Reiko agacha las orejas al ver que Anko también tiene hambre. Su expresión es de culpa, le ha provocado hambre. Mira a su alrededor y se acerca a Jendry.
Tú eres el robapostres, ¿verdad? Va, dale uno a mi mami y otro a mí, porque seguro que tienes algunos escondidos, ¿verdad? - pide con una amplia sonrisa.
La marcha de vuelta a Retiro del Dragón discurrió con tranquilidad, entre ociosas charlas entre familiares y gruñidos de estomago. Tal vez fuera un medio de comunicación especifico de esa familia. Tardaron relativamente poco en llegar a su destino.
Llegados, el niño se reunió con su padre, quien agradeció el rescate con una cordial bronca. Seguramente esos sería los mas cercano a un gracias que oiría alguien jamás de su boca.
Ya estaba preparado para perderse por el pueblo y disfrutar de su soledad cual antisocial cuando escucho esa palabra... Inmediatamente se giró hacía su origen, esperando alguna de las getadas de Anko, sin embargo, fue su futura hija la que lo dijo. Hecho que resultó desolador para el mago, pues así descubrió que dicho apodo le acompañaría toda su vida. Y la que robó el postre fue la gata. Miró entrecerrando los ojos a la felina, con cierto aire de indignación, para luego soltar un largo suspiro. Resignado, aceptó estoicamente que nunca se libraría de roba-postres y que tendría que vivir con ello.
Por algún motivo, Jendry, lejos de molestarse, adoptó más bien una actitud de infinita paciencia. Rebuscó en su mochila. Aun no había tenido oportunidad de gastarlos, por lo que sus provisiones de emergencia deberían de seguir ahí. -Nos son postres, pero algo es algo- Dijo mientras le daba una ración de comida. Sacó una segunda. Volvió a mirar a la malvada felina de pelo blanquecino con los ojos entrecerrados, para, a continuación, tirarle esa ración a la cabeza.
Miró sorprendida a Eloril. ¿Qué había pasado con las apuestas? ¿Ahora se adjudicaba las dos? Y ¿qué era eso del baile privado?
Arqueó una ceja. Él sabía bien que le habría hecho ese comentario acerca del carácter de Einar de todos modos, con o sin apuesta de por medio. Era demasiado tentador como para no hacerlo.
Iris niña no pudo averiguar el paradero de Iliana puesto que la magia se interponía. Barajaban la idea de un anillo de ocultamiento y luego Iris adulta comentó algo que llamó la atención de la maga.
-¿Podemos ver los documentos del nigromante que has mencionado?
Eloril se acercó a Einar para brindarle su apoyo. Auriel se preguntaba cómo se sentiría el espadachín con todo este asunto, y también el chico, puesto que no había conocido a su padre. Ponerle cara, escuchar su voz, tenerlo tan cerca. Debía ser algo realmente impactante para él. Tanto, como lo fue para Auriel verle lanzar esas llamas blancas que tan bien conocía.
Tendrás que pedírselo a Sean cuando volvamos al gremio - responde a Auriel, quien instantes después observa ensimismada las llamas blancas de Einar.
Jendry busca en su equipo una de sus raciones y se las entrega a Reiko.
¡Genial! ¡Gracias, robapostres! - agradece antes de empezar a zampar, parándose en seco cuando el pelirrojo le tira a la cabeza de Anko la otra ración, dejándola perdida de comida.
La joven felina se queda pálida, al igual que Irvine, quien está boquiabierto.
Es hombre muerto... pobrecito.
Será mejor que dejemos las tonterías y vayamos de regreso al templo. Estoy seguro de que estaréis agotados y hambrientos, especialmente Anko que además necesitará un baño. Además habrá que explicar a los demás la situación de estos chicos.
Tiene razón, así que hacéis caso a Aidan y vais de regreso al templo para informar.
Fin de escena.
Auriel asciende a Rango S
Jendry asciende a rango A+
Haemi asciende a rango A-
Rasheda asciende a rango A+
Anko necesita un buen baño y recibe un vale por un buen asado de jabalí :P