Partida Rol por web

 Claro, ahora mismo cojo un pergamino y lo preparo. Mientras tanto podrías empezar a mover los escombros, sé que Vincent cumplirá con su palabra.

Dicho esto se ausenta un momento. Preguntas a Vincent si con eso llegaría para la fuente, a lo que éste responde negando con la cabeza.

 Qué va, eso como mucho me ahorra un par de días de salario de mis trabajadores. No llega para pagar lo que ella quiere poner, que encima quiere lo más caro.

Merenil se nos va, no me hace mucha gracia comenzar antes de tener eso firmado y no logro evitar demostrarlo cuando miro a Vincent con ojos afilados como alfileres al pensar en todo lo que le haría si hace algo antes de firmar.

— Puede que haya algo más con lo que pueda ayudar —digo de frente a la columna concentrándome ya en obtener su control y medir bien tanto su tamaño como su peso—. Esto debe pesar bastante —digo mientras me acerco haciéndome una coleta atrás con todo cabello que no forme parte del flequillo ( y porque no llega... ). Al llegar me arremango el kimono también, mostrando mis debiluchos brazos.

Una vez llego toco la columna, como si la cogiera con la mano para elevarla, como si la hubiese hecho ligera de peso en lugar de levantarla con la mente. Puede que incluso descubra si el estar cerca o en contacto me puede ayudar alguna vez a maximizar el poder, aunque en realidad eso ya lo sabría de hace tiempo. Si todo va bien me llevo la columna fuera.

— ¿Dónde la pongo?

Vincent observa sorprendido cómo levantas la columna. Tarda en reaccionar a tu pregunta por la sorpresa.

 ¡Ah, sí, sí! Ponlo junto a la entrada, a un lado. Luego mis trabajadores lo trocearán para poder sacarlo todo con más facilidad. ¿Vas a ocuparte también de esos cascotes? - señala unos cascotes bastante grandes.

Poco después regresa Merenil con un documento.

 ¡Ya estoy de vuelta! Me he tomado la libertad de redactar el contrato, échale un vistazo por si te parece bien.

La elfa te enseña el contrato, que indica que se deberá guardar el secreto respecto a lo que vea durante las reformas acerca de tus habilidades, y que de quebrantarlo deberá pagarte una compensación económica además de instalarle a la elfa de forma totalmente gratuita la fuente que quiere en su vestíbulo.

Vincent frunce el ceño y mira a Merenil.

 Sabes perfectamente que no pienso incumplir este contrato.

Coloco  esos trozos donde toca y voy a donde estan esos cascotes, sin saber exactamente dónde están. Merenil llega en ése instante con el contrato y me ofrece leerlo, y aunque confio en ella lo leo para mostrar interés en algo que ella haya hecho.

— Eres astuta —digo a modo de halago—. Confio en que no dirás nada, pero por lo visto la confianza no sirve de mucho hoy en día —digo ésta vez dirigiéndome a Vincent—. ¿Entonces dónde van?

Me quedo pensativa entre tanto, tramando planes...incluso llego a parecer distraída pues miro la nada.

 Cierto, hay mucho estafador y contratistas desaprensivos sueltos. No puedes fiarte de nadie.

 ¿Pero qué dices? ¡Tú eres de fiar, Vincent! Evitaste que comprase una mansión que tenía demasiados problemas ocultos. Podrías haberte hecho de oro a mi costa si lo hubiese comprado, pero me avisaste y nos enseñaste esos problemas.

 Porque soy un profesional honesto. De todos modos aquí también han salido muchos gastos imprevistos, pero trato de evitar que te salga más caro y tampoco quiero bajar la calidad de la reforma. Por cierto, Eimi, ponlos junto a los restos de la columna. Ahora firmo el documento, quédate tranquila que no diré nada. Por cierto, ¿por casualidad eres kinética? Solo se me ocurre eso o magia de fortalecimiento para que puedas mover esos trozos taaan pesados. He tenido trabajadores con esas habilidades.

Te ocupas de los cascotes, dejando las escaleras listas.

