Bueno, la verdad es que está con sus discípulas escondiéndose de los fanáticos del Puño de Plata, unos tíos que van de caballeros. Le acusan de ser un demonio junto a su primos y una amenaza para la humanidad. Ellos sí que son una amenaza, también querían llevarse por delante a Lord Celdric.
Escuchas la explicación de Alex mientras preparas el cebo para el jabalí, el cual no tarda en emitir un olor delicioso.
Mira que llevo tiempo trabajando con el chef del gremio, pero nunca puedo evitar babear un poquito cuando algo tiene tan buena pinta - admite Michelle.
Hasta yo tengo ganas de probar un poquito... - Alex se asoma para ver lo que preparas y para matar el hambre se zampa la seta que descartaste.
¡Espera Alex! Mierda... Oye, Kally, espero que no la descartases porque fuese muy venenosa...
¿Venenosa? No creo, me encuentro bien. En cambio a ti te veo un poco azulada, hermanita. Y con granos...
-¡Serán mentecatos! Con todo lo que ha aportado Pyros al mundo de la magia y lo importante que es su figura... ¡Y lo buscan como si fuera un vulgar ladrón!- no podía evitar su enfado y frustración mientras daba vueltas a la mezcla con rabia. Quizás por eso no se había dado cuenta de que Alex echaba mano de la seta que había descartado hasta ser demasiado tarde.
-Venenosa no... Pero sí que está alucinando- tras lanzar un suspiro se acercó a comprobar las pupilas del chico. -No quería que nuestro cerdito pudiese ponerse violento por ver cosas raras... Lo mejor será atar a tu hermano- dije mirando a Vic, -así nos aseguramos de que no entorpezca.
Cuando estás acabando de explicar Alex te coge de la cintura y te levanta del suelo, dando vueltas mientras te gira a volandas.
¡Gira y vuela, pajarillo!
¡Alex, para! ¡Deja en el suelo a Kally!
Entre Vic y Michelle logran que Alex te deje en el suelo y se siente mientras éste se ríe. No parece que vaya a tener un brote psicótico, más bien parece como si estuviera ebrio.
El cebo parece que ya está listo, por lo que solo queda preparar la trampa.
Vale, ¿cómo armamos la trampa? Yo puedo preparar una trampa de tiempo y Vic tiene sus poderes telekinéticos. No parece que podamos contar con Alex...
-¡Suéltame, maldito cabezahueca! ¡Suéltame ya!- empezaba a marearse de tantas vueltas que le daba en el aire. Como no parase pronto le terminaría vomitando encima. Por suerte Vic y Michelle aparecieron para salvarla. -Uf... gracias...- aun le costó unos segundos recuperar el aliento y la estabilidad.
-Bien, como ya he dicho- echó un vistazo a Alex mientras reía sin más, -deberíamos atarle y asegurarnos que no boicotea el plan. Con eso hecho podremos centrarnos en el resto. Una vez se llene la panza con las setas tendrás que ralentizarlo, y mucho- señalé a Michelle para luego cambiar de objetivo, -luego, Vic podrá capturarlo con la telequinesis, ¿verdad?- mejor asegurarse. -Yo aprovecharé para calcinarlo vuelta y vuelta mientras está flotando. Será un gran ingrediente.
¡Quemarlo! ¿No es un poco excesivo? Es solo un jabato. ¿No crees, Michelle?
Vuelta y vuelta... - está pensativa, con cara de hambre - No sé, habrá que aderezarlo muy bien para que no se eche a perder esa carne. He visto miles de veces cómo Berner adereza los platos, cosas de atender la barra.
Miras a Michelle en cuanto menciona al famoso chef Berner. ¿Pero qué pasa con ese gremio que lo tiene TODO? ¡Y encima ella trabaja con él!
La aprendiz de cronomante se acerca al plato y trata de invocar una runa justo enfrente del plato.
Normalmente tendría que tocar al objetivo, pero en este caso sería muy difícil. Estoy intentando improvisar una runa que se active en cuanto lo pise.
Un sello se ilumina brevemente en el suelo antes de desaparecer y Michelle se aparta.
Ya hice mi parte.
Vale. Entonces nos escondemos y cuando caiga en la trampa... ¿lo hago levitar y que gire? - frunce el ceño mirándote - Ya me da igual, escuchándoos me ha dado hambre.
-Más tierna estará la carne- repuso ante el comentario de Victoria. Cómo se notaba cuando alguien no valoraba los ingredientes culinarios.
Sin embargo, Michelle era todo lo contrario. Sí lo sabía valorar. Era evidente que estaba aprendiendo de... Espera... ¡¿El chef Berner?! Si antes ya tenía ganas de finalizar el encargo y conocer el gremio ahora tenía más todavía.
-Cronomancia, aprendiendo de Berner, usa runas... ¿Algo más?- raro era que esta muchacha no hubiese ido a la Escuela Arcana. De haber sido así, habría sido una gran rival a superar.
Cuando Vic pareció asumir su parte del plan, Kally asintió satisfecha. Bien, estaba todo preparado. -Hay un jabato que cazar.
