Partida Rol por web

Sil Auressë

[17.4.9] El Monolito

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16/07/2017, 01:51
Director

Hay algunos que la han visto bajo un árbol debajo del cielo, coronada por el Sol, y de todas sus ramas caía un rocío dorado sobre la tierra estéril, y allí crecía verde…

La Reina contemplaba desde la lejanía, y las verdes plantas lloraban ahora sus lágrimas en forma de rocío en la hora más oscura. El Mal se hizo presente en el mundo una vez más, y la Mácula de Arda se extendía imparable. La hermosa visión de la Música a la que había dado ser la Llama Imperecedera se distorsionaba ante la corrupción del Mal, y nada pudo hacer ella, pues sus lágrimas no podían cambiar el destino de Arda.

La Piedra, uno más de los regalos con los que le honraba su marido, había sido encadenada para servir a un propósito horrendo. La rabia por la destrucción de la Naturaleza, y el odio hacia los dúnedain, habían sido convertidos en una fuerza terrible que amenazaba el destino de todos. Y desde la distancia, la Reina lloraba.

Entonces vio llegar a un hijo de Aulë, y a otros valientes. Y a un elfo de la Logia del Despertar. Un guerrero onírico cuya senda transcurría por los caminos de Irmo, pero cuya devoción era la de servir a ella, a Yavanna Kelmentari, a la Reina. Eran los Guardianes de Enila: valientes en la lucha, puro su corazón y grande su valor, pues se enfrentaban sin dudar a numerosos enemigos, entre ellos una terrible forma espectral de un huargo del Abismo.

La luz se apagaba y el nuevo amanecer parecía ahora distante y lejano, como si el nuevo día nunca iba a borrar los horrores de esta noche antinatural. Como un espejismo que se desvanecía en un horizonte imposible de alcanzar, más allá de toda esperanza. Con la luz desaparecida, la vida agonizaba. La Oscuridad era cada vez más densa e impenetrable, y la sangre había alimentado los sortilegios que iban a desencadenar una calamidad que no se había visto desde la Segunda Edad. Los demonios-troll llamados Dagul aguardaban en el umbral del Abismo.

Era la hora del Astquelion. El Oscurecimiento del Mundo. Las promesas de la Oscuridad se estaban cumpliendo, y una de las Profecías enfrentadas se imponía a la otra. Era la hora. Y una de las batallas más desesperadas se libraba en aquel claro del Monolito. Piedra y Fuego. Luz y Oscuridad. Vida y Muerte. Los tejidos del destino se cruzaban allí. El brillo de una estrella solitaria y el juicio de la muerte se hicieron presentes al mismo tiempo, representando a Vairë, a Varda y a Námo.

Valientes fueron los que lucharon en la contienda, y cargaron contra las sombras.  Ante ellos, la propia oscuridad se movía y les envolvía cada vez más. Otros poderes también se vieron reflejados en los héroes de las distintas batallas, aunque no todos eran concientes de su papel. No obstante, ninguno lloró lágrimas tan amargas y desconsoladas como la Reina.

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16/07/2017, 01:57
[MH] Huargo Gris

Turno 9

El Gran Huargo recordaba ahora a los guerreros elfos de Eregion, y cómo algunos luchaban rodeados de un halo de luz. Esquivó como pudo los rapídisimos golpes de Benaldamat quien lo había arriesgado todo para este ataque usando todo el poder de ni Olortië, el Sendero de las Visiones de Irmo. No obstante, el huargo resistió los golpes, y se preparaba ahora para acabar con su rival. No le bastaba con destruirlo para hacerlo desaparecer. Quería atrapar aquella alma, y llevar el espíritu capturado hasta el Abismo que estaba a punto de abrirse.

-ES LA HORA OSCURA. TAN SOLO HAY UN PODER QUE AUMENTA CUANDO LA VIDA SE APAGA Y LA OSCURIDAD TODO LO DEVORA. LA ETERNA TORTURA DE LA MUERTE SUSPENDIDA SERÁ TU DESTINO, ELFO DE LA LUZ.

La voz del huargo era antinatural, pues procedía de las profundidades del Abismo. El elfo bajó su klavir. Era la hora... No obstante, aún en la inminente derrota, el aura de Benaldamat le seguía protegiendo. El huargo notó cómo la esfera oscura convocada por el Hijo de las Sombras llegó a su posición, y comenzó a cubrir aquella contienda. Y supo que era el momento de atacar, y se preparó para lanzarse sobre el guerrero onírico. De repente, la tenue luz del aura del Guerrero Onírico aumentó de intensidad, y se convirtió en un faro en medio de la penumbra. Era un miembro de la Logia del Despertar, dedicada a la curación del Norte y la sagrada búsqueda de las lágrimas de Yavanna, vertidas en las Guerras de la Cólera. No había nada que le hiciera dudar, ni la muerte ni la oscuridad ni las fauces del lobo ni el umbral del Abismo a punto de abrirse... Nada le iba a hacer dudar de su fe. La noche le alcanzó, pero antes de ser absorbida por la negra esfera, su espíritu brilló con más intensidad que nunca durante unos breves segundos. Eso le sorprendió al huargo, y tuvo que retroceder.