 Bien, eso nos ahorrará 3 días de trabajo y unas 1.000 piezas de oro. La fuente que Merenil quiere poner cuesta alrededor de 10.000.

 Sigh... vale, no pongas esa fuente - dice, triste.

 Merenil, no te pongas así. La fuente que querías poner iba a mojarte toda la ropa, era demasiado grande. Demasiado grande... - murmura pensativo - ¡Oh! Tengo una idea. A cambio de esa fuente pondré un detallito que te gustará. Confía en mí, quedará bien y no saldrá caro.

 Si tú lo dices... - responde inflando los mofletes.

La cara que puso antes Vincent fue como si hubiese tenido alguna idea.

 Bueno, voy a prepararme para empezar a restaurar las escaleras. Eimi, muchas gracias por tu ayuda, has sido tremendamente útil. Y tranquila, no abriré la boca sobre tus habilidades, me lo llevaré a la tumba.

Continuo poniendo los pedazos de columna y todo lo que Vincent me pide allá donde señale, además como he comenzado por lo más pesado, cada vez resulta más sencillo.

Intento no meterme en la conversación que tienen mis dos acompañantes, pero me salpica de lleno cuando Vincent pregunta por mis habilidades... Opto por ignorarlo y continuar, aprovechando que en ningún momento he estado en la conversación, pero en cambio si que contesto cuando no me importa hacerlo:

 Bueno, voy a prepararme para empezar a restaurar las escaleras. Eimi, muchas gracias por tu ayuda, has sido tremendamente útil. Y tranquila, no abriré la boca sobre tus habilidades, me lo llevaré a la tumba.

Gracias, me alegra haber podido ayudar. Me hubiese gustado poder ahorrar aún más... aunque parece que has tenido una mejor idea para el vestidor ¡tengo ganas de verlo terminado! —sonrío amable, después de todo él lo ha sido en todo momento y parece un chico genial.

 Por supuesto, te sorprenderás cuando todo está acabado. Será la mejor mansión de la zona. Solo falta que mi hermano no se retrase al final comprando los muebles. Es muy bueno negociando los precios, pero para las demás cosas suele distraerse. Que si partidos de golf, que si ir de ruta de pastelerías... ya podría ayudar un poco por aquí, pero le da alergia el trabajo físico.

 ¡Es verdad, tenías un hermano! Me he fijado ambos sois muy diferentes, pero él también era bastante honesto.

 Nuestra regla de oro es ser sinceros con nuestros clientes, tanto para lo bueno como, especialmente, para lo malo. Ah, Eimi, ¿puedes acompañarme un rato? Quería comentarte una cosa en privado.

 No hace falta, ya me marcho yo. Jo, qué bajón...

Merenil se marcha triste, acompañada por Adlanniel. Una vez estáis solos Vincent empieza a hablar.

 No le pondré la fuente que ella quería, pero sí puedo ponerle un pedestal con una fuente pequeñita. Saldría mucho más barato y no habría problemas de espacio ni ubicación. No le he dicho nada porque quiero darle esa sorpresa. ¿Qué opinas, crees que le gustará? Acompáñame y te enseño el lugar donde irá ese vestidor, si quieres verlo. Así podré explicarte mejor el por qué me oponía a esa fuente que ella quería.

— Ha de haber venido muy poco si nisiquiera Merenil se acordaba... 

Llevo la última de las piezas cuando Vincent me pide de quedarnos a solas.

— Sí, ya casi estoy.

 No hace falta, ya me marcho yo. Jo, qué bajón...

Una sensación negativa me invade, ¿se supone que tendré que volver sola a algún sitio? 

— P-pero... —digo tratando de oponerme pero sin saber como decir algo tan sencillo como que me pierdo en lugares desconocidos. ¿Cómo llegaría hasta Merenil después? Fuera como fuera, es demasiado tarde pues Merenil ya se ha ido y Adlanniel también.

