría de edad

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16/09/2016, 18:48
Bedelia

Bedelia sonrió a su vez.

-Encantada, Jostein. No le buscaba para nada concreto, estaba preocupada por él. El incendio ha sido muy estresante para todos.

Se apartó el pelo de la cara.

-Por suerte ya lo han sofocado, pero la gente sigue alterada. Ha sido un golpe muy bajo quemar el granero...

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16/09/2016, 18:54
Jostein

Jostein asiente.

-Sin la comida del granero, tenemos un serio problema. Van a ser unos meses duros...

Sacude la cabeza, como si quisiera espantar los malos pensamientos.

-Sea como sea, no te preocupes por ese enano. Se sabe cuidar solo, no tiene un pelo de tonto. Y si Ashe no ha conseguido tenerle en vereda estos años, te puedo asegurar que la tarea es más bien imposible...

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16/09/2016, 18:57
Bedelia

Bedelia se cruzó de brazos y se mordió el labio.

-De eso no me cabe duda. Haber crecido sin padres ha debido ser duro, y seguro que aprendió muy pronto a valerse sólo.

Suspiró.

-Pero aún así...me gustaría asegurarme de que está bien. No he visto muchos niños por el pueblo-Miró a Jostein con la cabeza girada y dejó la boca abierta unos segundos, como si estuviera pensando-Tu ya eres todo un adulto, ¿crees que podrías hablar con él? Decirle...no se, que todo va a ir bien.

Se encogió de hombros.

-Igual no hace falta, pero me quedaría más tranquila.

Muy bien, Bedelia. Has pasado de mentir a directamente manipular.

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16/09/2016, 19:04
Jostein

Jostein asiente.

-Por supuesto. Cuando le encuentres, dile que venga a verme. Estaré aquí hasta que los caballos se calmen. Pero vamos, probablemente esté más tranquilo él que yo. Es un inconsciente.

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18/09/2016, 16:30
Bedelia

-¡Claro! Gracias.

No funcionaba. No había funcionado y el tiempo volaba para los cuatro. Drunfo seguía en estado crítico y Saga estaba sola e indefensa si alguien la descubría. Bedelia pudo notar un acceso de pánico que amenazaba con hacerle gritar y tuvo que usar todo su autocontrol para no parecer sospechosa. Su único pensamiento se centraba en que cuanto más tiempo pasaba menores eran sus posibilidades de salir bien parados de allí. Y ya había pasado mucho tiempo...

Tenía una idea. Podía intentar dejar inconsciente al muchacho, pero eso iba contra sus principios. ¡No le había hecho nada! Había sido amable con ella y Bedelia sólo quería robar sus caballos. Era cruel, era despiadado...pero lo estaba haciendo por Drunfo y Thorir. Pese a que todavía albergaba dudas sobre su inocencia el encuentro con Ingur le había dado otra perspectiva, y la posibilidad de que fueran atacados a traición también parecía plausible.

Podía dejarle inconsciente...y no tendría más que un dolor de cabeza muy malo al despertar y dos caballos menos. Le quedaría su yegua favorita, suficiente para lo que necesitaran. Además, Sultünge era un pueblo de supervivientes, seguro que podían encontrar y domar más caballos con facilidad.

Intentaba justificar lo injustificable, pero aquella situación seguía siendo crítica...Fruto de la presión y los nervios, Bedelia tomó una decisión de la que luego se arrepentiría.

-¿Sabes? A mi también me gustan los caballos. ¿Te importaría abrirme la puerta para poder acariciarlos?-Sonrió sin sinceridad, todavía seguía cruzada de brazos. La empatía había ayudado a la sureña con según qué cosas, pero esta vez lo estaba complicando todo. "No va a sufrir", se consoló, "sólo le saldrá un chichón, nada más".

Cuando Jostein se dio la vuelta Bedelia empuñó su estoque por el mango y le golpeó.

- Tiradas (3)

Motivo: Persuasión

Tirada: 1d100

Dificultad: 40+

Resultado: 67(-25)=42 (Exito)

Motivo: Ataque (inconsciencia)

Tirada: 1d100

Resultado: 3(-10)=-7

Motivo: Nivel de pifia

Tirada: 1d100

Resultado: 51

Notas de juego

Cuando Jostein se dio la vuelta Bedelia empuñó su estoque por el mango y le golpeó.

Suponiendo que se de la vuelta, claro. Mi idea es intentar conseguir la mayor cantidad de negativos posibles para Jostein, porque si no estoy jodido. Estoy buscando sorpresa y espalda, pero como es algo que recae sobre el todopoderoso máster si no lo ves plausible lo intento de otra forma (tirando turno para ver si le saco sorpresa y con acrobacias para buscar espalda).

