Partida Rol por web

El empujón de Honoka me pilla con la guardia baja, y necesito dar un rápido traspies para no caer al suelo, con una queja silenciosa, mirandola. Me cruzo de brazos, observando la cara de ilusión cuando mira la armadura élfica. ¡Pero si solo es una armadura! Además, a mi me gustaba como le quedaba la que tenía ahora. Pero bueno, estaba seguro que eran esas cosas que solo entendían los guerreros. Así que me encogi de hombros. - Quédate la armadura y partimos el dinero, pero la próxima cosa guay me la quedaré yo. - Le señalé con el dedo.

- Aunque a mi me gusta más como te queda la que tienes ahora. - Confesé, encogiendome de hombros. - Pero bueno, cojamos esto y volvamos. Personalmente, estoy molido por todas partes. - Estaba cansadísimo. Incluso estaba algo más pálido de lo normal. Quizás una buena cerveza, algo de comer y un sitio donde sentarme y descansar fuera todo lo que necesitara.

- Aaaahora si que si, hemos terminado. -

 ¿Habéis acabado? Genial, entonces salgamos de aquí e informemos al contacto. ¡Redrak, nos vamos!

Pyros os indica que os acerquéis a él, y en cuanto lo hacéis os teletransportáis al exterior, en el campamento arqueológico. El señor Danson se sorprende al veros.

Danson: Habéis regresado. ¿Qué habéis hallado?

 Tal y como comenté antes, hay unas ruinas atharienses. Hemos despejado la sala de las escrituras.

Danson: ¡Estupendo! En ese caso procederemos a transcribir las escrituras y las enviaremos a su padre para que las traduzca y poder estudiarlas.

 Se lo agradecería, también estoy interesado en estudiarlas con más calma más adelante. Cuídese.

Danson: Claro, sin problema. Y gracias. Informaré al señor Bluequill para que os pague.

 Bueno, hemos acabado. ¿Qué tal si...?

Entonces veis un destello rojo y cómo las nubes cubren el cielo y se arremolinan, llenándose de relámpagos rojos que se concentran en el centro del remolino de nubes, acumulando un poder terrible. Y poco después, un rayo rojo concentrado cae causando un gran estruendo.

 Vaya, eso ha sido cerca de la sede del gremio. Me pregunto qué habrá sido, pero indudablemente ha sido muy poderoso.

Valeria está pálida y costernada.

 No... no puede ser... ¡Pyros, tenemos que regresar al gremio de inmediato!

Apenas Valeria acaba la frase, Pyros os teletransporta a todos.