Ya todo dispuesto os ocultáis y aguardáis pacientemente a que el jabato problemático aparezca. Pasan los minutos y veis cómo el rastro de polvo sigue de un lado para otro, lejos de vosotros. Justo cuando empiezas a impacientarte el rastro se acerca hacia vosotros. Y en un segundo el jabalí está cera del plato que preparaste.
Las chicas se miran entre ellas y luego a ti, evidentemente tensas, a ver si el animal cae. El jabato se acerca lentamente y olisquea la comida con cuidado. Una leve luz rodea al animal emitiendo un leve sonido de un reloj ralentizándose.
La trampa ralentizadora ha saltado. Ahora se moverá más lentamente.
Y así es. Los movimientos del jabato son evidentemente más lentos. Podéis verlo cómo mete el hocico en el plato para empezar a zampar. Vic se prepara para usar su telekinesia y empieza a alzar al jabato quien patalea lentamente. ¡Está a tu merced!
¡Anda, un jamoncito flotante! - exclama Alex acercándose al animal y babeando abundantemente. ¡Mierda, no le habéis tenido en cuenta y se ha puesto en medio!
El guerrero se acerca al aterrorizado animal, lo agarra y le muerde el muslo.
¡Alex, para, vas a tirar por la borda el plan!
¡Bien! Todo iba según lo planeado. Ahora solo faltaba... ¿Alex mordiendo el jabalí?
Kally ya se había arremangado, dispuesta a prender un bonito fuego que cocinase a ese tierno animalillo. Pero, entonces, Alex apareció para arruinarlo todo. Lanzó una mirada furibunda a ambas chicas. -¿¿Ninguna lo atasteis?? ¡Os lo dije DOS veces!- tras vociferar se acercó a grandes zancadas a Alex para cogerlo por el cuello de la camisa y agacharlo a su altura (vamos, casi tirarle al suelo). -¡Espabila, mentecato!
Al ver al jabato tan asustado hasta le dio pena. Ahora estaba ralentizado, pero si estaba nervioso de nada serviría haberse zampado el plato. -Venga, tranquilo amiguito. ¿Puedo acariciarte?- estiró una mano tratando de acariciar el corto y áspero pelaje del animal para tratar de calmarlo.
¡DOS veces!
-No quería que nuestro cerdito pudiese ponerse violento por ver cosas raras... Lo mejor será atar a tu hermano- dije mirando a Vic, -así nos aseguramos de que no entorpezca.
-Bien, como ya he dicho- echó un vistazo a Alex mientras reía sin más, -deberíamos atarle y asegurarnos que no boicotea el plan.
Las chicas agachan la cabeza tras recibir tu bronca.
Lo sentimos, Kally... - dicen arrepentidas.
Tras eso ahora vas a por Alex, quien parece reaccionar a tus palabras.
¿Eh?
Entonces coges al animal para tranquilizarlo, pero éste salta de tus brazos, a cámara lenta, y se la pega en el suelo. Tras eso se reincorpora, se gira y empieza a hacer ruiditos furibundos como si intentara echaros la bronca, pero no hacía más que verse más adorable.
Se escucha un maullido a su lado, resultando ser Vanille. El jabato se gira para decirle un par de cosas, vuelve a mirar a vosotros y se queda parado, girándose hacia la gata... quien abre su boquita y suelta una llamarada que deja al pobre jabato entre poco hecho y hecho.
Mirando a Vanille te das cuenta de que... ¡te habías olvidado por completo de ella!
La gata os mira con curiosidad, se sienta en el suelo y emite un adorable maullido que derrite los corazones de Vic y Michelle.
Alex se agacha para mirarla de cerca, preocupándote por lo que pudiera hacerle.
Definitivamente estoy teniendo alucinaciones. ¡Estoy viendo un gato escupefuego!
Dejo a tu elección si el jabato vive o si acaba en un plato.
Había visto estupefacta cómo el jabato se lanzaba a cámara lenta de sus brazos para acabar en el suelo y, momentos después, calcinado por Vanille. -¡Oh, estabas ahí!- en realidad no recordaba la última vez que había visto a su familiar... Le acarició la cabeza como premio y se agachó junto al maltrecho puerco. -Sí que estarías delicioso- "pero...". Era adorable y le quedaba toda una vida por delante. Los poderes de curación no lo sanarían por completo, lo que le daba margen a seguir cogiéndolo en brazos sin que tuviese demasiada energía, pero al menos podría aliviarle un poco el malestar y librarlo de una muerte segura.
-Se me han quitado las ganas de comer jabalí... ¿A dónde teníais que llevarlo?- no entendía todavía cómo funcionaban los encargos, pero si debía capturar al animal sería con vida. -Ah, ella es Vanille, mi familiar. Es súper tierna, ¿verdad?- y es que no podía evitar derretirse cada vez que la veía en su nueva forma de cachorro.
Vanille disfruta de tus caricias, ronroneando y buscando constantemente el contacto de tu mano.
¡Síiii! ¡Es monísima! ¿Podemos acariciarla? - responden al unísono.
Vanille responde con otro adorable maullido. La verdad es que con su aspecto actual es irresistible para muchísima gente.