Además, voy a intentar arrearle con el mango del estoque, porque irónicamente tengo menos negativos que cogiendo una piedra.

P.D. Ese bigote ha influenciado mi decisión.

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19/09/2016, 08:20
Jostein

Jostein alza una ceja.

-Claro -Se gira y empieza a abrir la puerta, mientras sigue hablando-. Aunque si tienes prisa, quizás no es el mejor...

El pomo de la espada vuela hacia su coronilla. Justo entonces, el chico trastabilla al atrancarse la puerta, y el objetivo desaparece. El golpe acierta al aire, pero el zumbido resultante es obvio. El chico se aparta unos pasos y te observa, con los ojos abiertos como platos.

-Qué... ¡¿Qué haces...?!

Esos segundos de duda son los que te permiten recuperar el equilibrio. Sin embargo, parece que en su mente empiezan a encajar las piezas, por lo que es posible que tengas que pensar rápido.

- Tiradas (1)

Motivo: Turno chico

Tirada: 1d100

Resultado: 89(+50)=139

Notas de juego

El nivel de pifia es por un resultado de 3, por lo que tiene un -15, y se queda en 36. Y menos mal, porque pifias por debajo de 50 son simples fallos, bastante gordos pero fallos al fin y al cabo. Por encima de 50 ya empiezan los efectos, como que se te quede enganchada la espada entre dos tablones.

Tira turno, si vas a atacarle de nuevo (aunque si no vas a atacarle, no entramos en secuencia de combate). En caso de que vaya el primero, puedes suponer que se va a parapetar tras la puerta de los caballos, intentando ganar algo de cobertura, ya que en estos momentos estás bloqueándole la salida. No va a atacarte, en principio.

Pd: ¿Gastaste cansancio al final? ¿No, no? No tengo tu ficha a mano, pero por el modificador creo que no...

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19/09/2016, 10:54
Bedelia

Bedelia maldice en silencio, se culpa por su mala suerte y se derrumba ante Jostein.

-¡Lo siento! Lo siento. No pretendía hacerte daño, ¡de verdad!-Mostró su estoque envainado, dando a entender que no le había atacado con el filo-Pero todo el pueblo está en una situación crítica, incluida yo. Necesitaba un caballo y había supuesto que no me lo darías así como así.

Hizo una pausa y se pasó la mano por el pelo, intentando calmarse.

-No quería robarlo, pero pensaba que no me quedaba otra opción. Yo...lo siento.

Tras disculparse una tercera vez Bedelia baja la cabeza, avergonzada. Aquello no podía haber ido peor. No solo no había conseguido los caballos, sino que ahora Jostein estaba prevenido. La presión y los nervios se materializaron en forma de un molesto pitido en el oído derecho de la mujer.

Inspiró hondo antes de volver a hablar.

-Si no consigo un caballo dos personas van a morir de forma injusta. Quizás no lo entiendas, pero se me acaba el tiempo.

Miró a Jostein y se culpó en silencio por no haber dicho todo aquello antes. Quizás el muchacho habría accedido a ayudarla sin necesidad de recurrir a la violencia.

Notas de juego

A priori voy a intentar evitar el combate y ver cómo reacciona Jostein

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19/09/2016, 11:59
Jostein

Si antes Jostein estaba confuso debido a tu ataque, tu explicación parece haberle dejado totalmente perplejo. Tarda unos segundos en reaccionar, y cuando lo hace su voz tiene un tono bastante menos amable que antes.

-... Nosotros... Necesitamos esos caballos -Sus ojos van directos a tu estoque, como si todavía no pudiera entender del todo lo que acaba de ocurrir y estuviera intentando recopilar todas las piezas de un puzzle-. Los necesitamos, para ir a recuperar provisiones. Sin ellos moriremos...

Sus ojos se clavan en los tuyos, y ves que hay una tormenta en su interior.

-¿De qué dos personas estás hablando?

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19/09/2016, 12:04
Bedelia

-Lo se...se que los necesitáis. Por eso quería llevarme el mínimo posible.

Volvió a asegurar su estoque a la cintura y se abrazó a si misma. Suspiró. Había perdido la cuenta de las veces que lo había hecho ya.

-Se que esto es difícil de asimilar, incluso de creer, pero se acusa a dos de los viajeros que llegaron a Sultünge de haber quemado el granero, cuando en realidad no es así. Einar ha enfurecido y mandó ejecutarles inmediatamente, sin ningún tipo de posibilidad de defenderse.