 No le pondré la fuente que ella quería, pero sí puedo ponerle un pedestal con una fuente pequeñita. Saldría mucho más barato y no habría problemas de espacio ni ubicación. No le he dicho nada porque quiero darle esa sorpresa. ¿Qué opinas, crees que le gustará?

— Pues ... seguro que si ¿tan grande quería la fuente? Al final creo que los detalles bien puestos son más elegantes que los que tratan de sorprender por tamaño. Vamos a verlo. 

Me dispongo a ir con Vincent hasta el lugar, recordando algo.

— ¿La señorita Merenil tiene allí la ropa?

 ¡Claro que no! Hemos arreglado las paredes pero le falta una capa de pintura, arreglar el suelo y amueblar, pero viendo el espacio y un poco de imaginación puede verse cómo quedará. Ven, por aquí. Esto será el dormitorio principal.

Entráis en una sala que pese a verse vacío y destartalado (salvo el suelo de madera, que se nota que es nuevo y elegante) es realmente enorme. Cuando Vincent te explica cómo quedará el dormitorio no te cuesta imaginar que va a quedar increíble. Te llama la atención que el dormitorio tiene dos puertas más a un lado, juntas.

 Verás, esa puerta llevará al baño principal para la pareja, y esa otra llevará al vestidor - abre la puerta - Esto será el vestidor.

El vestidor es muy grande, es una sala ancha y alargada donde cabe sin problema un par de centenares de vestidos, más abrigos, zapatos y una gran cantidad de complementos. Ahora es solo una sala vacía destartalada, pero sus posibilidades son grandes.

Vincent se coloca en el centro y extiende los brazos todo lo que puede.

 Ella quería poner aquí una fuente gigantesca, va más allá de mis brazos. Aparte de lo caro que iba a ser, el mayor problema es que de lo voluminoso que sería podría mojar la ropa que almacene aquí. Sin mencionar que no podría poner mobiliario para que pudiera cambiarse cómodamente. Verás, tenía en mente poner un banco aquí y una coqueta con espejo allí, pero con la fuente sería imposible. ¿Ves? - te indica cuidadosamente donde iría cada cosa, y ves que con una fuente tan grande no se podría hacer gran cosa - En cambio, si se pusiera un pedestal con una fuente pequeñita encima a modo decorativo, no solo no estorbaría sino que sería un elemento decorativo genial. Y de paso no "asesinamos" el presupuesto. ¿Qué te parece, crees que le gustará?

Te das cuenta de que Vincent es muy meticuloso y detallista.

 —Ah... yaa~ —voy haciendo mientras me explica el problema, para que sepa que le presto atención—. No parece nada práctica esa fuente...

Vincent continúa explicándome su nuevo plan, y parece mucho más a medida (especialmente si tenemos en cuenta que no va a bañarse en ella).

​ ¿Qué te parece, crees que le gustará?

 — Estoy segura de que sí, me imagino una fuente con plantas, ¿qué tipo de fuente será?

No es que yo fuese muy fan de las plantas, pero éste lugar está aún por terminar y algo de alegría le vendría muy bien si no queríamos a una Merenil mucho más apagada de lo normal. Es curioso, cuando se trata de mi no me preocupan éstas cosas...

 Con plantas... sí, quedará realmente bien, y seguro que le gustará. Había pensado en otro diseño pero tu idea me entusiasma. ¿Acaso no te dedicas a la decoración? Veamos, pensaba poner una especie de escultura pequeña, pero si tenemos en cuenta tu idea y que Merenil viene del Reino del Aire... creo que pondré aquí una escultura de Yggdrasil, el árbol sagrado de su capital. Y a su alrededor algunas plantas. ¡Ah! Hay otra cosa que quiero enseñarte, acompáñame por favor.

Sigues a Vincent a otra parte de la planta, conduciéndote a otra habitación. No es tan enorme como la principal, pero es muy grande. Y tiene baño propio.

