La norne esbozó una trémula sonrisa y se echó en el suelo, todavía sosteniendo su mano. Quedó en silencio un momento, lista para cerrar los ojos y dejarse vencer por el cansancio, pero en su rostro hubo un ademán de añadir algo más que tardó en ser pronunciado.
-Bedelia... Sólo despiértame si sueño o grito o algo... -musitó en tono quedo, casi avergonzada de admitir que cuando hablaba de pesadillas, lo decía en serio.
Acarició el pelo de la norne y sonrió, recordando la noche en casa de Yngrid.
-No te preocupes, si ocurre algo te despertaré. Puedes dormir tranquila.
Cuando Saga cerró los ojos la mirada de Bedelia revoloteó una vez más por la sala sin buscar nada concreto, pero posándose brevemente en Ingur, Thaldein, Ashe, Resmit, Dag y Jostein. A pesar de sentir los párpados ardiendo por el cansancio todavía tardó un tiempo en dormirse, en parte para asegurarse de que Saga descansaba bien pero también rumiando sobre la bestia. Al final rescató la manta de su macuto, la desdobló (no quería soltar la mano de la norne así que ésto le costó un poco) y la echó por encima de las dos, tumbándose en el proceso.
El suelo no era el lugar más cómodo para dormir, pero había pernoctado en sitios peores. Al menos tenía la irónica tranquilidad de descansar rodeada de gente.
Cerró los ojos, meciéndose en los brazos de un dios olvidado mientras se sujetaba a la realidad a través de la mano de Bedelia. Una mano cálida, amiga; una vigía que iba a velar por su descanso mientras ella combatía sus propias pesadillas en un lugar no muy lejano. Aquella extraña seguridad se manifestó con un hondo suspiro que fue liberándola de todo lo sucedido. Sin embargo, quedaba algo, un sentimiento de advenimiento arañando su conciencia más allá de lo perceptible. Parecía el goteo de la nieve derritiéndose, constante e incesante, formando un charco al caer que crecía lento y seguro. Pero por entonces no era lo suficientemente grande o profundo como para perturbar más su ánimo.
Aquel no era el lugar más cómodo ni tranquilo, pero se sentía la compañía del resto, el calor de las llamas y el ambiente cargado de un pueblo angustiado y atrapado en medio de la nada. No era ideal, y sin embargo era mucho más de lo que había podido disfrutar los días anteriores. Reportaba una falsa seguridad que la ayudó a desvanecerse, aunque con la mano libre, entre los ropajes, acariciaba el cálido metal de su daga.
Motivo: pesadillas hooray
Tirada: 1d10
Resultado: 6
No va a ser tan mala noche, a no ser que me hagas fururuses sobrenaturales.
Por mi parte cierra esta escena.
Miro a la mujer con los ojos aun llorosos y doy un paso hacia ella.
- Pues sí, te estaba buscando cuando te oí al otro lado de la puerta ¿Que te pasa Ashe? ¿No confías en nadie del pueblo en la que apoyar tus penas?
Ella niega con la cabeza.
-No... No necesitan verme así, Resmit.
Se hace el silencio. Ashe evita tu mirada, visiblemente avergonzada e incómoda.
-Bueno, en ese caso no te preocupes por mi, ver como una mujer hermosa como tú está llorando solo provoca que me enfurezca, ten. - le ofrezco la botella. - Venía a ver si podías curarme la herida que me hizo el monstruo y esto ha ayudado bastante, pero igual que me sirve a mi también lo hará contigo. - me siento a su vera apoyado en a pared. - Vamos, aún tengo tiempo antes de que haga la guardia, desahógate ahora que puedes ¿Que te ha echo llorar preciosa?- la agarro la mano y la sonrío levemente mirándola a los ojos invitándola a que me acompañe.
Ashe se suelta de forma algo brusca.
-Déjalo. Ven, deja que te vea las heridas.
Acto seguido empieza a inspeccionarte en silencio.