Tras atender al jabato sus heridas han disminuido un poco, encontrándose mejor aunque aún sigue malherido. Pregunntas a Alex sobre qué pensaban hacer con él.
La idea que yo tenía en mente era capturarlo con vida, informar al cliente y liberar al animal lejos de la civilización. Mi idea sería en el Bosque de los Perdidos, es una zona natural muy extensa. Eso o llevárnoslo al gremio, donde puede corretear en la arboleda que hay al lado del edificio, aunque no es tan extenso y podría causar problemas allí...
Aunque al principio estaba algo reacia a que acariciaran a su familiar, al final respiró hondo y contestó. -¡Claro! Parece que le habéis caído bien- ¿estaba siendo agradable? Seguramente no le duraría demasiado.
Por otro lado, Alex ya parecía encontrarse lo suficientemente bien como para responder algo con coherencia. -¿Ya no tienes alucinaciones?- acarició un poco más la cabeza del jabato para comprobar que estaba calmado. -Informemos entonces y después lo llevamos a ese bosque que dices. No estoy por la labor de llevarlo al gremio y que la pueda liar allí- eché otro vistazo al animalillo que llevaba en brazos. Alguien tendría que sanarlo. -Aunque no quiero soltarlo tan malherido...- miró a Alex sintiéndose en una encrucijada.
Alex esboza una sonrisa cuando le miras preocupada por el animal.
Me recuerdas a mis otros hermanos, tienen más o menos la edad que aparentas. No te preocupes por lo que pueda liar por allí, tenemos una druida y una archidruida que pueden ocuparse de él y liberarlo más adelante. Creo que lo mejor será llevarlo al gremio y que las druidas decidan qué hacer con él. Lo que sí es seguro es que no podemos dejarlo así. ¿Te parece bien?
Mientras tanto Vanille disfruta de la sesión de mimos que Michelle y Vic les está dando.
-Pero yo soy mayor, recuérdalo-. Era consciente de que había especificado que "aparentaba" esa edad, pero aun así quería dejarlo bien claro mientras inflaba los mofletes, como cuando un niño pequeño se enfurruña. Aun así, la idea que proponía de llevarlo al gremio y poder controlarlo allí le sacó una pequeña sonrisa, aliviada de haber encontrado una solución para el pequeño y problemático animal. -Gracias. Me parece perfecto.
Ahora solo quedaba finalizar el encargo y marchar a ver ese gremio que parecía tan alucinante.
Lo sé, lo sé. No eres una niña - te guiña un ojo - Entonces está decidido, nos llevaremos a este amiguito al gremio en cuanto informemos del éxito de la misión.
Una vez decidido sigues a Alex al aserradero, a quien acompañas. Las chicas se queda fuera colmando de cariñitos a Vanille, quien parece estar disfrutando mucho los mimos que le dedican pues no deja de ronronear.
Alex informa al empleador (un fornido leñador) del éxito de la misión y explica que el causando fue el jabato, lo que sorprendió al hombre, quien hizo un comentario respecto que le daría cosa castigar a animal tan joven y adorable.
Tras aquello el hombre afirmó que contactará con el gremio para hacer saber que está satisfecho por el trabajo y vosotros vais afuera con las chicas.
Bueno, solo queda una última cosa - te mira - Tu ayuda ha sido vital, por lo que me parece justo que compartamos contigo la recompensa. Son unas 60 monedas de oro, así que...
Se puede quedar con mi parte. No necesito el dinero, el gremio me paga bien como tabernera y además tengo a mi padre y a mi hermano.
Cómo se nota que tu padre es un conde. Nosotros hasta ahora hemos tenido que subsistir con lo que gana éste - señala a su hermano.
Ya lo has oído. Cuando volvamos al gremio y nos paguen te daremos tu parte: 20 monedas de oro. ¿Te parece bien?
Tras hablar con el que había solicitado el encargo y volver al grupo puso especial atención al tema de la recompensa. "Pues no es la gran cosa, pero...", ¿se estaba volviendo blanda? Nah. -Yo no quiero mi parte. Podéis quedárosla. Total, este encargo no estaba a mi altura- echó hacia atrás una de sus trenzas con falsa soberbia. -Ya encontraré uno digno con mejor recompensa.
No admitiría que prefería renunciar a su parte para que una familia de 4 hermanos tuviese más dinero.
-Además, sois mis guías para llegar al gremio, ¿cierto? Y Alex mi medio de transporte- en el caso de no encontrar un carro le obligaría a llevarla a cosqueretas porque pasaba de andar.
Me vuelven blanda xD
Como prefieras, con mucho gusto te llevaremos hasta el gremio. Cuenta con nosotros - asegura sonriente.
Una vez ocupado del asunto del jabato problemático subes al carruaje que tienen alquilado el grupo de aventureros. Y juntos, emprendes el viaje hacia la capital. Hacia el gremio. Hacia una nueva etapa en la vida. Una que una pizzera piromante no se habría llegado a imaginar jamás.
Cierro esta escena. Continuamos en la escena transversal Pluma de Fénix