 Ahora que sé quién eres, deberías saber que Merenil quiere preparar una habitación para ti, por si quieres visitarla y pasar el día. Se supone que era una sorpresa, pero no puedo hacer nada si desconozco tus gustos. Podría haber intentado indagar algo de forma disimulada, pero prefiero ser directo. Quiero saber qué te gusta y qué prefieres, cómo te gustaría que fuese la habitación de tus sueños.

Vincent me explica que ésa habitación sería para mi y aunque me sorprende me apetece mucho la idea.

— Merenil es alguien singular, espero poder demostrar mi agradecimiento de la forma adecuada. ¿Tienes alguna idea sobre eso?

Después de escuchar su respuesta continúo explicándole lo que me pide...

— He estado pensando en mi hogar ultimamente, es algo que me ha tenido ocupada, así que lo tengo muy claro... —me tomo un par de segundos antes de continñuar, viendo si la situación es muy distinta entre la de "mi casa" y la de "mi habitación", simplemente he de restar algunas cosas—. Sería un lugar dividido en dos espacios, uno lo más pequeño posible que pueda ordenar todas mis cosas de forma vertical alrededor de la cama, y otro separado donde apenas haya nada y sea ideal para estar, sin molestias ni distracciones, ideal para pensar y hacer cosas que no acaben de hacerse rápido... la zona de ....¿estar?. ¿Tienes alguna idea mejor?

Vincent escucha atentamente lo que comentas, incluso saca un cuaderno para tomar notas. ¿O está dibujando algo? Finalmente guarda el carboncillo.

 Ya veo. Quieres el espacio justo ara la cama y el almacenamiento y priorizar una sala donde puedas aislarte de todo. Sí, puede hacerse aquí sin ningún problema. Puedo hacerte una habitación pequeña y minimalista con un par de muebles, un pequeño escritorio y un arcón donde guardar las cosas, y aquí al lado crear una gran sala insonorizada y aislada donde nada te molestará cuando te concentres. Lo decoraré pintando las paredes con colores suaves y con un par de elementos decorativos relajantes. ¿Quieres que te instale una pequeña fuente zivalia con bambú? No sé si has visto alguna, pero son ideales para ese tipo de salas. Es muy zen, perfecta para los que practican la meditación. Tengo una en el jardín de mi casa, suelo pasar allí el rato para relajarme, eso cuando me dejan mis perros.

A la mente te viene una fuente que viste en tu anterior época, cuando vivías en Yokai. Estaba en el jardín de un templo de esgrima. Recuerdas que el ruido del flujo de agua y los golpes del bambú al llenarse y volcar el contenido eran relajantes.

Vincent se acerca y te enseña su libreta donde ha hecho un esbozo del plano de la habitación, con los muebles y todo.

 Se puede hacer, no afectará al presupuesto. Tienes un estilo muy diferente al que me dejó entrever Merenil, más barato. Aunque lo que se ahorra se irá en la insonorización y la fuente zen, pero no será ningún problema. ¿Qué te parece el plan?

Sentís un leve temblor y un estruendo procedente de abajo. ¿Será del sótano?

???: ¡Es terrible! - escuchas la voz de Fallah, bastante alterada - ¡Se trata de Uwyn, le ha ocurrido algo horrible!

 Oh, no. Espero que se encuentre bien...

Vincent te acompaña preocupado por el pasillo.

 Espero que no sea un derrumbe. Sería terrible quedarse sepultado.

Bajáis a la planta principal, donde están Merenil, Adlanniel y una nerviosa Fallah, además de un par de empleados.

 ¿Qué ha ocurrido?

 ¡A Uwyn le ha pasado algo horrible!

 Genial... como se entere Palax estamos listas.

 ¿Palax? ¿Pero qué pinta ella en...? Oh, espera. ¿Esa es la dragona dorada?

 Y la madre de Uwyn. Como le haya pasado algo te va a zampar de un bocado. Y con las megatetas que tienes seguro que parecerás un tentempié apetitoso... lo mismo te confunde con una deliciosa vaca.

 ¡Mierda, me va a comer la dragona antes de que vea terminada mi nueva casa!

 ¿Pero qué le ha pasado? ¿Ha acabado sepultado?

