Partida Rol por web

Nicole te observa fijamente con su mirada psicótica mientras menea la cabeza y canturrea algo. Es una imagen cuanto menos, perturbadora.

 ¿No es ella la chica del balneario?

 ¡Eres la elfa aguafiestas! Te sacaré los ojos a hachazo limpio...

 Relájate Nicole. Yo también quiero diversión.

¡Oh, no! Jester, el payaso de las bombas, también se ha apuntado al combate! ¡Y encima no son 10, sino 20 esbirros contra los que luchar!

 Maldición... son muchos.

 Cuantos más sean, mejor. Así no me aburriré - afirma con una sonrisa sádica - Me encantará arreglarle la cara con mi mandoble a la niña de las hachas...

Nicole se relame viendo a Altris.

 Vaya grandullón musculoso... seguro que la tiene grande, se la cortaré a hachazos.

Jester se ríe como loco

-Sí, es ella -respondo a Keyleth.

Parece que podremos acabar pronto con la loca pero se le une el psicópata de las bombas y el doble de esbirros. "Genial... lo que nos faltaba..."

Altris no se amedrenta con los comentarios que escucha. Me preparo porque en cualquier momento va a dar comienzo la lucha.

Jester empieza repartiendo bombas y prepara otras tantas para arrojarlas. Una de ellas cae a tu lado y la mecha está prendiendo.

Nicole se lanza contra Altris y le lanza varios golpes con el hacha, pero no parece causarle mucho daño.

 Tsk... ¿eso es todo, "niña"? Te enseñaré cómo se hace.

Altris se desplaza evitando algunos ataques de los esbirros, balancea y blande su mandoble de forma salvaje, causando serios daños en la chica.

 ¡AAAAAAGH! ¡DUELEEEE! ¡Ayudadme, este bruto me va a matar!

No tienes ni a Nicole ni a Jester a tiro para tus conjuros... demasiado esbirro por medio.

Empieza el combate. Jester y Nicole, sedientos de sangre son los primeros en atacar. El primero lanzando bombas, una de las cuales cae a mi lado. Nicole ataca a Altris, quien es un hueso duro de roer. Keyleth no ha avanzado todavía pero decido no esperar, de hecho es mejor que todavía esté delante.

Lo primero que hago es apartarme rápidamente de la bomba y lo aprovecho para buscar un buen ángulo. Sin embargo, veo que no podré alcanzar con un conjuro ni al payaso ni a la loca, puesto que muchos esbirros se interponen entre nosotros. Opto entonces por aprovechar que tampoco llego a Altris ni a Keyleth y decido encender una pequeña barbacoa.

Me concentro y lanzo una bola de fuego en medio de los esbirros. No sé si conseguiré hacerles todo el daño que pretendo, pero al menos habrá un radio de cinco metros que apestará a chamusquina.

La bola de fuego que lanza Auriel y su onda expansiva alcanza a ocho esbirros, quienes salen despedido por los aires de forma violenta.

Keyleth se lanza a la carga y elimina sin problema a dos más.

Las bombas empiezan a explotar, y Jester aprovecha la situación para lanzar una de mecha corta contra Keyleth, quien apenas consigue desviarlo con el escudo alejándola antes de que le explote.

 Ese payaso va a dar problemas...

Nicole se lanza a atacar nuevamente a Altris, y logra asestarle un hachazo en el costado.

 ¡Mira por dónde, eso lo he notado! - afirma sonriente.

El siguiente golpe de Nicole lo lanza con tanta ansia que falla. Altris sonríe sádicamente, y no es para menos porque aprovecha el fallo de su contrincante para reventarla de un golpe.

Nicole cae inconsciente en el suelo, con los ojos fijos de forma siniestra, y bajo ella surge un charco de sangre.

Los esbirros se abalanzan sobre Altris, quien empieza a cargárselos uno tras otro. ya ha eliminado a dos de ellos sin esfuerzo

Tras lanzar el conjuro miro anonadada como Altris ha derrotado a la pelirroja mucho antes de lo que esperaba. De hecho, particularmente creo que tiene una pinta mucho más aterradora que los dos enemigos que tenemos aquí. Me está dando incluso pena al pensar en qué momento se convertiría Nicole en víctima de su locura. Sin embargo cada cual escoge su camino, y han venido a matarnos, así que tampoco tenemos elección.

Keyleth nos alerta contra el payaso. En un principio no parece que haga otra cosa aparte de tirar esas bombas, pero si la paladín cree oportuno no infravalorarlo tendrá sus motivos. De hecho, también estoy pensando que oculta algo más.

Quedan menos esbirros que nos separan, pero menos concentrados así que opto por otro conjuro.

Tu conjuro abate a otro esbirro. El combate está desequilibrado a vuestro favor.

Keyleth ataca una vez más y abate a otro esbirro con su espada, desencadenando además una explosión de fuego blanco que resulta inocua para todos.

Jester suelta más bombas. Una de ellas cae a tus pies, mientras que la mayoría acaban alrededor de Keyleth... ¡y algunos esbirros intentan inmovilizarla con cadenas!

 ¿Qué...?

 ¡Chica, es hora de que hagas una salida explosiva! ¡JAJAJAJA!

Jester se aleja corriendo del campo de batalla, mientras Altris destroza a los esbirros que la inmovilizan.

 ¡Aguanta, chica! ... ¿pero qué demonios...?

 ¡Alejaos inmediatamente!

El maldito payaso huye de nuevo, no sin antes sembrar sus bombas alrededor de Keyleth, que nos dice que nos alejemos inmediatamente. Ella tiene razón, no hay tiempo para que el capitán se acerque y la saque de allí ni para que yo despeje una a una esas bombas antes de que estallen.

-Corre lo más lejos de Keyleth que puedas, Altris! -le digo de una forma que queda clara que voy a hacer algo y más vale apartarse.

Me separo de la bomba que Jester me ha lanzado, caminando hacia atrás mientras que sin perder un segundo hago lo único que se me ocurre para ayudar a Keyleth. No me gusta hacer esto, ya que ella recibirá daño, pero no tanto como la explosión de todas esas bombas juntas. Las mechas avanzan y con mis dedos apunto al suelo, cubriendo la zona junto a la paladín, donde se encuentran las bombas, calculando que Altris queda fuera del círculo que estoy a punto de crear.

Del foco que he seleccionado emerge un géiser que se expande repartiendo borbotones de agua sobre las mechas de las bombas, que se apagan con la inundación. Espero que Keyleth no reciba mucho daño y también que no se lo tome a mal...

Keyleth y Altris intentan decirte algo, pero antes de poder decir nada lanzas el conjuro.

El géiser golpea de lleno a Keyleth, si bien el agua logra apagar las mechas. Las otras bombas explotan sin causar heridos.

La elfa paladín, empapada, escupe agua.

 Gracias Auriel. Pensaba aguantar la deflagración con postura de caballero, pero no sé si habría podido ejecutarla con las cadenas estorbándome - la elfa te sonríe cálidamente mientras empieza a liberarse de las cadenas.

 En la vida se me habría ocurrido atacar a Keyleth para salvarla... - afirma rascándose la cabeza, con cara de no entender mucho.