-TU LUZ SE APAGARÁ CON EL RESTO DE LAS LUCES DE ARDA, espetó el huargo gris mostrando sus colmillos, pero al mismo tiempo retrocedió. El fugaz pero intenso golpe de luz le hizo dudar, pero entonces la esfera oscura les alcanzó a ambos y supo que el fin estaba cerca. Ambos estaban débiles, el Huargo y el Guardián. Luchaban en la eterna lucha, y se miraron una última vez. Ninguno de los dos iba a ceder. Ninguno estaba atado a un cuerpo físico, y eran sus espíritus los que iban a seguir luchando. El Abismo se abría, y la batalla tal vez se iba a retomar más allá del umbral.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ataque 1 Ben: 21+133+15-50BD=119 (CA4): 16C, crítico (Grandes): 19: +8 PV, pierde ocasión de hacer más daño
Ataque 2 Ben: 28+133+15-50BD=126 (CA4): 18D, crítico (Grandes): 21: +10 PV, ataque épico pero criatura épica

TR Aura: tiene que sacar más de 29, le aplico un -10 este turno porque reconoce a la Logia de Benaldamat y porque est turno usó Olortië (a partir de este turno es -5 solamente). En cualquier caso, falla la TR y sufre un crítico 84. Resultado crítico: +15 PV, pierde iniciativa durante 6 turnos, y aturdido (puede parar) durante 3 asaltos (!).

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16/07/2017, 10:21
Director

Turno 9 – resolución centro (Ferrim y Eben)

El hijo de Aulë lideraba ahora al grupo de prisioneros que luchaban contra los orcos. El martillo de Ferrim se mostró igual de contundente contra los enemigos que lo era contra el yunque en su forja. Su martillo impactó con fuerza en el costado derecho del orcoO8, y perforó la armadura en ese punto. El grito de dolor del orco se escuchó por el claro, pero pronto fue tapado por otros nuevos golpes de los prisioneros liberados.

El hombre a la derecha de FerrimP2 alcanzó con la cimitarra la cabeza del orcoO16, y si no fuera por el yelmo lo hubiera matado. De todos modos, el orco cayó al suelo ante las acometidas, y estaba ahora a merced de nuevos golpes. A su lado, el orco más próximo a Denelloth recibió un golpe duro por la espalda que le impactó en la pierna que le hizo tambalear y finalmente cayó inconsciente.

-¡¡¡CORAJE!!! ¡¡VENCEREMOS LA OSCURIDAD!!, gritó envalentado el hombre al ver caer al temido orco por la cimitarra de otro trasgo caído.

Vio pasar cerca la flecha de Eben. El disparo falló aquella vez, aunque en otras habían sido decisivas las flechas del joven montaraz. Por suerto, finalmente no hizo falta la flecha de Eben. Poco a poco la lucha en el centro se decantaba hacia el bando de los Guardianes de Enila. Por último, un prisioneroP4 atacó con lanza al orco aturdidoO9 para acabar con él. De forma milagrosa, el orco seguía en pie pero su fin estaba cerca.

Unos pasos atrás, por fin el prisioneroP3 que buscaba las llaves las tenía en su poder, y sin tiempo a perder agarró una lanza del suelo y entregó las llaves a Rhav que las estaba pidiendo con insistencia.

- Tiradas (9)

Notas de juego

Ferrim ataca O8: 147-10=137 (CA14): 20 D, crítico 35: costado der, 1 as at, 2p/as
P2 ataca a O16 (cmitarra): 116> 9A, crítico cabeza, 6 asaltos aturdido y se cae al suelo, le salva el casco. +20 PV
P6 ataca a O6: máximo 14 E, crítico 40: pierna, +12 PV -10, se queda inconsciente por PV
P3 por fin tiene las llaves y se las entrega a otro prisionero que al final de turno se libera.
Eben: disparó a O6, falló este disparo
P4 ataca a O9 (lanza): 17B, crítico 28: +2 PV, obligado a parar 2 asaltos (ya está aturdido y sangrando, en unos turnos caerá)

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16/07/2017, 10:50
[IS] Rhav

Turno 9

El viejo herbolario agarró las llaves con pulso firme, y se liberó por fin de las cadenas. -¡Hacia la oscuridad! ¡Sin temor!, su voz se alzaba por encima del ruido de la batalla. -¡Hay que matar al sacerdote que levanta a los muertos!

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16/07/2017, 19:38
Director

Turno 9

¡Rápido, tenemos poco tiempo, a un lado, a un lado!

La voz de Norión gritando órdenes a los orcos se escuchaba desde el interior de la oscura esfera que ahora se movía ante los ojos de Denelloth y de Russef. Su carrera les había llevado hasta el límite de aquella impenetrable negrura, pero no se detuvieron. A su lado tenían ahora también a Girion, y los tres se adentraron en la noche dentro de la noche, en el corazón del Mal. A su paso, la oscuridad les envolvió en su gélido abrazo, y pudieron sentir la muerte como algo tangible. El olor de la sangre, e incluso el gusto metálico en la boca. Era la Noche Convocada, el lugar y el momento para decidir el desenlace final.

Bâd gurth vi ngalad firiel1

Notas de juego

1La muerte avanza en el desvanecer de la luz.

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16/07/2017, 19:41
Director

Turno 9

La oscuridad se movía ahora, y la esfera alcanzó a Girion antes de que pudiera avanzar a su encuentro. Era densa y profunda, apenas se podía ver unos metros en el interior. No obstante, escuchó la llegada de Denelloth y detrás del montaraz se asomaba la figura de Russef.

Los tres penetraron en el corazón de la oscuridad, en la noche dentro de la noche. Les envolvió, y pudieron sentir el frío de la muerte. Escucharon gritos sofocados, y gemidos y algo peor. Un sonido gutural de alguien moribundo. También pasos, y armaduras moviéndose. Era difícil ubicarse en aquella negrura, pero lo peor no era lo que se encontraba al entrar en la más profunda oscuridad. Lo peor era la oscuridad que uno llevaba en su interior…

- Tiradas (3)

Notas de juego

Iniciativas: actúan un poco antes Russef y Denelloth, pero los tres se adentran en la oscuridad.

