Cerré los ojos y negué con la cabeza. Poco había tardado el plan en irse a la mierda. Apenas si habíamos tenido tiempo de abrir alguna jaula.
Que remedio... Tocaba pelear...
En un primer momento me dediqué a cubrir la huida de los esclavos, procurando que las bestias no se acercaran a ellos. Hasta que una especie de enorme chucho de dos cabezas hirió a Raven. A saber si de gravedad o no, pero si bastante sangrante. Hice un ademán de ir en su ayuda cuando carbonizó a la bestia con su escudo.
"Nada mal"
Aun así, estaba jodido, y contra otros dos más... Habría que echarle una mano.
Desde mi posición, sujeté el arma con fuerza. Comencé a andar en su dirección, apretando el paso hasta empezar a esprintar. Entonces, flexioné las piernas hasta que mi culo estaba a escasos centímetros del suelo. Y en el momento justo, di un potente salto. Ajustando el vuelo para aterrizar sobre una de esas bestias.
Sigues a Jurgen y a los esclavos, para asegurarte de que llegan sanos y a salvo. Una de las bestias ha logrado escabullirse y va a por uno de los más rezagados pero logras rechazarlo fácilmente con tus poderes. La criatura no os siguió más.
Llegasteis finalmente al carruaje de Jurgen, donde están Anna y Uwyn. El clérigo te recibe con una sonrisa.
Me sorprende que te involucraras en el plan, Eimi - mira un momento hacia los esclavos, haciendo una primera inspección - ¿Ésos son todos los esclavos?
Una de ellas, una joven infernal, niega con la cabeza.
Mujer infernal: No, falta Candy. Creo que se ha quedado atrás la pequeña.
Otro infernal: Qué más da. Ella no tiene futuro, ni aquí ni en los planos infernales. Sufrirá el desprecio de todos tanto por su mitad demoníaca como por su mitad mortal. Es casi mejor para ella si muere, se ahorrará el sufrimiento.
Es una manera un poco cruda para decirlo, por muy cierto que sea - afirma alguien más, bien trajeado y con una taza de té en sus manos sentado en el carruaje. Tiene rasgos infernales... no, percibes que es algo más - Supongo que no nos conocemos. Soy Eforos, el Archidemonio de los Pactos.
Tras revelar su identidad le da un sorbo a su té con absoluta tranquilidad.
Aaah... qué bien sienta un té caliente bajo la luz de las estrellas.
Eimi se va tras Jurgen y los esclavos liberados mientras vosotros tratáis de ayudar a Raven.
Anko y Athan se encargan de neutralizar a las otras dos criaturas que hacen frente al tipo del escudo, mientras que Kally levanta un muro de fuego para frenar a los demás.
Oye, no me des órdenes tan alegremente - advierte Raven mientras señala con la mirada hacia un monstruo que ha atravesado el muro de fuego. Un dientes de sable al que no parece importarle estar quemándose. Y así más criaturas.
Melinda es quien se acerca rápidamente a la niña, percatándose de que ésta está respirando con dificultad. De hecho incluso le cuesta mantenerse consciente. La sirena comprueba su estado tocando su frente con la palma de la mano.
¡Tenemos que llevárnosla ya, tiene mucha fiebre!
Melinda carga con la niña cuando un imponente ogro atraviesa el muro de fuego blandiendo una rama bastante grande en llamas dispuesto a machacar a la sirena en carga. A ella solo le da tiempo para tratar de cubrir a la niña cuando Raven reacciona.
¡Escudo de aire, golpe de viento!
Su escudo cambia de forma nuevamente y una fuerte ráfaga de aire golpea al ogro, mandándolo por los aires y haciéndole volar varios metros, derribándolo.
¡No me toquéis las narices! ¡Todos detrás de mí, los ahuyentaré!
La encapuchada menuda mira fijamente a Anko y Kally.
¡Hacedle caso, Raven sabe lo que hace!
Han cruzado varias criaturas el muro de llamas, al menos 5, pero podéis retroceder sin problema detrás de Raven. Melinda, tras ser salvada, carga con la pequeña y se aleja corriendo.
