—Creo que podríamos verle en cuanto llegue su hora de descanso, que será en unos minutos— informa Seigur.
—Estupendo, podría aprovechar para visitarle y preguntarle un par de cosas— añade Pyros.
Proyectil se acerca corriendo en cuanto le llamas.
—¿Ya nos vamos? ¿Es la hora de comer?
Abandonáis la biblioteca, dejando atrás al Devorador de Conocimientos custodiando las estanterías de las profundidades del lugar. Tras varios minutos largos lográis abandonar la Biblioteca Arcana y os dirigís hacia los edificios centrales. Un par de centinelas os dan el alto y Seigur se dirige a ellos.
—Estamos buscando al archimago Andorsul.
—El archimago se marchó hace un par de minutos hacia la Academia Arcana.
—Es cierto, hoy tenía que dar una charla en la clase de historia. Gracias, siga con su trabajo.
Seigur os guía rumbo a la Academia Arcana, la cual se encuentra dentro del complejo de la Ciudadela. La academia dispone de sus propios territorios, con su propio parque donde pasear y relajarse y su propia zona de prácticas. Puedes ver a algunos chavales leyendo o practicando conjuros.
Finalmente llegáis al edificio principal de la academia.
—Siempre me da nostalgia este lugar— Pyros esboza una sonrisa nostálgica.
—A mí me hace sentir inquietud, maestro— explica Arcadia algo nerviosa. Y la chica se sobresalta cuando otra mujer salta sobre ella.
La chica es joven, de cabello castaño y sus vestimentas dejan claro que se trata de una maga o una estudiante de magia. Y cae sobre Arcadia abrazándola con fuerza y dedicándole unos enérgicos arrumacos para desagrado de ésta.
—¡AAAAH! ¡Cuánto había echado de menos a mi hermosa y perfectamente simétrica hermanita!
—Socorro maestro, sálvame de la pervertida con complejo de hermana que me está violentando.
—Pero no digas eso, mujer. ¿Acaso no quieres a tu hermosa y sensual hermanita?
—Tal y como lo dices me entran más ganas de alejarme de ti.
—Te veo tan enérgica como siempre, Margaret— afirma Pyros.
—¡Claro! Muchas gracias por cuidar de mi hermanita, señor Fuegorrojo.
—No es nada. Si nos disculpas estábamos buscando al archimago.
—¿Al archimago? Justo ahora tenía que llevarle unos documentos que...— su cara se pone pálida y su expresión se desencaja. Empieza a rebuscar nerviosa hasta que ve unos papeles que están siendo arrastrados por el viento —¡¡¡MIERDA, LOS DOCUMENTOS!!!
La chica sale corriendo detrás de los papeles como si la vida le fuera en ello. Arcadia suspira.
—Por fin libre. Vayámonos antes de que vuelva esa loca incestuosa a por mí.
Te sorprende que en ningún momento Arcadia haya elevado su tono ni su voz le haya temblado lo más mínimo. Y sin embargo notas que ha pasado un rato incómodo hace un momento.
Una vez logra recuperar los papeles Margaret os acompaña por la academia. Arcadia se ha mantenido oculta detrás de Seigur al notar que su hermana le tiene algo de miedo y se mantiene lejos del elfo. Entráis en la sala de profesores donde hay varios colegas tuyos, destacando en la sala un venerable anciano con una túnica y sombrero blancos.
Cuando os ve se incorpora y compruebas con sorpresa que es casi tan alto como tú.
—Qué raro veros juntos, Pyros y Seigur. ¿Qué os trae por aquí?— te mira y esboza una sonrisa afable —Soy Ándorsul el Blanco, Archimago de esta Ciudadela.
—Él es Nor Knothole. Ha venido aquí investigando algo y desea preguntarle algo.
—Oh. En ese caso dispongo de unos cinco minutos antes de dar la charla en la clase de historia. Puedes preguntarme ahora o esperar a después de la charla para que podamos hablar con más calma.
Seigur os guía rumbo a la Academia Arcana, la cual se encuentra dentro del complejo de la Ciudadela. La academia dispone de sus propios territorios, con su propio parque donde pasear y relajarse y su propia zona de prácticas. Puedes ver a algunos chavales leyendo o practicando conjuros.
Me maravillo ante la arquitectura y distribución del complejo. Todo parecía pensado para la concentración, el estudio y el disfrute de los alumnos. Tod esto me hace pensar en mi académia, más humilde que esta pero igualmente enriquecedora. Seguro que a mis alumnos les hubiese encantado visitar estas instalaciones y echar un vistazo a la gran bibliotaca de la que acabábamos de salir.
