Partida Rol por web

—Oh, dioses... "Señor Arcturus"— miré con aire divertido a Athan mientras alzaba las cejas y sonreía. —¡Qué pomposo suena!

Al final la cosa no fue a más con el profesor que había volado al hiperespacio: nos había dejado ahí su columna voladora y se había largado, dejándonos con una clase libre ocupada con otra clase de educación física.

—Podrían hacer más descansos para comer— me quejé mientras sacaba morritos.

Tras acercarme con peligroso aire curioso, me senté a horcajadas en ella. —¡Veamos si esto funciona! ¡ARRE!

Nathan se acerca a Miyu con serenidad.

 —No te preocupes, si planease castigar a alguien ya lo habría anunciado. Anko, baja de ahí, vete a saber lo que tenga esa columna. Lo mismo tiene alguna bacteria que te haga estar a dieta.

Pasa la hora de clase y, tras descansar, relajaros, comer o lo que quisierais hacer, regresasteis a la cancha de atletismo. No veis a nadie allí, pero sin embargo no solo la columna no está sino que todo está arreglado.

—Disculpad la tardanza, he estado arreglando el estropicio del señor Pai Pai— se disculpa una voz femenina.

Os giráis para ver a una mujer de cabello rojizo y ojos azules de gran belleza, de complexión atlética, aunque lleva ropa un poco formal y poco apropiada para la actividad física.

 —Mi nombre es Kiara y seré vuestra profesora de educación física. Lo sé, lo sé, no llevo ropa apropiada para dar la clase, me disculpo por ello pero la directora me avisó sin tiempo. ¿Qué tal si hacemos una cosa? Solo por esta vez haremos alguna actividad que escojáis entre todos.

El plan salió bien, pese a todo. Y nos libramos de las reprimendas de la directoria. Mejor, imposible.

-O peor. Imagínate que pillas alguna enfermedad y lo poco que puedas comer lo acabas vomitando- Continué la broma de Nathan.

Tras esa hora libre que aproveché para mirar un compendio de las lanzas más famosas y letales de la historia. Y tratar de hacerle ver al mentecato pelirrojo que las lanzas son muchísimo mejores que las katanas, volvimos al patio.

La nueva profesora era bastante más agradable que los anteriores. Y esa melena pelirroja...

-¿No será familia vuestra?- Pregunté a ambos hermanos Filofirme

—¡AH!— el chillido se pudo escuchar fácilmente por todo el colegio. —¡NO! ¿SOCORRO?— bajé de un salto del pilar mientras comenzaba a sacudirme el cuerpo. —¡Necesito una ducha!— por suerte, el colegio estaba bien provisto y siempre teníamos uniformes de recambio. Aprovecharía para ponerme el de gimnasia.

Después de la ducha volví al comedor para ver lo que quedaba, ¡esta vez me apetecía algo dulce! Y luego... Llegó la nueva profesora: joven, guapa, simpática y pelirroja. Por primera vez Milene tenía buen ojo con el docente de educación física.

Me había acercado a la columna para husmear. ¿Podría usarla yo como medio de transporte? Podría ser divertido volar a esa velocidad, con el viento en la cara y todo. Pero tan pronto Anko había soltado ese grito, retraí la mano con tremendo susto, llevándomela al pecho como si algo hubiera estado a punto de comérmela.
—¿Bacterias? —pregunto confundida—. ¿Entonces el profesor Pai Pai estaba enfermo? ¡Le he pegado a un enfermo! Ya me parecía que ese señor estaba actuando muy extraño para ser un docente, quizás su enfermedad le afectaba su comportamiento. Deberíamos ir a buscarlo para ver si lo podemos curar, pobre tipo.

Y llega esta otra señora. Tiene un aura más relajante y da la sensación de que puedo aprender mucho de ella, eso es bueno, supongo.

—Saya, ¿estás bien? ¿No estás cansada de correr? Si quieres puedo pedirle que te deje descansar un momento.
Me quedé pensando en qué proponer de actividad, pero no sólo no se me ocurre nada, sino que de hacerlo, no me atreveré a decirlo así delante de toda la clase, los otros seguro piensan en algo más interesante y divertido.

 —Pues...

 —Somos parientes lejanos— se apresura a comentar Kiara, interrumpiendo a Nathan.

Miyu se interesa por su hermana y ella esboza una sonrisa.

 —Estoy bien, hermana. No me duele mucho y he podido descansar.

 —Ya me comentó algo la directora sobre vuestros anteriores profesores de educación física, y sus actitudes, personalmente, me parecen inadmisibles. Considero que para que un profesor sea respetado por sus alumnos, primero es él quien debe respetar y cuidar a sus estudiantes. Bueno, ¿alguien propone alguna actividad, o la propongo yo? Porque me gustaría evaluar el nivel físico de cada uno para poder planificar mejor el trabajo.