 ¡No, mucho peor!

 ¿Se ha convertido en un muerto viviente?

 ¡No, pero es igual de malo! ¡Mirad!

Fallah señala hacia las escaleras que baja hacia el sótano. Escucháis unos pasos que van acercándose. Y finalmente veis aparecer a Uwyn, cubierto de tierrecilla y polvo. Y con cara de malas pulgas.

 ¿Veis? ¡ESTÁ SUCIO! ¡No pienso acercarme a él!

 Oye... es solo un poco de tierra y polvo - responde éste. Aparte de la suciedad parece estar perfectamente - Además, no entiendo esos remilgos cuando te metiste en una cripta.

 ¡Puh! ¡Iba con pañuelos allá donde pisaba! ¡Y no te me acerques! ¡No quiero saber nada de ti hasta que no te laves, nyah!

Merenil agarra del pelaje a Fallah y la levanta para mirarla seriamente.

 ¡No vuelvas a darme esos sustos! ¡Ya pensaba que me iba a comer su madre dragona!

Se escucha un estruendo fuera.

Empleado: ¡Hostias, que se ha matado Frank!

Empleado 2: Joder, tío. Voy a notificar la noticia a su familia.

Frank: ¡Que no estoy muerto!

Empleado: Buah, voy a recoger sus cosas para que se las entregues, pobrecillo.

Empleado 3: Caray, iba a jubilarse mañana... pobrecillo.

Frank: ¡Que no estoy muerto! ¡Sacadme del hoyo, cabrones!

Todos os miráis con caras de circunstancias.

 Iré a ver qué ha pasado y ayudaré a Frank. Con permiso.

Vincent se va raudo afuera. Merenil se va a otra parte de la casa con Fallah y Adlanniel, quedándote sola con Uwyn.

 ... sí, creo que necesito un buen baño.

Una vez que Vincent y yo llegamos abajo vemos a Fallah alterada hablando de lo que le ha pasado a Uwyn, como el resto está perdiendo el tiempo con habladurías miro a ver hacia dónde presta atención Fallah, probablemente ahí esté el problema.

— ¿¡Por ahí!? —digo mientras me encamino hacia el lugar otra vez casi corriendo.

Oigo unos pasos y me detengo a la vez que se pronuncian las más temibles posibilidades:

 ¡No, mucho peor!

 ¿Se ha convertido en un muerto viviente?

 Nuevamente tengo en cuenta la espada, si Uwyn es un muerto viviente será mejor acabar con él antes de pensar alternativas que puedan doblegar mi voluntad de cumplir con el deber, por duro que sea.

 Oye... es solo un poco de tierra y polvo - responde éste. Aparte de la suciedad parece estar perfectamente - Además, no entiendo esos remilgos cuando te metiste en una cripta.

Guardo la espada y suspiro.

— Suerte que no me quedo con Fallah, me volvería loca.

Miro a aquél chico que aparece frente a mi con cara de pocos amigos.

— ¿Ha ido bien?

Uwyn suelta un largo suspiro cuando le preguntas.

 Salvo por la compañía de esa gata escandalosa todo ha ido bien. He purificado la zona y he aprovechado para terraformarla un poco y ahorrarles trabajo. Solo necesitan cimentar, poner el suelo y poco más. ¿Y tú qué tal? - le comentas* que estuviste ayudando con las obras y que Vincent va a montarte una habitación - Me imagino que querrías algo pequeño y minimalista, con lo justo para dormir y guardar unas pocas cosas, y el resto para hacer una sala donde nada te moleste. ¿He acertado?

Merenil regresa y os pide que os quedéis aquí un par de días, ya que se siente sola. Os lleva a un pequeño edificio que está para invitados, donde está todo ya reformado y amueblado (con muy buen gusto y calidad). En ese tiempo ayudasteis un poco más, logrando acelerar la reforma de la mansión quedando solo trabajo para una semana más. Tiempo que queda para que Merenil y su marido se conviertan en la envidia de la zona rica.