Partida Rol por web

Os acercáis a Angeline, quien está custodiada por varios esbirros. La vampira os mira atentamente y se relame cuando clava sus ojos en Freya.

Permitidme ir a un lugar menos soleado...

 Sé por qué me miras... y no es porque no me plantee nada con mujeres... - se sonroja - ¡Pero estoy con Myrth y le quiero, no puedo enrollarme contigo!

 Creo que no van por ahí los tiros... pretende beberse tu sangre.

 Oh... vaya, nunca atino.

Cassandra le da unas palmaditas en la espalda.

  - ¡Eh eh eh! A Freya ni mirarla, ¡no te dejaré ponerle un dedo encima! - Myrth mira a Freya con cierto desconcierto - No sabía que te habías planteado algo con mujeres, luego podemos hablar sobre ello si quieres, a lo mejor Cassandra se anima también jajajaja - Suelta una sonrisa socarrona.

Cassandra te mira enarcando una ceja.

La vampira empieza yendo hacia el muro del gremio, por donde está dando la sombra, mientras los esbirros se lanzan a por vosotros.

Freya no lo duda y blande su mandoble sin mostrar piedad alguna, deshaciéndose de uno de ellos.

  Preparo mi arco y dispongo una flecha para tratar de herir a la vampiresa cuanto antes. - ¡Si acabamos con ella los esbirros no serán una molestia, seguramente huirán como ratas!

La flecha vuela feroz y se clava de lleno en el pecho de la vampiresa, quien se estampa contra la pared de mala manera.

 ¡Gaaaaaah! - grita de dolor y con rabia, mostrando sus colmillos.

 ¡Soberbio ese disparo, Myrth! - te felicita mientras blande su espada de mitril eliminando a 3 de ellos sin dificultad.

La vampira clava una mirada asesina hacia ti y se vuelve invisible.

Freya sigue a lo suyo, quitando del medio a otro con su mandoble.

  - ¡Será cobarde. Ha desaparecido! ¡Atentas por si aparece de repente chicas!

  Myrth vuelve a cargar una flecha y dispara contra los esbirros esperando llevarse a varios con ese disparo.

Tu flecha abate a 2 esbirros sin problema, mientras Cassandra fulmina a los restantes en un frenesí de espadazos y golpes de escudo brutales.

Los 3 intentáis descubrir por dónde anda la vampira, pero sin rastro...

  Myrth se muestra satisfecho por haber acabado con todos sus enemigos, aunque aún quedaba la vampiresa invisible por ahí.

  - Muy bien chicas, ¡sois las mejores! Ahora sólo tenemos que encontrar a la cobarde que se ha vuelto invisible y acabar con ella o hacer que se rinda.

Buscáis frenéticamente a la vampiresa, pero no hay ni rastro. De pronto escuchas unas llamas prender a tu espalda.

 ¡Myrth, detrás tuya!

Te giras para vez a Angeline envuelta en llamas al exponerse a la luz del sol, abalanzándose sobre ti. Sientes cómo sus colmillos se hunden en tu piel buscando la yugular, además de cómo ella empieza a beberse tu sangre con total ansia. En ese momento, más que dolor sientes placer... pero aun así forcejeas como puedes para apartarla de ti y finalmente lo logras, pero ha logrado debilitarte.

La vampiresa se relame mirándote fijamente, como devorándote con la mirada... hasta que una Freya furiosa le suelta tal tajo con el mandoble por la espalda que la deja inconsciente.

Tras comprobar que la vampiresa no se reincorpora, la pelirroja va rápidamente hacia ti, preocupada.

 ¡Myrth, cariño! ¿Te encuentras bien? ¡Madre mía, te sangra mucho el cuello! ¡Aaaah, se me muere! - dice exagerando claramente. Te sientes débil, pero aún en perfectas condiciones para combatir.

Cassandra se acerca a la chupasangre, y con su espada de mitril se asegura de rematarla. La vampira arde de forma virulenta hasta que solo quedan cenizas...

 No te pongas hipocondríaca, Freya. No es grave - la guerrera rubia se saca un pañuelo y te lo da apra que lo presiones contra la herida para que no pierdas más sangre - Malditos vampiros...

  Myrth cogió gustosamente el pañuelo dado por Cassandra y se lo llevó al cuello, como agradecimiento le dio un beso en la mejilla a la guerrera rubia. - Muchas gracias Cassi, buen trabajo.

  Viendo lo asustada que estaba Freya se puso a su lado y la abrazó a la vez que le daba un enorme beso. - Tranquila querida, estoy bien, esto no es nada, lo has hecho muy bien Freya.

  El elfo se levantó como pudo, con dificultades por la pérdida de sangre y se dispuso a caminar junto a los demás. - Muy bien hecho las dos, ahora tenemos que ir a ayudar a los demás, ¿me acompañáis?