-He quedado con Yngrid, ha sido la primera en verme salir del bosque. No ha especificado donde íbamos pero creo tener una idea bastante clara de lo que se le pasa por la cabeza. Tú conoces su historia-le lanzó una significativa mirada-así que confío en que entiendas por qué prefería no decirlo.
Por respeto a ella. Más preguntas.
Ignoró deliberadamente el comentario.
-Es...complicado. Antes de encontrarnos a la bestia y de tener que huir vi un símbolo en el bosque. Lo toqué y al hacerlo escuché susurros-Dijo aquello con aplomo y mirando a los ojos a Ashe, evaluando cuidadosamente su reacción-No me lo imaginé, me dijo que corriéramos y acto seguido nos atacó. Lo estaba buscando.
-Vale. La bestia. Por lo que oí de la carrera de ayer, es más rápida que cualquiera de vosotros. ¿Cómo la evitaste?
Saga tomó aire y miró a Bedelia, haciéndole un gesto para que le dejase responder a ella. Era el momento oportuno y correcto, al menos para ella.
-Tuvimos suerte. Y ayuda -comenzó, y no parecía la misma Saga que hablaba firme y segura normalmente-. Salimos a la carrera y no llegamos muy lejos antes de que nos cerrase el paso. Estoy segura de que Thaldein e Ingur, y Resmit y Bedelia son excelentes guerreros, pero no fue suficiente. Parecían contenerla, al menos, y en un instante Thaldein voló por los aires e Ingur perdió la pierna y... -Se calló. Respiró, pálida y pendiente de las reacciones de todos al mismo tiempo-. De repente algo empezó a levantar nieve contra la bestia, distrayendola y atacándola. Era un ser de otro plano que... Un fantasma concretamente y su nombre es Andrel. Era uno de mis hermanos mayores hasta que, cuando tenía unos... no sé, 10 años la bestia apareció donde vivíamos y devoró a mi familia. Podéis creerme, podéis llamarme loca; pero estaríamos muertos sin él.
-Ah. Pues porque le falta un paso para volar en vez de correr. Ahí donde la ves. Eso.
Bedelia ahogó una carcajada, pero no pudo esconder su sonrisa.
-Además, ya os he dicho que es muy estúpida. Rompí una rama nevada y aproveché el manto que dejó para despistarla y cambiar de rumbo. Pero lo que dice Saga es cierto.
Miró al cielo una de nuevo, y después levantó el dedo índice.
-Una pregunta más, Ashe. Cuando termine podrás seguir con el interrogatorio, pero si de verdad quieres creer en mi con ésto debería bastarte.
-Oh. Hmm...-Se rascó la barbilla-No lo tengo claro. Imagino que para comer, si es que nos queda algo, pero no te lo puedo asegurar. No lo se.
-De acuerdo, dejémoslo aquí. Creo que ya sabes lo que opino de que vayáis al bosque solas, pero no te pondré más pegas. Luego podremos hablar con más tranquilidad. Y... Te agradezco la sinceridad.
Tras la intervención de Thorir preferí no hablar, era mejor no alborotar más las cosas y que contaran la verdad por fin.
Claro que no eres el más indicado, pero bueno, a ver que tiene que decir Bedelia ¿A que viene tanto secretismo?
Habían ignorado mis preguntas pero con la respuesta de Saga me quedé anonadado - ¿¡Un... fantasma...!? Pensaba que eran solo historias para niños... pero eso quiere decir... ¿Ella trajo a la bestia a Sultünge? - Miro a Thorir - Te lo dije, para que luego te fies de lo que te dicen idiota.
Sin embargo en ese momento no lo cuestioné, pero es cierto que "algo" que no pude ver nos salvo, me alegra saber que no fue suerte al fin y al cabo, gracias Andrel.
Cuando Bedelia responde la última pregunta de Ashe, bastante insatisfactoriamente, doy un paso al frente.
- Si no he entendido mal... es posible que Saga haya traído a la bestia al pueblo ¿pero tu que tienes que ver con ella? Y como dije antes ¿Qué te hace pensar que hay varias? - Mucha información en poco tiempo, me costaba asimilarlo, pero miro fijamente a los ojos a la sureña esperando la respuesta.
-Saga no ha traído la bestia al pueblo, que yo sepa no tengo nada que ver con ella y a la segunda pregunta pueden responderte varias personas a parte de mi. Luego hablamos.
Acto seguido, colocó la manta sobre los hombros de Saga (sintiendo una bofetada de frío y recordando dolorosamente que no podría cambiarse de ropa) y echó a correr.
-¿Qué? Disculpa, yo no he traído nada. Eso lleva dando vueltas por los Yermos desde hace décadas. Hubo muertes antes de que yo llegase aquí -replicó.
Drunfo se carraspeó la voz mientras Bedelia se alejaba.
-Entonces Saga, supongo que tú nos puedes responder a más preguntas, ¿no es así?
La hendense abrió la boca y se quedó sin decir nada, resignada.
-No queda otra. ¿Podemos al menos hablar en un sitio a cubierto? -preguntó, colocándose bien la capa.