Cuando aparece la joven Margaret saludando a Arcadia de manera extremadamente efusiva me viene el recuerdo de Megara, había personas a las que les costaba aceptar lo que era el espacio personal. La entereza de Arcadia me resulta loable a pesar de que me parece verla increiblemente incómoda. Parecía que Margaret era la clase de chica enérgica, ligeramente atolondrada pero diligente. Me preguntaba si realmente eran hermanas o si era sólo una forma de hablar ya que no se parecían en absoluto.
Una vez logra recuperar los papeles Margaret os acompaña por la academia. Arcadia se ha mantenido oculta detrás de Seigur al notar que su hermana le tiene algo de miedo y se mantiene lejos del elfo. Entráis en la sala de profesores donde hay varios colegas tuyos, destacando en la sala un venerable anciano con una túnica y sombrero blancos.
Mi expresión se ilumina al reconocer a varios de mis colegas reunidos en la sala de profesores. La figura blanca no me pasa desapercibida, y aunque saludo alegre a mis conocidos, mi atención está puesta sobre el Archimago.
—Oh. En ese caso dispongo de unos cinco minutos antes de dar la charla en la clase de historia. Puedes preguntarme ahora o esperar a después de la charla para que podamos hablar con más calma.
- Dudo mucho que pueda hacerle las preguntas pertinentes en un espacio de tiempo tan reducido. De todos modos no le dejaré con la incertidumbre de qué tema me ha traido hasta aquí a hablar con usted. Creo que es usted de los escasos conocedores sobre el artefacto llamado "La Cadena Roja del Destino", ¿me equivoco? Quisiera, si a usted le parece apropiado, conocer más acerca de dicho artilugio. Función, aspecto, fuente de energía... quiero conocer toda la información posible sobre él.
—Oh, ya veo. La verdad es que en 5 minutos no creo que se pueda hablar de ello. Si no le importa esperar le invito a que tome asiento en la aula y asista a mi clase. Voy a dar una conferencia sobre la Guerra de los Dragones.
Tras aceptar su propuesta tomaste asiento en el aula, junto a Pyros y Arcadia además de otros estudiantes.
El archimago empezó a hablar sobre la Guerra de los Dragones, hecho que aconteció hace algo más de dos siglos en el que dos facciones de dragones se enfrentaron encarnizadamente implicando al resto del mundo, disputándose los líderes de cada facción el título de Rey de los Dragones. Una facción, liderada por Kathandrix quien ostentaba el título de monarca de los dragones y defendía el defender a los humanos y no interferir en sus vidas, mientras que la otra facción estaba liderada por una hermana del anterior que buscaba someter al mundo por la gloria de Nemesis. El conflicto finalizó poco después de que Kathandrix diera muerte a su hermana en una terrorífica batalla aérea en el que llenaron los cielos de llamas. Tras ese conflicto Kathandrix conservó su título de Rey de los Dragones y se retiró en silencio.
Mientras el archimago va explicando el suceso histórico y va deteniéndose en las implicaciones que tuvieron los diferentes sucesos en los reinos existentes, Pyros te susurra algo.
—El archimago sabe bien de qué habla, pues él participó en esa guerra— hace un gesto para que guardes el silencio —Pero mantenlo en secreto, ¿eh? Muy pocos saben que en realidad es un dragón antiguo.
Una vez termina de dar la lección el archimago se dirige a la clase.
—Y esto es todo lo que respecta a la Guerra de los Dragones, un suceso histórico que causó muchas pérdidas humanas y que provocó un cambio en la humanidad. Si tienen dudas preguntad, clase.
Acepto más que de buena gana la invitación del Archimago a entrar de oyente a su clase. No se me ocurriría deshechar una oportunidad como aquella.
La lección del archimago es realmente enriquecedora, llena de detalles y precisa. Me sorprende la capacidad del Archimago para relatar acontecimientos. Entonces el señor Fuegorrojo se inclina hacia mí.
—El archimago sabe bien de qué habla, pues él participó en esa guerra— hace un gesto para que guardes el silencio —Pero mantenlo en secreto, ¿eh? Muy pocos saben que en realidad es un dragón antiguo.
¿cómo que un dragón antiguo? Había oído alguna vez que la magia de algunos dragones era tan poderosa que les permitía pasar desapercividos adoptanto formas de otras razas, pero jamás se me hubiese ocurrido la idea de cruzarme realmente con uno. La lección del Archimago ahora tenía mucha más profundidad y sentido. No era algo que hubiese estudiado si no que lo había vivido.