No marquéis a Eimi.
El aspecto de la encapuchada menuda, para Anko:
Y sí, es Asuna -.-u
Me ayudo de Uwyn para subir al carro.
Me sorprende que te involucraras en el plan, Eimi -
¿por qué? Ya sabías que tenía pensado hacer algo aunque fuera sin ser ilegal —una vez llego arriba me giro para ver el panorama con claridad, sintiéndome ya a salvo del enemigo al ver que no está llegando hasta aquí.
Mujer infernal: No, falta Candy. Creo que se ha quedado atrás la pequeña.
Otro infernal: Qué más da. Ella no tiene futuro, ni aquí ni en los planos infernales. Sufrirá el desprecio de todos tanto por su mitad demoníaca como por su mitad mortal. Es casi mejor para ella si muere, se ahorrará el sufrimiento.
Raven, Anko, Kally y Athan están con ella —digo sin mostrar algún tipo de temor, me parecen sobradamente confiables para defenderla y defenderse a la vez
Busco mentalmente a Havoc con tal de informar sobre la retirada con los esclavos para que puedan huir ya y de establecer que nadie necesita algún tipo de ayuda urgente que fuerce un cambio de planes, de hecho Athan ya se ha salido del plan y deberían tener apoyo extra.
"Recuerda que podemos poner a todos en el portal si es necesario" —le recuerdo a Havoc si doy con él, es el líder de la operación después de todo.
Vamos, es mejor que nos demos prisa en ponerlos a salvo y resolver esto. Jurgen, ¿A dónde nos dirigimos?
Ya, pero tú eras más partidaria de "que se ganen la libertad" en lugar de liberarlos sin más - responde con la suficiente discreción como para que no lo escuche nadie más.
Tras la preocupación de aquella infernal y tu respuesta reacciona Jurgen.
Estará bien, ellos son competentes - tras esas palabras se acerca al carruaje, del que empuña un hacha de enorme tamaño - Pero si vemos que tardan un poco iré a ayudar.
Intentas comunicarte con Havoc y percibes que aún está en combate.
"Ya. Yo envié a esos 3 a ayudaros al ver que ese tipo iba a mandar a las bestias a atacarnos. Tranquila, nos está yendo bastante bien, en cuanto escuchemos la señal nos retiraremos", responde telepáticamente el mentalista.
Eforos le da otro sorbo tranquilamente y, tras dejar la taza en un lado esboza una sonrisa.
Aaah... esa familiar sensación de sentirse ignorado por los demás. Pensaba que eso solo me lo haría mi querida Megara...
A ti te puedo avanzar un poco sin problema.
Frunzo el ceño cuando veo que Uwyn continúa sin entender mi posicionamiento respecto a los esclavos, claramente me saben mal sus palabras.
Estará bien, ellos son competentes - tras esas palabras se acerca al carruaje, del que empuña un hacha de enorme tamaño - Pero si vemos que tardan un poco iré a ayudar.
También yo, claro. Pero Havoc dice que están bien —me deshago la capucha improvisada y acicalo mis cabellos detrás de la oreja—. ¿Tenemos que dar la señal nosotros?
Aaah... esa familiar sensación de sentirse ignorado por los demás. Pensaba que eso solo me lo haría mi querida Megara...
Miro al resto brevemente, nadie ha dicho nada así que no voy a ser más y presentarme solamente yo. Miro de reojito al archidemonio y de alguna forma siento que me habla a mí, ¿por qué? Hay gente por todos lados así que decido cambiar de tema.
Uwyn... —tiro de su camisa llamando su atención y pongo morritos pidiéndole un besico.
El cuerno de guerra lo lleva encima mi hija, así que supongo que la señal la dará Raven.
Tras escuchar nuevamente a Eforos tiras de la camisa a Uwyn dedicándole una mirada que éste entiende de momento al darte un besito con dulzura. ¿Entiende esto y no lo otro?
Eforos esboza una media sonrisa ante tal demostración de amor.