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16/07/2017, 20:15
Director

Turno 9 - Resolución Denelloth y Russef

Denelloth recordó otro lugar tenebroso y oscuro. Las catacumbas de Carn Dûm olían a sangre, a heces y a muerte, y las cadenas eran frías igual que el suelo de piedra. La única fuente de luz era el fulgor del hierro candente con el que le quemaban. Un lugar al que nunca pensó regresar, una pesadilla que le atormentaba. Había lugares de los que uno podía escaparse, pero que no le abandonaban. Quedaban dentro, esperando. El destino le había llevado a Denelloth a enfrentarse a una nueva oscuridad, o a la misma en una nueva forma. Era la prueba definitiva, y comprendió por fin las palabras proféticas de Finduilas.

O môr henion i dhû  - Desde la oscuridad comprendo la noche.

Era necesario entrar en la oscuridad para luchar contra el Mal. Aquí, en esta esfera se iba a encontrar más pronto que tarde con Norión, acostumbrado como nadie a caminar entre las sombras.

Creyó ver formas moverse, y avanzó hacia lo que era el prisionero. Notó cómo la oscuridad se movía a su alrededor, y a su derecha vio a Russef. Una parte del hombre de Saralainn estaba dentro, y la otra fuera. Vio cómo su compañero cargó contra un orcoO11 que estaba fuera de la esfera, de espaldas. A pesar de llegar en carrera, el golpe del hacha bastarda fue tremendamente fuerte, y le alcanzó al orco en el costado dejándole con la guardia bajada.

Casi al final de su movimiento, Denelloth vio a un orcoO12 y le atacó con la espada. Era un golpe difícil, pero salió sorprendentemente bien e hizo retroceder al orco.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Russef: ataca a O11, total 168 + 35 espalda – 50 movimiento = máximo 27E. aturdido sin parar, +10 siguiente ataque.
Denelloth: ataca a O12, total 170-50-20 visibilidad = 100 = 9 AK, crítico 60: +5 PV, obligado a parar con -25.

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16/07/2017, 20:33
Director

Turno 9 – Resolución Girion

En medio de la repentina y densa oscuridad, el joven dúnadan trató de buscar al prisionero custodiado por los dos orcos. Dio un paso al frente, y vio a un orcoO4 y decidió atacarle. Creyó escuchar la voz de Norión detrás de sí mismo, hacia la izquierda. Más cerca del monolito. Era imposible saberlo en medio de la confusión, y el orco estaba al alcance de sus armas. No obstante, los ataques no salieron bien, y ahora se enfrentaba al orco quien le atestó un golpe rápido con la lanza que le hizo una herida en la cabeza que por unos centímetros no le costó la vida.

Entonces vio fugazmente al prisioneroP1. Seguía con vida pero estaba de espaldas y con las dos manos ensangrentadas inclinado hacia delante. Hacia la Piedra.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Girion espada ancha a O4: 91 -20 visibilidad + 15 flanco = 86 = 6 PV, sin crítico
Girion main gauche a O4: 77 -20 visibilidad + 15 flanco = fallo
O4 a Girion con lanza: 120 (CA6): 18 C, crítico cabeza, 1 asalto aturdido 1p/as

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17/07/2017, 17:58
Director

Turno 9 – Resolución Norion

El anamarta avanzaba en medio de la oscuridad que él mismo había convocado. No obstante, su mirada hace tiempo que veía más en el Mundo de las Sombras. Lo invisible y aterrador se había convertido en algo normal para el sacerdote de Námo. Pero nada de lo que había aprendido o intuido le pudo haber preparado para la sensación de clarividencia y poder que vivió después de resistir la llamada del Abismo, pues la ancestral piedra se abría en canal y de su interior se asomaban poderes anteriores al Mundo como si fueran tentáculos que resquebrajaban las hebras de la realidad.

Movían los tejidos de los destinos y de las esperanzas, que ahora también eran visibles para Norión. Por un breve momento, sintió la inmensidad del poder al alcance de su mano. Tal vez más que ningún otro mortal en todas las Edades habidas y por haber, él era el Custodio del Abismo. En su mano estaba el destino de todos, y al mismo tiempo él era el dueño de sus decisiones. Era capaz de darle la espalda de momento al umbral del Abismo y la Piedra ancestral, y seguir hacia el Guerrero de Irmo y el huargo. La victoria y la derrota, la vida y la muerte, la esperanza y el fin, la Luz y la Sombra. Todo estaba en un frágil equilibrio tejido por los destinos de todos en hilos invisibles que goteaban sangre de inocentes.

Cada paso era como una milla para él, y la oscuridad como un pesado manto que tenía apartar para poder avanzar. En su mano portaba un cuchillo dentado, manchado de sangre de Gothdush. Por detrás escuchó la llegada de Girion, y también sintió que Denelloth y Russef se movían próximos a él. Un encuentro fortuito en la espesa noche artificial podía significar su fin, y el fin de la esperanza. Cada segundo eliminaba un destino y ofrecía otro, y todos ellos convergían en esta hora oscura y en este lugar.

Norión vio la figura brillante de Benaldamat, y la grisácea forma espectral del Huargo, y se lanzó al ataque.

El cuchillo ensangrentado brillaba con un frío mágico en medio de la oscuridad que ahora había envuelto a los combatientes. El huargo era una mancha negra en medio de la densa penumbra, su pelaje grisáceo reflejaba la ahora débil luz del aura del guerrero Benaldamat. Y entonces apareció el cuchillo en la mano del anamarta. Un sacerdote cojo y de cuerpo frágil que llegaba en carrera para unirse al combate entre dos grandes paladines de fuerzas enfrentadas. Estaba fuera de lugar en aquella pelea sin cuartel, pero aún así cargó con el cuchillo sin que ninguno de los dos titanes debilitados pudiera evitarlo, y el dentado filo del arma ceremonial impactó con fuerza … ¡en la cabeza del huargo!