Me inclino hacia el señor Fuegorrojo para preguntar:
- ¿Alguien más sabe de la identidad del Archimago?
—Y esto es todo lo que respecta a la Guerra de los Dragones, un suceso histórico que causó muchas pérdidas humanas y que provocó un cambio en la humanidad. Si tienen dudas preguntad, clase.
Me quedo escuchando las preguntas de los alumnos, parecía una clase muy entregada, y no era de extrañar teniendo en cuenta la maravillosa explicación del Archimago. Quizá debería consultarle sobre Némesis en cuando se hubiese resuelto el tema del artefacto.
- ¿Alguien más sabe de la identidad del Archimago?
—Para empezar, Seigur y mis discípulas lo saben. También la maestra del gremio y algunos compañeros del mismo. Y obviamente toda mi familia, no en vano mi tatarabuelo es el Rey de los Dragones— explica Pyros respondiendo a tu pregunta —Ándorsul es uno de los consejeros de Kathandrix.
Algunas preguntas se suceden de parte de los estudiantes, y el archimago las resuelve de forma clara y sosegada. Su clase definitivamente ha sido enriquecedora y relajante. Cuando termina la clase los estudiantes van abandonando el aula, quedándoos solos. Tras comprobar que no hay nadie ajeno, Seigur invoca una esfera de silencio.
—Ya está, ahora podremos hablar sin oídos indiscretos— confirma el mago elfo.
—Gracias, Seigur. Bueno, Nor, tenías algunas cosas que preguntarme, ¿verdad? ¿Qué era...?
—Usted y su mala memoria...
Aprovecha para narrar todas las preguntas que quieras hacerle.
Intento aclarar mi cabeza para tener todas las preguntas que necesito hacer presentes.
- Bien, primero de todo me gustaría hacerle preguntas sobre el artefacto "La cadena Roja del destino". ¿Qué clase de artefacto es?¿Tamaño, mobilidad, aspecto? ¿Qué uso tiene?¿Necesita de una activación especial? ¿Se conoce su origen?
Despues de las preguntas sobre el artefacto decido indagar un poco más
- Disculpe, ¿Sabe usted algo del Cónclave Negro? Mucho me temo que fueron ellos quienes podrían haber robado el artefacto que le he comentado antes, que estuvo en posesión de mi padre, y podrían queres usarlo para sus fines... Que, teniendo en cuenta lo que he podido descubrir, podría tener conexión con sus intentos de liberar a Nemesis.
- Por último, dado que me han explicado su verdadera naturaleza... ¿Podría explicarnos lo que sepa de Némesis? Necesito algún tipo de información sobre él por si... por si desgraciadamente no logramos detener a las personas que quieren desatar su furia sobre nuetro mundo.
—La Cadena Roja... hmmm...— Andorsul se atusa la barba —Es un artefacto de la época de la creación, por lo que tengo entendido fue la propia Creadora quien lo creó para atar e inmovilizar grandes entidades. No comprendo muy bien su funcionamiento pues nunca lo vi en persona, pero si lo vio uno de mis progenitores. Desgraciadamente murió a manos de Nemesis hace milenios.
¿Sabe usted algo del Cónclave Negro?
—He oído hablar de ellos, sé que ha estado causando serios problemas. Han estado involucrados en muchas crisis e incluso intentaron algo en la Ciudadela Arcana. Recuerdo que intentaron matar a una antigua estudiante.
—Sí, a Auriel Sure, estuvo a punto de morir sacrificada pero fue una suerte que ese Eloril estuviera allí para salvarla— añade Seigur — Sí que es cierto que suponen un dolor de cabeza la existencia de esa organización por el montón de problemas que causan.
- Por último, dado que me han explicado su verdadera naturaleza... ¿Podría explicarnos lo que sepa de Némesis? Necesito algún tipo de información sobre él por si... por si desgraciadamente no logramos detener a las personas que quieren desatar su furia sobre nuestro mundo.
—Puedo decir que si logra regresar al plano terrenal es mejor que recemos lo que sepamos, porque no hay nada en el mundo capaz de igualar su poder. Ni siquiera los dioses juntos pudieron con él.
—Hay un tal Magus que parece convencido de poder darle muerte— comenta Pyros —Viene de la misma línea temporal que esos chicos que conociste antes, Nor. Tengo entendido que se trata de un mago tremendamente poderoso pero no parece que esté en el mismo bando.
