- Lamento mucho lo sucedido, por lo que cuentas parece que realmente son un grupo peligroso.
ahora solo me queda dar caza con extrema crueldad a todos y cada uno de ellos— finaliza con una sonrisa inquietante.
No iba a ser él quien juzgase los actos de la felina, ni siquiera podía entender el dolor y la tortura que tuvo que soportar esa mujer. A él también le habían arrebatado a alguien aunque él solamente sabía de la existéncia del cónclave negro por este instante, por lo que no había podido cultivar el odio que la señora Lianne mostraba.
-Necesitamos saber qué era aquello que robaron a mi padre, debemos detenerlos. ¿Crees que el cónclave está cooperando con Thorne? De no ser así se nos abren muchos frentes que debemos detener.
—Por lo que sé dudo que estén colaborando con Thorne, y sospecho de que él desconfía de ellos. Sin embargo les interesa los artefactos que están en su poder. Por fortuna parece que son incapaces de asaltar la torre, así que por ese lado podemos estar algo tranquilos.
—Eso mientras no conozcan el método que ha desvelado Megara y que va a preparar para nosotros— añade Naomi —No sabía que ella fuese una especie de legendaria forjadora, solo conocía su faceta pervertida.
Lianne esboza una sonrisa.
—Parece que tuve suerte de que se topase con Farran, pues pude notar claramente cómo me devoraba con la mirada. Si me excusan debo volver con las demás, tenemos un asunto entre manos que por desgracia no parece estar relacionado con Nemesis o el Cónclave Negro.
Lianne dedica una cortés genuflexión y se retira.
—Nor, a decir verdad me intriga el asunto de tu padre— suelta Pyros sin miramientos, llevándose una mirada de desaprobación por parte de Naomi.
—Oye, ten un poco más de tacto... tú y tu insaciable curiosidad.
—Por lo que sé dudo que estén colaborando con Thorne, y sospecho de que él desconfía de ellos. Sin embargo les interesa los artefactos que están en su poder. Por fortuna parece que son incapaces de asaltar la torre, así que por ese lado podemos estar algo tranquilos.
Aquella información era de lo más interesante, y de lo más preocupante. Ahora que conocía más sobre el cónclave negro estaba seguro de que, una vez arrebatados los artefactos que Thorne tenía en su poder, era más que probable que la atención del cónclave se centrase en ellos. No parecía un buen augurio puesto que nuestro objetivo principal era más apremiante.
—Nor, a decir verdad me intriga el asunto de tu padre— suelta Pyros sin miramientos, llevándose una mirada de desaprobación por parte de Naomi.
—Oye, ten un poco más de tacto... tú y tu insaciable curiosidad.
- No se preocupe, señora Naomi. He de reconocer que esta nueva revelación en el caso de mi padre también me ha incitado a plantearme preguntas que, por ser un asunto personal, siento que requieren mi atención antes de poder seguir avanzando y ayudando aquí... Lamento si mi petición suena egoísta en un momento como este pero... Quisiera ahondar en o ocurrido con mi padre. - Me dirijo al señor Fuegorrojo- No tengo a mi disposición los documentos de mi padre, pero deberían permanecer en su antiguo despacho. Sé que mi madre mantuvo esa parte de la casa intacta por... bueno, sentía que algo de él permanecía en esa estáncia.
—No no no, señorita. Aún no estoy casada— te corrige.
—No te preocupes Nor, te echaremos una mano.
—Vaya, y yo que quería visitar a Dragen, si es que no ha salido a otra expedición con sus escoltas— esboza una sonrisa amable —No os preocupéis, entiendo que ese asunto es mucho más importante y prefiero que os ocupéis de ello cuanto antes.
—Te aseguro que en cuanto pueda...
—No sigas, no es necesario. Tendré tiempo para hacerle mantenimiento a Gepy sin que andes cotilleando en su interior.
—Vaya, con lo fascinante que encuentro tu golem— lamenta el mago —Bueno, Nor, acompáñame. Mi torre está en las afueras de la ciudad, oculta bajo una capa de invisibilidad.
Acompañas a Pyros al exterior de la ciudad, saliendo por el Barrio Maldito. No puedes evitar mirar a la torre que gobierna en ella, donde mora ese tal Thorne. Pero ése no es tu asunto ahora mismo. Sigues al mago pelirrojo por el yermo exterior, bajo un sol abrasador y acompañado por las alumnas de éste.
Cuando vas a preguntar a Pyros por la torre la ves de repente delante de tus narices.
—Bienvenido a la torre del maestro Pyros— anuncia Arcadia con su tono monótono.
Entras en la torre con la sensación de que alguien os ha seguido, pero no lograste ver nada. ¿Habrá sido imaginaciones tuyas?
Continuaremos en Aventura: La investigación de Albus Knothole