La bestia gritó de dolor y de sorpresa, y se giró aturdido hacia el Hijo de las Sombras. Había sentido su llegada, olido la sangre que manchaba sus manos, y había sentido cómo la esfera oscura llegaba con él. Le había traicionado, y ahora sus ojos brillaban a pesar de la escasa luz, y en su mirada se podía ver la insondable profundidad el Abismo. Entonces, lo comprendió. Había estado al borde de la victoria, había sentido la debilidad del Guerrero Oníricio. Mas ahora, cuando por fin el umbral se abría, supo que había llegado el final para él, el Gran Huargo, al que habían convocado para la Gran Oscuridad. Stâzari era su nombre, y volvió su vista una vez más hacia el guerrero de la luz. Había sido un digno rival. Un digno heredero de los elfos de Eregion. Un siervo de Yavanna, que caminaba por el sendero de Olortië. Incluso antes de la traición del Hijo de las Sombras, le había derrotado. Era justo que fuera su klavir, y no el cuchillo traidor, el que fuera a acabar este combate.

Notas de juego

Distancia inicial Norion: 10 metros (el huargo recula también y con estar a 3 metros ya puedes atacar), movimiento base son 6,75 así que sería hacer un movimiento x4 (esprint rápido) para tener un movimiento de 27 metros, y así con 35% de movimiento podrías atacar con un -35 al ataque. Dificultad “Fácil”, tirada 93 – 9 Rapidez + 20 Fácil = 104. Logras 100% éxito, por lo tanto llegas y puedes atacar al final.

Ataque: 92 – 35 movimiento – 10 rengo + 10 final turno + 35 espalda + 20 sorpresa + 16 cuchillo (usamos espada corta -15) + 20 aturdido – 50 BD huargo  = 98: le haces 2 PV, no hay crítico por ataque físico pero sí el crítico de frío (efecto mágico).

Crítico 71: +20 PV cabeza, le haces daño pero sigue luchando.

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17/07/2017, 18:11
Director

Resolución turno 9

Los orcos habían perdido a los chamanes y a uno de los sacerdotes, y en general estaban desorganizados y confundidos. Todo se movía demasiado rápido a su alrededor. Cada vez más prisioneros estaban libres y armados, y las líneas defensivas se habían roto. Los dos que habían sido enviados a la parte de atrásO7-O15 se acercaban tímidamente para ayudar en la última defensa, pues aunque el curso de la batalla estaba cambiando y ahora iba en su contra, la victoria de la Gran Oscuridad estaba próxima. Incluso los orcos más brutos y necios pudieron sentir que un gran poder estaba a punto de llegar, tal y como les habían prometido. Ya fuera por miedo o por fanatismo, los orcos iban a seguir luchando hasta el final.

Al desplazarse la esfera oscura, uno de los orcosO11 había visto al cadáver sin cabezaZ1 agachado encima de algo o de alguien, y rápidamente le había atacado. No obstante, Russef había llegado y le había golpeado por la espalda.

En otras partes, la lucha seguía sin cuartel. Y por primera vez, ambos bandos vieron próximo el desenlace, aunque el resultado deseado de unos y otros era muy distinto. De lo único que no había duda era que el final estaba próximo.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Benaldamat (PP 34/49) ataca doble a huargo turno 9, termina dentro de la esfera
Denelloth (18/97): ataca a O12
Russef (29/44). 2p/as, ataca a O11, +10 a siguiente ataque
Eben: dispara a O6, falla pero orco cae por otro ataque
Ferrim: ataca a O8
Girion (18/94): sangra 1 p/as, aturdido norma turno 10, atacó a O4
Norión: PP 9/35 PV: 24/56. Dentro de la esfera
*Co1: (44/40), obligado a parar en turno 7, aturdido turno 6, inconsciente
*Co2 (57/40): muerto, tenía las llaves
*Ch2 (75-/45): 6p/as, muerto por Eben+Girion
Z1: un cadáver andante, fuera la esfera tumbado en el suelo
*O1: muerto      O2: muerto
O3 (58/77) se mueve hacia P4 -10, 1p/as
O4 (6/77): lanza, acompaña P1, recibe ataque Girion y devuelve ataque Girion
*O5: muerto
*O6: (82/77) con Denelloth, 3p/as; aturdido turno 8, inconsciente (P6)
O7: detrás, se acerca
O8: (20/77) le ataca Ferrim, 2p/as, aturdido turno 9
O9: (65/77), aturdido sin parar turnos 9-10; obligado a parar 11-12; -25, 5p/as
*O10: (71/77), 2p/as, aturdido turno 7, muere en 3 asaltos (turno 10)
O11: (27/77) junto a Z1, recibe ataque Russef, aturdido sin parar turno 10 (había actuado)
O12: (14/77): custodia a P1, dentro de la esfera, le ataca Denelloth
O13 (53/77): aturdido (9-10-11)
O14 (64/77), en el suelo -15. aturdido 9
O15: en la parte de atrás, pendiente del camino, ahora se acerca por el otro lado
O16 (53/77): se cae, aturdido 6 asaltos.
H (128/150) luchando con Benaldamat, aturdido T9, T10, T11. Perdió iniciativa
P1: custodiado por O4 y O12, dentro de la esfera, a punto de tocar la Piedra
P2*: con cimitarra, ataca O16, lo tumba
P3*: tiene llaves, se las entrega a Rhav, se arma con lanza
P4*: armado con lanza, sigue atacando a O9
*P5 (62/50): muerto
P6: con cimitarra, ataca a O16, le hace 8 A
Rhav (prisionero viejo): se libera a sí mismo con las llaves este turno.