—Sé que me has preguntado esperando encontrar una forma de vencerle llegado el momento, pero yo llevo milenios buscando esa pregunta. De hecho, éste es el principal motivo por el que estoy aquí en la Ciudadela Arcana, empapándome de toda la sabiduría que han acumulado los mortales. Y la única forma que se me ocurre es que un dios o alguien con naturaleza divina empuñe el Divisor de Mundos, un poderoso artefacto increíblemente afilado. Pero eso se conseguiría destruyendo el mundo instantáneamente, por lo que definitivamente no es una opción. La Creadora es la única entidad capaz de manejarlo calibrando su poder, pero hace una eternidad que se marchó.
—La Cadena Roja... hmmm...— Andorsul se atusa la barba —Es un artefacto de la época de la creación, por lo que tengo entendido fue la propia Creadora quien lo creó para atar e inmovilizar grandes entidades. No comprendo muy bien su funcionamiento pues nunca lo vi en persona, pero si lo vio uno de mis progenitores. Desgraciadamente murió a manos de Nemesis hace milenios.
«Inmobilizar grandes entidades... quizá se podría hacer servir contra Némesis y el Cónclave Negro lo había robado como método defensivo para que no se usase contra él o ... para intentar controlarlo o usarlo contra algún potencial enemigo de Némesis» Todo aquello empezaba a ser más complejo, por más preguntas que surgiesen parecía que era imposible encontrar todas las respuestas que querían, pero al menos ya sabía algo más.
—He oído hablar de ellos, sé que ha estado causando serios problemas. Han estado involucrados en muchas crisis e incluso intentaron algo en la Ciudadela Arcana. Recuerdo que intentaron matar a una antigua estudiante.
- ¿Se supo el motivo por el cual intentaron atacar a una estudiante? No parece que que esta...escoria, haga las cosas sin un motivo de peso detrás de sus acciones.
La conversación sigue pero no parece que podamos ofrecer un resultado demasiado alentador. Ese tal Magus podría sernos de gran ayuda si conseguíamos convencerle de posicionarse de nuestro lado, y por lo que al artefacto Divisor de Mundos... No parecía para nada una buena idea si pretendíamos salvar al mundo y no inmolarlo para destruir a Némesis.
- Ha sido usted de gran ayuda Señor Árdonsul, le agradezco el tiempo que nos ha dedicado- Hago una reveréncia e intento pensar en si debería intentar hablar con la joven a la cual atacó el Cónclave Negro o recabar información sobre Magus.
- Cree que la señorita Sure tendría reparos en hablar con nosotros sobre el incidente con el Cónclave?
- ¿Se supo el motivo por el cual intentaron atacar a una estudiante? No parece que que esta...escoria, haga las cosas sin un motivo de peso detrás de sus acciones.
—Como bien dijo Seigur, querían sacrificarla por el gran poder mágico que poseía. Buscaban alimentar el poder de Nemesis para que pudiese liberarse de su prisión. Diría que buscaban algo similar con los incidentes de su tierra natal, señor Knothole— explica el archimago.
- Ha sido usted de gran ayuda Señor Árdonsul, le agradezco el tiempo que nos ha dedicado.
—Ha sido un placer, señor Knothole. Puede volver a la Ciudadela cuando quiera, y si le interesase incluso podría darle plaza como profesor en la Academia.
- Cree que la señorita Sure tendría reparos en hablar con nosotros sobre el incidente con el Cónclave?
Aquí interviene Pyros.
—Creo que obtendrías más información preguntando a Eloril, pues ha estado investigándolos y dándoles caza.
—Como bien dijo Seigur, querían sacrificarla por el gran poder mágico que poseía. Buscaban alimentar el poder de Nemesis para que pudiese liberarse de su prisión. Diría que buscaban algo similar con los incidentes de su tierra natal, señor Knothole— explica el archimago.
Asiento, el objetivo final del Cónclave negro siempre era el mismo: Ayudar a Nemesis.
—Creo que obtendrías más información preguntando a Eloril, pues ha estado investigándolos y dándoles caza.
- Es lo mejor. Deberíamos ir a verle. Sabe dónde se encuentra haora?
- Es lo mejor. Deberíamos ir a verle. Sabe dónde se encuentra haora?
Pyros pone cara de circunstancias.
—Creía que viajaste con él. De hecho llegasteis juntos a la posada.
- Oh, cierto. Volvamos a la posada pues.
Mientras os despedíais del archimago tuvisteis un incidente con Margaret, pues no quería soltar a su hermana Arcadia.