Alcé la mano con energía.

—¡Competición de ver quién come más!— era una buena forma de ejercitar la mandíbula.

 —Me temo que eso solo ejercita la mandíbula. Necesitaría algo más completo. ¡Ya sé!— junta las manos entusiasmada —¿Qué os parece hacer una competición de voleibol? Necesitamos al menos 2 equipos de 6, y los que no quieran competir solo tienen que ayudar a recoger la pelota o llevar el marcador.

Estaba más bien distraída del todo cuando vuelvo a prestar atención y casualmente oigo sobre la competición de Voleibol.

—¿ Voleibol ? —miro a Kiara patidifusa, hacía tenis y katana pero faltaba el voleibol por falta de personal—. Kiara sensei, usted es un angel.

Me pongo a llorar, siento que es la única persona en el mundo que me entiende un mínimo.

—Volei... —repito, murmurando—. Saya, nosotras jugábamos eso en la escuela. ¿Me acompañas? Creo... Creo que no me animo a jugar sola, lo siento.

 —Claro, hermana. Cuenta conmigo.

Más estudiantes se van animando para participar.

 —¡Estupendo! Ya tenemos para formar 2 equipos— comenta con entusiasmo Kiara —Ahora necesito a dos voluntarios para que hagan de capitanes y vayan escogiendo a su equipo por turnos.

—¡Gracias! —exclamo feliz, apoyándome en los hombros de mi hermana y dando saltitos—. Ahora sólo necesitamos a cuatro más...

Miro alrededor. Uno de los chicos me parece especialmente majo, además es serio y me resultó una persona agradable. Así que me escondo detrás de Saya y la voy empujando con suavidad hasta donde está Nathan, para ver si quiere formar equipo con nosotras. Parece en buen estado atlético también, es de los que mejor trotó cuando el otro profesor nos dio esa tarea.
Todavía escondida allí, asomo los ojos por encima del hombro de Saya, pidiéndole al oído que le pregunte.

El voleibol siempre ha sido el deporte de mis sueños, no obstante tuve que contentarme con el Tenis, los motivos son obvios: Miro hacia arriba a ver si alguien se interesa en formar equipo conmigo y mis 144cm.

Puedo hacer de libero — me excuso, pero mi gran simpatía tampoco ayuda—. Soy buena corriendo de lado a lado... —mi voz se empequeñece a medida que explico mi única virtud.

Empiezo a pensar que es otro castigo de Kiara por mi lamentable físico. La mestra es demasiado dura.

Nathan y Havoc son designados capitanes y van formando sus equipos.

El pelirrojo va escogiendo a Nizel, Arkan, Miyu, Saya y Keyleth, mientras que Havoc forma equipo con Uwyn, Eimi, Valaren, Shinji y Melinda.

 —¡Fabuloso! Ambos equipos tienen buena pinta. Anna, ¿puedes llevar el marcador?

 —Con mucho gusto, maestra Kiara.

 —¡Bien! Primero haced estiramientos y un ligero calentamiento. Debemos prevenir las lesiones.

 —¡SIIII! ¡VAMOS A DESTROZARLOS, CANIJA!— grita Shinji, envalentonado al tener a Eimi en el equipo.

Equipo Nathan:

 —Siempre tan ruidoso... oye, Miyu. ¿Qué es lo que podéis hacer bien tu hermana y tú?

Equipo Havoc:

Havoc le planta un coscorrón a Shinji.

 —No seas tan ruidoso. Eimi, ¿hay algo que quieras contarme de los miembros del otro equipo?

Cuando Nathan intenta hablarme, se encuentra con que estoy tremendamente concentrada, con las manos apoyadas en las rodillas flexionadas, ya lista para empezar.
—Em, bueno, creo que lo único que se le da bien a mi hermana es no rendirse —responde Saya en mi lugar—. Y con la derrota que tuvo hace un rato, pues...
Al mirarme de nuevo, notan que mis ojos se han encendido con el fuego de la determinación. Sigo sin prestar atención a nada más que a la red que están colocando los chicos.
—En cuanto a mí, la verdad es que no soy muy buena en ningún deporte, lo lamento mucho. Creo que no debiste haberme elegido.
Me mira de reojo nuevamente y añade:
—No, sí, sí debiste. Si hubiera quedado en el otro equipo, Miyu podría romperse al querer ganar, pero no querer verme triste a mí por perder. Has hecho bien.

 Empiezo los estiramientos de verdad, ésta vez tengo ganas de hacer deporte aunque me cueste la vida. Además, siento que es un reto personal.

Me gusta que pienses así Shinji.

 —No seas tan ruidoso. Eimi, ¿hay algo que quieras contarme de los miembros del otro equipo?