Desconocido/Dentro de la Esfera (¿?): Norion, Gothdush
Dentro de la esfera: -20 atacar (por la visibilidad), aunque puede haber excepciones (aura de Benaldamat etc.)

marcad el siguiente turno como 10

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17/07/2017, 18:31
Director

Resolución turno 9 - bis (Russef)

Después de golpear al orcoO11, Russef vio una imagen grotesca y extraña. El cadáver sin cabeza que había sido animado por Norión estaba agachado sobre alguien tumbado en el suelo, muerto o inconsciente. Las manos del cadáver buscaban su cuello y los dedos le presionaban la cara con fuerza, y la víctima no se movía. Y entonces lo vio.

¡Era Gothdush! Sangraba y sus ojos vacíos estaban abiertos, y su boca se movía apenas. Tenía una herida en el cuello, y al parecer se había caído encima de su propia rodilla. Se estaba muriendo, y el cadáver animado estaba intentando acabar con el indefenso gran sacerdote de la oscuridad.

Notas de juego

solamente lo ve Russef de momento.

El cadáver está marcado como "xx" en el mapa

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17/07/2017, 20:18
Norión

Turno 10 (a)

La esfera de oscuridad había llegado a su máximo y luego comenzó a retroceder. Había dejado al descubierto a Denelloth y a Russef, y al lado de ellos se hacía visible en el piso el cuerpo del decapitado junto al de Gothdust, el oscuro sacerdote líder del ritual. Las sombras cedían con rapidez, la silueta de Girion a pocos pasos del prisionero y sus captores también quedaron expuestas, y el último reducto de oscuridad se posaba sobre el huargo. Poco a poco la dorada sombra del guerrero elfo recibió la luz de Eärendil y el murmullo de una voz conocida se escuchó a un lado del animal - Hugaew...- . Norión fue el último en aparecer, la capucha le cubría el rostro y no llevaba su bastón, en su lugar tenía la daga ceremonial desenfundada, una gotas de sangre caían de su hoja y su gélido filo reflejaba la luz de la única estrella que alumbraba a los defensores de Enila. 

Los ojos del huargo se posaron sobre los del anamarta. Los ojos del guardián de los muertos se posaron en los del huargo. El silencio era el único testigo de lo que sucedía entre esos seres que la oscuridad había elegido para asegurar su triunfo. La tensión duró hasta que el sacerdote levantó su mano, y la criatura del abismo pareció dar un paso atrás.

Notas de juego

Esto pasa al inicio del turno y muy rápido, entiendo que atenúa/libera de las penalidades de la oscuridad a los demás, a criterio del master. Voy a hacer otro post luego, pero temporalmente sucede mas avanzado el turno.

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17/07/2017, 20:31
Norión

Turno 10 (b)

La silueta eterea del Benaldamat era apenas visible, poco a poco se desvanecía a los ojos de todos, pero la luz brillante que lo rodeaba lo sostenía aún en medio del combate. El sacerdote llevaba la daga en la mano, tras haber atacado al Huargo del abismo, en un enfrentamiento que probablemente lo llevaría al mismo final. Centró su mirada en el elfo que había osado cruzar el mundo de las sombras, el anamarta podía comprender lo que estaba sucediendo, la naturaleza del guardián y de dónde provenía su fuerza. Le habló en perfecto quenya - Hugaew, me diste tu bendición antes de entrar en el claro y yo te brindé la de Namo, aún sin reconocer quien eras realmente. Benaldamat, Guardián de Enila, ha sido un honor combatir a tu lado defendiendo a la elegida de Yavanna, confía en Irmo y no pierdas la esperanza. Nuestros caminos estarán unidos hasta Orod Certhas y aún tenemos mucho por hacer- dijo, tras lo cual levantó su mano para sanarlo, ante la mirada llena de odio del huago del abismo, que parecía retroceder ante la invocación del poder de los Valar. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tirada 1 (poder hacer hechizo en este turno): desastroza, ni vale la pena hacer cuentas creo

Tirada 2 (resolución del hechizo Heal life essence 1 - Lv 4): desastroza, bueno, claramente el abismo se interpone...

Resultado de Curación Benaldamath: muy bueno si hubiese sucedido... perdón Benaldamat !!!

Entiendo que pierde los puntos de magia (4)... muy inoportuno, pero no voy a decaer, que además de un huargo enojado delante, ahora vendrán los prisioneros a sacrificarme XD

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17/07/2017, 20:58
Norión

Turno 10 (c)

La daga sagrada había rozado el cuerpo espectral del huargo. Algo del interior del anamarta se había impregnado en esa arma, y al hacer contacto con la oscuridad desencadenó un torbellino de sensaciones. No habían comenzado allí, lo supo enseguida. Segundos antes, incluso antes de que la misma daga atravesara el pecho de Gothdust, había sucedido algo que en ese momento pasó por alto. El abismo se había revelado con fuerza dentro del monolito, los Dagul podían sentirse y el vacío que ya conocía bien intentaba reclamar el dominio de toda la creación para devorarla. Sin embargo había permanecido entero ante tal muestra de poder, había resistido con entereza la tentación y había reafirmado en hechos lo que se había despertado a los pies del monolito, su compromiso con la llama eterna que Eru había puesto en el corazón de los hombres, su lugar como el Custodio de las llaves del Abismo. Ahora podía notar las implicancias de esa llama ardiendo en su interior, y la sabiduría que traía consigo.