Ojalá Megara me pidiera besos, pero me evita y desprecia d euna forma tan cruel que resulta... delicioso - le da otro sorbo a su té - En fin, tocará esperar a que acabe la operación y regrese mi ayudante. ¿Quiere un poco de té, adepta de Aeria? Le aseguro que no está maldito ni envenenado, solo condenadamente delicioso. Y tengo pastitas para acompañar. Yo jamás miento.
¿Puedo unirme? Ya que tenemos que esperar... - pregunta Anna con una sonrisa inocente.
Asiento a Jurgen y me centro por fin en Eforos, quien al parecer sabe quién soy.
Quisiera pasar desapercibida. No gracias —digo con calma, aunque realmente me apetece bastante el té...No estaría bien tenerlo sin que todos los demás lo vayan a tener. Observo a Ana tomarlo tras añadirse al plan por su propio pie...
A pesar de no aceptar el té, me quedo con ellos para charlar haciendo rato.
Los seres suprahumanos siempre chismorreais por dioscord, ¿cómo has terminado en un lugar como éste? ¿es obra de ese hechicero? No me gustaria que fuera capaz de sorprender a nuestros aliados sin que nos adviertas del peligro.
Ah, no, nada de eso. He venido por mi cuenta al enterarme de los infernales esclavizados a quienes les ofreceré unos jugosos tratos. Aunque de paso me he encontrado con una pariente.
¿Una.. pariente?
Tu medio-hermana, esa a la que llamáis Kally. Es descendiente de mi difunto hermanito - vuelve a mirarte - No sé a qué os referís con eso de chismorrear o eso del "dioscord" (caramba, suena a cosa de dioses). Yo soy más de ir en persona a hablar. En todo caso se me puede intentar invocar si se requiere de mi presencia, adepta de Aeria.
- Mimimimii- se burló la piromante de Raven cuando le gruñó que no le diese órdenes. Sin embargo, su gesto señalando algo hizo que Kally se girase para comprobar que, efectivamente, una de las criaturas había cruzado su muro de fuego, ignorando las quemaduras.
- Qué hijos de puta- masculló entre dientes mientras evaluaba la nueva situación ya que el muro no había sido suficiente como para frenar la avanzadilla de esos seres.
No hacía falta que Raven dijera qué hacer, pues en vista de que iba a volver a utilizar su interesante escudo, ya se había colocado tras él, arrastrando consigo a Melinda, a quien había cogido por uno de sus brazos y tirado de ella, a tiempo de ver cómo el ogro volaba por los aires. - Tú sí que disfrutas dando órdenes- regruñó, viendo a su hermana alejarse con la cría en sus brazos.
- Si alguno se escapa de tu rango, avisa- seguía retrocediendo tras Raven. No le gustaba no hacer nada, pero sabía valorar bien la situación y no pensaba actuar sin cabeza. Eso sí, vigilaba en todo momento a las criaturas, ayudándose por la luz de la luna y de sus llamas, asegurándose de que Melinda escapaba sin ningún percance.
Aparto la mirada un poco tratando de centrarme en lo que ocurre a nuestras espaldas, pues no ha terminado, pero Eforos no tarda en volver a quitarme la atención y lo miro con recelo.
"El tío del padre de Uwyn" —observo a Uwyn ahora, tratando de recordar toda su familia.
De alguna forma no he tenido apenas en cuenta la familia de Uwyn, el recuerdo de la de Dereck continúa muy dentro de mi. Tal vez es el siguiente paso, me quedo pensativa repasando aquellos que recuerdo y sus cosas personales...Aparte de eso, no intervengo de ninguna forma.
La bestia murió de un solo golpe, tal y como cabría esperar. De un tirón, saqué la lanza de su cadáver y me preparé para seguir peleando.
Sin embargo, lo que realmente acuciaba era cubrir la retirada de los que no podía pelear. Consciente de ello, no dude en reposicionarme con uno de mis saltos. Aterrizando en una nueva posición en la que podría hacer de barrera entre cualquiera de esas bestias, o esclavistas si era necesario, y los presos.
En guardia, esperaba a que algún inconsciente cometiera la estúpida temeridad de encararme.
