Fredrick parece haberse quedado sin palabras ante tu respuesta. Al final reacciona.
-Pero... ¿Bedelia, estás segura de esto?
Te coge de las manos, hecho un barullo de emociones. Nervioso, ilusionado, preocupado... Parece que ni él mismo sabe como sentirse.
-Tendríamos que dejarlo todo. Y, y... Y quizás esta oportunidad no se te vuelve a presentar...
Bedelia asintió y se dispuso a explicar lo que ya se había planteado para si misma.
-Lo se, pero un ascenso no tiene por qué hacerme más feliz ni mejorar las cosas. Si, ganaría puntos, tendría más poder y todo eso, pero nadie me asegura que el cambio se pueda considerar globalmente positivo.
Sonrió a Frederick, insuflando optimismo.
-Sin embargo, la granja parece idílica, como algo sacado de mis mejores sueños. Podríamos tener hasta animales-Ladeó la cabeza y terminó encogiéndose de hombros, como si el argumento que estuviera a punto de exponer eclipsara a todos los anteriores-Además, me lo pide el cuerpo.
Recordarías por muchos años la sonrisa de Fredrick, ensanchándose cada vez más ante cada una de tus razones. Sin poder contenerse, te abraza de nuevo.
-Te quiero. Te quiero muchísimo.
Empieza a besarte, primero en los labios, luego en los ojos, el cuello, la mejilla, la nariz, las orejas... Te colma de besos, riendo, y luego apoya su frente en la tuya, y te susurra, a apenas unos centímetros.
-Nuestro hogar, Bedelia. Es lo único que deseo. Nosotros. Tú eres mi sueño.
Pues por mí, cuando quieras, chapamos el flashback (y te abro otro que tengo en mente)