  Son mas altos, pero más zoquetes —miro a Shinji de reojito—. La mayoría. Creo que tenemos que usar muchos engaños y juego psicológico, si vamos siempre directos nos bloquearán.

Continúo con los estiramientos, de lado a lado, incluso me hago una coleta alta. Esto va en serio.

Los zivalios podemos sorprender en voleibol aunque no seamos altos —digo metiendo a todos en el saco de lo personal—. Han elegido un grupo de élite física pensando que es lo único importante, demostrémosles que no es así.

Equipo Nathan:

Nathan enarca una ceja.

 —No te preocupes. El objetivo de esto es mover el cuerpo y ejercitarlo. Pero si ganamos, mejor que mejor. Seguramente ellos pensarán que somos una masa de músculos y ya está.

 —Te apuesto a que nunca han visto las estrategias locas de Nathan— señala Nizel, quien está estirando de forma relajada.

 —Confiad en mí. Como mínimo nos divertiremos mucho. Miyu, di algo. No dejes que tu hermana hable por ti. Te prometo que no mordemos.

Equipo Havoc:

Havoc esboza una media sonrisa tras escuchar a Eimi:

 —Me gusta cómo piensas. Sí, demostrémosles que nuestros cerebros puede competir con su forma física. Y si nos falta algo más tenemos al cerebro de Shinji, que está en forma.

 —¡HAVOC HIJO DE...! Ah, no, espera, tiene razón.

 —También contamos con gente en forma. Melinda apuesto a que hará unos remates brutales y Valaren seguramente podrá con todo. Solo nos falta un colocador. ¿Crees que Uwyn podrá?

Mantengo mi expresión seria, sin inmutarme en lo más mínimo, ni siquiera cuando Nathan me dirige la palabra. Todo lo que oye es mi murmullo mientras me concentro.
—Mayoeba yabureru. Mayoeba yabureru. Mayoeba yabureru.
Repitiendo esas palabras una y otra vez, no pierdo de vista el frente, aunque el partido esté todavía lejos de empezar. Mi postura sigue siendo como si estuviera lista para arrancar, apoyando las manos en las rodillas.

—No, la hemos perdido —le comunica mi hermana a Nathan, poniendo una sonrisa nerviosilla—. Y menos mal que la señorita Redfinder ha decidido no jugar, de otro modo podría resultar catastrófico.

Me fijo en las miradas que se hacen entre Nizel y Nathan, a mi y Havoc no nos hace falta vernos para saber lo que estamos pensando y lo que no, parece que tuviéramos telepatía entre nosotros.

Uwyn "podrá" colocar inteligentemente, y yo recibir para pasársela— Empiezo a botar la pelota y hacer toquecitos para ver que envio la pelota hacia donde toca, controlándola en vez de lanzándola lejos —. Si dos bloquean buena parte de la perspectiva del rematador dejarán sólo unos pocos sitios donde haya que recibir y "podríamos" pasarla a Uwyn, tan solo tenemos que asegurarnos de quién es el rematador.

Havoc sabe que hay algo oculto en esas palabras que están en condicional.

Equipo Nathan:

Nathan se ríe

 —Tranquilas, todo irá bien. Lo importante es divertirse. Miyu, céntrate por ahora en recibir la pelota y trata de pasársela a Arkan. Key, acércate, tengo que pedirte una cosa— le susurra algo a la elfa, quien parece sorprendida.

 —Tú.... tú y tus estrategias locas. Pero creo que podría funcionar bien.

Equipo Havoc:

 —Sí, eso debería ayudarnos mucho, pero cuidado con las estratagemas locas de Nathan. A saber con qué cosas nos sorprende hoy.

Y ambos equipos os preparáis para iniciar el partido. El sorteo lo gana el equipo de Nathan, y es él mismo quien realiza el saque. Recibe eficazmente Eimi, enviando bien la pelota a Uwyn quien la coloca a Melinda quien realiza un remate espectacular.

Normalmente eso habría acabado en punto, pero un borrón evitó que esa pelota asesina tocase el suelo. Miyu, como un resorte, se lanzó a por todas para evitar que anotaran el punto. La bola se alza a gran altura y va descendiendo cerca de la red donde se ubica Arkan.

 —¡Preparaos para bloquear!

Melinda, Valaren y Shinji se preparan para ejercer el bloqueo, vigilando a Keyleth por si ella va a ejecutar el remate. Y llegó la jugada loca del equipo de Nathan. Cuando Arkan va a colocar Keyleth se agacha para que Nizel suba sobre su espalda, impulsarse y saltar muy alto gracias al impulso de su hermana. Podéis ver cómo el elfo alcanza una gran altura, permitiéndole rematar a placer, anotando el primer punto.

 —¡Profesora, eso ha sido trampa!— se queja Shinji.