-No seas así, lo único que quiero es ayudarte. - digo mientras me pongo en una postura cómoda y abriendo la camiseta para facilitar su acceso. - Conmigo no tienes que mostrarte como con el resto, no tiene que mostrar tu fuerza, sé que eres una mujer impresionante y que en tiempos difíciles como estos también eres de carne y hueso.
Doy un trago y apoyo la botella en el suelo mientras dejo que explore mi herida.
Perdon por la tardanza, pero he estado liado con la uni y chica que e conocido XD
Las atenciones de Ashe resultan ser más invasivas y dolorosas de lo que te gustaría, aunque quizás la falta de luz, el cansancio y el estado anímico en el que se encuentra tienen algo de culpa. Nada que tú no hayas soportado antes, por otro lado.
-Basta -te interrumpe con cierta brusquedad, pero luego suaviza el tono-. Perdona. Sé que tú intención es ayudar. No has hecho más que ayudar desde que llegaste. No te mereces que te trate así. Pero... No es lo que necesito. No ahora. Déjalo estar, por favor.
Se aparta y observa tus heridas con mirada crítica.
-La buena noticia es que no habrá que coser. Las he limpiado, y voy a cubrirlas. Ven a verme mañana si las vendas se caen, ¿Vale?
Me alegro un montón, tío :D Como te vea con novia cuando vuelva a hacer visita en mayo me da algo :P
Algún rechinar de dientes acompañado de gruñidos de dolor son emitidos con las duras atenciones de Ashe, intento agarrar el suelo, pero mis dedos resbalan al no encontrar sujección.
Joooder, joder como dueleee!!!
Mis instintos de hombre duro me impiden mostrar en exceso el dolor delante de Ashe, al fin y al cabo, había soportado cosas peores. Algo que un trago del ardiente caldo no pudiera solventar, calentando mi garganta y redistribuyendo el dolor del cuerpo. Pero no todo era bueno, en ese último trago al separar la botella de mi boca sentí como las últimas gotas llegaban a mi lengua sin tan siquiera poder llenarme la boca.
Mierda, como bebe el cabronazo de Ingur...
Miro a Ashe a los ojos con una sonrisa mientras termina de ponerme el vendaje.
- Pues dime Ashe ¿Que necesitas? Seguramente este sea mi último día aquí, ya sea por que el monstruo acabe conmigo o por que deje el pueblo por los asesinos. En tal caso, que nos impide disfrutar de esta noche juntos.
Ashe parece suavizar su postura cuando le preguntas qué necesita, pero tus últimas palabras hacen que de repente se ponga tensa y se aparte de ti.
-¿Qué...? -frunce el ceño y se incorpora con brusquedad-. ¡Por Mannaz, Resmit! ¿Es que no tienes ni un ápice de empatía?
-Claro que sí, solo pretendo ayudar, que la carga que llevas encima no sea tan pesada. Sabes que puedes confiar en mi al igual que yo lo hago en ti. Sin Sultünge puede que no hubiese durado ni dos días ahí fuera. Está claro que necesitas un hombro en el llorar y no lo puedes mostrar al resto del pueblo. Solo quiero que sepas... que cuentas conmigo.
Me pongo de pie, mientras termino de vestirme cubriendo el vendaje con cuidado.
Gracias
Ashe baja la mirada, algo avergonzada por haberte respondido con tanta brusquedad. Tu reacción sosegada parece haberle pillado por sorpresa.
-Yo... Eres un tipo curioso, ¿lo sabías?
Suspira y dirige a la puerta.
-No necesito un hombro para llorar. Necesito que acabe esta pesadilla.
Si no la detienes, sale. Si no haces nada más, chapo la escena ;)
La sonrío con una amplia sonrisa mostrando mis dientes perlados que incluso me fuerza a cerrar los ojos. No estaba seguro de que ese "curioso" fuese bueno o malo, pero me lo tomé de la mejor manera.
- Acabaré con la bestia, te lo prometo - mientras veo como se acerca a la puerta para seguirla a fuera y poder descansar antes de la guardia.
Por mi ya puedes cerrar
Me falta el resplandor en los dientes a lo Gay-sensei jejeje