Hizo una pausa, dejando tiempo a Jostein para asimilar todo.

-Se que es tu jarl, se que confías en el y que sólo quiere cuidar a vuestro pueblo, pero a veces la gente se equivoca. Y dos personas no merecen morir por una equivocación.

Le miró a los ojos.

-Si les encuentran los matarán. Ellos no han quemado el granero, se que no tengo credibilidad ahora mismo pero es cierto. Cuanto más tiempo pasa más condenadas están sus vidas, por eso te he atacado, porque vamos a contrarreloj.

Torció los labios.

-Siento que tengas que enfrentarte a esto. Lo siento de verdad.

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19/09/2016, 15:21
Jostein

Jostein se muerde el labio, indeciso. Es obvio que no se fía de ti, pero parece que las dudas asoman en su cabeza tras tu exposición. Cualquier otro te habría mandado a paseo, pero o bien tu capacidad de persuasión es mayor de lo que recuerdas o bien has ido a dar con una de las pocas personas de Sultünge que podría llegar a preocuparse por algo tan irrelevante como la vida de dos desconocidos.

-... No tenemos mucho. Somos un pueblo pequeño, y contábamos con lo poco que había en el granero para pasar las nieves. Aunque fuera verdad lo que dices, si te llevases estos caballos...

Mira hacia los equinos, que se retuercen, nerviosos. Tras unos segundos, parece tomar una decisión.

-Uno -Alza la mano, mostrando un dedo para recalcar sus palabras-. Necesitamos los otros dos. Solo si me prometes que volverás a devolverlo en el futuro.

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19/09/2016, 15:37
Bedelia

Bedelia sonrió en una explosión de felicidad. Si el encuentro con Ingur había minado su moral, Jostein empezaba a recordarle por qué creía en las personas.

-Te lo prometo-Asintió, aunque inmediatamente después se quedó pensativa un instante-Pero si alguien te pregunta dirás que te he amenazado y que me lo he llevado por la fuerza. Es más, quizás deberías ir directamente a hablar con Ashe y contárselo...después de darme un poco de margen. Es lo más seguro para ti.

La sureña desvió la mirada, pensativa. Después se tocó uno de los bolsillos, todavía llevaba dinero encima. Sacó siete monedas de plata y se las ofreció a Jostein.

-No se hasta qué punto ésto es útil, pero creo que eres de las pocas personas que habría creído en mi y quiero compensarte.

Le sonrió genuinamente.

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19/09/2016, 18:35
Jostein

-¡No!

La energía de Jostein al interrumpirte te pilla por sospresa. Por un segundo, parece haber crecido unos centímetros, adquiriendo cierto tono autoritario. Efecto que pronto se rompe, cuando continúa hablando con voz algo más baja, asustado ante su propia vehemencia.

-No -Repite, mirándote fijamente-. No deben saber que yo estaba aquí. Si te pillan, diles que lo encontraste vacío. Nadie sabe que he estado aquí, y si alguien lo sabe puedo decir que ya no estaba cuando llegaste.

Sin aceptar un no por respuesta, termina de abrir la puerta y avanza hasta los caballos. Tras unos segundos, elige uno y sale con él. Mientras cierra la puerta de nuevo, te mira de reojo y ve las monedas de plata.

-Oh, por Mannaz, guarda eso. De poco nos van a servir unas monedas hasta la Primavera. Si lo que dices es verdad, y gracias a esto dos inocentes se salvan, entonces no hay nada que pagar.

Se acerca a ti, y durante unos segundos, parece a punto de echarse atrás. Probablemente esté empezando a asimilar la locura de lo que está haciendo. Por suerte, al final parece decidir optar por seguir adelante.

-Toma -Dice, mientras te entrega las riendas-. Se llama Heppinn. Por favor, tráelo de vuelta. Puede que para los demás no sea más que un caballo, pero yo le considero algo así como... Un viejo amigo. Trátale bien.

Aprovechas para echar un vistazo al animal. No es lo que se dice un semental, pero tampoco es viejo o raquítico. Su piel es clara y su crin presenta una bonita línea negra en el centro, que contrasta con el pelo blanco de los lados. Aunque es quizás el más bajo de los tres, parece acostumbrado al trabajo y tiene los músculos bien marcados, por lo que es probable que lo que pierda en velocidad lo gane en resistencia. No es la mejor montura que has visto, pero desde luego dista mucho de ser la peor.

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19/09/2016, 23:22
Bedelia

Bedelia sonrió de oreja a oreja, recogiendo las riendas que Jostein le entregaba. Cuando el caballo llegó hasta ella le acarició suavemente el hocico.

