Partida Rol por web

Si algo no me apetece nada hacer es pelear contra el hombre lagarto. Y eso es justo lo que quiere la jefa, que faena. –Vaya con Milene, que maja...– gruño irónicamente casi susurrando, no quiere que me escuche. No después de mi sueño.

–¿Tenemos que hacerle caso? No quiero luchar contra ti, nos has ayudado. Seguro que podemos hacer otra cosa, no sé…– mi mano más cercana a la nuca se mueve hasta ella y comienzo a rascarme, toca pensar. –¿Y si nos rendimos los tres a la vez? ¿Eso no sería un empate? Así ganamos todos– suelto la primera idea que se me ha ocurrido enseguida. No sé si puede o no hacer, tampoco he pensado mucho, pero dicho está.

 Sinceramente no estoy interesado en la competición, tal y como dije antes. Solo me uní para poner a pruebas mis habilidades, y el resultado ha sido en parte satisfactorio, pero me falta mejorar más aún. Así que me da igual cómo acaba esto, mientras sea de forma digna.

-Buaaahhh...- lancé un perezoso bostezo. La verdad era que poco a poco, centrándome en mi propia concentración, había conseguido relajarme. No me había dormido, pero sí relajarme... y eso después de tanta carrera había pasado factura. Ahora tenía sueño. Pero eso de la meditación no estaba tan mal como pensaba. 

Milene como siempre... quería sangre. "Eso es porque no le han dado..." -¡¡OYEEE MAESTRA!!- traté de llamar su atención a grito pelado -¿¿Y SI TE SOBORNAMOS CON DULCES??- la verdad es que no quería perder, pero tampoco me apetecía volver a luchar, todavía menos contra Seth (que ya había visto cómo había despachado a Eloril). 

 ¡AHORA TENGO UNA MONTAÑA DE DULCES! ¡SE SIENTE, QUIERO SANGRE!

No parece que Milene vaya a cambiar de opinión.

 En ese caso abandono. No estoy interesado en el premio ni en dar un espectáculo sangriento.

 ¿Cómo que abandonas?

 Me apunté únicamente para ponerme a prueba, y eso ya lo hice. Así de simple, no busco el premio ni la gloria de la victoria. Solo forzar el límite de mi cuerpo e ir más allá.

 En ese caso... ¡ENHORABUENA AL EQUIPO DE ANKO, SOIS LOS VENCEDORES DE LOS JUEGOS DEL FÉNIX!

Todo el equipo aparecéis en un escenario. A vuestro alrededor hay gradas, ocupadas por todo el gremio además del resto de participantes. Frente a vosotras está Milene, quien está engullendo una tarta de chocolate, entera.

 Bufff... menudo vicio. Bueno, chicos, enhorabuena por la victoria (aunque esperaba mucha más sangre al final, vaya decepción). Os hago entrega de 2.000 monedas de oro a cada uno, os lo habéis ganado. También voy a sortear entre vosotros una fabulosa armadura ultraliviana. Lex, trae la bolsa por favor.

Lex se acerca con una bolsa, la cual contiene algunas bolas. Milene mete la mano y saca una bola, la cual pone "Anko".

 ¡Enhorabuena Anko! ¡La armadura ultraliviana es tuya! Bueno, pues ya han termiando los Juegos del Fénix. Vamos a celebrarlo con un mega-banquete.

Apenas me podía creer lo que estaba pasando... Seth había decidido abandonar. Quizás porque había considerado que la lucha contra Eloril había resultado entrenamiento suficiente o quizás porque nosotros no podríamos proporcionarle un buen entrenamiento... Pero la cuestión era que... 

-... He... ¡¡HEMOS GANADO!!- comencé a dar saltos mientras aplaudía enérgicamente. -¡Gracias por todo Seth!- fui a estrujar a Aaron entre mis brazos -¿Has oído hermanito? ¡Hemos ganado la competición! Por cierto, ¿te encuentras mejor?

(Tras felicitaciones, gritos, llantos, croquetas por el suelo...)

-¡¡Uhh sorteo SORTEO!!- comencé a aplaudir entusiasmada. Ya era feliz con tan solo saber que habíamos ganado, además del dinero. ¡Pero encima me tocaba la armadura! -¡¿En serio?! ¡¡Ala que guay!!- miré con admiración la armadura. Apenas podía creerme que ahora fuera mía. Todo era como un bonito sueño... ¡Yo teniendo suerte! ¡Increíble!