Partida Rol por web

Sirvienta: ¿Pero qué haces, maldita vieja? ¡Noooooo, Tobias es mío, será mío! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!

La sirvienta hace gala de dotes interpretativos retorciéndose con escorzos. En ese momento entran Nathan y Vera.

 ¡PAPÁ!

 ¡Espera! Aún es peligroso - Nathan la retiene. Todo forma parte del papel.

La sirvienta sigue maldiciendo y retorciéndose hasta que se desploma.

Sirvienta: Hugh... qué... ¿qué ha pasado?

 Eso quisiera saber yo... - afirma Valeria, reincorporándose.

 Eeeh... ¿estáis todas bien? ¿Alguna se siente un poco... diabólica? - pregunta, asustado.

Nathan se acerca a Keyleth y la ayuda a reincorporarse.

 ¿Qué ha pasado? ¿Y el demonio?

 Tranquila, la señora Hiriyama ha logrado desterrarla. Ha acabado todo, por el momento.

 Vera, hija... ¿estás bien?

 Sí, papá, estoy bien. Siento como si hubiera estado mucho tiempo ausente.

Tobias abraza a su hija.

 Perdóname, he sido un pésimo padre. Dejaré de coquetear con todo ser viviente con tetas, te lo juro.

 Tampoco es eso, papá, puedes buscarte alguna novia.

 A decir verdad... creo que no quiero saber nada de mujeres en una larga temporada... por cierto, sobre ese chico...

Parece que el plan de la señora Hiriyama ha sido un éxito rotundo.

 Nick.

 Sí, Nick. Yo... creo que me excedí prohibiéndote verle. Lo siento.

 No te preocupes, papá - sonríe y le abraza. Mientras lo hace, con los labios te dice "muchas gracias a todos".

 Supongo que ya hemos acabado, ¿no?

 Sí. Nos habéis salvado a mi hija y a mí, y creo que esto ha arreglado nuestra relación padre-hija. Os lo agradezco de corazón. Informaré en el gremio de vuestro buen hacer y pagaré la recompensa encantado. Y señora Hiriyama, usted es increíble.

De nada, tranquilo, trate con ese tipo de posesiones cuando era joven...., cuídense todos.. - Hiriyama sale tranquilamente de aquella casa, esta vez, no le echa los trastos al padre, respetara su decisión de alejarse de las mujeres, solo espera que no acabe siendo gay... -

Bueno, vamos a ese chiringuito de la playa como dije..jujujuju - dice la anciana poniéndose roja y mirando a sus compañeros

Tenemos que celebrar que hemos conseguido cumplir con nuestra misión... - la anciana parece estar de muy buen humor, desde la casa del encargo hasta el chiringuito, no echa los trastos a ningún chico, aunque ya en la playa, vuelve a sus andadas después de tomarse algún refrigerio en el chiringuito.

Ahora vengo, voy al cambiador... - dice después de acosar a un par de jóvenes por el camino

Al cabo de un rato vuelve con un traje de baño...

jejeje, vamos a pasar un buen rato antes de volver al Gremio, habéis hecho un trabajo excelente, nos merecemos esta canita al...ejejejejejejeje - se corta al ver a un par de jóvenes surfistas , pasar al lado de ella...

Voy aprender a surfear con esos macizones...¿guapos, enseñaríais a esta anciana hiperactiva a surfear jejejeje? - dice la Señora Hiriyama toda roja mirando con admiración a los jóvenes surfistas

Los surferos miran a la señora Hiriyama con curiosidad y se miran entre ellos.

Surfero: ¡Por supuesto que sí, señora! Venga con nosotros - responde sonriente.

 Es usted increíble, señora Hiriyama.

 Definitivamente mi abuelo no exageró... ¡jajajaja!

 Ya ves, tiene mucha energía.

Keyleth se limita a estar sentada y tomar un refresco, en silencio y con mirada perdida. Sigue sin tener buena cara, como si necesitara una buena siesta.

Acompañas a los surferos hasta la orilla.

Surfero: Te dejaremos una de nuestras tablas. ¿Empezamos con la lección?

cuando queráis guapetones, a ver, ¿ cómo he  de ponerme en la tabla ?, es mas cosa de equilibrio y destreza.. ¿no ? - Hiriyama no perdía detalle de las explicaciones de los jóvenes, pero tampoco de sus esculturosos cuerpos..

Siempre ha sido una de las cosas que siempre he querido aprender, pero, mejor ahora que nunca.. ¿ no ? - Hiriyama estaba a  punto de acariciar el culo a uno de los jóvenes, pero si es paciente podría tener algo mejor..., se ponía sonrojada solo de pensarlo..

Empecemos con la lección - les dice con cara sonrojada y de traviesa

Surfista: ¡Claro, ahora mismo!

???: ¿No será mejor que la enseñe yo? Soy mejor que vosotros...

La voz es femenina, la de una chica que te clava una mirada aterradora.

Surfista: ¡Es verdad! Tú sabes más que nosotros, hermanita.

La chica se te acerca.

Chica: Vamos a darte una lección de surf - se acerca para murmurarte - A mí no me engañas, a las viejas verdes las huelo a kilómetros. Ni se te ocurra aprovecharte de mis hermanos si no quieres lamentarlo...