No pasaría nada ni nadie.
¡Sí, son unos malditos pesados! - replica al comentario de Kally.
Athan consigue despejar un poco la zona y se dispone a ocuparse de las bestias que había en los flancos, para descubrir que éstas habían sido abatidas con certeras flechas.
Todos os posicionáis detrás de Raven a la par que Melinda se aleja con la pequeña. Excepto Anko, quien se quedó ensimismada tras ocuparse de un par de criaturas, estando entre Raven y el muro de fuego.
¿Pero qué hace esa idiota? A la mierda, no puedo esperar más. ¡Escudo de Sombras, aura de terror!
Más criaturas atraviesan el muro de llamas cuando el escudo de Raven cambia a un aspecto más sombrío, pareciendo una cabeza terrorífica. Las criaturas se quedan paralizadas frente a ese escudo y no tardan en dar media vuelta y salir despavoridas. Anko también se ve envuelta en el efecto del escudo, pero se queda mirándolo como si nada.
Acto seguido Raven avanza hacia la felina y tira de ella para que se mueva, y acto seguido alza su escudo.
Y ahora a cubrir nuestra retirada. ¡Escudo de Tierra, Sacudida!
Su escudo vuelve a cambiar, y Raven golpea el suelo con él. El suelo tiembla violentamente y el suelo frente a él se quiebra y levanta con fuerza, haciendo que el terreno sea difícil para los perseguidores.
Ya está, podemos retirarnos.
Elsa le da a Raven un cuerno de guerra y éste lo hace sonar. Es la señal para dar por concluida la operación.
Motivo: voluntad anko
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 10(+2)=12 (Exito) [10]
Esperad al siguiente post.
Espera... ¿Kally y tú sois parientes? ¿De qué parte? - pregunta intrigado. Ha debido pensar lo mismo que tú.
De parte de su madre. Mira, soy el último demonio devorador de llamas que queda con vida. Adivina de dónde ha tomado la habilidad tu hermanita. Por cierto, ¿quieres té?
Ah, bueno... estamos aquí pendientes del operativo y...
En ese momento veis a Melinda llegar hasta vosotros, cargando con la pequeña. Ésta está muy pálida y respirando con dificultad, prácticamente inconsciente.
¡Tiene una fiebre altísima! ¡Deprisa!
Uwyn y Anna van inmediatamente a atender a la pequeña, la cual es depositada en el suelo. La druida la examina minuciosamente y parece preocupada.
Está muy débil. ¡Uwyn, necesito que trates de estabilizarla! Lánzale conjuros curativos mientras preparo un remedio.
¡Entendido! Necesito una toalla y agua para ponérsela en la frente.
¡Entendido!
Uwyn se concentra en lanzarle conjuros curativos y Jurgen le pone una toalla húmeda en la frente mientras Anna prepara frenética una mezcla en un mortero que sacó de su bolsa, mezclando diversas hierbas. Entonces escucháis el sonido de un cuerno de guerra.
Ya terminó la operación. Los demás se reunirán con nosotros.
Espera al siguiente post.
Anko, Athan y Kally regresan con Elsa, Raven y Arkan. Allí pueden ver a Uwyn atendiendo a la pequeña mientras Anna prepara frenética algo con un mortero, ante la atenta mirada de Eforos quien está tomando té tranquilamente (a su lado está el árbol de la dríada, con ésta observando el panorama algo confusa). Bueno, hasta que ve regresar al otro grupo, en cuyo caso deja el té en un lado y empieza a aplaudir.
¡Excelente, habéis regresado de una pieza! Aunque tú estás sangrando... - señala con la mirada a Raven.
Un rasguño sin importancia. Lo más importante es cómo se encuentra la pequeña.
Está muy débil...
Anna deja el mortero en el suelo y coge rápidamente un vaso con agua para verter el contenido de la mezcla en ella. Tras mezclarlo se acerca a la niña.
Vamos, despierta cielo. Tienes que beberte esto.