—Socorro. La pervertida de mi hermana quiere secuestrarme— pide auxilio Arcadia de forma inexpresiva.
—¡No! ¡No permitiré que me volváis a arrebatarme a mi perfectamente simétrica hermanita!— se resiste Margaret mientras se aferra a su hermana como si la vida le fuera en ello.
—Margaret— advierte el archimago con voz grave, sonando como una tormenta —Como no dejes en paz a tu hermana te confiscaré la colección de varitas.
—¡No, mi colección de varitas no, por favor!— exclama soltando a Arcadia.
—Entiendo que te preocupes por tu hermana, pero ella es muy inteligente (bastante más que tú, de hecho). Además está al cuidado de uno de los mejores magos del mundo.
—Bueno, vale... la dejaré marchar esta vez. Y sobraba lo de que es más lista que yo (será verdad pero no tenías que decirlo...)— balbucea antes de mirar a su hermana —Ten cuidado. ¿Vale?
—Lo tendré. No te metas en líos.
Tras resolverse ese incidente regresasteis a la torre de Pyros y viajasteis de regreso a Azurdistán. Al regresar a la posada ves que no hay mucha gente. Elsa os recibe con una sonrisa y Proyectil salta a sus brazos ladrando alegremente.
—¡Vaya, hola chico! Veo que habéis regresado. ¿Cómo ha ido todo?
—Bastante bien, hemos encontrado información interesante. Estamos buscando a Eloril. ¿Sabes dónde está?
—Está en el gremio portátil, entrenando con Nathan y Kiara. ¿Queréis comer algo? Estamos a punto de servir la comida.
En cuanto Elsa menciona la comida veis a un tipo pelirrojo aparecer por allí. Parece bastante fuerte.
—Y ahí está mi primo, Nathan Filofirme— informa Pyros con tono divertido antes de dirigirse a él —¿Ya te entró el hambre?
—Eh... sí— dice escuetamente.
Tras el pelirrojo aparece Eloril.
—Ha escapado del entrenamiento en cuanto ha olido la comida— comenta divertido.
—Oye, haces que parezca que soy un glotón...
- Ah señor Eloril, que bueno encontrarte tan prontamente. - Me acerco a ellos con un breve saludo. Si habían venido a la zona de la taberna después de entrenar era posible que se sintiesen hambrientos y no quería privarles de una buena comida para reponer fuerzas, pero tampoco quería retrasarse en la búsqueda de respuestas. - ¿Le importaría charlar conmigo durante la comida? por lo que he escuchado podría usted tener información relevante en un caso que estoy investigando.
Quiero dejar las cosas claras desde un principio, ya que confiaba en los presentes ahora mismo.- Mire, estoy siguiendo la pista de un artefacto llamado "La cadena roja del destino", la cual estuvo en el poder de mi padre durante un breve periodo de tiempo. Por lo que hemos descubierto, ese artefacto fue robado por el Cónclave negro y, aunque sé que su objetivo principal es ayudar a Némesis, necesito algo más de información... Necesito su ayuda. Todo lo que nos comparta podría resultar de vital importancia.
—Claro, siéntate con nosotros. No en vano hemos "compartido" viaje— comenta Eloril con una sonrisa.
Expones lo que investigaste, y tanto Eloril como Nathan prestan atención.
—Ya veo. Sobre ese artefacto no sé nada en absoluto. Si hablásemos de artefactos diferentes quizás habría más suerte. En cambio, sobre el Cónclave Negro tanto Nathan como yo tenemos una amplia experiencia cazándolos. De hecho él y su grupo estuvo a punto de descabezar por completo esa organización.
—Así es— asiente Nathan tras dejar limpio un muslo de cordero asado entero —Solo se me escapó la Voz de Nemesis, es un misterioso mago enmascarado que usa magia de huesos. Aparte de eso solo tenemos sospechas y la información que ha recabado Uwyn por su cuenta. Es posible que algunos de sus cabecillas sean miembros del Círculo Élfico. Es preocupante la posibilidad de que tengan en sus manos el gobierno del reino élfico.
—No todos los miembros del círculo son del Cónclave Negro— expone Eloril —Sé a ciencia cierta que el padre de Auriel y Valaren no está con ellos. Y tampoco la consorte del heredero al trono de Pelidia.
—Cierto. Raina Velandrion fue una de mis profesoras en la Academia Arcana y aventurera retirada del extinto gremio Corazón de Titán— añade Pyros con una sonrisa —Es una poderosa maga de buen corazón.