-Hola, Heppin.

Susurró con dulzura, permitiéndose un segundo de retraso para contemplarlo. Después, volvió a mirar al muchacho.

-Lo cuidaré lo mejor que pueda y cuando todo ésto haya terminado, lo traeré sano y salvo. Ah, y descuida, guardaré tu secreto. Nunca estuviste aquí.

Extendió la mano abierta, esperando un apretón de manos en una especie de contrato verbal. Nadie sabía cómo podía acabar todo aquello, ni siquiera si llegarían a salir de Sultünge, pero Bedelia haría todo lo que estuviera en su mano para devolver aquel caballo al muchacho. Lo había prometido.

Sin querer retrasarse demasiado, la sureña sacó la cabeza del establo, y cuando comprobó que allí no había nadie empujó tras de si el caballo. Antes de irse, miró a Jostein una última vez.

-Me alegra que todavía quede gente como tu en el mundo.

No añadió nada más, sólo asintió con una media sonrisa y comenzó a caminar hacia el vé. Ahora que más o menos conocía la posición de Einar se permitió hacer un rodeo un poco más grande para evitar el poblado (aunque no lo suficiente como para perder mucho tiempo). Era preferible tardar un poco más a que la sorprendieran. No podría justificar llevar un caballo así como así.

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19/09/2016, 23:36
Jostein

Jostein te pregunta a donde vas, y cuando se lo dices te aconseja un camino secundario, que rodea el pueblo.

-Tardarás un poco más en llegar al vé, pero ahora mismo no habrá nadie. Así nadie te verá.

Luego se despide, no sin antes regalarte una última advertencia.

-Te deseo suerte. Pero recuerda: Si me has engañado, o faltas a tu palabra... No te lo perdonaré.

No es bueno amenazando, se le nota a la legua. Pero el mensaje subyacente está claro. No parece una persona vengativa, pero en el norte el honor se valora como algo vinculante, incluso para un simple campesino como él.

- Tiradas (1)

Motivo: Alguien pilla a Bedelia (Media de Advertir del pueblo)

Tirada: 1d100

Dificultad: 180+

Resultado: 18(+10)=28 (Fracaso)

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20/09/2016, 00:06
Bedelia

A mi querido Frederick.

Ya hace un año que nuestros caminos se separaron, no así nuestras almas. Tengo historias que contarte, historias de cómo la suerte teje caminos extraños y de aliados en las horas más oscuras. Puedo hablarte de esperanza, de lucha, de valentía y de honor. Puedo hablarte de miedo, un miedo que persiste más allá de todo lo anterior. Puedo hablarte de gente, desconocidos que, sin saberlo, te inspiran para hacer algo grande.

Durante un tiempo después de su muerte pensé que no habría futuro, que todos los días serían una versión retorcida del mundo en el que vivíamos, en el que nada había cambiado y a la vez lo había hecho todo. Llegué a pensar que jamás volvería a ser feliz, y hasta cierto punto lo aceptaba. ¿Cómo, Frederick, cómo podríamos haber sido felices? ¿No sería ese, quizás, el peor de los castigos? ¿Sonreír a la vida cuando otro no puede hacerlo?

Acepté el dolor. Lo abracé, bebí de él. Dolor era lo que nos quedaba en su recuerdo, un dolor tan penetrante que impedía su muerte del todo. Un dolor que lo mantenía vivo...aunque fuera a nuestra costa.

Ya llevo un año viajando, mi amor, y he aprendido varias cosas. Entre otras que, efectivamente, ese dolor nunca desaparecerá, pero que podemos convivir con él, hacerlo pequeño, manejable. Guardarlo en algún punto a medio camino entre nuestra consciencia y nuestra inconsciencia. Viviremos con él porque ese es ahora nuestro destino, pero también disfrutaremos gracias a él, porque nos ha permitido ver las cosas desde otra perspectiva. Por eso he aprendido a abrazar la vida, a encontrar mi equilibrio dentro del caos, dentro de nuestra tormenta.

El camino que hemos emprendido es difícil, pero correcto. Queda mucho por aprender, mucho por experimentar. Quedan muchas conversaciones en el fuego hablando de lo pequeños que somos en un mundo tan grande y lo grandes que somos en un mundo tan pequeño. Queda gente por conocer, ideas que intercambiar. Quedan puertas que abrir y mares por cruzar.

Queda esperanza.

Mi Frederick, espero que nunca dejes de luchar, incluso cuando la luna se apague y el frío amenace con romper las ventanas.

Con amor, Bedelia.