La niña entreabre los ojos y toma el vaso que le ofrece la druida, dándole un sorbo. La reacción es inmediata, abriendo los ojos como platos y sacando la lengua asqueada.
Niña: ¡Bleeh! ¡Está muy amargo!
Lo sé, pero esto te curará. Vamos, haz un esfuerzo y bébetelo.
La niña mira el contenido del vaso muy poco convencida y, con expresión de desagrado se arma de valor y se bebe el contenido.
Buena chica - Anna toma el vaso prácticamente vacío y acaricia su cabeza - Ahora descansa.
La niña cierra los ojos poco a poco y se queda dormida. Lo primero que percibís es que respira mucho mejor.
Solo queda esperar a que la medicina haga su trabajo, pero se salvará. Cuando despierte tendrá mucho apetito, es necesario que coma bien.
Eso está bien, pero yo no me la puedo llevar.
¿Cómo que no te la puedes llevar? ¡Teníamos un trato!
Sí, teníamos un trato. Dije que me ocuparía de los esclavos infernales. Pero esa niña es una mestiza. No me importaría llevármela pero en los planos infernales no duraría mucho por su sangre humana. Y aquí también va a sufrir por su sangre infernal.
Desgraciadamente es así - comenta la maga de cabello claro que apareció antes con Kally - Algunos no me conocéis. Me llamo Valindra, soy la asistente del señor Eforos. Y también soy la madre de Kally - observa a la pequeña - Es una lástima pero nosotros no podemos hacer nada por ella.
Havoc aparece por la zona, ajustándose las gafas.
¿Entonces qué hacemos con ella? Habrá que buscar a alguien que no la discrimine por sus pequeños cuernos. Y no, nosotros no podemos hacernos cargo de ella.
Jurgen se acaricia el mentón, pensativo. M;ira de reojo a Elsa y ésta le devuelve una sonrisa discreta, como si con la mirada se hubiesen dicho algo.
Bueno... supongo que puedo adoptarla. A mí no me importa que tenga ascendencia infernal. Además así Elsa dejará de darme la tabarra con pedirme un hermanito.
¡Papá! - infla los mofletes molesta - Pero es verdad, ya era hora de que tuviera una hermanita.
Vosotros dos no habéis cambiado ni un ápice.
Elsa y Jurgen miran fijamente a Havoc, con cara de no saber quién es durante unos instantes.
Espera... ¿eres Havoc? ¡Caramba, no te reconocía con esos pelos de punta!
Shhh... necesita descansar - advierte Anna, quien acto seguido va a abrazar a Athan y le besa con dulzura - Buen trabajo, mi caballero dragontino.
Siento interrumpir, pero debo retirarme con mis congéneres. Supongo que ustedes se harán cargo de la dríada y la niña.
Así es. Gracias por la información y el apoyo.
Solo hemos cerrado un buen trato. Con vuestro permiso nos retiramos.
Eforos abre un portal dimensional y por ella cruza con Valindra y los esclavos infernales, cerrándose tras pasar el último.
Bueno, supongo que nosotros nos retiraremos. No sé cómo agradeceros vuestra ayuda.
No es nada. Yo te debía una gorda, y el gremio te debía otra por tus servicios.
No. Soy yo quien está en deuda con mi antiguo gremio.
El encapuchado baja del carruaje chasqueando la lengua.
Drakyon: Tsk. Tal y como temíamos atrajimos la atención de la guarnición de soldados azurdistaníes - señala hacia el horizonte, donde podéis ver a un grupo de soldados investigando la zona - Va, yo me ocupo, pero largaos de aquí. No me esperéis.
Y así el encapuchado se va alejando de vosotros, dirigiéndose directamente hacia los soldados con los que empieza a hablar. Éstos no tardan en ponerse firmes y hacer el saludo castrense ante él.
Anko, por pura chiripa te has librado de los efectos del escudo de sombras de Raven. Planeaba dejarte un trauma permanente (siempre te daría miedo su escudo) pero tenías que sacar un 10 natural en la tirada de voluntad ¬¬
Creo que iré cerrando la escena. Continuaremos en Arco de Azurdistán: El Nido del Fénix