Partida Rol por web

Tras comentárselo a Eloril, se acerca a Seigur. Le sabía mal no haber hablado todavía con él, más aún cuando ella se lo había dicho. No pretendía ser maleducada ni ignorarle de ese modo, pese a que no le cayese bien, ya que el ofrecimiento que le había hecho el mago había sido sincero y aunque iba a rechazarlo, era una gran oportunidad. Por la mirada de la elfa, el mago bien habría podido intuir cuál sería el cariz de la respuesta.

-Te agradezco enormemente la propuesta que me hiciste, Seigur, pero no puedo aceptarla. He decidido seguir en el gremio. Siento que allí está mi lugar ahora. Soy feliz y aprendo constantemente, no solamente en lo relativo a la magia, sino también adquiriendo experiencia de la vida en general.

Era visible que al ser una persona que apenas había visto mundo y había llevado una vida bastante solitaria, aquello le proporcionaba una gran sensación de libertad.

-Es exactamente lo que necesito. Descubrir nuevos lugares, lidiar con inesperados desafíos, poner a prueba mis capacidades en solitario y en grupo... Cada encargo es una aventura, un misterio que aguarda a ser descubierto y una vivencia, en la mayoría de casos, inolvidable.

-Espero que lo comprendas. De todos modos, ya que valoras mi opinión tan distinta de la tuya, será un placer compartirla contigo cuando pueda suerte de utilidad.

 Te mentiría si dijese que me sorprende tu respuesta. Es una lástima, pero respeto tu decisión y aunque no lo creas lo comprendo. Es la misma que tomó Pyros después de que Ándorsul le ofreciera ser su sucesor (aún no entiendo por qué él y no yo). Da lo mismo, mi propuesta seguirá en pie por si un día cambias de opinión. Y si necesitas cualquier cosa puedes contar con el archimago o conmigo.

Y con una sonrisa y una leve inclinación de cabeza Seigur se retira. Poco después se acerca a ti Ándorsul.

 No me extraña el interés de Seigur en ti, Auriel. Desde siempre ha estado impresionado por tu talento, mi joven amiga. Oh, por cierto, un viejo amigo me preguntó por ti, andaba buscándote. Decía que tenía que enseñarte a dominar un conjuro de cronomancia después de la exhibición. Está allí junto a ese noble con esa pareja tan llamativa.

Señala hacia un lado, donde ves a Mark Byron hablando con Sheppard. Y enganchada al brazo de Mark está Akane, con un espectacular vestido de cola negro con un gran escote. A esta mujer le encanta llamar la atención... y estar bien pegada a Mark, por lo visto.

Auriel se sorprende cuando escucha a Seigur decir que comprende su decisión. Le da las gracias cuando se despide de ella. Luego mira extrañada a Ándorsul. "¿Impresionado por mi talento?" Aunque tenía aptitud para la magia y había avanzado bastante últimamente, la elfa no se tenía por una maga destacada en absoluto, aún le quedaba muchísimo por aprender, sin embargo valoraba su opinión.

Se fija en la pareja que le indica Ándorsul. Junto a ellos está Sheppard. Sonríe y agradece al mago sus palabras antes de dirigirse al encuentro del cronomante.

-Ha sido una demostración formidable, ¿verdad? -comenta refiriéndose a Lord Celdric-. Estoy lista para empezar cuando quiera -añade. Se la veía entusiasmada y también algo nerviosa por la importancia de la clase que iba a tener.

 Lo cierto es que ha sido una exhibición formidable. Había oído hablar de la técnica, pero no esperaba que fuese tan... contundente - el veterano cronomante sonríe al ver tu entusiasmo - Me encanta tu espíritu, pero quiero avisarte antes de nada de que la cronomancia es una disciplina mágica peligrosa y que no debe usarse a la ligera, aunque supongo que eso ya lo sabías.

Sheppard se dirige a la sala de entrenamiento arcano, y tú le sigues dispuesta a dominar perfectamente el conjuro detener tiempo.

Sonríe cuando le dice que le encanta su espíritu y luego se muestra más seria cuando le habla del peligro que entraña la cronomancia.

-Desde luego no pienso usarlo a la ligera. Sé que el control del tiempo es algo muy delicado y conlleva mucha responsabilidad. De todos modos, cualquier advertencia que me hagas es necesaria y bienvenida.

Le sigue dispuesta a dar el cien por cien para dominar ese conjuro magistral.

Acompañas a Sheppard hasta la sala, donde allí trabajas duramente para dominar el conjuro. El cronomante es un instructor serio y razonablemente exigente, si bien también está pendiente de que te encuentres cómoda con las lecciones.

Tras una agotadora sesión finalmente has conseguido dominar un poco el conjuro detener tiempo. Solo queda ir practicando con el conjuro hasta dominarlo completamente. Jamás imaginaste que un conjuro exigiera tanta concentración, pero estás satisfecha por saber manejarlo.

El resto del viaje transcurre sin más incidentes hasta que se empieza a ver en el horizonte el anillo de murallas exteriores que rodea la capital del Reino del Agua. Una hora después, el barco atraca en el puerto de Ojo de Leviatán.

A primera vista la ciudad parece tanto hermosa como lujosa, y el cielo despejado ayuda mucho a dar esa sensación (ignorad las nubes de la imagen).

El primero en desembarcar fue Darin, quien al bajar del barco tropieza y se da de bruces con el suelo. Parece que le da igual, pues está besando la tierra firme.

 ¡Tierra firme! ¡Tierra firme por fin!