La empuñadura de la daga le transmitía su propia esencia, era un arma sagrada, que podía usarse para la sombra como para la luz, y la esencia de Norión la había convertido en el arma de Namo. Detrás de su filo habitaban los gélidos hielos de los picos montañosos, reafirmando la voluntad de quien la empuñaba. Pero no solo la magia contenida en la daga ceremonial se desnudaba ante él, también la criatura de las sombras que había dañado. Las sombras, tan enlazadas al mundo onírico de Irmo y a las estancias de Mandos de Namo, dos hermanos que comprendían bien su naturaleza. Nunca le habían sido ajenas pero ahora las sentía con potencia, sentía la fuerza que animaba al decapitado que le servía, la cual en nada se parecía al espíritu del prisionero que alguna vez habitó ese cuerpo, del mismo modo veía partir al espíritu de Gothdust de su frágil envoltura y el anamarta expresó una plegaria sin voz y sin tiempo por su descanso. Sentía la esencia de su discípulo parada en el umbral, esperando los designios del Juez, porque su camino no había terminado aún, Norión lo sabía y también los antiguos anamarta que lo veían del otro lado del umbral, los mismos que lo habían acompañado a la entrada del abismo, sus miradas se cruzaron con la de Norión y los espíritus asintieron conformes, incluso el rostro del líder de su orden, su antiguo maestro, se apareció como si en un sueño fuese espectador de los caminos de su cojo discípulo.

También sentía la presencia de Benaldamat, pero no solo su débil proyección, sino la fuerza del verdadero guerrero elfo, y la presencia de la Logia del Despertar que se entremezclaba, a quienes el anamarta no conocía aún, pero cuyos destinos estaban ligados por finos hilos que ahora se hacían mas fuertes. Sabía que ellos lo sentían a él al igual que el agonizante guerrero de Irmo. Esbozó unas palabras al valiente guardián en su propia lengua, -Hugaew...- sabía que serían escuchadas y que sus caminos se cruzarían una y otra vez hasta que Sir estuviese frente a las runas de Orod Certhas, lo cual era su destino.

El huargo ahora lo veía con otros ojos, ya no era el inofensivo Nigromante apodado por los suyos como el Hijo de las Sombras, ahora era el Custodio, y la criatura sentía su fuerza como él sentía su naturaleza mas allá del reino de las sombras. Porque un ser aún más oscuro, un habitante del abismo moraba en su interior. Sus ojos se cruzaron con violencias, las fauces del animal se cerraban con furia, pero Norión solo alzó su mano y encendió el fuego interior, y las fuerzas de Namo acudieron a su encuentro y la criatura no pudo penetrar esa presencia. 

La oscuridad ya no rodeaba al anamarta, sino la luz de la verdad en medio de la noche. Alzó su mirada y vio la estrella de Eärendil, un destello de esperanza que animaba a los defensores de Sil Auresse - Varda...- murmuró pero sus pensamientos iban mas rápido, Varda, gracias por tu presencia en medio de la desesperanza y en su plegaria la imagen de Ayla, la verdadera luz de la aldea que prometía el renacimiento tras el ocaso, se superponía a la de la reina de los Valar, y Norión comprendió que pese a la distancia ella no estaba lejos. A su lado distinguió la silueta de la luna tapando completamente al sol, un eclipse profético, un signo de los cielos que duraba solo un momento pero haría que el destino de esa tierra cambiase. Sentía el poder de lo alto, como la magia se enardecía y mientras durase ese fenómeno astronómico, lo que se hiciese, tendría consecuencias por generaciones.

A su izquierda sintió la fuerza de una presencia conocida, giró su rostro y los hilos del destino lo llevaron a ella. -Vairë...-Su joven alumno portaba el cilindro de kregora, y en su interior estaban los rollos que Finduilas había escrito dejando en ellos gran parte de su poder. Hubiesen sido imperceptibles, esas paredes eran impenetrables, pero nada le era vedado al anamarta en ese momento. Mi querida dama, acaso habías soñado siquiera con este futuro? preguntó en pensamientos, y una delicada hebra de luz se formó de la nada y se sumó a la red existente, una que volvía a unirlos, y supo que ella estaba presente de algún modo y consciente del ser en que él se había convertido.

Detrás otra presencia se hacía sentir - Irmo...- Señor de los sueños, necesitamos tu ayuda una vez mas, la piedra que Sir había portado aún tenía impregnada su esencia, Denelloth la llevaba consigo sin ser del todo consciente del tesoro que tenía entre manos, un cordón plateado la unía a otra piedra muy distante, que el otro guardián de Enila sostenía con fuerza. Juntos se jugaban la vida por defender a la elegida entre los hombres, la luz de esa era.

No muy distante de ellos el ruido de metal contra metal se escuchaba, pero era un material diferente, una aleación mas dura que el acero, un martillo forjado por los Naugrim siglos atrás que contenía sus conocimientos y su fuerza - Aulë...-Tu presencia habita en ese enano, y de sus brazos tallaras el destino de todos, Ferrim, hijo de Ferric, había sido convocado por el anamarta para evitar destruir el monolito y preservar la esencia de Arda intacta, los Naugrim se unían a los hombres y peleaban junto a los elfos por un futuro de luz en medio de la noche. Ese enano, que alguna vez juzgó equivocadamente y que luego llegó a considerarlo su amigo, portaba también el tesoro mas preciado de Norión, el regalo de Finduilas, un libro con los secretos de Númenor, el conocimiento de los Enach ahora le era evidente, por unos momentos comprendió todo lo que había leído y supo que los pergaminos ya no le eran vedados.