Desde la distancia, Valeria se ríe al saber lo que está a punto de pasar.

 Pobre chica, no sabe dónde se está metiendo...

¬_¬ me has fastidiado el rollo... - dice con la cara muy seria Hiriyama a la extraña chica.

Si pensárselo dos veces, usa una técnica de inmovilización sobre la chica, al apretarle en unos puntos secretos de su cuerpo.

Quietecita estas mas guapa, suerte tienes que Matilda no le gusta golpear por golpear... - dice mirando con mal genio a la muchacha.. - amargada..., todo porque no ligas con nadie, te toca hacer cosas de chicos y estar con tu hermano, para estar cerca de otros chicos que te ignoran, así me pasaba cuando era tan joven como tu

La chica te mira con un odio profundo.

Chica: Serás una vieja con recursos, pero no pondrás un dedo encima de mis hermanos...

Acto seguido la chica te muerde en la cabeza con fuerza, como si de un tiburón se tratase. ¡Duele! ¡Esta chica está chiflada! Os enzarzáis ambas en una pelea, y no tardan en separaros entre los surferos y Valeria.

Surfero: ¡Lo sentimos mucho! Mi hermana a veces se pone un poco psicótica...

 Lo siento mucho. A veces la señora Hiriyama se pasa de la raya... - Valeria te lleva a rastras hacia el chiringuito, poniéndose seria - Se acabó el surf por hoy.

Nathan está conteniendo la risa con dignidad. Keyleth, en cambio, sigue con la mirada perdida y mala cara. El pelirrojo lo ha notado.

 Keyleth, no tienes buena cara...

DE ESO NADA ESTO NO SE ACABA, TE RETO A UN DUELO DE COCINA... - Hiriyama con un ágil salto se pone encima de una de las mesas del Chiringuito...

Si Ganas, no solo dejaré en paz a tu hermano, sino a todos los jóvenes varones de Cala de Sirena..., si pierdes, serás mi aprendiz de luchadora durante 7 años eso sin contar, que tu hermano me enseñara a hacer surf.... - señala Hiriyama a la extraña muchacha...

Chica: ¿Duelo de cocina? ¡Te voy a fundir, vieja verd...!

Uno de los surferos la noquea con la tabla de surf para llevársela a rastras, a la par que Valeria te agarra de nuevo.

 ¡Nada de duelos de cocina, señora Hiriyama! - a pesar de la regañina, sonríe - Ojalá tuviera tantas energías como usted.

Te entrega un refresco, con su rodajita de limón y su sombrilla. A vuestro lado se sienta un hombre escultural, quien no tarda en hablaros.

Hombre: Vaya monada... ¿pasando el rato con tu madre?

Otro que le tira los trastos a Valeria...

¬_¬ - solo se queda mirando de mala manera Hiriyama al hombre escultural.

Ya me harte, me tomo esto y me voy al mar a bañarme, ya me quede harta... - dice bebiéndose de golpe la bebida y a punto de dirigirse al mar para bañarse.

Vigilarmela... - le dice a sus compañeros

Al salir, con un descuido, sin querer , queriendo, da un pisotón con toda la potencia de la que tiene Hiriyama en el pie del hombre escultural...

Uuuisss, disculpe, debe de ser la edad que no me fije... - dice algo molesta , disculpandose

El hombre escultural pega un bote y se recorre toda la playa a la pata coja doliéndose el pie. Posteriormente tropieza y cae de culo sobre una barbacoa chamuscándose el tanga y pega un salto descomunal del dolor, quedándose enganchado a una palmera.

Todos observaron aquello con sorpresa.

 ¡Gracias, señora Hiriyama! - te agradece sonriendo con dulzura.

En el horizonte divisas a un grupo de chavales jugando al voley-playa... y algunos de ellos no están nada mal.

Yo me voy a dar un chapuzón en el mar, ya ando harta que ningún joven me haga caso.. ¿ alguien viene ? - mira a sus compañeros, luego mira a la que tiene mala cara.

No esta bien que ocultes las cosas Keyleth, di que te pasa a Nathan de una vez o se lo diré yo, se te nota a distancia... - dice la anciana antes de empezar el paseo hasta el mar

Keyleth se desploma inconsciente en el suelo. Nathan, alarmado, se agacha a su lado.

 ¡Keyleth! ¡Rápido, traedme un vaso de agua, por favor! - Nathan posa la mano sobre su frente - Está ardiendo... no me digas que...

Nathan desabrocha la armadura de Keyleth y se la retira, para mirar un poco debajo de la camisa. Se pueden ver como ramificaciones verdosas extendidas por su piel.

 No... esto no... otra vez las esporas no... - Nathan está muy preocupado, tanto que carga en brazos a Keyleth - ¡Voy a llevarla de vuelta al gremio urgentemente!

Llevala , os acompaño, esto es mas urgente que darme un chapuzon...- le pasa el vaso de agua a Nathan

Debemos de irnos deprisa al Gremio, como bien dices, no estoy puesto en enfermedades o algo asi, pero han de ver a Keyleth..., Valeria, ven con nosotros.. - dice la anciana a su protegida