Escucho con preocupación la información que me proporcionan señor Eloril y el señor Nathan.
- Parece que tienen contactos poderosos y, por lo que veo, sus filas cuentan con magos de gran habilidad... Me sorprende cómo consiguen contar con un número tan elevado de simpatizantes para acabar con el mundo.
—Así es— asiente Nathan tras dejar limpio un muslo de cordero asado entero —Solo se me escapó la Voz de Nemesis, es un misterioso mago enmascarado que usa magia de huesos.
- De ser así vamos a necesitar gente que conozca ese tipo de magia para poder contraatacar o defendernos de ella... ¿En el gremio hay alguien que haya estudiado o tenga nociones de magia de huesos?
Ai queríamos ofrecer resistencia a los planes del Cónclave Negro ibamos a necesitar un buen equipo. Durante unos instantes pienso el las personas que conocí al llegar aquí. Todos parecían ser fuertes pero...¿sería suficiente? Megara debía estar trabajando en los dispositivos de protección. Me preguntaba si habrían conseguido el platino que necesitaban...
Intento comer aunque hoy no me siento especialmente animado. Cuanto más aprendía del Cónclave más peligrosos me parecían y más dificiles de derrotar se me antojaban.
- Parece que tienen contactos poderosos y, por lo que veo, sus filas cuentan con magos de gran habilidad... Me sorprende cómo consiguen contar con un número tan elevado de simpatizantes para acabar con el mundo.
—Por mi experiencia así es— explica Nathan —Por fortuna tenemos a un antiguo miembro con nosotros que los odia a muerte. Se llama Lianne y es una felina maga negra. Ahora mismo están con Eimi y mi chica atendiendo un asunto.
- De ser así vamos a necesitar gente que conozca ese tipo de magia para poder contraatacar o defendernos de ella... ¿En el gremio hay alguien que haya estudiado o tenga nociones de magia de huesos?
—Diría que es nigromancia— comenta Pyros.
—Estoy de acuerdo con mi primo, diría que es nigromancia. Es más, no solo manipula huesos sino que alza muertos vivientes. Es algo que un clérigo hábil o Eloril pueden contrarrestar, pero es también muy inteligente, cauto y escurridizo. Sabe ver cuándo va a perder y emprende la huida.
Mientras tratas de comer ves que Nathan no pierde el apetito en absoluto y te mira con una hogaza de pan en la boca.
—Fo fefefe ba feba...— dice con el pan en la boca, no entiendes nada. Lo mastica y traga —No merece la pena que te amargues con eso. No te preocupes, les pararemos los pies.
- Oh, he conocido a la señora Lianne, fue ella la que me puso sobre los pasos del Cónclave y me ofreció su ayuda para la resolución de un asunto personal. Le estoy muy agradecido.
—Estoy de acuerdo con mi primo, diría que es nigromancia. Es más, no solo manipula huesos sino que alza muertos vivientes. Es algo que un clérigo hábil o Eloril pueden contrarrestar, pero es también muy inteligente, cauto y escurridizo. Sabe ver cuándo va a perder y emprende la huida.
- Nigromancia, eh? - murmuro para mi mismo.
Una idea fugar cruza mi mente. Bajo la mirada al brazalete. Necesitava comprovar de alguna manera si el brazalete era capaz de alterar la materia "inerte" de los cuerpos reanimados. Sospecho que la única oportunidad de comprobarlo será en batalla y, si tenía suerte, quizá no necesitase comprobarlo.
Sonrío ante el gesto tranquilizador del señor Nathan.
- Cuento con ello, la alternativa a nuestra victoria es poco esperanzadora. Sé que la mayoría de nosotros lo daría todo por proteger este mundo.- Finalmente consigo empezar con mi plato.
Finalmente recuperas el apetito y comes. La comida la encuentras sorprendentemente deliciosa.
—No conozco a nadie que cocine mejor que Berner— afirma Nathan mientras sigue comiendo.
Te sorprende comprobar lo diferentes que son Nathan y Pyros. El primero come sorprendentemente mucho mientras que el segundo es más normal... hasta que se queda dormido de repente con la cara dentro del plato. Nathan deja de comer y observa a su primo con calma.
—Otra vez. Narcolepsia. Tranquilo, eso le ha pasado de siempre (y ni te imaginas la cantidad de problemas que nos ha causado eso en los peores momentos posibles).
Concluimos la escena aquí. Pasaremos a Interludio: Descanso tras las aventuras