El anamarta sonrió levemente ante la verdad, todos los caminos le eran evidentes, recordó la sensación que había tenido en las afueras de Sil Auresse cuando meditó en el lugar donde Ayla solía hacerlo, sin embargo ahora todo era mas fuerte, su visión penetraba los mas profundos misterios y sus manos podían incluso afectar los hilos del entramado del destino. Ahora giró hacia el poder que yacía en medio del claro, vio claramente a los Dagul golpeando la piedra desde el interior, clamaban por salir, vio también la ominosa presencia del vacío, el mismo abismo que había intentado vanamente torcer sus caminos, el mismo del cual era su Custodio. Avanzó recitando su propia profecía, descubriendo que sin saberlo él ya era parte de ese entramado desde el principio de los tiempos. 

El monolito sin embargo escondía una presencia aún mayor, una fuerza olvidada que yacía en el interior de la Tierra Media - Yavanna...- Mi señora, éste es tu altar desde antes que los primeros hombres caminasen por estas tierras, éstos son los guerreros que dan su vida para proteger a tu elegida, éstos son los que te rinden culto aún sin conocerte, y yo estoy frente a ti en medio de ellos, y limpiaré tu altar de esta profana presencia, y erguiré en la aldea un monumento a tu amor por la vida, yo mismo estaré junto a Sir donde tus lágrimas cayeron, yo Norión, Custodio del Abismo, me pongo a tu servicio entre los vivos para que tu sueño se concrete. Guíanos, danos valor y haznos fuertes en éste difícil momento. Su plegaria brotaba de su corazón, avivado por el fuego sagrado, su voz sin duda había sido escuchada por la señora de la tierra.

Entonces renovado de esperanzas, habló a los suyos en la lengua de los elfos, porque algunos hombres la conocían y a los orcos le era vedada, y habló a los suyos en la lengua prohibida, porque algunos orcos la conocían y a los hombres de bien le era vedada. Porque Norión era guardián de ambos lados del Abismo, caminaba con libertad en el umbral de la vida y de la muerte, de la luz y de la oscuridad. Todos ellos eran sus hermanos, y a todos protegía a su modo, porque si Namo había encerrado a Melkor en lugar de destruirlo, porque él, su discípulo, actuaría de modo diferente con quienes tenía delante? Era el interés de Eru el que ahora defendía, el mismo que había creado a Manwë había creado también a Melkor, y desde el principio sabía lo iba a suceder entre ellos. Norión los respetaba a todos, pero sus caminos era los de Namo, el Sabio, el Justo, el Guardián, que retenía bajo sus dominios de Mandos a los espíritus de los muertos e incluso al Señor de la Oscuridad. 

Supo lo que tenía que hacer, sabía cómo se movían las hebras del destino, su daga y el prisionero eran solo un grano en medio del campo infinito de la historia. El cuerpo decapitado se levantó y le obedeció. Y en medio del monolito le pareció ver otras presencias, borrosas y apenas perceptibles, un combate entre una hechicera y un sacerdote, entre la luz y la oscuridad, en una tierra lejana pero en un tiempo cercano.

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17/07/2017, 21:26
Director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Resolución rápida del hechizo de Norión: efectivamente, el hechizo no sale.

+16 habilidad lista
+10 básica
+10 grito
+15 bono especial
11 tirada
-55 dificultad (nivel 4, 0 turnos => es muy difícil de lanzar, con 1 turno de preparación baja a -30 el negativo)

Total 7: pifia, se suma 20 a la tirada de pifia, total 82: fallo por dolor en la mandíbula, pierdes la mitad de los PP y el hechizo que estabas preparando (2PP), además aturdido 2 asaltos (turnos 10 y 11). Al estar aturdido, las acciones se reducen al 50%.

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17/07/2017, 21:12
Norión

Turno 10 (d)

El huargo y el anamarta sostuvieron su mirada un segundo, pero pese al escaso tiempo un diálogo silencioso tenía lugar entre ellos, hasta que el sacerdote alzó su mano y ambos perecieron dar un paso atrás. Norión levantó su mirada y vio la estrella que alumbraba la oscuridad que el eclipse había provocado. -Varda...- Luego desvió su mirada hacia los guardianes de Enila, uno a uno los miró, su mente sin embargo viajaba mucho mas rápido, en pensamientos que no podían expresarse - Vairë..., Irmo..., Aulë...- se llegó a escuchar, y luego se dio vuelta y observó el monolito -Yavanna...- murmuró y comenzó a recitar las palabras que había pronunciado al comenzar la ceremonia, antes que el sacrificio fuese interrumpido. En aquel momento habían sido dichas en las lenguas conocidas por los hombres de Númenor, para que los oídos de unos se cerrasen y llegasen solo a quienes estaban destinados a comprenderlas. Ahora cada una de ellas, a modo profético, se estaban haciendo realidad.

Fha Burzum! Cuanto hemos ansiado este momento! Pero esperad! Sed pacientes razas de toda Arda, que el tiempo está muy cerca! Carece de sabiduría presionar al destino, primero sigan los signos sagrados, el poderoso pilar quedará rodeado por la noche. Luego vendrá el fin, y terminará toda esperanza. Cuando venga la oscura noche como precipitándose sobre nosotros, cayendo sobre el pilar, y se escuche el grito de triunfo! Cerca estará el reino de las tinieblas.  Una gran oscuridad los atará y gobernará a todos. Fha Burzum!

Apenas podía moverse, su mirada estaba atenta a cosas que no sucedían en este mundo, pero su cuerpo no le respondía como deseaba, mientras el dolor lo inmovilizaba, el eclipse estaba en su punto máximo y la presencia de los Dagul podía sentirse por aquellos capaces de percibir la esencia.

Notas de juego

Editado para incluir aclaración del master.

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17/07/2017, 22:58
Denelloth
Sólo para el director
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17/07/2017, 22:58
Denelloth

TURNO10

Penetró en la oscuridad con el cuerpo en tensión, esperando un golpe o algo peor. Sintió un fugaz latido que lo transportó a las más profundas mazmorras de Carn Dûm, y su carne ardiendo; pero dio otro paso. Sintió la presencia de los Poderes como nunca los había sentido, de las Esencias del Mundo arremolinándose en torno a todos ellos, como presenciando y de alguna forma guiando aquella violenta danza en la que ninguno de los bailarines sabía si llevaba bien el paso o no; y dio otro paso más. Y quiso ver la estrella de Eärendil sobre su cabeza, y sin mirar supo que seguía allí; y dio un tercer paso, y estaba en la ocuridad.

Y no estaba solo. Notó físicamente, pues realmente estaban casi hombro con hombro, a Russef a su derecha y a Girion a su izquierda. Intuyó, más que vio, la presencia de varios orcos delante. En una oscuridad tal que amortiguaba el sonido y hacía los movimientos más lentos, los tres atacaron.

Denelloth lanzó un mandoble que encontró la carne del orco que tenía delante. El oponente de Russef se dobló bajo su poderosa hacha, pero el que hacía frente a Girion se defendió bien, hiriendo al joven. Y algo más llamó la atención del montaraz; a la derecha, el orco al que embestía Russef había golpeado... ¿al cadaver descabezado? ¿Y este a su vez se ensañaba con... con quién? Y a la izquierda, junto al monolito, apareció el prisionero; ensangrentado, herido tal vez, pero todavía vivo. Estaba vivo.

Con una pasmosa lucidez vio claro cómo proceder. Al mismo tiempo, contra todo pronóstico, la oscuridad remitió, poco a poco y gradualmente, en torno a la figura de Norión. El sacerdote sostenía un cuchillo ensangrentado, y a Denelloth le pareció más pequeño que antes, más... humano. Incluso en pleno Oscurecimiento del Sol, la mínima claridad de la única estrella del cielo casi deslumbraba a los que venían de aquel profundo pozo de negrura. Las palabras del anamarta tal vez tuvieron su efecto sobre el espíritu de Denelloth, pero no sobre su determinación anterior. Tocó a su compañeros con los codos y dijo suavemente, con una calma incongruente, casi espeluznante:

-Wrings, acomete al que tengo delanteO12. Girion, saca al prisionero de aquí.

Y con la misma serenidad, descargó su espada sobre el orco que había frenado a Girion, el que estaba más cerca del prisioneroO4.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Qué cosas tiene el destino... Iba a postear el primero, cuando una estrella (en forma de bebé) detuvo mi mano. Seguramente para bien. Sólo el tiempo lo dirá.

Lo pongo en abierto (para los de fuera del círculo oscuro) porque interpreto del post de Norión que la oscuridad "desaparece". Por eso mismo no aplico -20 de oscuridad.

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20/07/2017, 21:52
Eben

Hasta ahora Eben había usado su destreza con el arco para despejar el camino a sus compañeros, pero ahora prácticamente todos ellos se habían metido en el pozo de oscuridad que tenía delante.

Se colocó el arco a la espalda y tomo su lanza, avanzando hacia la oscuridad que había engullido al resto del grupo.

Notas de juego

Eben deja de disparar. Creo que los orcos de camino al circulo de oscuridad están todos o trabados con prisioneros o aturdidos. Me lanzo a la carrera por la ruta más despejada posible, entrando en la oscuridad si llego a ella.

Ante cualquier encuentro, ataco y me defiendo con la lanza.

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23/07/2017, 00:06
Ferrim, hijo de Ferric

Turno 10

Ferrim pudo ver a sus compañeros entrando en aquella terrible esfera o pozo de sombras, donde no era apenas posible ver lo que ocurría en su interior. Y si era posible, Ferrim no lo sabía, pues no podía detenerse a observar. A su alrededor había tumulto y sangre, y el propio naugrim era responsable de una pequeña parte de todo aquello.

El prisionero que hacía las veces de líder mandó acudir a las sombras, y Ferrim estaba de acuerdo. Fuera lo que fuera lo que le deparará, su sitio era cerca del monolito. Pero no era el enano más rápido y tenía un obstáculo ante él.

Había golpeado a un repugnante orco con furia, dejándolo a la defensiva e incapaz. Pero ese orco se interponía entre él y el monolito, y todo lo que cerca de aquella piedra primigenia sucedía. Si quería avanzar tenía que limpiar el terreno. Además, había demasiados orcos vivos. Aturdidos, sí, pero vivos y peligrosos cuando espabilaran. Cuanto antes desaparecieran, más seguridad para todos. Gruñó. Y sonrió.

Sonrió al sentirse así, vivo. Hacía tanto tiempo que no se sentía joven y frenético... el martillo que tenía en las manos había forjado cientos, quizá miles de armas y armaduras de la mejor calidad, runas y maravillas. Y aunque respetaba ese legado, estaba sintiendo en esos instantes que Hakk, el martillo, también estaba más vivo que nunca. Lo sintió vibrar, como si el propio martillo estuviera tan emocionado y rejuvenecido como él.

Asió a Hakk con las dos manos cerca del pecho y el hombro, plantó las piernas en el suelo, firmes, para sostener su peso y la energía de la rotación. Giró sobre sí mismo a medida que impulsaba el martillo hacia afuera, como un leñador que golpea el tronco tras una vuelta mortal, y golpeó al orco que tenía delante con la fuerza de un trueno.

– ¡Es la hora del naugrim!

El martillo impactó en el orco y, antes de verlo caer, Ferrim tuvo la seguridad de que ya había un obstáculo menos. Podría avanzar.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Le enseño el camino de salida a O8 y avanzo los metros que pueda.

Tirada abierta. No me lo creo. Lástima que no fuera contra un trol o algo xD